FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 31 de julio de 2015

Hoy, en Benasque, era día de meditación.

Hoy diluviaba en el valle de Benasque. Ayer también estuvo casi todo el día lloviendo. De vez en cuando, el resplandor de un rayo, y el trueno muy cerca. Cascadas por todas partes que se despeñan, impresionantes, desde las montañas a los torrentes. El río baja bravo, imponente. Si sigue así, igual han de abrir las compuertas de la presa que hay en Senarta. En las cimas altas estará nevando…El primer temporal de este verano en los Pirineos. Hacía falta.
Me gustan estos días de vez en cuando, sobre todo si llevo 16 días seguidos de ascensiones. Es el momento del reposo, de reponer fuerzas, de leer, de escribir, de meditar…mientras fuera llueve, mientras allá arriba, nieva.
Escribe un biólogo, estudioso del Pirineo, Claude Dendaletche, en un libro muy interesante, que por cierto dejé a alguien y no me lo devolvió, no recuerdo a quien, unas palabras que siempre me han gustado y que hoy he recordado.
El conocimiento del universo de montaña nos lleva a un cierto estilo de vida donde se mezclan la alegría de vivir y el sufrimiento, la meditación y la actividad febril, pero siempre se siente en el trasfondo personal un impulso formidable que invita a vivir…
Hoy, en Benasque, era día de meditación.

Mall Pintrat desde los Baños.
Las nubes se desploman sobre Remuñe.
Las Peñas de Lliterola, oscuras, antes de ser envueltas por las nubes.
Panorama del valle entre Baños y el Hospital.
El agua cae por las paredes que se elevan sobre los Baños.
Los Baños se aprecian, oscuros, en la parte inferior derecha. El agua se precipita por las canales.

miércoles, 29 de julio de 2015

Un testimonio inesperado.




Sólo el momento presente es importante. No sigas recordando lo que tu prójimo te hizo ayer para criticarlo. No sigas recordando lo que te sucedió hoy para lamentarlo; ya forma parte del pasado. No seas pesimista ante el mañana; todavía forma parte del futuro. Confía el pasado a la misericordia de Dios, confía el futuro a su providencia y confía todo a su amor.

             Este texto estaba en la puerta de la Iglesia de Les Bordes, en el valle de Arán, y está escrito por el Cardenal François-Xavier Van Thuan, arrestado por el régimen comunista en Vietnam en 1975 y encarcelado 13 años, 9 de ellos en aislamiento. 

sábado, 25 de julio de 2015

La vaca se va de fiesta.

Artíes es un pueblo bonito del valle de Arán. Sufríó mucho cuando el Garona se desbordó hará ahora dos años y algo. Ahora, reconstruido, está como si casi no hubiera pasado nada. Unas cuantas vaquitas, distribuidas por sus calles,  nos alegran la vista y nos recuerdan la capacidad del hombre de elevarse sobre sus cenizas. Esta es la que más no ha gustado. Es toda una señora vaca vestida de fiesta. Contempladla. Está guapetona,¿no?




martes, 21 de julio de 2015

No me atrevo a darles lo que a mí me dieron.

Hablaba estos días con unos amigos, recordando tiempos pasados, qué diferentes eran antes las cosas a como lo son ahora. Y concluíamos  que no nos gusta lo que pasa, lo que vemos. Pensábamos también que quizá es que somos ya mayores.
La cuestión era la siguiente. Siendo ellos chiquillos de trece, catorce, quince años, tuvieron la oportunidad de venir conmigo a Pirineos, cuando yo era un joven poco mayor que ellos y los Pirineos eran aún tierra libre. Cuando acampábamos donde queríamos, hacíamos fuego por las noches, no veíamos durante días un alma, y además no había móviles. Entonces nadie sabía de nosotros hasta que, al bajar de vez en cuando al pueblo, íbamos a la cabina.
Y todos coincidían en que fueron felices y se sintieron libres, y que aquellas experiencias no sólo son ya inolvidables, sino que además marcaron de algún modo sus vidas. Eso me decían.
Pero también decían que ellos no dejarían a sus hijos, ahora de esas edades, hacer lo que sus padres les dejaron hacer a ellos. Y aquí está la cuestión ¿Qué ha pasado? ¿Qué nos ha pasado?
Sí, las cosas no son lo que eran, pero es que, además, no nos pareció que ahora fueran mejores. Y desde luego, ni intentamos analizar las causas. Abrimos las puertas a la nostalgia.
         Y quedó la pregunta en el aire limpio del valle de Benasque, donde antaño, en plena juventud, fuimos libres y felices.  ¿Qué ha pasado?


Valle de Remuñe, con la pleta del covacho, donde tantas noches pasamos, cuando se podía...
El covacho, lugar entrañable e inolvidable.
Otra vista de la pleta, del valle de Remuñe, donde fuimos libres y felices.

sábado, 18 de julio de 2015

Te dije que te dedicaría una ascensión, Nuria.

El Sacroux ha sido el elegido. Una montaña que no se ve desde Benasque, pero que impacta desde Luchon. Fácil de ascender pero de apariencia casi inexpugnable. ¿Ahí se sube andando? Es la pregunta de quien va por primera vez. Y sí, se sube andando, apoyando las manos apenas en algún corto paso.
Desde la cima, el panorama es soberbio. Si subes por la mañana temprano, hacia el este, las sucesivas líneas de montañas se pierden en el horizonte en una increíble gama de grises. A poniente, la formidable barrera del Pirineo axial muestra altiva todos sus tresmiles. Al norte, Arán y Luchon despliegan sus anchos y verdes pastos. Y al sur, el macizo de la Maladeta emergiendo sobre el alto valle de Benasque impone su altitud sobre las agrestes tierras que le rodean.
Allí, hoy, (ya ayer) bajo un cielo azul muy limpio y con un vientecillo fresco, casi frío, estaba yo, tal como te dije, pensando en ti. Aún no serían las diez de la mañana y no había nadie, ni en la cima ni en todo el trayecto que me ha conducido a ella. Silencio, soledad, belleza, luz…Y tú en mi pensamiento.
Esto es dedicar una montaña, Nuria.

Este es el Sacroux.
Vista al sur.
Vista al norte.
Vista al oeste.
Vista al este.

lunes, 13 de julio de 2015

Evocando aquel 13 de julio de 1991. Balaitus.

Este es el Balaitus. La foto esta hecha en junio de este año.
Hoy hace veinticuatro años pasó algo en el Balaitus que pudo haber acabado en la más absoluta de las tragedias. Nunca daré bastantes gracias a Dios por el feliz desenlace de aquellos acontecimientos y por las personas que me ayudaron a superar el golpe y volver a las montañas.
Con unas palabras que escribí el año 2006, evoco hoy, veinticuatro años después, el día más duro de mi vida de montaña. El día en que la vida pareció desvanecerse.

Era el 13 de julio de 1991. Estábamos acampados en los lagos de Arriel y salimos muy temprano. El día era azul, sin una nube y agradablemente fresco. Objetivo: el Balaitus.
Por la Gran Diagonal llegamos, franqueando la Brecha de los Sarrios, a la última chimenea que nos conduciría a la cima. Serían las ocho de la mañana.
Era una trepada fácil, divertida. Subí el primero, y cuando ya en la cima hice una foto al itinerario  por el que subían los chavales, un gran bloque de granito de lo alto de la chimenea se desprendió y rodó abajo.
Fue todo muy rápido. El grito de advertencia, la horrible sensación de que se los llevaba a todos, el ver a José Francisco desaparecer en un abismo de más de 400 metros, y a alguien diciendo "¡está hablando, está hablando…!".
Una cornisa, pocos metros más abajo le había salvado la vida. Acabaron de subir todos y bajé con la cuerda a por él. Le dolía el tobillo y llevaba heridas en la cara y los brazos. Poco después estábamos los dos, con el resto del grupo, en la antecima, y ya juntos llegamos a lo alto del Balaitus.
La solidaridad de los que fueron llegando a la cumbre; el descenso directo a Sallent; la noche solos, allá arriba, de los que se quedaron en las tiendas; el helicóptero subiendo por Aguas Limpias, alertado por una cordada francesa que llegó antes al refugio de la vertiente norte, más próximo que el pueblo; el viaje a Huesca, al hospital…
Y luego el horror por lo que podía haber pasado. El miedo que queda en el cuerpo, y que va creciendo, creciendo…, y el deseo de vencerlo. Los amigos que arriman el hombro. Isabel lanzándome adelante, reconstruyéndome, diciéndome, ahora ve al Mont Blanc, aunque tengas miedo, ve al Mont Blanc…
No. No me resulta agradable evocar aquel día. Pero no sería justo olvidarlo porque gracias a aquella tremenda experiencia descubrí personas y descubrí cosas que sólo a través de algo así se pueden descubrir. Luego, ya nada fue igual. Y fue para bien.

Aquí está la expedición en pleno.
Subiendo por el sendero de Arriel.
Más alto todavía. Ya cerca de los lagos.
Acampada en los lagos de Arriel.
Cenando la noche antes.
El 13 de julio, iniciando la ascensión.
Ya estábamos muy altos. Las nubes cubren los valles franceses.
Un breve descanso a mitad ascensión.
La parte alta de la Gran Diagonal aún tenía nieve.
Al fondo, ya muy bajo, se ven los lagos de Arriel, donde estábamos acampados.
Unos segundos antes del accidente. Ese día ya no hicimos más fotos.

domingo, 12 de julio de 2015

Descubriendo el Pirineo. Las primeras cimas pirenaicas de Juan.

Un cielo gris y bajo arropaba al valle esta mañana. Hacia fresco, y Viella dormía aún en calma cuando hemos salido rumbo al sur. Sabíamos además que, por encima de las nubes, las montañas más altas estaban ya bañadas por el sol limpio de la mañana. Y eso hacía, si cabe,  más difícil la partida.
Han sido cinco días intensos. Isabel y yo hemos disfrutado de “enseñarle” a Juan un poquito de esa tierra que tanto amamos. Y Juan nos ha correspondido disfrutando de ello y compartiendo con nosotros su disfrute. ¡Qué bien se está aquí!, ha sido una de las frases más repetidas estos días.
Empezando con un atardecer sobre el valle desde una humilde cima, pasando por dos ascensiones, la primera iniciada en la niebla para salir después sobre un espléndido mar de nubes, y acabando con un paseo tranquilo al bucólico Montgarri, los Pirineos se han dejado contemplar. No siempre pasa, esta vez sí.
Por lo demás, el buen comer, la amable conversación, el fresquito agradabilísimo y algo de turismo, para completar cada jornada, han hecho de estos cinco días un viaje delicioso, que concluyó ayer con la misa que Juan concelebró con el párroco de Viella, una agradable cena en un muy buen barete de la plaza, el Urtau, y una copichuela en una de esos rinconcitos araneses de piedra, madera, velitas... 

NOTA : Certifico que Juan está fortachón. Ha subido seis cimas, el Tuc de Banhiblar, el Montcorbison, el Letassi, el Tuc d´Arrés, La Trona d´Arrés y el Tuc d´Aubás.

Empezamos por el bosque de la Baricauba, verde y fresco.
Y fresco se estaba también junto al torrente de la Artiga de Lin.
Luego vimos atardecer sobre el valle, desde el Tuc de María Casterás.
El miércoles subimos al Pic de Banhiblar, donde no vimos nada, pues un frente nuboso envolvió las montañas.
Así que nos fuimos de turismo a Luchon.
Al valle de Torán, 
Y a Bausén, donde visitamos la tumba de Teresa. *
El jueves subimos el Montcorbison, al principio envueltos en niebla.
A media ascensión salimos por encima de loa nubes, ¡espectacular!
Y llegamos a la cima bajo un cielo azul perfecto.
Del Montcorbison fuimos al Letassi. El macizo de la Maladeta nos vigilaba blanco y altivo.
Por la tarde, en el parque faunístico vimos muchos "bichos", entre los que destacaron  los osos y sus "monadas".
El viernes, día azul desde el principio. Tres cimas, amplios panoramas.
En una de ellas, la Trona de Arrés, vimos de muy cerca a los buitres.
Y en el Tuc d´Aubás, contemplamos, una vez más, el macizo de la Maladeta entero,
macizo en el que destaca el Aneto, el más alto de la cordillera.
Esa tarde, ya tarde, visita, solos, al Salt del Pish y la Ribera de Varradós.
Cascada, lago y...
Una vez más, al sur, la Maladeta iluminada por las últimas luces del día.
Y el sábado, excursión a Montgarri, encantador rincón a orillas del Noguera Pallaresa.


* La historia de Teresa podéis leerla en este mismo blog, en la sección historias y leyendas, con el título Teresa y Francisco: una historia de amor.

lunes, 6 de julio de 2015

Acabando etapas. 4 Tiempo de decisiones.


Ahora que estamos acabando el curso, es momento de reflexionar sobre cómo vuestros hijos promocionan. Con el objeto de ayudaros a esa reflexión, continúo una serie de tres entradas, en forma de carta dirigida a los padres, y una dirigida a los alumnos de 6º de Primaria.

1.      A los padres de 1º o 2º de Primaria.
2.      A los padres de 6º de Primaria.
3.      A los alumnos de 6º de Primaria. Decálogo para ir bien en la ESO.
4.      A los padres de 4º de Secundaria.

Estimados padres:

Se ha acabado Secundaria. ¡Por fin! Es momento de decisiones, de decisiones importantes, con consecuencias, pero lamentablemente en un momento en el que en muchas ocasiones es bien difícil precisamente eso, el tomar decisiones adecuadas y con futuro. Hay demasiadas cosas importantes en las vidas de vuestros hijos, en estos momentos, a parte de los estudios.
En primer lugar, ya no es obligatorio estudiar, o hacer como que estudian, y eso lo cambia todo.
Y además, a partir de ahora, al acabar 4º, se les abre un ancho mundo, que bien poco tiene que ver con la inmensa guardería descafeinada y políticamente correcta en la que la sociedad y los sucesivos gobiernos han convertido a la escuela.
La realidad de fuera que algunos van a experimentar ya, y otros de aquí a un par de años como más, es rotunda. Competencia constante e implacable. No se considerarán sus actitudes, sino los resultados. No le dirán que necesita mejorar y le pondrán un apoyo, sino esto otro: “o lo haces bien o no hay renovación de contrato”. No le subirán de bien a notable con trabajitos, sino que por unas décimas suspenderá la oposición y se quedará sin trabajo, o no entrará en la carrera que quería. Y en los exámenes estará solo. Estará solo.
 Esta es la realidad que la gran mayoría no ven. Esta es la realidad que, incomprensiblemente, el sistema les ha ocultado y que por eso mismo no han visto. Y ante esta dura realidad que ya se nos viene encima, ¿no será fundamental plantearnos las cosas en serio?
Es momento de pensar, de hablar, de tantear opciones. En familia, con un buen amigo, con alguien del “cole”, cosa que debería haberse hecho a lo largo del curso, para que en septiembre vuestros hijos sepan a dónde van, por qué van a donde van, y qué posibilidades reales tienen de llegar al final del camino iniciado. Y además, que sean felices.
Porque no se trata sólo de qué estudiar o en qué trabajar, sino de algo mucho más profundo. Se trata de tener lo más claro posible qué quiero hacer con mi vida, porque la elección de un trabajo o unos estudios tendrá sentido y dará fruto en la medida que se integre en un proyecto de vida. De eso se trata, ni más ni menos.
Y a vosotros, alumnos, os recuerdo una vez más algo mil veces dicho, pero no por eso menos cierto, y de un modo especial en este momento de vuestra vida: no se trata de buscar lo difícil porque sí, sino sabiendo a dónde voy, no rehuir nunca el esfuerzo que me exige ir a donde quiero ir. Soñad, es gratis; enamoraos de un sueño; trabajad hasta el agotamiento para alcanzarlo.
Y si buscáis el camino fácil, preguntaos antes ¿a dónde me lleva? Porque si el criterio de vuestra elección es ése, lo fácil, puede llevaros a, algunos años más adelante, haceros esa pregunta, a menudo sin respuesta: "¿Y si yo hubiera...?".
Y sólo se vive una vez.