domingo, 16 de octubre de 2016

Tarde de otoño.


Los colores de los árboles, la luz suave del sol bajo, el ambiente fresco, el camino… Contemplamos lo que nos rodea y dejamos que entre en nosotros el otoño, la tarde, el silencio. Como diría Juan Ramón Jiménez en el capítulo XVIII de Platero y yo, “La tarde se prolonga más allá de sí misma, y la hora, contagiada de eternidad, es infinita, pacífica, insondable”.

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