FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 31 de agosto de 2014

San Romero de América.

Un momento después del asesinato. Oscar  Romero acababa de entregar su vida.
En mi reincorporación a la vida cotidiana me han sorprendido desagradablemente un buen puñado de noticias, pero ha habido una que me ha alegrado un montón; la del desbloqueo del proceso de beatificación de Monseñor Oscar Romero.
Un nuevo regalo del Papa Francisco, un acto de justicia que reconcilia a la Iglesia con su misión en el mundo, que la hace avanzar por el camino de la coherencia con el Evangelio.
Mucha gente en Europa no conoce hoy en día a Monseñor Romero, San Romero de América, como le conocen al otro lado del Atlántico. Allí, el pueblo ya hace tiempo lo hizo santo.
Para mí fue y es una persona muy importante. Cuando un 24 de marzo lo asesinaron en El Salvador, de un tiro en el corazón, en plena Eucaristía, unos momentos antes de la Consagración, corría el año 1980 y yo disfrutaba de mi primer trabajo remunerado como profesor de religión en el Colegio Santo Cáliz de Valencia. El hecho me impactó, me ayudó mucho a profundizar en mi Fe y a darle esa dimensión de compromiso con la libertad y la justicia que nunca he perdido.
Recuerdo incluso que mi modo de trasmitir aquellos acontecimientos a mis alumnos me creó ciertos problemas de los que salí fortalecido en muchas de mis convicciones, a la vez que gocé intensamente del apoyo y la solidaridad de gran parte de mis compañeros, de la dirección del centro y del arzobispado, incluso del propio Señor Arzobispo, por entonces Don Miguel Roca Cabanellas.
Por esto, y por muchas más cosas me alegra la noticia. Huele a coherencia con el Evangelio, y eso siempre alegra, alegra mucho.
Para quien conozca poco o nada a Oscar Romero, acabo transcribiendo lo que dijo en una homilía el día antes de que lo asesinaran, homilías que se trasmitían por la radio diocesana a todo el país. Era domingo, 23 de marzo. Acababa de entrar la primavera.
Leedla atentamente. Es impresionante. Es Evangelio en estado puro, encarnado valientemente en la vida de los hombres. Es el Evangelio transformando la sociedad y liberando a las personas del dolor y de la muerte en el nombre de Dios.

Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.

jueves, 28 de agosto de 2014

Esas montañas "secundarias..." El pico Cuezo. Agosto de 2014.

Recién subido el Aneto, ascensión siempre grata aunque rara vez solitaria, vuelvo la mirada a esas cimas secundarias, de nombre desconocido por la mayoría, donde al menos yo, saboreo plenamente la montaña.
A veces son muy exigentes y siempre ofrecen panoramas extraordinarios, de esos que nunca aparecerán en postales pero que no por eso son menos bellos. Y todo envuelto en esa soledad que hace a la montaña más profunda, más grande, infinitamente más hermosa, más... montaña.
Un día de la semana pasada, subí un pico de estos, el Cuezo, de 2038 metros, situado en el valle de Pineta.
Salí de noche cerrada, (tenía que volver a desayunar) y la salida del sol, me pilló ya en la cima. Durante la ascensión disfrute del lento descenso de la luz que empezó en la cima del Monte Pedido cuando aún en el valle reinaba la oscuridad. El amanecer en la alta montaña es increíble.
Pero además, esta humilde montaña me regaló en esta ocasión el espectáculo  de una manada de sarrios saludando al nuevo día muy cerca de la cumbre. No me vieron llegar, me agazapé, saqué la cámara y disfruté haciéndoles fotos y grabando un ratito de vídeo. Me sabía mal romper el hechizo del momento, pero al final tuve que dejarme ver pues el frío mordía y más estando quieto. Pausadamente se perdieron en las laderas que descendían hacia el valle de Chisagüés.
Bajé a la hora del desayuno sin haberme encontrado con nadie. Nunca he encontrado a nadie en aquella montaña.
Pues bien, desde Benasque, un día antes de descender de las alturas, comparto con quien quiera verlas, unas fotos y el vídeo que grabé en la cumbre.

Macizo del Monte Perdido antes de salir el sol.
El sol ilumina las cumbres más altas.
Primer plano del Monte Perdido teñido por el sol naciente.
El sol sale por detrás de la Punta Suelza.
Mis banderitas frente al macizo del Monte Perdido.
Las paredes de Pineta me acompañaron toda la ascensión.
Poco a poco vuelvo a entrar en el bosque.
El Pico Robiñera de más de 3000 metros muestra su cara oeste, por donde va su vía normal.

Si quieres ver el vídeo pulsa el enlace Sarrios en el Pico Cuezo.


viernes, 22 de agosto de 2014

Un caballo blanco en la niebla.



Bajaba yo un día de estos del Pic de Piau, bonita cima de la vertiente norte del  Pirineo central (administrativamente Francia) cuando en medio de la niebla me encontré con un par de caballos blancos. Uno de ellos, se paró y “posó” fugazmente para mí.
Y así estuvimos, un momento tan breve como intenso, el caballo y yo, solos en medio de la niebla, en un silencio absoluto, quietos. Fue un momento de contemplación. Después se unió a su compañero y se alejaron difuminándose, confundiéndose con la nada que me envolvía.
Yo seguí descendiendo hacia el valle.

jueves, 21 de agosto de 2014

Isabel y el Aneto.

Ahí arriba, en lo más alto. Era la mañana del 21 de agosto de 1987.

Hoy hace 27 años que Isabel subió el Aneto. Fue, prácticamente, su primera ascensión pirenaica; luego vinieron muchas más, Maladeta, Mulleres, Vignemale, Puigmal, …toda una vida en los Pirineos.
Íbamos Miguel Ángel, Isabel y yo. La ruta fue dura. Empezamos acampando en el valle de Remuñe, entonces se podía, para bajar al llano del Hospital y de allí subir a la Besurta, donde dejamos pasar una tormenta. Luego, por Barrancs, subimos al Salterillo donde hicimos vivac. Con las primeras luces del día 21 de agosto de 1987, partimos hacia el glaciar por el que llegamos al collado Coronas, a la antecima, y tras cruzar el Puente de Mahoma, a la cima. Después regresamos, por la misma ruta a Remuñe, corriendo contra otra tormenta que avanzaba por el oeste. Llegamos a las tiendas justo a tiempo, agotados pero felices.
Luego vinieron varios días de mal tiempo que pasamos comiendo, durmiendo, viendo llover desde la tienda, junto al fuego…, solos, Isabel, Miguel Ángel y yo. 
Fue una ascensión importante, no tanto porque fuera el Aneto, sino porque Isabel vio que ese mundo que desde siempre le había atraído fuertemente, el mundo de las montañas, no era algo lejano, inaccesible, tan solo literario, sino algo que podía ser real, algo que aquel día se hizo real para siempre.
A mí me cupo el honor de demostrarle esto. Que era posible llegar a ese punto, allá arriba en el cielo, que de un modo misterioso, a ella desde niña, igual que a mí, nos había atraído y nos sigue atrayendo.
Y hoy lo hemos celebrado en un lugar adecuado y con la dignidad requerida.

martes, 19 de agosto de 2014

Primavera en verano.

Y sigue sin llover por estas tierras valencianas. Bien distinto al verano pirenaico, fresco, húmedo, delicioso. Y esto, claro está, tiene sus consecuencias.
Consecuencias maravillosas. Este verano ha sido en Pirineos una larga y espléndida primavera. Los prados muy verdes, flores por todas partes, mucha agua, y los bosques, umbríos, llenos de setas, uniendo en extraña combinación la primavera con el otoño.
¡Qué tierra bendita! ¡Cómo entiendo a Russell, el Señor Conde, cuando después de recorrer el mundo entero se quedó en los Pirineos a los que dedicó toda su vida!
Comparto con vosotros unas fotos muy primaverales hechas en agosto y el enlace a un vídeo cortito de una magnífica tormenta de esas que tanta falta nos hacen en el verano de Valencia, tomado desde un apartamento de Bielsa.







Enlace al vídeo Tormenta en Bielsa.


miércoles, 13 de agosto de 2014

Ante la norte del Aneto.


Desde la cima del Pico Aigualluts contemplábamos la norte del Aneto, cuando un helicóptero, por debajo de nosotros sobrevolaba el glaciar.
Lo vimos evolucionar, diminuto, frágil ante las ingentes dimensiones de la montaña. Y la contemplación se convirtió en reflexión.
¡Qué pequeños somos, después de todo, los hombres! Y si somos grandes, no es precisamente por lo que se ve.

martes, 12 de agosto de 2014

José Andrés, a ti y a tus compañeros, ¡que Dios os bendiga!

La foto es pequeña, la persona, no.
Muchos países occidentales, entre ellos España, recomiendan a sus ciudadanos que no viajen a los países afectados por el ébola. Lógico.
Pues a uno de ellos, Guinea Conakry, ha ido José Andrés, con un compañero y dos seminaristas. A echar una mano. Eso dicen ellos.
Vamos a echar una mano en nuestras vacaciones a aquella gente. Ese es el planteamiento. Más allá de recomendaciones y consejos. Más allá de la prudencia o del miedo.
No puedo menos que descubrirme ante esto, que inclinarme con respeto ante una decisión que huele a profunda coherencia con los valores del Evangelio.
No es ésta la primera vez que haces algo así, José Andrés. Hace ya muchos años, también tomaste una decisión que te costó cara. La de seguir siendo amigo nuestro, la de seguir viniendo a casa…, también en contra de consejos y recomendaciones. Nunca lo olvidaremos.
Las situaciones son distintas. El esquema, el mismo. Hacer lo que en conciencia crees que debes hacer, y asumir las consecuencias. Eso huele a Evangelio. Eso hizo Alguien hace ahora unos 2000 años. Eso hace mucha gente, creyente o no, por salvar al hombre, no ya de un virus, sino de sí mismo.
Por todo esto, que vemos claro a través de ti,  gracias. Te deseamos de todo corazón, que te vaya muy bien, que cada día esté lleno de sentido y que ese texto de San Pablo que dice: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? lo tengas siempre presente, como una luz en la noche, como la certeza del sepulcro vacío.

A ti y a tus compañeros, ¡que Dios os bendiga!

lunes, 11 de agosto de 2014

...y ser sensibles al sector pirotécnico.


Vuelvo sobre el tema de la entrada que publiqué ayer domingo.
El jueves, cuando aún “levitaba” sobre las montañas pirenaicas, la sierra de Fubillons, en el valle de Gistaín, para ser más exactos, el periódico Levante publicaba en primera página lo que podéis leer arriba.
Lo he visto hoy por casualidad, por eso lo reproduzco y hago el siguiente planteamiento.
O lo que dice el periódico es mentira, o lo que va a hacer el Consell una gravísima irresponsabilidad.
A las manipulaciones de la información con la consiguiente deformación de la realidad, la prensa ya nos tiene acostumbrados. Podría ser pues que con el “amor” que Levante le tiene al PP haya cogido el rábano por las hojas y los hechos no sean tal y como nos lo cuentan. Podría ser. No sería la primera vez.
A insensateces y ocurrencias inexplicables nuestros “dirigentes” también nos tienen acostumbrados. Podría ser pues que por ser “sensibles” al sector pirotécnico, se pasen por el forro otras “sensibilidades” y el bien común. ¡Vamos que les importe un carajo que ardan más y más hectáreas! Podría ser. Tampoco sería la primera vez que han demostrado que esto del medio ambiente les importa un bledo.
El caso es que ambas cosas pueden ser. Y ambas son vergonzosas, ambas están al margen de la ética más elemental, incluso constituyen un delito.
Pero no pasará nada. Hace tiempo me di cuenta que en realidad el monte importa a muy pocos, aunque a algunos nos importa mucho, muchísimo, pero somos minoría aplastada.
Yo sólo puedo hacer esto, escribir. Y joderme, claro. Porque como se queme un solo pino por un castillito, la violencia que cada vez más a menudo generan en mí nuestros “dirigentes” será monstruosa, y me la tendré que tragar, ¡claro! Me la tendré que tragar. Como tantas otras veces. Y eso jode.
¿O es todo un invento del Levante para hacer pupa al PP?
¡Ojalá!

domingo, 10 de agosto de 2014

No "juegue con el fuego" señora "Consellera".


Tras una beneficiosa desconexión de diez días en las montañas del valle de Gistaín, cuando he vuelto a “pisar suelo” me he visto sorprendido por varias noticias que me han llamado poderosamente la atención por lo significativas.
Una de ellas ha sido, según he leído, la decisión de nuestras autoridades de cambiar la legislación que impedía hacer castillos de fuegos artificiales cerca de zonas forestales, supongo que por presiones de pirotécnicos, festeros, alcaldes…yo que sé.
De verdad, me he quedado perplejo y profundamente indignado. Es “pa matarlos”.
Vamos a ver. Tal y como está el monte este verano en la Comunidad Valenciana, ni un castillo ni medio, ni un miserable petardito, ¡nada de nada! Pero ¿qué no lo ven? ¿Qué no miran alrededor?
Hay prioridades y la supervivencia de nuestro montes, de los pocos bosques que nos quedan son prioridad absoluta. Y si en las múltiples fiestas de agosto no hay pólvora, no hay y punto. Y si los pirotécnicos van a ganar menos y se han de apretar el cinturón, pues qué le vamos a hacer. Lo siento, de verdad, pero hay prioridades.
El simple hecho de que este tema, y justo este verano, se haya puesto sobre la mesa ya es demencial y si al final, y repito, justo este verano, se modifica la ley forestal para facilitar el que se pueda “jugar con fuego” cerca del  monte es para llevar a los responsables de este desacato a juicio.
Lo tengo claro. Este verano, si tienen dos dedos de frente, debe prohibirse cualquier fuego, sea el que sea, sea castillo o “mascletá”, barbacoa o “paelleta en la caseta”, si existe la más lejana posibilidad de que esto pueda afectar a cualquier zona forestal por pequeña que sea.
Es mejor que San Rigoberto protomártir se quede sin su “mascletá” tradicional; es mejor que el abuelo de la familia Raudasnapias no haga la “paelleta” de todos los años en la caseta; es mucho mejor que los nenes se queden sin petarditos…a que pase lo que pasó en Náquera, (por una carcasa) en Andilla (por hacer un individuo fuego en su chalet) o en La Drova (por jugar unos niños con petarditos). ¡Por Dios que es mucho mejor!
Y nuestros señores políticos esto deberían tenerlo claro. Presione quien presione. Y si hay normativas excesivas, irracionales, absurdas, que las hay y muchas, que se estudien, que se trabajen, que se consensúen y que se cambien si se considera necesario. Pero ahora, ahora “¡quietos paraos!”. Que en los dos últimos años hemos perdido muchos miles de hectáreas de bosque. Que este año estamos sufriendo una terrible sequía. Ahora, si se cambia algo, sea para incrementar más y más las medidas de prevención, no para relajarlas.
Propongo una cosa. Que la Señora “Consellera” Isabel Bonig, asuma personal y directamente las consecuencias de cualquier incendio que se produzca por cambiar las legislación actual o por permitir que ésta no se cumpla escrupulosamente. Esto implica juicio, indemnización y cárcel si así lo estimare el juez.
Es lo menos, ¿no? Si toma decisiones absurdas y peligrosas que al menos asuma las consecuencias.

sábado, 9 de agosto de 2014

Montaña viva.

               La montaña está viva. No sólo disfruto con los caminos, las cimas, los cielos cambiantes sino con la vida que te rodea y te acompaña en la ascensión. Vida vegetal y vida animal.
               El otro día, sin ir más lejos, subiendo una mañana limpia la Punta Lierga, en el valle de Gistaín, sorprendí de pura casualidad a una pareja de buitres que oteaban desde una roca, supongo que en busca de alimento, o quizá simplemente, disfrutando sin conciencia de ello, del puro hecho de existir, de formar parte de ese mundo mágico que son las montañas.
              Mundo este al que yo siempre me acerco con profundo respeto, como si entrara a un santuario al que muy a mi pesar no pertenezco como quisiera, como pertenecen esos buitres…

              Comparto a continuación tres fotos de este bonito encuentro.