FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 31 de agosto de 2016

¡Al cole con alegría! ¡Chururú, ruruá!


¿Qué vengo a buscar aquí arriba?

Casi dos meses seguidos de montañas, a veces con buena compañía, a veces en solitario, es para mí un lujo y un placer. Cuando vas acompañado, porque se comparten sensaciones, emociones, pensamientos… Cuando vas solo, porque la relación entre tú y la montaña es especialmente intensa, diferente, y el encuentro con uno mismo es inevitable, y a menudo muy hondo.
Pero cuando suena el despertador en la alta madrugada, o cuando la pendiente es larga y dura, o cuando el camino es demasiado expuesto y te tensas, o cuando el cielo azul quedó en la mañana y aún estas muy alto, te haces la pregunta, la eterna pregunta. ¿Qué vengo a buscar aquí arriba?
Llevo toda la vida preguntándome y respondiéndome. Sí, me busco a mí mismo, busco al otro que me acompaña, busco la naturaleza en estado puro, y busco a Dios. Por eso las cimas son para mí un lugar casi sagrado, porque allí se dan, de un modo prodigioso, esos cuatro encuentros que han dado y dan sentido a mi vida.
Pero para ello necesito las montañas en soledad y silencio. Por eso huyo de las grandes cumbres, las de renombre, las de “prestigio”, y si las subo, intento hacerlo muy, muy pronto, en fechas “raras”, o por rutas poco habituales. Se puede estar solo o con tus compañeros en el Aneto o el Perdido, pero hay que querer hacerlo y saber hacerlo.
El martes de la semana pasada subí solo al Garmo Negro, un bonito y fácil tresmil del valle de Tena. Cuando llegué a la cima, no había nadie. Era muy pronto. Luego, cuando empezó a llegar “la caravana”, me fui al Algas, donde tampoco había nadie, y después, a un solitario Argualas. Soledad y silencio. Cielo muy azul. La inmensidad de los Pirineos envolviéndome. Sensaciones, emociones, sentimientos. Y el alma volando de lo más alto, de lo más grande, a lo más hondo, a lo más pequeño. Y esto día tras día, sin cansarme nunca.
          Así es como yo vivo la montaña. Esta es mi relación con ella. Pero este año he vuelto con la sensación de que mi tiempo ha pasado, de que me estoy haciendo viejo de verdad. He visto a mucha gente que andaba por allí como si todo aquello no fuera más que un estadio, unas pistas, unas instalaciones deportivas. Ya sabéis a qué me refiero, a quiénes me refiero.
          Respeto y no juzgo, aunque no entiendo, esta forma “moderna” de ir a las montañas. No es la mía, desde luego. Para mí, la montaña es un santuario, y mientras pueda, seguiré entrando en ella como un fiel entra respetuosamente en el templo de su Dios.
          Sé que no es la mía ni mejor ni peor que las otras formas de relacionarse con la montaña. Es la mía. Sólo me queda la sensación de que, como he dicho, estoy más en el ayer que en el mañana. Pero no lo lamento.
         Como dice el conde Russell “¿cómo podría yo lamentarme, si he aprendido en la soledad de las montañas a temblar delante de Dios, a olvidar a los que me han hecho daño y calmar un alma demasiado tormentosa como para vivir entre los hombres?"

El sol naciente ilumina el Garmo Negro, la primera cima del día.
Cerca de él, el Argualas, la que será la última de la jornada.
Ya en la aridez de la alta montaña, la vida sigue abriéndose paso.
Hay mucha gente a la que no le gusta esta belleza austera. A mí me encanta.
El Algas, la segunda de día, cerca de la cima del Garmo Negro.
Desde el Garmo Negro, los lagos de Pondiellos, los Infiernos y el Balaitús.
Y más lejos, hacia levante, el macizo del Vignemale.
Y ya de regreso del Argualas, el Garmo Negro mostrando la ladera por la que va la vía normal.

sábado, 20 de agosto de 2016

Feliz cumpleaños, mamá.

Fue un cumpleaños, y también santo, bonito. Estábamos este año en el valle de Tena, en Escarrilla. Ya hace años que podemos disfrutar de este día tan especial, en los Pirineos.
Amaneció limpio y fresco y recibimos la jornada con una sencilla ascensión. Para el desayuno ya estábamos con mi madre, que en la terraza del apartamento gozaba del hermoso día recién estrenado. Después de un tranquilo desayuno, nos dirigimos a la iglesia parroquial de Panticosa, a la misa del día grande, pues allí era la fiesta mayor. Quince de agosto, la Asunción.
Un coro ataviado con el traje típico, que lo hizo muy bien, puso la nota de solemnidad a la celebración, y dos monaguillos, el punto entrañable, colaborando con el cura como podían y escondiéndose detrás del altar cuando se dieron cuenta de que se habían equivocado con la campanita. Al acabar, como homenaje a la mujer, regalaron una rosa blanca a cada una de las asistentes.
Ya fuera del templo, en la plaza, sol, cielo azul profundo, nubes blancas, banderitas, gente yendo y viniendo, charlando, riendo, "de guapo" para la ocasión. Contagioso y sano ambiente de fiesta.
Después fuimos a comer a un asador, junto al río Aguas Limpias. Buena comida en un precioso entorno donde bosque, río, montañas y cielo se conjugan creando un ambiente delicioso.
Y por la tarde, tras un rato de reposo, un paseo por uno de los muchos y preciosos caminos que unen los pueblos del valle, mientras la tormenta parecía que se iba a echar sobre nosotros. La oíamos, la veíamos, la deseábamos… pero se fue a otros valles, a otras montañas.
Y después de la cena, ya en el apartamento, un cielo en el que iban apareciendo las estrellas entre las nubes que se rompían, veló nuestro sueño.
Así celebramos el 89 cumpleaños de mi madre, y su santo también. En los Pirineos que a ella tanto le gustan. En los Pirineos, donde sigue, y seguimos, gozando de su inagotable capacidad de asombro y admiración.
Sí, fue un día muy, muy bonito.

¡Felicidades mamá!

En la terraza del apartamento.
Al salir de misa, con las rosas blancas.
En el asador de la Sarra, junto al río Aguas Limpias.

viernes, 19 de agosto de 2016

Lugares "mágicos" del valle de Tena.


Regentar bien un bar o un restaurante no es tarea fácil, y no todo el mundo sabe hacerlo. Comida buena y variada, servicio ágil, ambiente agradable, atención amable y precio razonable son cinco aspectos que no son fáciles de conjugar.
¡Pero qué a gusto salimos de comer o cenar cuando se han dado estas cinco condiciones! ¡Y cómo nos gusta volver en cuanto el tiempo y el bolsillo lo permiten!
Ya he dedicado en este blog entradas a algunos de estos establecimientos del Pirineo que bien lo merecen. El restaurante El Fogaril, del hotel Ciria, en Benasque, el bar Subordán en Hecho, el Kanguro truchero en Pineta, pero hoy quiero rendir sentido y gastronómico homenaje a los bares y restaurantes del valle de Tena que han sido lugar de placentero reposo y de reposición de fuerzas durante este mes de agosto.
De abajo arriba, empezaré por Biescas. Allí podéis encontrar, casi uno enfrente del otro, el Gouda y el Tiki. El risotto con setas y foie del primero y las carrilleras de ternera del segundo son sublimes, aparte de la gran variedad de tapas que ofrecen.
Remontando el valle, en Tramacastilla de Tena, podremos tomar un aperitivo, comer o cenar en el Lavedán. También sorprendente variedad de tapas. No hay que perdérselas. Para cenar, el cordero asado me pareció buenísimo.
Valle arriba, llegaremos a Panticosa, donde en un rinconcito escondido, pero bien conocido por los “gastroentendidos” dirán ahora, nos encontraremos con el asador San Pietro, donde podremos degustar, entre otros manjares, exquisitos solomillos, chuletones, secretos, chuletas de cordero y demás buenas carnes, a la brasa.
Si seguimos subiendo, en Sallent de Gállego, a la entrada del pueblo, toparemos con el bar Willy. Toda una gozada en tapas, platos combinados y raciones. A destacar la tosta de foie con manzana caramelizada. No hay que perderse tampoco un gin tonic o un mojito en su recoleta terracita trasera.
En el mismo Sallent, cogiendo una estrecha carreterita que se interna en el precioso valle de Aguas Limpias, llegaremos al asador de Lasarra, junto al embalse homónimo. De nuevo, buenas carnes a la brasa y el lujo de comer junto al río, rodeados de frondosa vegetación. Allí nunca hace calor.
Y para acabar, lleguémonos hasta el Portalet, y en la misma frontera con Francia, a casi 1800 metros, el Petruso nos sorprenderá con una original y sabrosa carta, y una cuidada presentación.
Hay más, claro, donde también se come bien o muy bien. Algunos, conocidos, otros por descubrir, pero estos que he citado son los que más solemos frecuentar cuando vamos por allí y los que este verano han sido para nosotros los lugares "mágicos" donde hemos reconfortado nuestros cuerpos, y ¿por qué no?, nuestras almas.
Todos son diferentes, tienen estilos distintos, pero todos cumplen esas cinco condiciones en mayor o menor medida, que hacen que salgamos muy satisfechos y con ganas de volver.
A todos los que en ellos trabajan, y duro, nuestro más profundo agradecimiento por sus servicios, y nuestra sincera admiración por el trabajo bien hecho.

jueves, 18 de agosto de 2016

Carta abierta a Pedro Sánchez.

Fernando VII, "el Deseado".
Todos le estamos mirando sr. Sánchez, esperando su decisión, por eso voy a contarle una historia, por si le ayuda a tomarla. (Ya sé que nunca la leerá)
A principios del siglo XIX hubo un reino que fue capaz de ganar una guerra y a la vez crear una constitución avanzadísima para su tiempo. Después, cuando volvió el rey, "el Deseado" le llamaban, rompió el sueño de progreso y libertad partiendo el reino en dos bandos enfrentados.
Los nombres de estos bandos cambiaron al paso de los años, en el fondo sólo los nombres, porque la semilla de la división y el enfrentamiento estaba echada, y germinó hasta dar su fruto más terrible ya en el siglo XX, una guerra civil.
En este reino, desde aquel infausto rey, hubo dos clases de políticos. Los que buscaban curar aquel desgarro y los que lo mantenían abierto y hurgaban impúdicamente en él.
¿Conoce la historia?¿Le suena de algo ese reino?
¿Qué clase de político es usted? Con su actitud ante el partido que ha ganado dos veces consecutivas las elecciones veo que se alinea en el bando de los que hurgan en la vieja herida. Actualiza aquel viejo desgarro. ¡Qué pena!
Le han ofrecido entrar en el gobierno. No ha aceptado. Le han pedido, al menos, que se abstenga. Tampoco. Se empecina en el no, impidiendo así formar gobierno. Podría al menos poner condiciones, buscar puntos de encuentro, consensuar… Pero es no, no y no.
¿Y cuáles son los argumentos con los que justifica su inamovible no? Le he oído dos. Uno, el rollo de las derechas involucionistas y las izquierdas progresistas. Mire sr. Sánchez, eso ni usted se lo cree. Actualmente esos conceptos no explican la realidad económica y social. Y usted lo sabe. Utilizar esas palabritas es una burda simplificación muy útil para manipular a demasiada gente. Y usted también lo sabe.
El otro, la cantinela de la corrupción. Primero le diría que quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Y luego, que los corruptos no son los partidos, son las personas. Y a las personas corruptas hay que extirparlas de los partidos y llevarles ante la justicia. Y punto.
El más elemental sentido democrático sr. Sánchez le debería llevar a considerar la voluntad de la gente expresada dos veces en las urnas, permitir un gobierno en minoría presidido por el sr. Rajoy y desde una constructiva y eficaz oposición, colaborar en la salida definitiva de la crisis, y recuperar la credibilidad que en otros tiempos tuvo su partido ante la ciudadanía. Ante mí, también. Sr. Sánchez. El PSOE es necesario en nuestro país.
De verdad, no le entiendo. Y me preocupa su empecinamiento. Pienso que está haciendo daño a su partido, nos está haciendo daño a todos. Está urgando en la herida, en vez de curándola.
Afortunadamente no está la sociedad española tan dividida y enfrentada como con su actitud da a entender. ¿No es la función de los políticos sumar fuerzas, disolver enfrentamientos, como responsables de la sociedad a la que sirven? ¿Por qué hace justo lo contrario? ¿A dónde va? ¿A dónde nos lleva? 
Y para acabar, sr. Sánchez una cosita más. Si la situación fuera la inversa y estuviera el Sr. Rajoy impidiendo la formación de un gobierno presidido por usted, diría exactamente lo mismo que le estoy diciendo. Porque lo importante, y eso creo que se le ha olvidado, no son los partidos políticos. Es la democracia. Es la gente. Es esta tierra a la que la gran mayoría de los que vivimos en ella llamamos España. 

miércoles, 17 de agosto de 2016

Aterrizo hoy y...

Aterrizo hoy en el pueblo con más de 30 grados y una humedad de esas que te hacen sentir la piel permanentemente pringosa. Pero no me quejo, ¡faltaba más! Días y días de montañas y valles, casi siempre solitarios, bajo el cielo azul, alguna tormenta despistada, pueblos pequeños, tranquilidad, siempre buena compañía, ¿cómo me voy a quejar?
Además, desconexión total. Ni prensa, ni radio ni tele. Huía de ellos, cuando los tenía a mano, como de la peste. Sólo montaña. Meditación, contemplación compartida o en solitario. El 5 de agosto, bonita celebración a los pies del Midí d´Ossau, de los 24 años de nuestra ascensión, Isabel y yo, juntos, a esa magnífica cumbre. (Ver entrada anterior).
Y hoy, viniendo por la autovía he iniciado el aterrizaje escuchando un momento Radio 5, todo noticias. Sólo un momento. Y… ¡jo! Me ha dado ya mucho material para nuevas entradas. Pero hoy no. Hoy aterricemos en paz con el bonito recuerdo, muy vivo, de nuestros queridos Pirineos.

Amanece, y el sol ilumina la montaña.

viernes, 5 de agosto de 2016

Midí d´Ossau. Veinticuatro años.


Una de las mil caras del Midí. Desde el Peyreget.
La conociste, la deseaste, esperaste el momento, y un 5 de agosto de 1992 llegaste a la cima. Hoy hace de eso 24 años.Y yo tuve el honor de acompañarte.
          Con el bonito y entrañable recuerdo compartido de aquel día,  te deseo, Isabel, muchos y venturosos días de montaña