FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Un testimonio sobre el cambio climático.

Tal día como hoy, cuando en París están unos trabajando y discutiendo sobre el cambio climático, otros exigiendo pacíficamente que los que pueden tomen medidas concretas y urgentes, y otros, como siempre, haciendo el gilipollas y manchando con su estupidez tan justas reivindicaciones, es un buen momento para publicar estas dos fotos que compré en Benasque este julio pasado.
En la primera podéis ver el glaciar del Aneto en verano, hace poco más de 50 años, y en la segunda, una grieta de dicho glaciar de unos 50 metros de profundidad.
Este verano pasado, el glaciar era una placa de hielo mínima en espesor y extensión. Era difícil reconocer allí al glaciar de las fotos, al glaciar que atravesé cuando el 20 de julio de 1984, solo, subí al Aneto por primera vez.
Es cierto, muy cierto que hay que tomarse en serio esto de cuidar la Tierra, porque no tenemos otra. ¡Y es tan hermosa!



Esto quedaba este mes de julio del glaciar del Aneto. No hace demasiado, se extendía por toda la ladera.

domingo, 29 de noviembre de 2015

¿Por qué está pasando?¿Qué hacemos?


Llevo días dándole vueltas a esto de los yihadistas y creo haber llegado a unas conclusiones que puedo exponer de un modo claro y breve. Al menos eso voy a intentar, ser claro y breve.
Esta aberración, que cada vez se perfila más como un monstruo desbocado, difícil de contener, me recuerda mucho a Saurón, el Señor Oscuro, el Mal, en El Señor de los anillos. Y esto es lo primero que hay que hacer, dejarse de ñoñeces políticamente correctas, e identificar al enemigo, porque hay un enemigo. Y ese enemigo viene del pasado, vive en la Edad Media, y se ha hecho fuerte con todos nuestros abusos, nuestras injusticias, nuestros atropellos y nuestra prepotencia.
Y este es el reto. No sólo hay que plantarles cara, sino regenerar nuestra propia civilización de la que tan orgullosos estamos. Es una ingente tarea a dos bandas.
Primero y ya, plantarles cara. Van a ser necesarias las fuerzas de seguridad, tanto militares como civiles, y vamos a tener que renunciar todos, en ocasiones, a ciertas libertades. Y va a haber muertos. Ya los está habiendo. Negar esto queda “muy mono”, pero es de una ingenuidad y de una simpleza alucinantes y peligrosas en las autoridades.
Y en segundo lugar vamos a mirarnos a nosotros mismos. Entonemos un “mea culpa” y pongamos enseguida manos a la obra. Es urgente también hacer las cosas de otro modo. Voy a hacerme cinco preguntas.
¿Por qué en aras de una libertad mal entendida hemos relativizado todo? ¿Por qué tan insensatamente hemos renunciado a lo absoluto, quizá pensando que no nos hace falta? Hay valores absolutos: la dignidad de todo ser humano, la justicia, la libertad, la vida… Y eso se enseña y se vive. ¡Ojo con la educación!¡Ojo con el entorno familiar en el que crecen los niños!
¿Por qué se monta la que se monta, y con motivo, por el atentado de París, y no pasó lo mismo por ejemplo, por el de Kenia? Eran también jóvenes, asesinaron a más de 150 en la universidad de Garissa. Pero aquello es África y eran negros, ¿no? Y como esto hay mucho, casi todos los días, pero lo dicho, como no pasa aquí…Tendremos que empezar a pensar en tener banderas a media asta casi todos los días...
¿Por qué hemos permitido durante años, y seguimos permitiendo los barrios marginales, los guetos, la segregación racial en nuestras ciudades? Jóvenes abocados al paro, a la delincuencia, a la droga, sin cultura, sin expectativas de una vida digna, sin futuro. Vidas sin sentido que seguirán a cualquier "pirao" que les de sentido... y dinero.
¿Por qué no exigimos el control del sistema económico capitalista para evitar crisis que lleven a millones de personas a la pobreza en nuestra opulenta Europa; para evitar que países enteros vivan postrados en una crisis permanente para que nosotros podamos seguir despilfarrando?
¿Por qué hemos convertido nuestra democracia en un ridículo enfrentamiento permanente entre gobierno y oposición? ¿Por qué en las campañas electorales, por ejemplo, no expone cada partido su programa y deja a los otros en paz? Se trata de servir al ciudadano, y si para servirle mejor hemos de trabajar juntos, pues…eso, trabajamos juntos. Actualmente la política es fea, nuestra democracia es fea, y no tendría por qué serlo.
La respuesta a estas preguntas, pienso que nos indica caminos que hemos de recorrer con urgencia y sin miedo. Son cuestiones éticas, económicas y políticas. Las cuestiones policial y militar, desgraciada, triste, inevitablemente, también van a ser caminos a recorrer con todas sus consecuencias.
Está en juego la civilización. Podemos volver a la Edad Media. Ellos están en la Edad Media y quieren que el mundo entero entre de nuevo en la Edad Media.
Y un apunte final. Recorrer estos caminos, en España, lo tenemos más difícil que en otros países del mundo. Tendremos que mirar de una vez por todas adelante y aprender a vivir juntos, sin hacernos daño unos a otros. ¿Seremos capaces?

viernes, 27 de noviembre de 2015

Fuente la Higuera vino a la fiesta con el vino.

El día de mi cumpleaños, este pasado 15 de noviembre, Isabel me organizó una bonita fiesta. La fiesta no era sorpresa, pero sí lo eran el dónde y el cómo. Como es habitual en ella, cuidó todos los detalles y realmente consiguió su objetivo. Fue divertida, amable y entrañable.
Pero de entre los muchos detalles que tuvo en cuenta hubo uno que me resultó especialmente evocador. Se ocupó de que el vino fuera de Fuente la Higuera. Icono, un tinto que me gusta mucho y además que es de ese pueblo que tan hondo tengo en mi memoria y del que tan gratísimos recuerdos  guardo.
Y de esa sabia manera, plantó en el centro de mis sesenta años recién cumplidos, los recuerdos más gratos de mi infancia.
Fuente la Higuera es mi Moguer particular. Cuando leo Platero y yo, uno de "mis libros de cabecera", me voy inevitablemente allí, y me dejo envolver por los recuerdos. Podría situar muchos capítulos del libro en lugares concretos, algunos de los cuales aún existen, otros ya no…
Porque el paisaje de Fuente la Higuera, debido a su estratégica situación geográfica, ha cambiado mucho, y sigue cambiando. Carreteras, autovías, vías férreas han troceado el terreno cuarteando esa extensión de campos y montes  que disfrutaba de niño desde Santa Bárbara, o mejor aún desde el Capurucho.
La Casa del Ángel, la Font de la Noguera, el Bobalar, el río Cáñoles, la vieja estación, el “tunelet” y el túnel de Mariaga, la entrañable “Balseta Pijirri” y tantos y tantos rincones…
Rincones que han ido cambiado con el tiempo, como yo, como todos, pero que si cierro los ojos, los veo tal cual eran hace más de medio siglo. Huelo el tomillo, el romero y el espliego. Los carros cargados de uva, y los sarmientos ardiendo en casa a la hora de la cena, para asar el embutido y las chuletas, son aromas que me llevan atrás en el tiempo y de los que me encanta seguir disfrutando.
Y la luz de septiembre, y el frío al salir de la novena, y ese calor y ese olor a casa de pueblo de entonces, que me parece aún hoy, el mejor de los perfumes. Y la música envolvente de la Dançà, con el tío Vicente corriendo de aquí para allá…
Por eso, ese vino, que regó la muy buena cena que el catering de Simó nos ofreció, estuvo  bien puesto allí. Con él vinieron a mí hondos y hermosos recuerdos, y con él brindamos por el pasado, el presente y el futuro.

La Balseta Pijirri.
Ermita de Santa Bárbara.
El pueblo desde las subida a la ermita.Delante mismo la autovía en construcción.
Atrio de la ermita.
La campana de la ermita.
Perspectiva de los campos desde santa Bárbara.
Otra bonita perspectiva.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Un poema de Gabriel Celaya para el Día del Maestro.


Soñar que cuando un día este durmiendo nuestra propia barca...
           Celebramos mañana, festividad de San José de Calasanz ,el Día del Maestro. Por eso, comparto este bonito poema de Gabriel Celaya.

Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca
hay que medir, pesar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

           ¡Feliz Día del Maestro!

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Así estaba el Cervino esta mañana.

       

      ¡Qué bonito es el Cervino! No lo he subido nunca, pero he podido disfrutar de él.  Desde el pueblo, Zermatt; desde el Breithorn, un cuatro mil próximo; desde el Hirlí, humilde cima situada frente a la arista de Hornli; desde un laguillo que, extendido a sus pies, ofrece un singular rincón donde estuvimos varios días acampados...
      El Cervino, el Matterhorn, el más noble escollo de Europa, como le llamaron ya hace muchos años. Su conquista fue larga, dura y trágica. Hoy en día sigue siendo escenario de alegrías y tristezas, de triunfos y derrotas, de vida y de muerte...
        Así estaba el Cervino esta mañana, con las primeras luces del alba. Y así, la semana pasada, no recuerdo qué día exactamente.




            

martes, 24 de noviembre de 2015

¡Por Dios, qué miedo me dais!

            Carmena dice que no pone el belén en el ayuntamiento porque no todos los madrileños son católicos; entonces cuando pone la bandera del orgullo gay, quiere decir que todos los madrileños son gays. ¿No? Sin comentarios.

Mis correrías montañeras me llevan con frecuencia a Francia, un estado laico, y bien laico, desde hace ya muchos, muchos años, y siempre me ha resultado admirable y a la vez chocante, por venir de donde vengo, la cantidad de símbolos religiosos que hay por doquier, siendo, como he dicho, un estado laico.
Cruces a la entrada de las poblaciones, en los caminos, en montañas, imágenes de vírgenes y santos en rincones inesperados, el horario de misas en la carretera, cuando llegamos al pueblo, o en la oficina municipal de turismo…Y todo bien visible y…bien limpio.
Y miro entonces al sur, más allá de las montañas, y siento una honda desolación al comprobar qué lejos estamos todavía de una sociedad como aquella. Una sociedad reconciliada con su historia, donde hay lugar para todos y a nadie le ofende la forma de vivir y de pensar del vecino, la símbolos de “los otros” que conviven en armonía con los míos.
Es triste y  descorazonador ver cómo a estas alturas, determinados individuos con alta responsabilidad política y social, que según sus propias palabras iban a gobernar para todos, no son capaces de distinguir todavía entre ese anticlericalismo irracional y trasnochado, y el sano y necesario laicismo de una sociedad democrática del siglo XXI.
Nuestra cultura esta impregnada de elementos que dos mil años de Iglesia y de cristianismo han ido depositando en ella y conformándola, y la disolución es tan homogénea que es ridículo y grotesco intentar erradicar esos elementos. La lengua, el arte, la historia, muchas tradiciones, las fiestas, el propio calendario, conforman un riquísimo legado que tenemos la obligación de preservar para nuestros descendientes.
La fe es otra cosa bien distinta. No hace falta tener fe alguna para decir adiós. Ni para disfrutar de la Piedad de Miguel Ángel, o del Ave María de Shubert, o de la catedral de León. Ni para conocer las luces y las sombras de la expansión del cristianismo en América. Ni para comerse la mona de Pascua, o llevar a los niños a ver un belén. Ni para reunirnos con la familia en Navidad, aunque le llamemos a eso vacaciones de invierno... Ni para aceptar que estamos en el año 2015... después de Cristo.
No, no es cuestión de fe. Es cuestión de cultura. Y aquí es probablemente donde está la raíz del problema. No sólo en ese peligroso y exasperante revanchismo de algunos, sino además, en una profunda ignorancia, en una pobreza intelectual tal, que les impide ver la compleja riqueza de la realidad al convertirla en una triste y manida caricatura de ella misma, llena de prejuicios, tópicos y lugares comunes.  
"Se hace camino al andar, como dijo Serrat..." Alguien, que aspira a llegar muy alto, dijo esto hace unos días. Alguien que, evidentemente, no sabía que esas eran palabras de Antonio Machado.
¡Por Dios, qué miedo me dais! De verdad, muchas veces pienso, viendo lo que veo, que bien a gusto me exiliaría a Francia. ¡Y lo que me queda por ver!

Oficina de turismo del ayuntamiento con su panel de informaciones varias.
En el centro podéis ver el horario de misas del valle.
A la entrada del pueblo, la hora de la misa dominical.
Una cruz junto a la carretera.
Esta estaba en un cruce.
Y esta, también a un lado de la carretera.
Y esta Virgen de Lourdes estaba en el desvió a un  famoso puerto de montaña. Limpita y entera.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Así entraba la noche...

               Más de nieve. Así entraba la noche en el valle de Arán, ayer. Lo veo en la foto de la webcam y cerrando los ojos, lo veo también allá lejos... y aquí dentro.


domingo, 22 de noviembre de 2015

¡Bienvenida sea la nieve!

        Por fin llegó la nieve a nuestras montañas. No a todas, claro. Pero el norte ya está "blanquito". Aquí, como suele pasar con este tipo de borrascas, nos llega el viento, nada más que el viento. ¡Qué le vamos a hacer!
         Nieva y llueve en el norte. Nos aireamos y secamos aquí. ¿Cuándo volverá a llover por estas tierras? ¿De aquí unos días, unas semanas, unos meses, mil años? A saber.
      Recibamos estoicamente nuestra acostumbrada maldición eólica a cambio de la bendición blanca que ya cubre, entre otras montañas, a mis queridos Pirineos.
         Algunas fotos para recibir a la nieve, no de ahora, ¡claro!

Bisaurín. Valle de Hecho.
Mondarruego. Valle de Ordesa.
Quadrilles. Valle de Arán.
Carretera del Portillón. Valle de Arán.
Sommet de la Laque. Valle de Arán.
Cascada del Estrecho. Valle de Ordesa.
Macizo de la Maladeta. Valle de Benasque.
Bosque en el valle de Hecho.
Macizo de las Tres Sorores. Ordesa,.
Posets desde Viados, al atardecer.


No, no quisiera estar yo en la piel de un policía local de Valencia...

     ...Turquía, Rusia, Francia, Mali lloran a sus muertos recientes. París, Hannover, Bruselas en estado de "guerra". Partidos de fútbol, conciertos, celebraciones, suspendidos. Amanazas continuas a Europa, a América, al mundo entero. Una terrible historia reciente: Nueva York en 2001, Madrid en 2004, Londres en 2005... por citar las de mayor impacto mediático. Y no hablo de Kenia, en este mismo año, porque ¡claro!,"como era en África y eran negros, pues no fue lo mismo"... ¡Ya nos vale! Y a mí el primero, porque nada publiqué en el blog.
     Y al ayuntamiento de Valencia no se le ocurre otra cosa que emitir por escrito un comunicado a la policía para "garantizar que ninguna persona sea identificada y detenida por cuestiones raciales y privada de libertad por el simple hecho de encontrarse en una situación administrativa irregular", dudando así de modo explícito y público de la profesionalidad de la policía local y poniendo trabas a una de sus principales tareas que es la protección de todos los ciudadanos. No quisiera estar yo en la piel de un policía local de Valencia...
     Imagino que nuestros dirigentes locales estarán muy seguros de que todo esto que está pasando por ahí, aquí no va a pasar. Imagino que tendrán datos, que no tenemos los demás, que les permiten el lujo de decir semejantes obviedades inoportunas y del todo improcedentes. ¡Pues claro que no es sólo el perfil racial el que debe llevar a una identificación y mucho menos a una detención!¡Claro que el problema no es el que se tengan papeles o no!
   Decir esto en los tiempos que corren me parece de una superficialidad, de una imbecilidad y de una irresponsabilidad apabullantes. Pero es lo de siempre, la obsesión por lo políticamente correcto les lleva a una superficialidad que, pasando por la imbecilidad (véase la primera acepción de la palabra imbécil en la RAE) les convierte en unos perfectos irresponsables.
     No, no quisiera estar yo en la piel de un policía local de Valencia...
                

viernes, 20 de noviembre de 2015

Contemplando desde lo alto.

Viendo las fotos que hice el pasado miércoles del atardecer, Isabel me hizo caer en la cuenta de un bonito detalle que descubrió al ampliar las fotos.
En la cruz que remata el campanario norte se habían posados unos pájaros cuya silueta se recortaba contra el cielo rojo del crepúsculo.
Pensé, ahí estaban ellos, en lo alto, ajenos a nuestros afanes, nuestras prisas, nuestros trabajos. Estarían contemplando desde la altura un hermoso espectáculo, sin conciencia de ello.
Luego se fueron. Caía la noche.

Cuento seis pajaros.
Un ratito después se habían ido.

No tendréis mi odio.

Hoy hace una semana, a estas horas...
Un ser humano, cualquier ser humano, es capaz de actuar del modo más vil, abyecto y repugnante que podamos imaginar, a la vista está, pero también es capaz de ser tan grande, de llegar tan alto, que justifica por sí solo y da sentido a la existencia del hombre sobre la tierra.
Antoine Leiris perdió a su mujer en los atentados de París del pasado viernes. La carta abierta a los terroristas, que ha publicado en su facebook, es un monumento a la dignidad del hombre, a la vida, a la libertad. Es, además, evangelio en estado puro.
Emotiva, desgarradora, son los adjetivos con los que se la ha calificado con más frecuencia. Y cierto que lo es. Yo no sería capaz de leerla en voz alta, en público, sin que se me quebrara la voz. Pero es mucho, muchísimo más que eso, es el camino, el único camino que tenemos para salir del infierno en el que estamos entrando.
No quiero yo hablar más. Deseo compartir y, si queréis, que compartáis las palabras de este hombre ante cuya inmensa grandeza de espíritu me inclino humildemente. ¡Que Dios le bendiga!

No tendréis mi odio. El viernes por la noche robasteis la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo, pero no obtendréis mi odio. No sé quiénes sois ni lo quiero saber, sois almas muertas. Si ese Dios por el que matáis nos ha hecho a su imagen, cada bala en el cuerpo de mi mujer habrá sido una herida en su corazón. No os haré este regalo de odiaros. Vosotros lo habéis buscado y sin embargo responder a vuestro odio con mi cólera sería ceder a la misma ignorancia que ha hecho de vosotros lo que sois. Vosotros queréis que yo tenga miedo, que mire a mis conciudadanos con ojos desconfiados, que sacrifique mi libertad por la seguridad. Habéis perdido. El mismo jugador sigue jugando todavía.

La he visto esta mañana. Por fin, después de noches y de días de espera. Estaba tan hermosa como cuando se marchó el viernes por la noche, tan hermosa como cuando me enamoré perdidamente de ella hace más de 12 años. Por supuesto que estoy devastado por el dolor, os concedo esta pequeña victoria, pero esta durará poco. Yo sé que ella nos acompañará cada día y que nos reencontraremos en ese paraíso de las almas libres al cual no accederéis jamás.

Somos dos, mi hijo y yo, pero somos más fuertes que todos los ejércitos del mundo. No tengo más tiempo para dedicaros, debo reunirme con Melvil, que se despierta de su siesta. Tiene 17 meses apenas, va a tomar su merienda como todos los días, después vamos a jugar como todos los días, y toda su vida este niño os hará la ofensa de ser feliz y libre. No, tampoco tendréis su odio.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tiempos inciertos, días confusos.

Tiempos inciertos, días confusos. Las palabras, nuestras palabras, parecen estar de sobra. Porque ni aquí, ni allá; ni cerca, ni lejos; ni dentro, ni fuera, parecen servir de nada. Y te arrepientes de algunas palabras dichas. Mejor el silencio. Quizá deberíamos callar todos para empezar a escucharnos.
Y desde ese silencio, en un crepúsculo como éste clamar: Escúchame Señor, que te llamo; ten piedad, respóndeme. Y ya en la noche, dejarnos arropar por la respuesta: Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.



Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.

Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.

No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.

Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.

Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.

No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.

Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

Salmo 26.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Oración y silencio en el "cole".


Conmovía hoy, a las once, ver al colegio entero, profesores y alumnos, mil alumnos, desde los pitufillos de infantil hasta los de ciclos y bachiller, unidos en una oración por las víctimas de los atentados de Paris.
Han leído un manifiesto, se ha hecho un minuto de silencio y hemos rezado por la paz, acabando con el Padrenuestro, cogidos de la mano. Durante el silencio se oía a unos pajarillos. Los más pequeñitos, desde el parque, nos miraban a todos en el patio, sin entender mucho lo que estaba pasando…
Y es que es tan triste, tan terrible lo que está pasando. Y lo que pasará. Es triste y terrible, pero no es difícil de entender. Lo difícil va a ser resolverlo. Y va a ser difícil resolverlo porque es consecuencia directa de lo más oscuro de la naturaleza humana. Nos estamos hundiendo en nuestra propia miseria.
Pero no quiero esta noche ir por este camino. Quiero quedarme con la imagen del manifiesto leído por unos chiquillos, de la oración, de las manos entrelazadas en el Padrenuestro, del silencio, sobre todo del silencio, roto por unos pajarillos…
Quiero quedarme con la certeza de que todos los que estábamos allí no estábamos solos. Estábamos junto a miles, a millones de personas que, por todo el mundo, están estos días haciendo lo mismo. Millones contra el horror, millones contra la muerte, millones clamando por la paz.
Y esa solidaridad, esa capacidad de compartir el dolor, son también consecuencia directa de la condición humana, de lo más hermoso de la condición humana.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Disculpad los errores.

Vamos a ver. Yo con estas cosas de las redes sociales me lío todavía un poco. Voy aprendiendo poquito a poquito. Con el blog me aclaro lo justo, con el facebook me lío todavía bastante y con el twiter aún más. Pero bueno, pasito a pasito.
Por eso, hoy me he armado un buen lío al agradecer las felicitaciones que me habéis enviado por facebook. En twiter ni lo he mirado. Así que, como no sé muy bien lo que he hecho, y cómo os ha llegado, y a quién le ha llegado y a quién no, pues eso, muchas gracias a todos, de verdad.
Me esforzaré por aclararme más con estas cosas. Pero… sin agobios. Ya lo he dicho, poquito a poquito. De momento, disculpad los errores que haya cometido.

 Buenas noches.

Sesenta años.

Mirando atrás. Así era yo a los 8 años.
      Gracias a todos los que de diferentes maneras y en diferentes momentos me habéis felicitado y me felicitaréis este 15 de noviembre, día en que hace 60 años que vine al mundo. Era martes, y mi madre me cuenta que hacía muchísimo frío, había nevado. Estaba entonces todo por hacer, toda una vida por vivir.
Hoy, cuando miro atrás, veo qué lejos está aquel día. Y rebobino, y aparecen personas muy queridas, paisajes entrañables, momentos inolvidables.
He sufrido ¡quién no! y me sé vulnerable al sufrimiento pero, quizá por eso mismo, he gozado mucho, muchísimo, y sé también que tengo una inmensa capacidad de disfrutar, de vivir con plena conciencia de lo hermoso de la vida.
Sé que he hecho cosas bien, y también sé que me he equivocado muchas veces, he cometido errores, he andado por el filo del abismo… A fin de cuentas, eso es vivir ¿no?
“¿Qué se siente al llegar a los 60?” me preguntó alguien pocos minutos después de que empezara este domingo. Tranquilidad, sosiego, libertad, contesté. Sí, eso es lo que siento.
La tranquilidad que me da el ver cómo van quedando pocas cosas que realmente me importen, el sosiego que da el tener menos sitios “donde poner el alma”. ¿Es que me estoy haciendo pasota? No, nunca lo he sido. Creo que no. Lo que pasa es que me siento más libre.
Es como si se estuvieran destilando estos 60 años, quedando la esencia. La vida cada vez más concentrada, más honda. La gente a la quiero, que es mucha, mi fe, la fidelidad a lo que creo cierto y bueno, las montañas, la literatura…y poco más.
Leía el otro día  este breve poema de Juan Ramón Jiménez:

¡No corras, ve despacio,
que adonde tienes que ir es a ti solo!

¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, reciennacido
eterno,
no te puede seguir!

Y me vino como anillo al dedo. Descubrí que el poeta me indicaba un camino que, sin saberlo, ya había tomado. No corro, no quiero correr. Quiero que el niño reciennacido eterno, que me ha seguido toda la vida, me alcance. Lleva toda la vida siguiéndome. ¡A veces he corrido tanto! Quiero que me alcance y así, juntos, el reciennacido y el sexagenario, ser uno, cada vez más hondo, más en paz, más libre.
Si realmente esto es envejecer, ¡bendita sea la vejez!

           De nuevo, muchas gracias.

NOTA: El texto de Juan Ramón Jiménez es de su libro Eternidades, publicado en 1918, poema 36.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Hoy tristeza y silencio, junto a Francia.


Tristeza. Inmensa tristeza. Silencio. Una vez más, silencio. Silencio y unidad ante el terror. Y una oración. Hoy, nada más.

El Señor es mi pastor, nada me falta.

En prados de hierba fresca me hace reposar,

me conduce junto a fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas.

Me guía por el camino justo,

haciendo honor a su Nombre.

Aunque pase por valles oscuros,

ningún mal temeré,

porque Tú estás conmigo.

Tu vara y tu cayado me sosiegan.

Me preparas un banquete

frente a mis enemigos,

perfumas con ungüento mi cabeza

y mi copa rebosa.

Tu amor y tu bondad me acompañan

todos los días de mi vida;

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Me dijo, escribe algo de aquellos tiempos...

Cuando miro atrás, ya me siento un poco "dinosaurio"...
Hace unos días, un antiguo alumno me pidió por facebook que escribiera algo en el blog sobre aquellos tiempos, cada vez más lejanos, en que él venía al cole y que recordaba con cariño.
Con mucho gusto lo haría, ya que me gusta escribir y a estas alturas de mi vida, recordar, pero eso requiere tiempo y de tiempo precisamente ando escaso. Sin embargo, como quiero responderte, Jaime, de momento voy a reproducir para ti y para quien quiera leerlo, un texto que ya publiqué el 27 de noviembre de 2013, como respuesta a unas bonitas palabras que me escribió un maestro que, hacía ya tiempo, había sido alumno mío.
Ahí va.

Esperaba tener más tiempo para, como te prometí, escribir algo en respuesta a esas palabras que me dedicaste en el “face book”. Pienso que es lo menos que podía hacer. Pero resulta que hoy es el día del maestro, y he pensado que es la ocasión adecuada para hacerlo porque, Salva, hoy es nuestro día. Ahora no somos maestro y alumno, somos maestros los dos. Es nuestro día. De maestro a maestro.
Y lo que quiero decirte es básicamente una cosa. Que esas palabras que escribiste en tu casa, allá en Ibiza, en la tranquilidad de la noche, bien podría haberlas escrito yo pero en sentido inverso.
Podría escribir "mis queridos alumnos" y sería verdad, de hecho lo es. Podría recordar, y lo hago muchas veces, esos momentos de mi juventud y vuestra infancia pasados juntos en clase dando lengua, o “reli”, o en el patio haciendo gimnasia, o saltando entre algarrobos, con cariño y nostalgia, como los recuerdas tú. Podría recordar una y mil palabras, confidencias, historias que compartisteis conmigo y que no olvidaré nunca.
Lo que quiero decirte Salva es que, si tú dices que yo dejé huella en ti, como en otros, no dejasteis menos huella vosotros en mí. Que si aprendisteis de mí, no menos aprendí yo de vosotros. Que si ahora recuerdas, recordáis, con cariño y nostalgia aquellos lejanos tiempos, yo también los recuerdo como algo muy entrañable.
Porque esto justamente es la educación, pienso. No es yo te doy y tú recibes. Eso, en todo caso, sería instrucción. Educación es caminar juntos, maestro y alumnos, haciéndonos personas mutuamente. Es que los alumnos beban del maestro y el maestro de sus alumnos. Que se apoyen mutuamente.
Y esto no son palabras bonitas. No. Creo firmemente que nosotros vivimos esta hermosa experiencia de caminar juntos. Y doy muchas gracias a Dios de que esta experiencia la haya podido seguir viviendo a lo largo de más de treinta años.
Sólo me queda una espinita clavada. Toda esa gente a la que, por un motivo o por otro, nunca pude llegar, esa gente con la que no pude caminar, o con la que caminé y un día perdí. Esa gente de la que no pude aprender todo lo que hubiera querido y a la que no pude enseñar todo lo que podía haber enseñado. Pienso que esto es inevitable. Pero a todos, unos y otros, les deseo una vida plena y feliz.
Y ahora, cuando la palabra jubilación empieza a ser algo más que una palabra, mirando atrás, veo que el trabajo al que he dedicado toda mi vida ha tenido y sigue teniendo sentido. Aunque las leyes sean absurdas, el sistema educativo caótico, la educación esté vergonzosamente politizada y la sociedad nos declare culpables de todo lo que les pase a los niños mientras no se demuestre lo contrario, aunque pase todo esto y más, cuando estoy en mi aula cara a cara con mis alumnos, entonces y sólo entonces cobra todo nuevamente sentido. Sólo entonces, Salva.
Ellos me siguen salvando del abismo de pensar que eso a lo que he dedicado la vida no tiene ni pies ni cabeza. ¿Ves como seguís dándome más de lo que yo os puedo dar? Y tú, con la bonita carta que me escribiste el otro día, te unes a ellos, a tantos con los que he caminado estos treinta años. Y a los de ahora que, cuando acabo la clase, a veces, me dicen "¿ya te vas?"; o a este chavalillo que el día antes de las vacaciones me dijo "te echaré de menos estas Navidades"; o a aquella niña que me preguntó antes de subir al autobús, tras las convivencias "¿por qué nos hemos de ir? ¡Estamos tan bien aquí! “
Pues eso, Salva. Por tus recuerdos, por tus palabras que son presencia reconfortante, muchas gracias. Y un consejo: amárrate a tus alumnos, apóyate en ellos. En ellos está la única fuerza capaz de dar sentido a una profesión hoy imposible. Ellos la convierten cada día en vocación y le dan pleno sentido.

¡Feliz día del maestro!

Tu amigo Jesús.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Esos bluyin le hacían un culamen asín de espectacular.


El vagamundo llevaba escondido un murciégalo asin de grande en una toballa. Entró en la consulta donde estaba la dotora doña Aurelia Buscapinos con sus bluyin nuevos que le hacían un culamen imponente. Le soltó el murciégalo en la cara a la dotora que, del susto, cayó sobre una bandeja de almóndigas de setas que le había regalado una paciente, música, pringándose los bluyin. Esto pasó el nueve de otubre.

Según la Real Academia esto está bien escrito. Yo, desde luego, no lo escribiría jamás así. Sinceramente, no entiendo qué está haciendo en algunas cuestiones, tan ilustre institución.
Próximamente publicaré en el blog una carta abierta al presidente don Darío Villanueva, carta que enviaré también a la Academia. Con toda la humildad. Sólo soy un maestro de pueblo que lleva 33 años dando lengua española, lengua a la que admiro y amo profundamente. Sólo quiero saber y entender. Y no entiendo, quizá porque no sé. Por eso no critico. Digo que no entiendo porque no sé. Por eso preguntaré. Quiero saber.

martes, 10 de noviembre de 2015

El castillo en el crepúsculo.

Esta tarde, desde algún punto de la sierra Calderona, hemos contemplado este hermoso espectáculo. La silueta lejana del castillo de Serra se recortaba, entre montañas, contra el cielo del crepúsculo. Hacía fresco, había silencio, se estaba bien…

La foto tal cual.
Con el zoom.

lunes, 9 de noviembre de 2015

No es cuestión de buenas y malos...


Me he despertado esta mañana con la noticia de dos mujeres muertas a manos de sus parejas, una en Córdoba y otra en Liria, bien cerca de aquí. Y la de Liria, además, asesinada junto a su madre. El hijo y nieto, de cinco añitos, lloraba en la calle… ¡Terrible!
El goteo sigue imparable. ¿Y sabéis qué pienso? Que va a seguir, y lo que es peor, que va a ir a más. Sí, me temo que vaya a más.
Y temo que vaya a más porque el asunto está mal planteado, la cuestión está desenfocada. Y creo que está desenfocada por pura simplificación.
Esto que está pasando es consecuencia de algo muy complejo, con raíces profundas, arraigadas en lo más turbio de la naturaleza humana desde que el hombre es hombre… ¿habría que decir...  y la mujer, mujer?
Pero es que además, aparte de estar el problema mal planteado, la respuesta social e institucional me parece inadecuada e insuficiente. También los medios de comunicación, con demasiada frecuencia, agravan la problemática por pura superficialidad.
Ese mal hay que arrancarlo de raíz. Educar a la infancia y a la juventud en la igualdad real y absoluta en dignidad y derechos, entre el hombre y la mujer. Luchar contra la violencia, contra cualquier violencia, la verbal, la psicológica, la física, venga de donde venga y como venga. Obviar el sexo como condicionante en los ámbitos político, económico, cultural y social. Suprimir por ley el sexismo en la publicidad y el deporte de una vez por todas… Creo que por ahí van los tiros que pueden evitar otros tiros.
Convertir este horror, demasiado cotidiano, en una cuestión de buenas y malos, en algo inherente al sexo masculino y punto, nos aleja de cualquier posible solución y además, a la vista está, es de una absoluta ineficacia. Es una simplificación que urge superar si de verdad queremos acabar con este infierno.