FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 29 de abril de 2018

No entiendo lo de La Manada.



Vaya por delante que estoy en contra de cualquier tipo de agresión o violación a las personas y sus derechos, y a cualquier abuso de unos sobre otros sin distinción de edad, sexo o condición social. Y que pienso que el estado, a través de sus instituciones, tiene la obligación de protegernos de todas estas situaciones, desgraciadamente inevitables, dada la condición humana.
Dicho esto, voy a exponer lo que pienso a propósito del numerito que se ha montado con la sentencia sobre el caso que ha venido llamarse de La Manada. Numerito que no entiendo por muchas vueltas que le dé.
En primer lugar no entiendo cómo con la sola información que nos brindan los medios de comunicación, el personal tiene la osadía de pedir incluso la cabeza del juez que dictó la sentencia. Juez que no creo que sea tonto, por lo que estoy seguro de que con un conocimiento exhaustivo de lo sucedido, como él tendría, y siendo consciente de cómo está el patio en estas cuestiones, meditaría muy mucho el asunto. Y si la sentencia dictada es la que es, es porque con los datos que tenía y la ley en la mano, no ha podido ser otra. Y creo que la mayoría de los indignados por esta cuestión, desconoce muchos de esos datos y por supuesto la ley.
En segundo lugar, aún entiendo menos que los señores políticos, en un alarde de cinismo e incoherencia absolutos, se sumen a la indignación popular (cuestión de votos), acatando la justicia, faltaba más, pero diciendo que tampoco les gusta la sentencia. ¡Pero si el juez sólo aplica las leyes que hacen ellos! Si ha podido salir una sentencia así es porque las leyes que ellos elaboran y promulgan lo permite. ¿Qué dicen ahora? Es con ellos, con los políticos con los que debería indignarse el personal, no con los jueces.
En tercer lugar tampoco puedo entender que una parte importante de la sociedad y ciertos partidos, abunden en su desacuerdo con la sentencia que según ellos debería haber sido mucho más dura, y carguen en contra de la prisión perpetua revisable que vendría como anillo al dedo para prevenir, por ejemplo, determinados delitos de índole sexual y, a menudo, por cuestiones patológicas sobre todo, con altísimo riesgo de reincidencia. ¿A qué juegan?
Y respecto a estos individuos, si de verdad hicieron lo que los periódicos,  la tele y la radio dicen que hicieron, no nueve, noventa años les metería yo en el trullo. Pero es que no sé lo que hicieron, eso lo sabe el juez, que actuó según las leyes que tenemos, y me fío antes de un señor juez que de las masas indignadísimas y de los medios de comunicación.
Lo dicho. No entiendo nada. De verdad, no entiendo nada. O sí. No, mejor no. A veces ignorar las causas de determinados circos te permite dormir más tranquilo.

miércoles, 25 de abril de 2018

Pensé viéndole en la cunita...



Viendo en la cunita, con menos de un día de vida, a mi sobrino nieto Unai, me vino a la mente un pensamiento tan claro, tan simple, tan lógico que me impresionó a mí mismo, ¡ya ves!
Sé que sus papás, felices y cansados, sienten el peso de la responsabilidad sobre esa vida tan nueva como indefensa ahora, que han traído al mundo. Sí, cuando unos padres traen al mundo a un niño, se sienten y se saben responsables de él. Pero ese niño ha venido a un mundo que va a ser su casa. Y aquí está el quid de la cuestión.
Me explico. Cuando queremos preservar una especie animal o vegetal, no sólo cuidamos a los individuos de la especie, sino al hábitat donde han de vivir. No tendría sentido de otro modo. Es cierto ¿no?
Llego entonces a este planteamiento claro, simple, lineal. Cuando nace un niño, sus padres son responsables de él y del mundo en el que va a vivir. Y si realmente lo quieren, no sólo han de cuidarlo a él, sino cuidar también el mundo que va a ser su hogar, su hábitat. Y ojo, no solo el mundo pequeño e inmediato, que también, sino el mundo todo, en la medida de sus posibilidades. Porque cuidar sólo a los míos en perjuicio de los otros, acabará haciendo daño a los míos.
Y la conclusión a la que llegué finalmente es que el tener un hijo debería hacer a sus padres mejores personas, creadores de un mundo mejor, porque ese mundo va a ser, como he dicho, el hábitat de su hijo. Aunque sólo sea por lo que más quieren en su vida, el hecho de ser padre, de ser madre, debería hacer de la gente buenas personas.
Qué planteamiento más lógico, ¿verdad? ¡Y qué simple y qué tonto aun siendo cierto! Sí, es un planteamiento tonto, porque está tan lejos de la realidad, de lo que pasa cada día, que aunque es racionalmente correcto, es sencillamente tonto, que no falso, que no es lo mismo.
Sin embargo estoy seguro de que hay gente que por tonto que parezca el planteamiento tratan de ser coherentes con él. Así son los papás de Unai, que sé que tienen esto claro. No sólo van a cuidar a su hijo con todo el amor y la entrega de que sean capaces y más, sinoque  van a tratar de hacer de este mundo, como han hecho hasta ahora, un lugar más confortable, más digno, más hermoso. Ya lo hacían, pero ahora tienen un nuevo motivo infinitamente poderoso: va a ser el hábitat de su hijo.

lunes, 23 de abril de 2018

Cartas a Nuria X.¡Bienvenido Unai!



¡Ya está Nuria! Se ha resistido un poco a salir, ¿verdad? Es que se estaba tan bien ahí dentro, en la mamá... Pero al fin, Unai ha salido al mundo y lo ha hecho en abril, en plena primavera. Además en el Día del Libro y en el Día Internacional de la Lengua Española. Ni más ni menos.
¡Qué lujo de día! Naturaleza y cultura juntos, dos fuentes inagotables de felicidad y libertad. Que las goce a tope y vosotros con él.
Sí, es bonito venir al mundo un día así. Y es una inmensa responsabilidad para vosotros, para nosotros, para todos los que lo recibimos con alegría, pelear porque el mundo en el que va a vivir merezca la pena ser vivido.

Nuria, Alberto, Unai, ¡Enhorabuena y que Dios os bendiga!

Día del Libro y de la Lengua Española.



Los niños han ido con Platero al arroyo de los chopos, y ahora lo traen trotando, entre juegos sin razón y risas desproporcionadas, todo cargado de flores amarillas. Allá abajo les ha llovido —aquella nube fugaz que veló el prado verde con sus hilos de oro y plata, en los que tembló, como en una lira de llanto, el arco iris—. Y sobre la empapada lana del asnucho, las campanillas mojadas gotean todavía.
¡Idilio fresco, alegre, sentimental! ¡Hasta el rebuzno de Platero se hace tierno bajo la dulce carga llovida! De cuando en cuando vuelve la cabeza y arranca las flores a que su bocota alcanza. Las campanillas, níveas y gualdas, le cuelgan, un momento, entre el blanco babear verdoso y luego se le van a la barrigota cinchada. ¡Quién, como tú, Platero, pudiera comer flores..., y que no le hicieran daño!
¡Tarde equívoca de abril!... Los ojos brillantes y vivos de Platero copian toda la hora del sol y lluvia, en cuyo ocaso, sobre el campo de San Juan, se ve llover, deshilachada, otra nube rosa.

Con este bonito texto de Platero y yo quiero celebrar el Día del Libro y el Día de la Lengua Española en las Naciones Unidas. Hoy, 23 de abril, en plena primavera, cuando estalla la vida nueva y sana, reivindicamos lo hermoso de leer y la grandeza de nuestra lengua.
Leer en cualquier lengua es importante, pero si tenemos la inmensa suerte, despreciada por algunos, de poder leer en español, nos podremos sumergir en una literatura inmensa, gigantesca, magnífica; la literatura de la lengua castellana. Sin despreciar, por cierto, otras lenguas y otras literaturas. Cuantas más conozcamos mejor, ¿no?
Millones de personas en el mundo estudian castellano para poder acceder sin intermediarios al universo maravilloso de nuestra literatura, gozando de la preciosa y riquísima arquitectura lingüística del español.
Desgraciadamente, por tristes motivos, ajenos a la cultura, a muchos niños y jóvenes en España se les priva de este privilegio. No es a la lengua a quien se le hace daño así, es a ellos, a los niños y a los jóvenes.
La lengua española es tan vigorosa, tan sana, tan viva, que seguirá creciendo, como las flores cada primavera. No hace falta forzar nada ni a nadie para que siga siendo lo que es, un tesoro compartido por más de 560 millones de personas. Y va a más.

¡Feliz Día del Libro!
¡Feliz Día de la Lengua Española!

domingo, 22 de abril de 2018

Esos parajes insólitos.


Abundan por la comarca de los Serranos las minas de caolín abandonadas. En ocasiones el terreno está restaurado a medias, en otras nada. La erosión y la vegetación inician entonces una especie de singular competición, a ver quién puede más.
El resultado es paisajes sorprendentes, raros, algunos de una belleza áspera, extraña que resultan insólitos, como de otros mundos. Los colores impactan, el agua, presente en forma de pequeñas lagunas, refleja el cielo y la hora del día, contrastando con la tierra rota que las envuelve.
Aquí tenéis unas cuantas fotos de estos parajes de los que hablo.





















viernes, 20 de abril de 2018

Un lugar perdido y solitario.



Un día de estos, andando por los montes, me interné por una trocha desconocida en plan exploración de nuevas rutas. Pensaba que el sendero, mínimo pero claro, se dirigía a un collado al que me pareció oportuno llegar, pero no iba hacia allí. En un momento determinado el senderito se encaramó por una ladera de fuerte pendiente, cada vez más empinada, aunque su buen trazado hacía fácil el avance. Pensé, poca gente viene por aquí.
En una revuelta del sendero, ya muy arriba, pasé junto a una cornisa que parecía tener una vista espectacular. Dejé la mochila y la seguí hasta llegar a una minúscula terraza tras la cual se abría una gruta. Me acerqué y me pareció ver algo en su interior. La vista, desde la entrada, era realmente muy bonita.
Para introducirme tuve que agacharme, pero dentro se podía estar de pie. Y allí, en un rinconcito, descubrí una especie de pequeña capillita con diversos objetos religiosos. Me sorprendió, y me quedé un rato sentado en el silencio absoluto de aquel rincón oculto y perdido en la sierra.
Con los datos que pude extraer de lo que allí vi, investigué con un amigo en internet, al llegar a casa, y descubrimos toda la curiosa e interesante historia de aquel lugar perdido.
Pero no voy a ser yo quien le dé publicidad. No hay allí nada secreto ni misterioso, pero tiene el paraje una magia que se rompería si lo conociera demasiada gente.
Además, en los tiempos que corren, con los montes convertidos en vulgares estadios deportivos, con los caminos y senderos flanqueados de “basuras glucémicas”, con los “justicieros anticlericales” que siegan cruces, destrozan belenes y decapitan vírgenes, mejor es que aquel rincón siga allá arriba, perdido y casi desconocido, y que en el camino de acceso no haya ni la más mínima indicación.
De verdad que me sabe mal no dar más datos, no invitar a que se conozca más, pues el rincón vale la pena, pero estoy demasiado cabreado con la manera en que cada vez más gente se acerca a nuestras montañas.
Por eso sólo digo que eso existe, y no muy lejos. Y que si alguien quiere conocerlo, que me lo diga personalmente. Y a quien ya lo conozca, le sugiero que sea discreto, porque desgraciadamente, hoy en día, popularizar se convierte rápidamente en vulgarizar. Ya sabéis, basura, gritos, carreras varias, pintadas, imágenes rotas…

jueves, 19 de abril de 2018

La iglesia no se quemó.



Sucedió hace algún tiempo, en un lugar indeterminado. Y subrayo la indefinición espacio temporal de mi relato, indefinición debida a la falta de libertad de expresión en la que nos han acostumbrado a vivir; aunque yo no me acostumbro.
En una charla a alumnos de secundaria sobre cuestiones arqueológicas de una localidad, la/el ponente (para no dar pistas) en un momento determinado de su exposición, se lamentaba de toda la valiosa e interesante documentación que se perdió cuando se quemó la iglesia de dicha localidad.
Ganas me entraron de levantar la mano y decir, perdón, cuando quemaron la iglesia. O al menos cuando en la guerra quemaron la iglesia. Porque no se quemó por una vela mal apagada, por un cortocircuito o por combustión espontánea. La quemaron y todos sabemos quién.
Porque si hay memoria histórica la hay para todo y para todos. Una memoria histórica que trate de hacer justicia sólo para una parte no es memoria, es revancha, es venganza. Y eso no conduce a ninguna parte. A ninguna parte buena.
La injusticia que supone el que los vencedores de la guerra no reconocieran el honor y la grandeza de los vencidos durante largos años, no justifica en modo alguno el que ahora, que se supone que hay libertad, haya que pagar con la misma moneda, haya que devolver mal por mal. La ley del talión es inaceptable.
Y es lo que tenemos. Un insano y repugnante interés por dar la vuelta a la tortilla en un maniqueísmo simplón donde los que perdieron eran buenos sin tacha y los vencedores seres crueles y deleznables de los que hay que borrar toda huella. Esto es inadmisible desde una perspectiva moral, y peligroso desde lo político y lo social.
Trasmitir además a los más jóvenes este maniqueísmo es un crimen aborrecible porque supone perpetuar las dos Españas, y contaminar de un espíritu de rencor y venganza a las nuevas generaciones. Y esto hipoteca el futuro.
Si nuestros políticos hubieran respetado el espíritu de concordia de la transición, y nadie hubiera utilizado la herida de la guerra para sacar votos de ella, viviríamos otro momento mucho más deseable. Y esta/e individua/o habría podido decir" cuando en la guerra quemaron la iglesia" y no pasaría nada, porque todos tendríamos asumido que por ambas partes hubo grandezas y miserias. Y España sería hoy un país donde se respira libertad, que no lo es.
Urge una reconciliación nacional. Y desde luego tal como está planteada y aplicada la llamada memoria histórica no ayuda, pues más bien parece un patético ajuste de cuentas que falsea la historia como antes la falsearon los otros, los "malos sin remisión".
¡Qué lástima! ¡Qué pena! ¡Qué vergüenza! ¡Qué miedo!

miércoles, 18 de abril de 2018

El Ebro se desborda, ¡otra vez!



Estos días hemos visto, una vez más, al Ebro desbordado. Agua, mucha agua haciendo daño y además desperdiciándose. Y ¿qué queréis que os diga? Me indigna y me cabrea la situación.
Situación que se repite y se repetirá. La vertiente mediterránea tiene un gran río, el Ebro, y otros ríos menores. El Ebro, al recoger toda el agua de la vertiente sur del Pirineo y de la norte de la parte más lluviosa del sistema Ibérico, recibe grandes caudales y con frecuencia, se desborda. Los otros ríos más al sur, Turia, Júcar y Segura sufren habitualmente escasez de agua porque en sus cuencas llueve mucho menos. Y este hecho, ya convertido en tendencia, se incrementará con el cambio climático.
Es de sentido común que los excedentes del Ebro cubran el déficit de los otros, respetando escrupulosamente su caudal ecológico para evitar el más mínimo perjuicio tanto al río, como a su cuenca y al delta.
Y esto es perfectamente posible. Se trata de crear una red de pequeños embalses que, debidamente conectados, alivien las crecidas evitando daños a unos por exceso, y a los otros por defecto. Daños que luego nos cuestan dinero a todos. Esto es un plan hidrológico.
No conozco los detalles del Plan Hidrológico Nacional del gobierno de Aznar que Zapatero se apresuró a desmontar; tardó horas. Pero tengo claro que si no ese, otro, pero un plan que evite lo que está pasando, es necesario y ya.
Una absoluta falta de visión de estado y de planteamientos de futuro, aderezada con la insolidaridad más miserable, y la ignorancia de demasiada gente sabiamente manipulada, obraron el milagro de posponer durante años, ya veremos cuantos, algo que, a no ser que este país reviente o lo revienten, en ello están, será absolutamente necesario. Por sostenibilidad, por solidaridad, por justicia.
Por todo esto, cuando veo el daño que hace allí el exceso de agua y aquí la sequía, como he dicho al principio, me indigno y me cabreo. No me alegro, como muchos que con comprensible mala leche dicen, ¿no queríais agua? pues tomad agua, gilipollas. No me alegro porque hay mucha gente sufriendo por esta causa, porque nos cuesta dinero a todos, porque es una evidencia más de los reinos de taifas insolidarios y patéticos en que algunos han convertido a España, y porque desde el error histórico de cargarse por las buenas el PHN, nadie ha tenido lo que hay que tener para poner el tema otra vez sobre la mesa y llegar a acuerdos pensando en España y no en obtener votitos para cargarse al gobierno de turno en las próximas elecciones, o si es posible antes.
Mientras, seguirá pasando lo de siempre. A más agua y más nieve en Pirineos, más viento seco en Valencia y Murcia. Así es nuestro clima. Y el Ebro volverá a desbordarse una y otra vez…Y por estas tierras tendremos cada vez menos agua.

martes, 17 de abril de 2018

Puerto Lápice, un lugar de La Mancha.


Es don Quijote y está en Puerto Lápice. Lo digo porque ahora que viene el “buen tiempo” y que quien más y quien menos viaja más, una más que recomendable excursión es andar unos días, con el vehículo que sea, piernas incluidas, por la tierra del valeroso caballero manchego.
Y puestos a hacerlo, podemos empezar por Puerto Lápice, como empezó él, porque "allí decía don Quijote…, era posible… hallarse muchas aventuras por ser lugar muy pasajero". Hoy en día sigue siéndolo.
Por lo menos hemos de ver la venta, donde podemos comer muy bien, el pequeño pero precioso museo que hay en ella, y la plaza y sus alrededores.
A continuación tenéis algunas fotos para abrir boca.

LA VENTA










EL MUSEO





LA PLAZA Y ALREDEDORES