FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 30 de junio de 2014

Evocando una noche en los Baños de Benasque...


Hay ocasiones en la vida en que sin previo aviso todo coincide para que gocemos de un momento, a menudo fugaz pero inolvidable, un momento de esos que dan al hecho de vivir una profundidad y un sentido que demasiadas veces perdemos envueltos en las nieblas cotidianas.
Estábamos, hace ya muchos años, mi amigo Vicente y yo acampados en los Baños de Benasque. Fue aquel un mes de julio especialmente tormentoso y fresco, a veces frío. ¡Qué bendición!
Una tarde, la tormenta diaria que nos había dejado el tiempo justo de hacer cima y bajar corriendo, fue especialmente violenta, así que decidimos subir a cenar al barete de los Baños.
Desde los ventanales, abiertos al espacio, de aquel vetusto y entrañable edificio, veíamos las densas cortinas de agua caer sobre el valle difuminando sus contornos.
Cenamos en el bar, en amable conversación, muy a gusto, y ya tarde, un abuelete de los que estaban hospedados en el balneario y tomaban copitas mientras charlaban después de cenar, empezó a cantar, con bien modulada y potente voz, una jota aragonesa.
Fue el primero. Luego siguió otro y otro. Las jotas y los aplausos se mezclaron con los truenos que perseveraban con insistencia. A la luz de los relámpagos veíamos cómo, al avanzar la noche, se intensificaba la lluvia.
Y allí dentro seguían cantando, aplaudiendo cada jota, y animándose entre ellos, como si los truenos, los relámpagos y la lluvia, ya torrencial, les animara a ello, hasta alcanzar un extraño paroxismo, gozoso fruto de una comunión increíble entre hombre y naturaleza.
De regreso a la tienda, ya muy tarde, la tormenta amainaba y me dormí al arrullo de una lluvia, cada vez más suave, mientras los truenos se alejaban, hasta quedar la noche en un silencio sólo roto por el fragor del río que bajaba bravo, imponente, poderoso. Y al arrullo también de aquellas jotas, que quedaron para siempre en mi memoria. 

jueves, 26 de junio de 2014

Mamá, ¿cómo se hacen los niños?


Me contaba hoy una mamá que su hijo de seis años le pregunta ¿mamá, cómo se hacen los niños? La mamá le responde que queriéndose mucho los papás.
El niño no queda convencido y pregunta algo así como ¿y ya está?, a lo que le responde la “mami”, bueno…y queriendo hacerlo.
Entonces se le ilumina la cara al chavalillo con la luz de quien por fin ha entendido algo que no entendía y exclama, ¡claro! porque si solo fuera por quereros mucho, yo tendría miles de hermanos y solo tengo uno.
El momento en que la mamá me ha contado esto andaba yo caviloso con otras cuestiones, pero la anécdota me ha tocado hondo, me ha parecido muy bonita.
Y esta tarde, ya con un poco más de calma, la he vuelto a pensar, la he saboreado y me ha parecido más bonita aún. Bonita y profunda, porque este niño se estaba sintiendo fruto del amor de papá y mamá y más aún, del deseo explícito de ambos de “hacerlo” a él. Y eso es maravilloso.
Felices los niños que crecen al calor de esta atmósfera de amor. Y qué pena esos otros, tantos, que han de hacerse hombres al frío duro de la intemperie del desamor.

martes, 24 de junio de 2014

San Juan nos trae algo de lluvia. ¡Viva San Juan!

...y poco después empezó a llover.
Por fin ha llovido con un poquito de arte y salero. ¡Por fin! Son las ocho de la tarde y en el pluviómetro de casa hemos recogido 18 litros. Ni más ni menos que 18 litros. Verlo para creerlo
Oigo, veo y siento el agua, los truenos, el fresquito y me gusta, me gusta mucho. Y pienso en el monte y me siento bien sabiendo que, aunque poco es, ya es algo; ¡le hacia tanta falta!
Esta mañana, muy temprano, la mañana de San Juan, me ha despertado Isabel para que oyera los truenos y el grato rumor del agua en el patio... y me he vuelto a dormir al arrullo de la tormenta. ¡Qué placer!
Y esta tarde me he ido a dar una vuelta con la moto, con la secreta esperanza de pillar otra tormenta, o mejor, de que me pillara a mí. Y lo ha hecho, sí señor, lo ha hecho. Más arriba de Higueruelas ha empezado a llover y he regresado feliz bajo la lluvia, a ratos fina, a ratos fuerte, a 17 grados y con ese viento un poco loco de las tormentas.
¡Ay qué bien!, ¡por fin! Lo que pasa es que esto tendría que ser así un par de días a la semana, durante meses y meses…Eso debería pasar.
Y hablo en serio. Un dato. Desde junio del año pasado hasta éste, sin contar lo que ha llovido hoy, han caído 167 litros, cuando la media ronda los 500. ¡Ojo! 167 en un año.
Por eso digo ¡que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva!...y olé. ¡Y que siga lloviendo!

lunes, 23 de junio de 2014

El Corpus en Ribarroja del Turia.

Corpus Christi, una fiesta de origen medieval, con unos 800 años de historia, que sigue celebrándose hoy en muchos pueblos y ciudades de España y de otras partes del mundo.
Como en todas estas fiestas religiosas de largas y profundas raíces históricas se mezclaron desde el principio la Fe y el folclore creando tradiciones riquísimas donde en ocasiones es difícil distinguir lo que es experiencia personal del creyente de lo que es costumbre sin más profundidad, pero no es eso problema, pienso, ni soy además yo quién para juzgar estos extremos.
En Ribarroja, la procesión del Corpus tiene un sentido muy especial para la familia de Isabel ya que montan un altar a la puerta de casa, hay cinco en todo el pueblo, donde reposa brevemente la custodia mientras se canta y se rezan unas oraciones. La tradición se remonta, al menos a su tatarabuela y quizá mucho más atrás
Aquí tenéis algunas fotos que hice ayer de esta fiesta. Valgan como testimonio de tradiciones que deberíamos conservar y en todo caso regenerar si fuere menester, tradiciones que si con el tiempo desaparecieren, desaparecerían con ellas valiosas fibras que conforman el tejido de nuestra cultura y nuestra identidad. Porque aún no teniendo Fe, es este un bien cultural que debe ser respetado y en el caso de tenerla, a este aspecto cultural se le añade una dimensión más personal, más profunda que hace de la procesión del Corpus algo más rico todavía.

El altar a la puerta de la casa. Es el último de la procesión.
Hay que adornar la calle con murta y pétalos de rosa.
El altar se viste con este precioso y antiquísimo bordado.
La imagen del Corazón de Jesús preside el altar.
Ya está el pasillo de hojas y flores listo para la procesión.
El altar ,ya preparado, esperando al Santísimo.
Llega el cura párroco con la custodia ,bajo palio.
El Santísimo, en la custodia, descansa sobre el altar mientras se canta y se reza.
La banda de música, atenta a su director, se prepara para continuar interpretando tras la oración.
La procesión llega al iglesia.
Momento en que el cura párroco, con la custodia, entra en la iglesia.
Repican las campanas y suena la música. Son las 19 horas, 45 minutos.

domingo, 22 de junio de 2014

El Día E.


No tuve tiempo ayer, por eso escribo estas líneas con un día de retraso. Unas líneas en honor a la lengua española o castellana, que de ambas formas se denomina.
Ayer, el Instituto Cervantes celebró en todo el mundo el día del español, el llamado Día E. Aquí, como suele ocurrir con estas cosas, pasó bastante desapercibido. Y es una lástima.
 No hace falta ganar un mundial de fútbol para sentirnos orgullosos de nosotros mismos, al menos de algunas cosas de nosotros mismos, porque de otras…es vergüenza lo que deberíamos sentir. Y de algo de lo que podemos estar muy, pero que muy orgullosos, es de nuestra lengua. La hablamos 500 millones de personas y va en aumento, es la segunda lengua en redes sociales y la tercera en internet, tiene una literatura sin rival en el mundo y sigue muy, pero que muy viva.
Acosada y despreciada en el país donde nació por gentes que no son capaces de asumir y superar la historia, juzgada por muchos desde tristes, antiguos y estériles prejuicios, y maltratada por un inculto esnobismo maquillado de progresía, sigue su andadura por la historia permitiendo la comunicación entre millones de personas por todo el mundo, creando belleza y creciendo día a día como árbol vigoroso cuyas raíces se hunden en lo más hondo de nuestra propia y antigua cultura.
Y es que una lengua, cualquier lengua, siempre va mucho más allá de los hombres que la hablaron, de sus luces y sus sombras, de sus grandezas y sus miserias, porque el lenguaje es uno de los frutos más hermosos que puede dar un pueblo y siempre lo trasciende.
Por eso acabo con esta preciosa cita de Pablo Neruda que tantos deberían leer y entender.

"¡Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos (...) Se lo llevaron todo y nos dejaron las palabras"


Si quieres leer el último informe del Instituto Cervantes sobre el español, pulsa aquí Informe Instituto Cervantes.

sábado, 21 de junio de 2014

Llega el verano sobre una tierra agostada.

Ya llegó. Hace unas pocas horas el verano ha llegado sobre una tierra agostada. Así es y así hay que decirlo.
Es evidente que agostar y agosto son palabras de la misma familia y significa secar o abrasar las plantas a causa del excesivo calor. Lo propio de agosto. No de junio. Que el verano llegue por estos lares cuando los montes y los campos ya hace mucho tiempo que están agostados es terrible.
Porque el mes que viene no es septiembre y el otro octubre, con los días más cortos, tormentas, temporales de levante, temperaturas más suaves, no. El mes que viene es julio y el otro agosto. Julio y agosto ¡Qué miedo!
Sólo nos queda esperar que este verano que por estas tierras acostumbra a ser largo y duro sea benévolo. Que llueva algo, aunque sea con tormenta, que no sean demasiado altas las temperaturas y sobre todo, que no entre el poniente. ¡Que no entre el poniente, por Dios!
¿Es mucho pedir?

Así está el romero. Pasas la mano y caen las hojas.
Esto es tenía que estar verde. Está seco. Este año no habrá moras.
Este triste aspecto tienen las jaras. Muchas no han llegado a florecer.

jueves, 19 de junio de 2014

...con la satisfacción del deber cumplido.


No sé si era una antigua serie de televisión, de esas en blanco y negro, o una novela de mi juventud la que acaba con la frase “indemne y con satisfacción del deber cumplido”. Me llamó la atención, y con ella me quedé. Me pareció, desde que la entendí cabalmente, una bonita forma de acabar algo. Quizá demasiado bonita.
Cuando ayer el Rey Juan Carlos I firmó su abdicación creo que pudo haber dicho algo parecido. No lo mismo, porque si bien pienso que puede irse con la satisfacción del deber cumplido, no se irá indemne. A buen seguro se irá con heridas, como se va con heridas cualquiera que pelea, que salta al ruedo y pelea. ¡Qué fácil es hablar desde el tendido!¡qué fácil juzgar desde las gradas!
Con la satisfacción del deber cumplido. Sí, porque más allá de que seamos monárquicos, republicanos o indiferentes, hay que reconocer que ha estado a la altura de la historia, ha cumplido la misión que el devenir del tiempo puso en sus manos.
Pero indemne no. Estoy seguro que se va con la herida de la ingratitud de muchos, con la herida del silencio forzado por su cargo, con la herida de los errores cometidos, con la herida de todo lo que se le ha quedado por hacer después de lo mucho que ha hecho…
Por eso, la foto que encabeza esta entrada es una foto para la historia de España, pero también para mi propia vida, porque pienso que el día que yo “abdique” del trabajo al que he dedicado toda mi vida, no sé si me iré, como puede irse el Rey, con la satisfacción del deber cumplido, pero lo que sí que sé es que no me iré indemne. No, indemne no. Seguro.

miércoles, 18 de junio de 2014

Picaldiecho, mi ascensión 2.200, en buena compañía. Junio de 2014.

Fue mi ascensión pirenaico-alpina 2.200. El domingo, ocho de junio, en el valle de Tena, Alex, Martina y yo subimos a un par de humildes pero preciosas montañas próximas a un pueblecito encantador llamado Sandiniés.
Allí sí era primavera. Estaba todo muy verde, lleno de flores. Un viento del sur, fuerte y tibio, movía la hierba alta de los prados, rizándolos como la superficie del mar cuando sopla levante. Los pájaros fundían sus melodías con el susurro de los árboles del bosque.
Rodeados de altas montañas, aún muy nevadas, por un bonito camino avanzamos hacia la Punta Puyalbo, desde donde las murallas y crestas de la Peña Telera nos vigilaban imponentes.
Luego, andando sobre mullidos prados floridos, envueltos por la hierba , llegamos a la curiosa planicie que forma la cima de Picaldiecho, mi ascensión 2.200.
Sencillas montañas que nos ofrecen espectaculares e inesperados panoramas de una belleza sobrecogedora.
Buen sitio para ver amanecer o atardecer, para dormir al raso en verano, para pasear con niños, para sumergirse en la soledad, para calmar el dolor de una herida…Buen sitio para reencontrarse con la vida.

Una mariposa sobre las flores. Primavera.
Lirios en la hierba.
La Peña Telera al fondo. Un abedul a la izquierda.
La grandiosa cara este de la Peña Telera.
El camino por el que avanzábamos.
A la sombra de un abedul.
En la cima de Punta Puyaldo. Al fondo, Peña Telera.
En la suave cima de Punta Puyaldo.
Contemplando el panorama en Punta Puyaldo.
La amplia cima de Picaldiecho. Al fondo la sierra de Tendeñera.
De regreso, va quedando atrás la Peña Telera.
Prados, bosque y atrás el macizo de las Argualas, de más de 3000 metros.

martes, 17 de junio de 2014

Exámenes de junio, exámenes de julio.


Bueno, ya estamos ahí. Ya estamos en plenos exámenes finales. Y los alumnos que no aprueben en junio tendrán a lo sumo unos quince días para aprobar el curso, en julio. Si no han podido a lo largo del curso podrán ahora, ¡claro!
Nunca pensé que la Consellería pudiera llegar tan lejos en sus incoherencias, arbitrariedades y desatinos. Pero sí, ha llegado y ha llegado más lejos aún al tratar de justificar tan aberrante decisión.
Las causas que esgrime para intentar demostrar la cuadratura del círculo las expongo y comento a continuación.
Dicen: Estos cambios de fechas también van a permitir que los alumnos sean examinados por los mismos docentes que les han impartido las clases durante el curso y que, de producirse los exámenes en septiembre, han podido cambiar de destino.
Digo: Vergüenza tenía que darles dar a entender de modo bastante evidente que piensan que que todas las programaciones, las adaptaciones curriculares, y otras zarandajas que hacemos, no son más que mandangas inútiles a la hora de la verdad, porque digo yo, si hay una buena programación donde estén establecidos los objetivos, los criterios de evaluación y calificación, la metodología etc. da igual quién examine al alumno. Es lógico ¿no?
Dicen: La medida responde a la demanda de la comunidad educativa y de la Permanente de Directores, ambos partidarios de adelantar los exámenes como una medida para luchar contra el fracaso escolar.
Digo: ¡Alucinante! Ahora resulta que quitar oportunidades a los que más las necesitan es luchar contra el fracaso escolar. ¿No será aumentarlo? Es que no hay por donde cogerlo de puro absurdo. Además, ¿de qué comunidad educativa hablan?, y a esa Permanente de Directores, ¿por qué no les hacen un control de alcoholemia?, porque vamos, sólo estando “colocao” se puede pensar y además decir semejante majadería. ¿Es que creen que somos tontos del culo,  del bote,  del haba, de capirote...?
Dicen: Además, supondrá otros beneficios como la planificación anticipada de los grupos y horarios.
Digo: Planificación que bien se podía hacer en septiembre, si no hubieran cambiado también las fechas de inicio de curso con los chavales. ¡Cómo se nota que trabajan con aire acondicionado! Aquí, en la Comunidad Valenciana en septiembre hace un calor que te mueres, pero a ellos qué. Planificaremos en julio, sí, pero septiembre será insoportable en las aulas. Y los chavales lo pasan peor que nosotros, mucho peor.
Dicen: y supondrá ahorro de las familias en clases particulares durante el verano.
Digo: ¡Vaya hombre!, ahora se preocupan por las familias, los chavales les importan un bledo y se preocupan por las familias. Visten un santo desnudando otro, como dice el refrán. Y muchas familias no sé que preferirán, si pagar un “profe” al chiquillo o que su otro chiquillo, universitario en paro, se gane unos dineros, al menos, en verano, por ejemplo.
Dicen: Según los datos facilitados por la Permanente de Directores, sólo un máximo del 7 %, y un máximo del 9 % según un estudio realizado por la Conselleria, supera las pruebas de recuperación del mes de septiembre.
Digo: Y por eso las cambian a julio. ¡Genial! Si el primer argumento da vergüenza, el segundo es la contradicción en estado puro, el tercero responde a un problema que han creado ellos, el cuarto es demagógico y ridículo, el quinto es el colmo, es sencillamente impresentable, hiriente, creo que hasta denunciable. Como en las pruebas de septiembre sólo aprueban el nueve por cien, pues no valen la pena, o sea que las quitamos. Ése es el argumento. Total, por  27.366 alumnos de secundaria que aprobaban en septiembre... ¡Que se joroben! Porque esos 27.366 chicos y chicas, el nueve por cien del total de alumnos de secundaria, que tras trabajar en verano lograban aprobar, no importan. Que aprueben en julio, si pueden. Sí señor, eso es atender a la diversidad, favorecer la integración, respetar a las minorías desfavorecidas, luchar contra el fracaso escolar…¡Te apañas en quince días o te fastidias! ¡Y a callar!
Y llegado aquí no me aguanto más. Hago la pregunta del millón, sin ironías. Quiero creer que las personas que toman estas decisiones no son ni imbéciles, ni cretinos, ni necios, ni mala gente. Quiero creerlo. Lo creo. Pero entonces, si no lo son... ¿por qué toman tan irracionales decisiones y encima las justifican de tan indigna manera? De verdad, escapa a mi capacidad de comprensión. No logro entenderlo por mucho que me devane mis sesos, ya de por sí bastante devanados.
Pero aquí no ha pasado nada. Nada de nada. Ya lo decía en una entrada anterior. ¿Quién ha defendido a nuestros chavales, a los que más les cuesta, a los que tienen más riesgo de caer en el fracaso escolar? ¿Dónde están ahora los esforzados defensores de los derechos de los alumnos? ¡Claro!, es que en este momento se trata sólo de defender chiquillos. Nada más que chiquillos que encima van mal y “dan pol saco”…¡Que les den!

NOTA:
Las justificaciones que rebato en esta entrada las conozco a través de la prensa, de la que no me suelo fiar demasiado. Lo digo porque albergo la lejanísima esperanza de que en realidad nuestras autoridades educativas no hayan dicho tales cosas. Pero entonces, ¿por qué lo han hecho?

lunes, 16 de junio de 2014

San Bernardo de Menthon.

En la cima del Pic del Segre, en el hermoso Circo de Nuria, se levanta este sencillo monumento a San Bernardo.
Ayer, 15 de junio, fue San Bernardo de Menthón, patrón de alpinistas y por extensión, de montañeros. Es curiosa la vida de este hombre que, allá por el año 1000, se dedicó, desde su sacerdocio, a ayudar y proteger a los viajeros que tenían que cruzar los Alpes.
Reproduzco, abreviada, una biografía que he encontrado en internet, escrita por Lamberto de Echevarría, sacerdote vasco nacido en 1918.

A un papa milanés y alpinista, en el sentido estricto de la palabra, pues fueron precisamente los Alpes los montes preferidos para sus escaladas, le correspondió declararle patrono de los habitantes de los Alpes y de todos los alpinistas. Nos referimos a Pío XI. Pero, sin necesidad de esta declaración, ya San Bernardo era famoso en todo el mundo por los dos abrigos o refugios que preparó en lo alto de la cordillera y por los famosos perros que llevan su nombre.
Había nacido en el corazón de Europa. Menthon es un pueblo al borde del lago de Annecy. A un paso, Suiza. Tras los montes, Italia. En tierras de Saboya, desde hace cosa de un siglo francesas. La vida de San Bernardo había de responder a este claro designio europeo.
Nació, según parece, pues su discutida cronología se mueve holgadamente en un siglo entero, hacia el año 996. Como en el caso de tantos otros santos, recibe su formación en París. Al terminarla vuelve a su castillo natal de Menthon. Allí le espera su padre, que tiene trazados ya para él ambiciosos planes. En concreto, un ventajoso matrimonio. Tan preparado estaba todo, que, cuando quiere darse cuenta Bernardo, es ya la víspera de la boda. Su padre no quiere atender a las razones del hijo, que aspira a hacerse sacerdote. Todo aquello que él dice que ha madurado largamente durante su estancia en París no pasa de ser una locura. Así las cosas, no quedaba a Bernardo más que un remedio heroico: escapar por una ventana del castillo. Dicho y hecho. Aún hoy se muestra a los visitantes el barrote que hubo de romper para lograrlo.
Inmediatamente quiso aprovechar la libertad recobrada. Y llamó a las puertas de los canónigos regulares del valle de Aosta, al otro lado de los Alpes. El arcediano del valle le ha acogido con cariño y comprensión. Recibe el sacerdocio y años después se ve colocado en ese mismo cargo de arcediano.
Fue entonces cuando pudo darse cuenta a fondo de una urgente necesidad que existía. En sus predicaciones por los pueblos del valle, en sus contactos con los curas de las montañas, había visto ya algo. Pero no todo. Ahora, cuando su cargo de arcediano le imponía la obligación de atender con limosnas a los pobres peregrinos que tenían que atravesar los Alpes, se dio cuenta de la tragedia en todas sus dimensiones. No era sólo que el camino fuese áspero, arriesgado y, sobre todo en invierno, mortalmente peligroso. A los rigores de la naturaleza se añadían otros, provenientes de la malicia de los hombres. Aquellas caravanas, que tenían que pasar días enteros sin encontrar abrigo alguno frente a los elementos desencadenados, eran no pocas veces cruelmente saqueadas por los sarracenos, los húngaros o simplemente por gentes sin entrañas del mismo país.
Y se repitió entonces lo que tantas veces ha ocurrido y seguirá ocurriendo en la historia de la Iglesia. San Bernardo salió, como Santo Domingo de la Calzada, como San Vicente de Paúl, como San Juan de Mata... y como tantos otros santos, al paso de aquella necesidad. En verdad, la empresa era difícil, casi diríamos que descabellada. Enterrar a unos hombres en la nieve, obligarles a recorrer aquellos intransitables caminos de montaña en pleno invierno, obligarles a permanecer siempre atentos a la llamada de cualquier caminante, es mucho hoy, cuando se puede contar con medios que entonces ni siquiera podían entreverse. Pero era inmensamente más entonces. Y, sin embargo, pese a todo, se hizo. La caridad llegó a tanto. Y, pese a todas las dificultades, San Bernardo logró edificar, en lugar de los miserables refugios de tablas que hasta entonces existían, dos sólidos hospicios en Mont-Jeux y Colonne-Jeux. Como en tiempo de Nehemías, fue necesario tener en una mano la espada mientras con la otra se edificaba, pues las bandas de salteadores no dejaron de intentar hacer imposible la empresa. Pudo más la caridad del Santo. Y los dos hospicios llegaron a ser una feliz realidad.
Pero los edificios no bastaban. Había que poblarlos. Un grupo de canónigos regulares venidos de Aosta, se establecieron en ellos y sirvieron de núcleo inicial a la Congregación.
Vida dura, heroicamente dura, la de los canónigos en aquellas alturas. Solos en la agreste soledad de las montañas, aislados del mundo, esperaban la primera señal para ponerse en movimiento en búsqueda del viajero perdido. Sus célebres perros, maravillosamente adiestrados, les servían de ayuda. Y miles de caminantes debieron la vida a esta ingeniosa caridad de San Bernardo.
Tranquilo estaba en medio de sus hijos, cuando vinieron a buscarle. El emperador Enrique, según parece el cuarto de este nombre, estaba irritado por una revuelta que había tenido lugar en Pavía. Se le pedía con angustia al Santo que interviniera para aplacarle. Y así lo hizo. Se puso rápidamente en camino, descendió a la planicie y realizó plenamente su labor de paz. Pero esta caridad suya le iba a suponer un serio sacrificio: el morir lejos de sus hijos.
Caminando, ya de vuelta, hacia sus amados Alpes, se sintió enfermo en Nevara. Halló acogida entre los benedictinos. Y atendido por ellos, expiró plácidamente el año 1081 al parecer. 

domingo, 15 de junio de 2014

¿Debe ser un servicio público la cerveza de barril?


¿Debe ser un servicio público la cerveza de barril? Es ésta una preguntita que me estoy haciendo últimamente porque cada vez es más difícil encontrar un bar donde te pongan una cañita, un doble o un tanque. Ahora, justo ahora, con estos calores repugnantes e inapropiados para un mes de junio y con todo el verano por delante. Y es que a mí, la cerveza de bote, botellín o botellón, pues no me gusta. Entiendo que hay a quien sí le guste, ¡claro!
He preguntado en varios sitios a qué se debe este boicot silencioso y me han dicho que lo que ocurre es que no es rentable, ¡vamos, que no ganan dinero con los barriles de cerveza!
Esta situación desgraciada, “cervecilmente” hablando, he pensado que puede tener tres causas:
Primera. Que no ganen los bares suficiente dinero con dicha cerveza.
Segunda. Que los “barrileros de cerveza” quieran ganar demasiado.
Tercera. Que los impuestos sean tan excesivos que ahogan a muchos de estos entrañables establecimientos llamados bares.
Y claro, estas tres causas pueden darse conjuntamente. Pero de ninguna de las tres, el pobre ciudadano tiene la culpa.
Por eso, la bellísima imagen de una jarra empañada por la que resbala la espuma, junto a las bravitas, los chipirones o la sepia, poco a poco va pasando a la historia, al menos por estas tierras. Ningún bote, botellín o botellón alcanza para mí el grado de "belleza", por mono que sea el recipiente, por fresquita que esté, que una buena jarra de cerveza de barril. Ni el placer que me produce, cuando pasa por mi gaznate el dorado néctar, es el mismo ni de lejos. Serán manías, pero es así.
Y como yo, hay muchos más ciudadanos. Por eso, propongo que mientras el Ministerio de Hacienda, las cerveceras y los bares no se pongan de acuerdo, por la salud mental y la adecuada hidratación de miles de españoles, se declare el servir en los bares cerveza de barril, servicio público de obligado cumplimiento, y los costes de la medida que corran a cuenta de algunos de los muchos “manguis” que últimamente han sido cazados. Pero ellos, desde luego, que beban agua y calentita…

Nota:

Es una tontería ¿verdad? Pero algo de sentido tiene, creo yo, lo que digo en este articulito. Y es que, tontería o no, a los que nos gusta la cervecita de barril de toda la vida, pues nos toca las narices.

viernes, 13 de junio de 2014

Arde La Vallesa.

Arde La Vallesa y el fuego avanza hacia Valencia La Vella, Traver, el Parque Natural del Turia…La sequía extrema, el calor agobiante, el cielo de fuego, el olor a quemado, la columna de humo…
He salido a verlo de cerca por la carretera de Manises. No se me ocurre una imagen más elocuente, más explícita, más hiriente de lo que es una catástrofe medioambiental que lo que acabo de ver y vivir.
El monte ardiendo, las obras (no digo que no hicieran falta), los helicópteros, las avionetas, la guardia civil, la policía, las ambulancias, los bomberos, la temperatura muy alta, el viento, de levante pero viento, la gente siguiendo a su marcha, un grupo charlando y riéndose en la terraza de una cafetería con todo esto como telón de fondo…
Me he sentido mal, muy mal, extraordinariamente mal, y sinceramente, he deseado huir, irme muy lejos, y dejar de sufrir por una tierra que irremediablemente se pierde para siempre. Si no lo veo, aunque me sabrá mal sufriré menos.
Lo que está ardiendo eran los pinares donde a mis catorce, quince, dieciséis iba con la bici a ver atardecer cuando veraneaba en La Cañada, donde me quedaba quieto para ver las ardillas, donde soñaba con montes más altos, bosques más profundos…
De verdad, será cobarde, pero me quiero ir y no puedo. No quiero seguir viendo como esta tierra a la que tanto quiero está siendo asolada. Me quiero ir a un lugar donde cada vez que me despida de un paraje, no piense que quizá sea la última vez que lo haya gozado, que lo haya vivido.
Por eso me quiero ir…y no puedo.












miércoles, 11 de junio de 2014

¡Muy bien por el PSOE!


Pienso que hoy, el PSOE nos ha dado a todos una lección, y yo se lo agradezco profundamente, porque no suelen darse lecciones de este tipo en los tiempos que corren. Es como una bocanada de aire limpio cuando te estas asfixiando, o una jarra de cerveza bien fría cuando llevas horas andando al sol por esos montes de Dios.
Todos sabemos que el Partido Socialista, como su Secretario General dijo, tiene hondas raíces republicanas, pero ha sido capaz de poner en este momento de la historia, por encima incluso de su propia identidad, la fidelidad a la Constitución entendiendo que era éste el mejor servicio que le podía hacer a España. Y ha votado que sí a la Ley Orgánica de Abdicación del Rey Juan Carlos I.
Se trata, primero que todo, de no romper las reglas del juego. Y así lo ha hecho. Y después, utilizando esas mismas reglas, reformar la Constitución, si así lo desean, tras ganar unas elecciones que les permita hacerlo de modo democrático y respetuoso con la voluntad popular. Y esa reforma de la Constitución podría llevarnos de una Monarquía Constitucional a una República Federal, por ejemplo. ¿Por qué no? Sin romper nada.
Lo que hoy el PSOE ha hecho es tener sentido común y sentido de estado. Es estar a la altura de las circunstancias. Es ser demócrata y actuar en consecuencia.
Imagino que la decisión no habrá sido fácil, pues habrán tenido que oírse y se seguirán oyendo los cantos de sirena de los que en nombre de la libertad y el pueblo, ¡qué bonito! tratan de imponer al pueblo al que dicen defender sus peculiares, y a menudo limitados, puntos de vista, rompiendo lo que haya que romper, aunque sea la democracia, aunque sea la libertad.
Sí, hoy estoy contento con lo que han sido capaces de hacer en el Parlamento la mayoría de los políticos, y especialmente contento con la coherencia del PSOE que era quien más difícil lo tenía, porque es eso justamente lo que ha hecho, ser coherente con la democracia, ser demócrata cuando no era fácil serlo. Por eso lo valoro y lo agradezco.

martes, 10 de junio de 2014

Mondeniero y Tozal de Comas. Volando sobre Ordesa. Junio de 2014.

Este pasado fin de semana, como ya he dicho en la anterior entrada, estuvimos en Torla. El sábado me levante temprano y me hice una preciosa ruta que ahora describiré, mientras mis dignísimos y gloriosísimos acompañantes hacían una excursión por el valle de Ordesa.
Cuando luego, por la tarde, nos encontramos, me dijeron que Ordesa estaba a reventar de gente. Yo me había ido solo, y solo pasé todo el día. No vi a nadie. Doce maravillosas horas sin ver un alma. ¡Soledad reconfortante y liberadora de la alta montaña!
Y es que esto es lo que pasa en los Pirineos desde ya hace tiempo. En las montañas “con nombre” gente, a veces mucha gente. En los valles más conocidos gente, también mucha gente. Y en el resto, que es casi todo, soledad, la magnífica soledad de las montañas.
Que la soledad entraña un riesgo, ¡claro! Hay que conocer el riesgo y asumirlo. Y punto. Por supuesto que prefiero ir acompañado, pero de pocos y de los que me fíe. Tampoco me molesta encontrarme con alguien en una cima o en un sendero perdido. Pero la montaña, yo al menos, la saboreo de verdad en soledad o en buena compañía. Esa es para mí su salsa más exquisita.
Y en absoluta soledad hice el sábado un precioso recorrido que inicié saliendo del hotel Villa Russell a las siete de la mañana. Por el verde y húmedo camino de Laor fui ganando altura hasta, tras atravesar el bosque, llegar a la ladera oriental del Mondeniero cubierta de hierba y flores, más arriba de piedra, que me dejó en su cima, de 2295 metros. Desde allí, las vistas del valle de Ordesa y del macizo del Monte Perdido son alucinantes.
Después, tras gozar del espectáculo recorrí la cresta hasta el Tozal de Comas, de 2342 desde donde el panorama es aún, si cabe, más impresionante. El Vignemale, al norte, muy nevado, me contemplaba desde su altura.
Un reposado y encantador descenso por el barranco del Zebollar, muy verde, rebosante de agua y flores, habitado por una numerosa manada de sarrios, me dejó frente a la aérea peña que se eleva vertiginosa sobre la garganta de Bujaruelo, peña a la que hay que trepar, pues su panorama es hermosísimo. Desde allí, por un fresco sendero entre hayas y un camino cortado a pico en las paredes de la citada garganta, llegué a las proximidades del puente de los Navarros desde donde, primero por sendero y luego por carretera regresé al hotel.
Un total de 23 kilómetros y 1641 metros de desnivel en ascenso son los datos de la excursión. Empleé unas 10 horas, yendo sin prisa, disfrutando en las cimas, alargando el descenso, parando a hacer mil fotos…
Una buena ducha, una tarde apacible de paseo con la familia y una exquisita cena en el restaurante El Duende, me dejaron a punto de caramelo para una noche de reparador descanso y dulces sueños.
Aquí tenéis algunas fotos. 

Prados muy verdes y  bordas iluminados por el sol de la mañana.
Las formidables paredes del valle de Ordesa se recortan en contraluz.
La sierra de Tendeñera, con su cima culminante, el pico Tendeñera, mostrando su cara sur, aún nevada.
Cima del Mondeniero. Destacan el Casco, el Marboré, El Cilindro y el Monte Perdido.
El impresionante macizo del Vignemale se eleva soberbio al norte.
Cima del Tozal de Comas. Panorama hacia el norte.
Las murallas de Ordesa se elevan a modo de grandioso decorado.
El valle de Ordesa aparece como una gigantesca herida de la tierra.
Los sarrios corretean sobre prados cubiertos de narcisos aún sin florecer
La garganta de Bujaruelo se adivina al fondo, bajando por el barranco del Zebollar.
Asomándonos a la cima de la Peña del Zebollar, se ve al río Ara bajando por Bujaruelo, al encuentro del río Arazas.
Desde la Peña del Zebollar el valle de Ordesa.
El sendero se interna en el bosque entre avellanos y pronto un bonito y umbrío hayedo.
Torla, de donde salí y a donde regreso.
Entrando en el pueblo, atrás queda el Mondarruego. Bosques y rocas sobre el verde valle.
Y al llegar al hotel, la foto del conde Russell sobre un mapa del Pirineo central ,me da la bienvenida.