FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 29 de junio de 2013

Receta. "Sang amb ceba".


No recuerdo por qué, este pasado mes de mayo, salió en clase el tema de los vampiros, y sorprendí a mis alumnos diciéndoles que a mí, personalmente, también me gustaba la sangre, y que la ingería muy a gusto.
Pusieron cara de pasmo y de asco. Muchos no se lo creían, y cuando puntualicé que la sangre a la que me refería era de pollo y me la comía frita con cebollita, la cara de asco aumentó y se dibujó en sus caras un cómico gesto de estupor.
Y este es el dato. De un poco más de 70 niños, sólo encontré 5 que conocían y habían probado la “sang amb ceba”, y todos, gracias a sus respectivas y amantísimas abuelas.
¡Qué pena! Un plato, tan sabroso, tan sano, tan barato y tan nuestro, perdido, olvidado, arrinconado por las hamburguesas, los perritos calientes, los kebabs, la comida china…¡Ay señor, señor!
Por esto, os propongo fervorosamente que probéis este plato. Está buenísimo. Ahí va la receta. Es muy, muy fácil y rápida.

Ingredientes para 8 ó10 personas, según lo vampirillos que sean los comensales.

500 gramos de sangre cocida. La venden en muchos supermercados.
Aceite de oliva.
Cinco cebollas
Sal y pimienta negra.
           
        Sofríase, la cebolla cortada a tiras, durante unos minutos, a fuego lento, para que quede bien pochadita. Échese luego la sangre cortada a trocitos y salpiméntese. Remuévase durante unos minutos más hasta que el guiso "coja color".
          Y ya está. Sanseconcluyó. Y está la mar de bueno.

miércoles, 26 de junio de 2013

100 días de pontificado.


Recientemente, el Papa Francisco atravesó la frontera de los 100 días de pontificado. ¿Se ve ya hacia dónde se dirige con más claridad, pasado ya el impacto inicial de tan inesperada elección?
No lo sé. Yo aún no lo veo claro del todo, pero me parece vislumbrar una línea, una intención, cuanto menos, nueva, diferente, quizá más explícita…
Caí en la cuenta de esto, leyendo un periódico el pasado viernes 14, en el que transcribían un fragmento de una de sus diarias homilías en el monasterio de Santa Marta. Es el texto escaneado que antecede a estas letras lo que me llamó la atención.
Me sorprendió y me hizo pensar mucho, de verdad, y lo que he pensado, igual no es cierto y estoy equivocado…Es posible, y sería triste. Pero ¿y si estoy en lo cierto?
Pienso que cuando el Papa dice “no tengan miedo de correr riesgos por los pobres” y añade que, si por hacer esto recibimos de las altas instancias, digamos, una amonestación, y dice entonces que no hagamos caso, que no nos preocupemos y que expliquemos lo que tengamos que explicar, está sentando las bases de un nuevo orden, según el evangelio.
Me explico. Creo que el Papa Francisco tiene muy claro que el mundo anda sin norte. Que andamos como ovejas sin pastor. Creo que tiene claro que no existe hoy un sistema válido que ofrezca garantías de un futuro digno a la humanidad. Los integrismos religiosos, el católico incluido, paranoicos, intolerantes e inhumanos, generan dolor y sufrimientos sin límite; el socialismo, habiendo fracasado estrepitosamente en su aplicación práctica, al quedarse por esto sin el discurso teórico del marxismo que lo vertebraba, ha derivado en una ideología pueril, contradictoria y absurda hasta la nausea; el capitalismo, intrínsecamente perverso y sin justificación teórica posible, arrolla al hombre convirtiéndolo en número y objeto.
Y ante esta desoladora situación dice, “no tengan miedo de correr riesgos por los pobres”. Es decir, no tengan miedo de hacer justicia. Porque si hay pobres, no es porque no hay para todos, es porque algunos tienen demasiado. Porque el sistema es injusto y esa injusticia permanente, estructural, omnipresente, no va a resolverla ninguno de los sistemas hoy existentes. De hecho, ninguno la ha resuelto.
Creo ver que, por este camino, el Papa Francisco, quiere poner a la Iglesia en el ojo del huracán, en el centro de la necesaria trasformación del mundo, porque en realidad, nadie está transformando nada. Y el hombre es la víctima.
Creo que el Papa Francisco, se toma en serio la encarnación, se toma en serio que, si Dios se hizo hombre, el hombre quedó elevado a la categoría de hijo de Dios, por lo tanto es sagrado, y tiene esencialmente derecho a una vida digna y feliz, y por lo tanto, todo aquel sistema, todo aquella persona, que atente contra ese derecho inalienable, va contra la voluntad de Dios. Porque la voluntad de Dios es la transformación del mundo por la fuerza del amor que se concreta, por lo menos, en justicia y libertad.
Y si por denunciar la injusticia y la falta de libertad real, tenemos problemas, “…no se preocupen. Expliquen lo que tengan que explicar”, auque los problemas vengan de dentro, de casa, que son los que más duelen. Porque sabe que cualquier lucha seria por el hombre, va a chocar contra el capitalismo por su misma esencia perversa; contra el socialismo, por su incapacidad demostrada de salvar al hombre de sí mismo; contra los integrismos religiosos,  por anteponer la ley al hombre, la letra al espíritu, el símbolo a lo real, lo supuestamente divino a lo humano.
El Evangelio no es un sistema económico, político o social. Es un camino, el camino hacia un sistema nuevo, radicalmente nuevo, que todavía ni vislumbramos en el horizonte, un sistema nuevo que habrá que “inventar”, pero cuyo esbozo nos da Juan cuando dice, en Apocalipsis 21, “Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva” y poco después, “Él enjugará las lágrimas de sus ojos, ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, pues lo de antes ha pasado”. 
¿Está apuntando el Papa Francisco en esa dirección, o me he rayado?

lunes, 24 de junio de 2013

¿Políticos corruptos?

Las hay en todas partes, en todas partes...
Estoy viendo estos días una publicidad que, por lo que yo entiendo, trata de limpiar de algún modo la imagen de los políticos. Es de una marca de refrescos, creo.
Y me ha llamado la atención, el hecho de que se considere reclamo publicitario el decir que no todos los políticos son corruptos, sinvergüenzas, mentirosos, desleales, trepas etc. Es decir, que nos resulta chocante el escuchar que hay políticos honrados, buena gente, gente de bien.
Y esto es lo que me sorprende. Nuestro increíble cinismo como sociedad. Somos una sociedad cínica hasta el extremo. Ahora resulta que son los políticos los malos de la película, nosotros no. Nosotros somos “güenos”. ¡Ya! Ellos son los malos. Ellos no somos nosotros.
Pues no, no es eso. Si tenemos políticos corruptos es porque nuestra sociedad es corrupta. Si tenemos políticos deshonestos es porque nuestra sociedad es deshonesta. Si tenemos políticos mentirosos, sinvergüenzas, desleales, trepas, es porque nuestra sociedad es así. Porque demasiada gente es así.
Porque estoy convencido que mucha gente, si pudiera, haría lo mismo que critica de los políticos. Demasiadas personas son más o menos honestas porque no pueden ser otra cosa.  No por principio moral alguno, sino por pura limitación, porque están donde están y trabajan donde trabajan.
Muchos, si pudieran eliminar a sus competidores, colocar a sus amigos, arrinconar al que ocupa el puesto que anhelan, ganar más dinero quitándoselo a otro…lo harían, y además con la conciencia tranquila, porque en función de uno mismo y sus intereses personales, casi todo es justificable, razonable, demostrable…
Y esto es lo que hacen muchos políticos, y no solo ellos, sino mucha gente de a pie, en cuanto alcanzan una posición desde la que puede hacerlo, en sus empresas, sus asociaciones, sus clubes, e incluso en su vida privada…
Entonces, ¿por qué tanto desencanto, irritación, animadversión contra nuestros políticos? Ellos somos nosotros, ellos salen de entre nosotros. Su miseria es nuestra miseria y su vergüenza nuestra vergüenza. También hay políticos honrados, como hay personas honradas.
No se trata de regenerar la clase política. Se trata de regenerar la sociedad entera, desde sus mismas raíces. Una sociedad sana, limpia, honesta, tendrá políticos sanos, limpios y honestos.
Lo dicho. Vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. La única diferencia es que "la paja" puede afectar a miles, millones de personas y "la viga" a unos pocos. Pero moralmente, éticamente, tan deleznable y miserable es la una como la otra.

¡Cómo ha entrado el Pirineo en el verano!

Es increíble. Nunca había visto así a los Pirineos por estas fechas. Aún después de las lluvias torrenciales de esta semana pasada, especialmente del martes, siguen resplandecientes de nieve. La primavera se abre paso muy poco a poco, ascendiendo metro a metro. La alta montaña sigue invernal.
Ahí van unas pocas fotos de las muchas que he hecho este fin de semana, desde la cresta entre el Pic l´Ariste y La Peña lo Riste en el valle de Hecho.

Primer plano del macizo Balaitús-Frondiellas.
Macizo del Bisaurín. En la cresta aún hay cornisas.
Palas, Balaitus, Frondiellas y Midí. ¡Se puede hasta esquiar!
La Mesa de los Tres Reyes. ¿Qué más se puede pedir?
Mallo de Acherito, Sobarcal y Petretxema. El puerto de Ansó totalmente nevado.
El macizo de Los Infiernos, invernal.
Garmo Negro, Algas y Argualas.
El Midí se cubre con las nubes por la tarde.

viernes, 21 de junio de 2013

Nos quedamos sin nuestro rinconcito en el valle.

Aquí hemos acampado varios años, muy, muy a gusto. Está arrasado.
Así se veía el río Garona desde la tienda.
En este rincón siempre se estaba bien.
Los pinos y abetos del bosque de la Baricauba nos rodeaban al sur.
A veces una tienda, a veces cuatro o cinco. Los amigos iban y venían. Se estaba muy bien.
        Pues sí. Nos hemos quedado sin “el triangulito”, sin ese rinconcito que muy amablemente nos reservaban, y limpiaban antes de que fuéramos en agosto, Rosa y Javier, los dueños del Camping Artigané, en el valle de Arán.
Era un rincón delicioso, del que sé que todos los que estuvimos guardamos muy grato recuerdo. Estaba entre el Camino Real y el río Garona, al pie del bosque de la Baricauba; era un pradito verde en forma de triángulo, al que le daba sombra un bosquete de frondosos árboles. El sitio, de verdad, era idílico. ¡Cuántas veces, a lo largo del año me iba mentalmente allí!
Para ir al núcleo de servicios del camping, había un puente, que ya no está, desde el que se veían nuestras tiendas en aquel entorno que ya nos era familiar y que siempre fue acogedor.
Y según nos han dicho Javier y Rosa, nuestro rinconcito tampoco está. Estaba más bajo que el puente y en un recodo del río. Es la naturaleza, probablemente combinada con la estupidez humana. Pero el hecho es que, el rinconcito ya no está. Me da pena.
         Como me dan pena, las noticias que van llegando de aquellos valles tan queridos. Ahora hay que limpiar y reconstruir. Trabajar muy duro. Y cada vez más solos, porque en cuanto pasen unos días, los medios de comunicación, acudirán a otras cosas, otras noticias de última hora, y se olvidarán de Arán y de Benasque porque ya no serán noticia... Así son los medios de comunicación, sin alma y sin memoria.
       A aquella tierra y aquella gente tan entrañable para nosotros, nuestro pensamiento, nuestra solidaridad y nuestra presencia en cuanto podamos.

jueves, 20 de junio de 2013

¡Feliz verano!

Camino de Osset a Andilla, la primavera pasada.
El mismo sitio esta primavera. ¡No hay derecho!

A las 7 horas y 4 minutos de mañana, 21 de junio, entra el verano. Sea bienvenido y sea suave y bondadoso. Quiera Dios, y en esa línea actuemos los hombres, que en el equinoccio de otoño, sigamos teniendo los mismos bosques, que ahora tenemos.
Es éste mi ferviente deseo, este último día de primavera. Pero, la verdad, tengo miedo, tengo miedo al imbécil de la colilla encendida, al estúpido del petardo, al cretino al que pagan delincuentes, al  inconsciente que quema rastrojos, al “pirao” que no controla sus actos, al que va de “sobrao” y eso a él no le pasa, al gilipollas de la barbacoita, al hecho innegable de que toda esta gentuza está entre nosotros, y de que cuando entre el maldito poniente, andarán por ahí sueltos. ¡Ojalá vayan a divertirse a los centros comerciales, o se tuesten al sol en las playas! ¡Ojalá! Ahí no harán daño, o al menos no tanto daño.

¡Feliz verano!

martes, 18 de junio de 2013

Se veía venir. Desastre en el Pirineo.

El Llano del Hospital, con el hotel a la derecha, es un lago. La foto me parece significativa.
Se veía venir. La conjunción de una inusual cantidad de nieve en cotas medias y altas, más propia del invierno, a escasos días del verano, y la borrasca que nos está cruzando, provocando fuertes tormentas ha desencadenado el desastre.
Los bravos ríos pirenaicos bajan arrancando puentes, cortando carreteras, aislando pueblos tan conocidos como Viella, Artíes, Bossost, Benasque o Castejón de Sos, por ejemplo.
Sé que muchos montañeros, este martes, 18 de junio, estamos pendientes de lo que está pasando en esa tierra, en esos pueblos tan entrañables para nosotros; y pensamos también en toda la gente que conocemos, en los amigos que hemos ido haciendo a lo largo de los años.
La naturaleza, una vez más nos recuerda quién tiene la última palabra, quién en definitiva tiene “la sartén por el mango”. Una vez más, una dura lección de humildad.
No tenéis más que ver la tele o entrar en internet para ver la magnitud del desastre. Yo, con este breve artículo, sólo quiero hacer presente al Pirineo, en el ánimo de quien lo lea, y en el mío propio, en esta tarde terrible de miedo y desolación.

NOTA:
Hace un momento, a las 20’15 he hablado con mi amigo José Mari, de Benasque. Lo he pillado preparando bocadillos en su hotel para la gente que está concentrada en el polideportivo. El pueblo, que han evacuado, está aislado, sin luz y sin agua. Me ha dicho también que el Forau de Aigualluts rebosa hace ya tiempo. No obstante, hacía un momento que había parado de llover.

domingo, 16 de junio de 2013

Del otoño al invierno. Octubre de 1987.

Fue en octubre de 1987, el siglo pasado… Miguel Ángel, Quique, José Antonio, Paco Luis y yo, nos fuimos al Pirineo occidental a subir montañitas. ¿Os acordáis?
Recuerdo que llegamos el 9 de madrugada, acampamos, y sin dormir nos “echamos al monte” pues sabíamos que venía mal tiempo. No había nada de nieve. Sólo rocas y soledad. Subimos al Sobarcal y al Mallo de Acherito, con un cielo, poco a poco, más y más cargado.
Tras regresar a las tiendas, ya por la tarde, aún nos fuimos a cenar a la Venta de Juan Pito, en el valle de Belagua, ¡juventud! Cuando volvimos teníamos sueño, mucho sueño, lógicamente, pero estábamos muy satisfechos en todos los sentidos. Y aunque lo que apetecía era acostarse ya, tuve un "barrunto" y aún cambiamos las tiendas de sitio, alejándolas del río junto al que estaban montadas ¡menos mal!
Dormimos como troncos, ¡cómo no! Hacia la madrugada empezó a llover con fuerza, con mucha fuerza, y el sueño se hizo, al menos para mí, más y más placentero, al arrullo del agua sobre la lona de la tienda.
Por la mañana seguía lloviendo, pero ya no se escuchaba ese rumor suave y relajante de la lluvia sobre las tiendas. Atronaba el estruendo del río que, desbordado, arrastraba troncos, rocas, tierra…Vimos, sobrecogidos, cómo a nosotros nos hubiera arrastrado también, si no nos hubiésemos cambiado de sitio. ¡Glup!
Dedicamos el día 10 a hacer turismo bajo la lluvia. Visitamos la Selva de Iratí, y de regreso por el puerto de Belagua empezó a nevar, a nevar con ganas. Las últimas curvas del puerto, fueron “emocionantes”, pero al fin, con Paco Luís y Miguel Ángel, si no recuerdo mal, sentados sobre el capó del coche, para aumentar la tracción, y cantando horchatera valenciana, alcanzamos la frontera, de noche cerrada, en medio de una espectacular nevada; por el lado español ya había pasado la quitanieves y llegamos sin novedad al refugio de Belagua donde hicimos noche.
El día siguiente salió azul. Habíamos pasado del otoño al invierno en unas horas. ¡Qué espectáculo! Un Pirineo, blanco, resplandeciente, soberbio, nos envolvió en cuanto salimos del refugio. La ascensión al Arlas, desde la Piedra de San Martín, colmó plenamente todas nuestras aspiraciones. Era la belleza absoluta.
¿Os acordáis de de todo esto que os he contado? Creo que fue todo así, más o menos. Un gran viaje, ¿no? Un viaje de esos que no se olvidan.

NOTA:
A continuación tenéis algunas diapositivas digitalizadas, y si pulsáis el enlace que hay después, tenéis  más. Se les ve viejecitas, pero es que… ha pasado el tiempo. Para las fotos y para nosotros. A fin de cuentas, todo esto sucedió el siglo pasado.

Ya muy altos, llegando al  Sobarcal.
En la cima de Sobarcal.
Las Agujas de Ansabere desde El Sobarcal.
Mallo de Atxerito, una de las cimas ascendidas.
A la izquierda Petretxema y Ansaber. A la derecha El Sobarcal.

LLoviendo sobre Irati.
El río Irati baja con fuerza. Hay agua por todas partes.
Ya ha nevado. Ascendiedo al Arlas.
En la cima del Arlas. Al fondo el Anie o Auñamendi.
El sol funde la nieve creando imágenes extrañas.

Si quieres ver más fotos pulsa el siguiente enlace. Del otoño al invierno. Octubre de 1987.

jueves, 13 de junio de 2013

¡Cómo está el monte quemado esta primavera!

Unas pocas fotos para que veáis cómo está el monte quemado esta primavera. Es realmente un espectáculo sorprendente, de una extraña belleza, de una belleza acusadora que recuerda lo que podía ser y ya no es.
Es como una afirmación rotunda de la vida frente a la muerte. No hay resignación en este paisaje, no hay aceptación de “lo inevitable”. Es una vez más la eterna lucha entre el bien y el mal; es el bien que recuperándose del golpe sucio y traicionero, desde la debilidad y la vulnerabilidad, planta una vez más cara al mal.
Cuando recorro éstas, hoy tristes pero hermosas soledades, oigo, casi de modo físico, la voz antigua de la vida, surgiendo del silencio, buscando quién escuche, buscando quién entienda que éste no es el camino.
Pronto vendrán los rigores del verano. No desaprovechéis la oportunidad de pasear un rato en calma y silencio por el monte quemado, en primavera. Y escuchad, escuchad, y si tenéis niños, lleváoslos con vosotros; ellos también saben escuchar.














martes, 11 de junio de 2013

Amigos.


Hay muchas y muy bonitas frases sobre la amistad y las hay porque eso de la amistad es un asunto importante, muy importante.
Todos necesitamos amigos, y si alguien dice que no necesita ninguno, algo anda muy mal en su vida, pero que muy mal.
Un amigo es algo muy grande. Compañeros, amiguetes, conocidos, son otras cosas, importantes también, necesarias y que hay que cuidar con esmero, pero son otras cosas, además bien diferentes entre sí.
Un amigo entra en esa esfera de nuestra vida donde sólo están algunos familiares, que tampoco todos; entra en lo más personal, lo más íntimo. Y la relación es de tal naturaleza, que trasciende el tiempo y el espacio. Hay amigos de casi todos los días, de todas las semanas, de varias veces al mes, de “de vez en cuando”, incluso de una vez al año, o de cada dos años…, pero si son amigos, son amigos. Y punto.
Y ¿cómo reconocemos Isabel y yo a un amigo? Pues de muchas maneras. He aquí algunas.
Con los amigos estamos a gusto. Por eso buscamos su compañía y nos alegra cuando ellos buscan la nuestra. Cuando sea.
Los amigos nos aceptan tal cual somos, con nuestras peculiaridades y rarezas, con nuestros defectos y virtudes, con nuestras opiniones, a veces diferentes a las suyas.
Los amigos tienen confianza para decirnos “esta noche no me apetece salir a cenar” sabiendo que nadie se enfada por eso, pero se esfuerzan para que eso pase pocas veces, si es posible ninguna.
Los amigos nos ayudan cuando les pedimos ayuda. Nos consuelan cuando estamos “pochos”, nos disculpan cuando estamos cansados.
Los amigos nos escuchan cuando nos desahogamos, cuando les contamos nuestras batallitas, cuando nos enrocamos con nuestras “neuras”.
Los amigos nos defienden, si es preciso a mordiscos, cuando alguien habla mal de nosotros, cuando, vete tú a saber por qué, nos pone verdes, aunque tenga parte de razón.
Los amigos nos perdonan, cuando metemos la pata y les hacemos daño. Nos dicen que les ha dolido, pero sabemos que nos perdonan y nos sentimos perdonados.
Los amigos nos permiten crecer, nos dejan libres, nos dan alas. Nunca nos amarran, nunca nos absorben, nunca nos agobian.
Los amigos no ignoran nuestros esfuerzos, nuestros actos, nuestros trabajos. Los aplauden o los critican, siempre cara a cara,  pero jamás los ignoran; el desprecio que supone el ignorar, duele mucho de un amigo.
Los amigos están en los momentos importantes de nuestra vida. En los gozosos y en los tristes. Están allí, riendo, llorando, o en silencio, y sabemos que están. Se siente su calor.
Con los amigos podemos estar callados largos ratos, pensando, contemplando. No nos hace falta estar siempre “de palique”; aunque casi siempre haya cosas de qué hablar.
Cuando las circunstancias de la vida nos alejan de los amigos durante mucho tiempo, el día que vuelven, el día que los encuentras, es como si nunca hubieran estado lejos, como si nos hubiéramos visto ayer mismo. ¡Y eso es tan bonito!

Y si el paso del tiempo nos separa para siempre del amigo, nunca podremos sustituirlo, nunca podremos olvidarlo, porque al formar parte de nosotros mismos, ya nada podrá ser igual,  nada volverá a ser como fue cuando estaba el amigo.

lunes, 10 de junio de 2013

Cerdos en Ribarroja.

Evidente huella de cerdo. Debía estar muy cansado.
Otra huella de cerdo. Tendría algo de hambre.
Huella  que nos indica un posible bocadillo devorado por el cerdo.
El cerdo tenía sed.
En mi desconocimiento de ciertos fenómenos naturales, pensaba que el deporte era una actividad específicamente humana, que los animales no hacían deporte propiamente dicho, pero andando por los montes próximos al pueblo, he descubierto que no es así, que hay una especie particular de cerdos que sí hacen deporte.
Y me ha asombrado observar que dichos cerdos van en bici, en moto, corren, hacen senderismo, como si tal cosa, como si fueran humanos, pues esa apariencia tienen, ya que por lo que veo, han sido capaces en su peculiar proceso evolutivo, de adoptar la forma humana. Por eso no los distinguimos. Pero yo sé que en realidad no son más que cerdos.
He encontrado sus huellas en las Rodanas, en el Corral de Barretes, en el Pico del Águila, en “Les Mamelles”, porque como buenos cerditos van dejando rastro por allá por donde pasan.
Y al comprobar que el deporte no es, como pensaba, patrimonio de los humanos, me he acordado de un encuentro porcino que tuve, hace ya muchos años, en el glaciar del Aneto. O sea que, en realidad, esto ya viene de lejos. No es nuevo.
Andábamos debidamente encordaditos, y con nuestros crampones, por el glaciar, cuando un cerdo encordado (también hacen alpìnismo) tiró al hielo un bote vacío de coca-cola. Un humano que le acompañaba le amonestó, pero el cerdo contestó “el glaciar se lo come todo”, porque, ¡hasta han aprendido a hablar! En aquel momento, me entraron ganas de introducirle el bote en cuestión por donde el amable lector estará pensando, pero como no soy amigo de introducir nada por semejante orificio, opté por recoger el botecito y guardármelo en mi mochila delante de sus mismísimos hocicos. Recuerdo que me miró perdonándome la vida.
Pues sí, pues eso. Que yo quería creer que la gente que sale al monte es eso, gente. Pues no, no todos son gente. Y en realidad, lamentablemente lo sé desde hace mucho tiempo.
Por eso, mi propuesta es la siguiente. Que se creen zonas debidamente acotadas de uso exclusivo para cerdos, que también tienen derecho a existir, faltaba más. Y que allí, vayan en  sus bicis, sus motos, corran, anden, envueltos en basura y excrementos, que es lo suyo, y que además, por lo que se ve,  no les molesta. Y el monte, que lo dejen para las personas. Se podían llamar "parques porcinos". ¿No hay ecoparques?
           Es una sugerencia.

viernes, 7 de junio de 2013

Competencias básicas. Competencias trifásicas.

Investigando, reflexionando y meditando sobre eso tan importante y parece ser que tan trascendente como las competencias básicas, he descubierto algo asombroso que quiero compartir con todos mis compañeros de gremio; a saber: las competencias básicas no sólo son básicas, sino además de básicas son… son… ¡trifásicas!
Sí, resulta que son aparte de básicas, trifásicas, porque según he descubierto han llegado a nosotros, humildes receptores de tan augustas sabidurías, en tres fases consecutivas. Veámoslas.
Primera fase. Alumbramiento. Seres en extremo sesudos, calentándose la cabeza, investigando, reuniéndose, dan a luz una idea, que a menudo es una idea ya vieja, cambiada de nombre, ¡qué le vamos a hacer!. Algunas veces supone algo de avance, otras son un claro retroceso. Pero nada. Ahí queda la criatura. La mar de mona. Y ¡cómo no! se le bautiza, cosa que suele hacer algún gurú de la pedagogía: “Yo te bautizo en el nombre de la educación, la psicología y mi ideología, con el nombre, en este caso, de Competencias Básicas”.
Segunda fase. Institucionalización. Nuestras instituciones educativas, amantes de lo novedoso, y empeñadas en mejorar la educación en el país, se apuntan al nuevo invento que, claro está, ya se aplica en Europa. ¡No íbamos a ser menos! Se apuntan y organizan una clase de “tomate” que no hay quien se aclare. Nadie sabe muy bien todavía qué rayos es eso, nadie sabe por qué unas etapas sí y otras no, nadie sabe cómo evaluar y encajar las competencias con las notas que siguen estando vigentes, nadie sabe qué información hay que pasar a los padres ni cómo pasarla, nadie sabe en qué acabará el sistema si cada centro procesa esto de un modo distinto… En resumen, vino nuevo en odres viejos. Y ya se sabe, una nueva “empastrá”. Todo el vino por los suelos.
Tercera fase. Apostolado. Esta es la fase más asombrosa. A mí, personalmente, me conmueve. La criaturilla y sus excelencias es dada a conocer, anunciada, proclamada a los cuatro vientos, por apóstoles de la causa que surgen en muy determinados lugares, donde hay que saber estar, agazapado, esperando el momento…Y recorren, como abnegados misioneros, colegio tras colegio, dando charlas, cursillos, conferencias, transmitiéndonos la buena nueva, y de paso cobrando un sobresueldo que a nadie viene mal, corriendo los tiempos que corren. Es asombroso ver cómo hablan de lo que hay que hacer en clase, cuando tú sabes que eso no se puede hacer en clase, que es imposible, que no tiene sentido, aunque a veces pensemos que ojalá se pudiera hacer… Me asombra ver cómo se puede estar tan lejos de la realidad y por consiguiente decir tantas tonterías.
¿Veis cómo además de básicas son también trifásicas? Llegan a nosotros, al frente, a los pobres soldaditos, en tres fases bien claras, y luego móntatelo como puedas, si puedes. Reúnete, caliéntate la cabeza, navega por internet, apúntate a cursillos, en suma, emplea tiempo, un tiempo que necesitas para otros asuntos de verdad importantes, como tus alumnos, por ejemplo, o como tu misma vida, sí, como tu propia vida.
Y a mi edad esto me irrita mucho. La vida es el tiempo. Los que te hacen perder el tiempo te roban la vida, te la sorben, como los vampiros la sangre. Y eso es una inmoralidad, una inmoralidad intolerable.
He de decir además, que en más de 30 años de docencia, he sufrido varios envites de este tipo para ver cómo, invento tras invento, han acabado desarbolando el sistema educativo y, lo que es peor, impidiendo después cualquier posible regeneración. Y esto también me irrita. Y también es inmoral.
¡Ya está bien hombre! ¡ya está bien! Las cosas o se hacen bien o no se hacen. Los experimentos ¡con gaseosa!, no con los chiquillos.

jueves, 6 de junio de 2013

Juan XXIII. "Zas, en toda la boca".


Sólo un breve comentario sobre el cincuenta aniversario de la muerte de Juan XXIII, que fue el pasado 3 de junio.
Yo era muy pequeñito, tenía 7 años, pero guardo un recuerdo muy personal y curioso del acontecimiento, porque en el colegio de monjitas al que iba, un día, rezamos por el Papa que estaba en “su última agonía”. Esa fue la frase que no entendí, y que me anduvo rondando en la cabeza hasta que se lo dije a mis padres y me la explicaron. Es, probablemente, de los recuerdos más antiguos de mi infancia.
Pasaría tiempo hasta que tuve conciencia de quién fue y qué hizo Juan XXIII. Y conforme ha ido pasando ese tiempo, ha ido creciendo para mí la grandeza de aquel hombre que rompiendo esquemas dio un paso adelante de consecuencias inmensas: el Concilio Vaticano II.
Me gusta pensar que un "Papa de transición", en su breve pontificado, en contra de todas las previsiones, cambió la historia de la Iglesia, y como consecuencia, en muchos aspectos, del mundo. A fin de cuentas es lo que hizo Jesús. En tres años, contra todas las previsiones cambió la historia de la humanidad.
“Zas en toda la boca”, como diría Sheldon Cooper. (Es una buena serie). “Zas en toda la boca” a comentaristas, periodistas, contertulios, analistas y demás fauna creadora, ¿manipuladora?, de opinión, demasiadas veces falta de humildad y demasiado pagada de sí misma. 
Y es que, el Espíritu, sopla donde quiere y cuando quiere. Eso está “guay”.

miércoles, 5 de junio de 2013

La Gran Ruta del Bisaurín. Desierto calizo. Junio de 2012.

Fue el 15 de junio de 2012, hace ahora casi un año, cuando nos fuimos Rubén, Juancho y yo, después de muchos años, otra vez juntos, a los Pirineos y ¡cómo no! en plan de montaña.
El valle elegido fue Hecho, ideal por sus cumbres, por sus bosques y por su hostelería, cosa ésta también importante ya a ciertas edades; hablo por mí, que era el “güelete” de la expedición.
Acampamos en el camping “Borda Bisaltico”, excelente en todos los sentidos, y el sábado 16, con un día espléndido, muy temprano, iniciamos una larga travesía, que nos permitió conocer y disfrutar una amplia zona del valle.
La excursión fue larga, 12 horas. Subimos 2160 metros de desnivel, (según mi GPS) y bajamos otros tantos; recorrimos 23 Km; coronamos un total de 12 cimas, la más alta el Bisaurín, el gigante de la región, de 2670 metros.
Solos todo el día, excepto en el Bisaurín, ¡claro!, gozamos muchísimo de aquel paisaje duro y espectacular; de encadenar cima tras cima; de ver cómo el Pirineo crecía a nuestro alrededor; del esfuerzo continuado, recompensado en cada momento; de un día azul; de la primavera humilde pero bellísima de la alta montaña…
Y luego, al final de la jornada, también disfrutamos de una buena ducha, una cena extraordinaria en el bar de Arturo, y de una noche serena en la tienda, como antes, como “cuando éramos jóvenes”…
Había muy poca nieve, por lo que el recorrido no presentó dificultades especiales. Ahora, eso sí, exigió una buena forma física y buen sentido de la orientación, o un GPS sabiendo usarlo, lógicamente. Con nieve, como estará este año, será otro cantar. Crampones y piolet necesarios y quizá cuerda, para asegurar en algún tramo.
Sí, es una extraordinaria excursión, ¿verdad? Y sabréis, imagino, por qué os la recuerdo ahora; porque cuando tienes hambre y sabes que vas a comer pronto, no molesta ver cómo se acaba de hacer la paella.

Hasta pronto, chavalotes.

Notas varias.

1ª. Aquí a continuación hay unas pocas fotos. Si quieres ver más, pulsa La Gran Ruta del Bisaurín.
2ª. Si quieres el track está en wiquiloc. Pulsa Bisaurín. Junio de 2012.
3ª. Si quieres la web del camping Borda Bisaltico, encantador, pulsa Borda Bisaltico.

El refugio de Lizara desde las crestas del Bisaurín.
Midí d´Ossau desde el Bisaurín. A la derecha el Palas.
Secus y Castillo de Acher con sus colores rojizos característicos.
La norte del Bisaurín y el Alto de Fetas a la izquierda, desde el Puntal de Secus.
Foya de Agüerri, ya en el descenso.
El barranco de Agüerri por donde volvimos al refugio.
Juancho y Rubén ante la cara sur del Bisaurín, por la mañana.
Rubén y Juancho en la cima del Bisaurín.
Espectacular cara este del Bisaurín desde el Alto de Fetas. Descendimos por la canal que se ve al centro.