¡Tiene narices!

Tiene narices, pero muchas, muchas narices. La ley de Murphy se cumple inexorablemente una vez más. Después de una larga, angustiosa y devastadora sequía, parece que va a llover en serio justo ahora, en fallas. ¡Tiene narices!

Y luego dejará de llover hasta vete tú a saber cuándo. Uno, dos, diez meses, un año, tres años…, hasta que le venga en gana. ¡Tiene muchas narices!

Por un lado me alegra y reconforta que llueva y justo ahora, a la entrada de la primavera, ¡hace tanta falta!, pero me sabe mal, muy mal, por todas las personas que se van a fastidiar por culpa de estas lluvias, por la fiesta mojada. Un poquito antes, un poquito después, pero justo ahora, el 18 y 19. ¡Jo!

Pero claro, nunca llueve a gusto de todos, dice el refrán, un refrán que en este momento a Valencia, le viene como anillo al dedo.

Por el monte me alegro. Por las fallas y los falleros lo siento, de verdad. Habrá que poner a mal tiempo buena cara, y que la fiesta y el fuego desafíen y venzan a la lluvia.

Pero eso sí, a partir del 20 que llueva, que diluvie hasta que los patos piquen la luna…bueno, es un decir.