FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 30 de junio de 2025

Al menos, minimizar los daños.


 

Decía ayer que expondría la única salida posible a la situación de la educación en España, advirtiendo que la verdadera solución no es factible, porque en realidad a quienes manejan los hilos de todo esto no les interesa que las cosas cambien de verdad, pues iría en contra de sus mezquinos y ocultos intereses.

Para ello el primer escollo con el que tropezamos es la politización extrema del sistema educativo. Nos quieren hacer creer que el gran problema se reduce al eslogan “por una educación pública y de calidad”, frente a la privada y sobre todo la concertada, que nos la presentan como una especie de enemigo a batir.

Ese no es el problema de la educación en España. Eso es una cuestión puramente política, de choque de ideologías y poco o nada tiene que ver con los verdaderos problemas. Cualquier centro, público, concertado o privado tienen que afrontar las mismas cuestiones en cuanto a docencia y disciplina se refiere. Solo los privados no concertados pueden escapar parcialmente de algunos de ellos; pero son minoría.

Otro tropezón nos lo daremos con lo que llaman evidencia científica. Es la otra gran mentira. La pedagogía no es una ciencia, es sobre todo ideología aplicada a la educación. No puede hablar de evidencias científicas por muchos nombrecitos en inglés, siglas, acrónimos y supuestas investigaciones en las que se ampare. En nombre de estas evidencias se están haciendo multitud de disparates desde hace mucho tiempo, cuyas consecuencias sufren, indefensos, colegios e institutos.

La combinación de estas dos cuestiones, encabezadas por políticos y universidades respectivamente, sustenta esa administración que ha sumido a la educación en el pozo en el que se encuentra. Falta solo para completar el panorama, la sociedad, cuya deriva a la sobreprotección y a la disolución de toda autoridad, complica más y más el día a día en el aula.

Ante todo esto, ¿ qué hacer ?

El objetivo debe ser, pese a las dificultades, hacerlo lo mejor posible con los niños y adolescentes. Por ellos y por el propio docente. ¿Pero cómo? Voy a ser muy claro.

Blindándonos ante la administración y los padres. Y eso es función de los equipos directivos. Proteger al profesorado de todo lo que llegue de las autoridades educativas que no sirva para nada, cubriendo el expediente y punto, evitando la pérdida de tiempo que para el docente suponen los registros inútiles, los cursillos innecesarios y demás zarandajas.

Y ante los padres, hacer valer la autoridad y la profesionalidad de maestros y profesores. Y cuando surja el conflicto, inevitable en todo proceso educativo, analizar en el propio centro la actuación del docente, y en el caso de que sea correcta, si no hay protección por parte de la administración, no temer la vía judicial, porque el maestro, el profe, también tiene sus derechos, como cualquier ciudadano.

Tengo claro que los equipos directivos deberían aplicar estas actuaciones, siempre difíciles, más difíciles aún en los centros concertados que en los públicos, por el bien de los alumnos primero, y de los docentes después.

Siendo realista no creo que se pueda hacer mucho más. No resolveremos el problema, pero minimizamos algo los daños que el sistema educativo está causando en todos los que viven en él y de él. Y en la sociedad.

domingo, 29 de junio de 2025

Culpables e insolventes.

 


Ahora que está acabando el curso, los alumnos ya lo han hecho, voy a publicar una entradita que tenía escrita hace tiempo sobre la situación actual de la educación.

Dice quién me conoce que me jubilé a tiempo, por pelos pero a tiempo, porque en estos últimos años la educación, que ya estaba en caída libre, está alcanzando en su caída velocidades colosales. Quizá alcance la de la luz a este paso.

Son muchos los aspectos que se pueden analizar y desenmascarar, porque de eso se trata, de desenmascarar las intenciones ocultas o las torpezas  que desde hace muchos años mueven los hilos de esta situación.

Voy a centrarme en los maestros y profesores. De ser autoridad indiscutible han pasado a ser unos meros peones, maniatados y sin recursos, cuyo único objetivo acaba siendo acabar cada curso sin fenecer en el intento, porque de algo hay que vivir, claro. Y eso teniendo vocación.

Veo dos aspectos a considerar.

Respecto a la disciplina les han dejado prácticamente sin armas porque hagan lo que hagan, y ya pueden hacer poco, frente a los conflictos con los alumnos, inherentes a toda labor docente, deben estar dispuestos a justificar ante los padres cualquier medida que pueda no parecerles adecuada para su hijo. Y si no les satisface la justificación, acudirán a la dirección del centro o a la inspección pidiendo explicaciones y la cabeza del profe, si es menester, porque ¡claro! el profe lo está haciendo mal con mi nene y me lo traumatizará, o no es justo, o por qué al mío etc,etc,etc. No todos son así, pero de estos cada vez hay más.

Dice un amigo, profe de toda la vida, nos mandan al frente con escobas, pero el enemigo está bien armado. Y también, nos atan los cordones de los zapatos y luego nos dicen que corramos.

En lo referente a la tarea específicamente docente, deben también justificar todo de un modo exageradamente pormenorizado, lo que provoca una burocracia tan inútil como farragosa. Cada acción docente, por mínima que sea, conlleva una documentación previa y posterior desmedida. Y cada nota, y por supuesto los suspensos o una posible repetición, exigen tal cantidad de papeleo justificando todo minuciosamente, que acaban agobiando al profe y quitándole mucho de su tiempo que sería más útil para todos si pudiera dedicarlo a sus alumnos.

Sin hablar de los “inventos” que se suceden a un ritmo vertiginoso, sin valorar nunca, si ha sido eficaz o no el susodicho “invento”, porque enseguida vendrá otro, o una modificación del anterior. La cuestión es innovar por innovar, sin valorar si la innovación aplicada ha servido para algo, lo que solo se podría saber con un largo período de no innovación, de estabilidad, que nunca llega.

Si pensamos en estos dos aspectos, y profundizamos un poco en ellos, veremos que son las dos caras de una misma moneda. El docente “es culpable” mientras no se demuestre lo contrario, por eso debe justificar detenidamente y por escrito todas sus acciones, tanto en el ámbito de la disciplina como en el de la docencia. Cada día debe poder demostrar ante autoridades educativas y padres que todo lo que hace es correctísimo y según ley. Porque no se le supone su buen hacer. Más bien al contrario, como se presupone que no lo hará bien hay que atarlo corto.

También es considerado insolvente a nivel profesional, por eso hay que atiborrarlo con nuevas y siempre fugaces herramientas, y marcarlo entre la administración y los padres para que haga las cosas “como es debido”. Su profesionalidad ha quedado disuelta. Los profesionales son la administración que sabe qué hay que hacer y cómo, y los padres, que son los que conocen muy bien a sus hijos y también saben qué hay que hacer con ellos y cómo. 

Y hasta aquí, hoy. Próximamente compartiré la única salida posible que veo a esta situación, aun sabiendo que tal salida no es factible, porque aunque hay un clamor por la situación de la educación y de los docentes en España, nada va a cambiar a mejor.

Aún apretará más.

Y seguimos con esta barbaridad. Una ola de calor tan temprana como larga y fuerte. En la canícula sería más normal, y aun así, pero en junio… Las mínimas difícilmente bajarán de los 23 o 24, y las máximas aún apretarán más que hoy, alcanzando los 37 o 38 a la sombra, claro. Al sol, ni te cuento. El viento seguirá del sureste, flojo, y repito que afortunadamente, y el cielo estará despejado.

La única esperanza es que se cumplan las previsiones y hacia el fin de semana el calor empiece a normalizarse, situándose las temperaturas entre 22 y 31 grados. Incluso la visita de alguna tormenta sería posible, pero aún queda lejos.

Es una situación muy peligrosa para el monte por el riesgo extremo de incendio, y para todos los que estén al aire libre, bien sea por obligación o por devoción. Los años, por exceso o por defecto, y muchas enfermedades, pueden, con estas temperaturas, desencadenar graves problemas de salud, incluso la muerte.

Verano, ¡qué desagradable eres por estas tierras!


viernes, 27 de junio de 2025

Actualización fin de semana del 28-29 de junio de 2025.

No son buenas noticias. Subidón de temperaturas este fin de semana con máximas de 37 y mínimas de 23. El viento seguirá del sureste, flojo y el cielo totalmente despejado. Y nada más. Verano puro y duro, sin concesiones, sin misericordia…

Aunque vuelvo a decirlo, podría ser peor; que entrara poniente. Si con viento de origen marítimo estamos con estas temperaturas, no quiero ni pensar lo que sería con poniente. O sea que aún podemos dar gracias.


domingo, 22 de junio de 2025

Sigue el calor agobiante.

Agobiante semana de pleno verano es la que nos espera. Las mínimas se situarán entre 22 y 23 y las máximas entre 33 y 35, más bien 35 o algún grado más. Cielos despejados o con  muy pocas nubes y vientos del sureste flojos. Y menos mal que siguen entrando de origen marítimo.

Lo que ocurre es que esto, siendo bueno para el monte, es malo y peligroso para las personas, o sea que cuidado. A 35 grados, con humedad relativa del 80%, la sensación térmica es de 57 grados. Con el 90% la sensación aumenta hasta los 64 grados. Además, el viento, cuando la temperatura es mayor de 32 grados la aumenta aún más.

Afortunadamente estos días la humedad relativa oscilará entre el 50% y 60%, lo que no subirá muchos grados respecto a lo que indique el termómetro. Pero aun así el ambiente será muy agobiante.

¡Mira que el verano es feo! Para mí al menos.


sábado, 21 de junio de 2025

Dieciséis euros.


 

Me han contado lo acaecido en un viaje de fin de curso de los muchos que proliferan en estas fechas. Me parece muy digno de ser contado.

Una alumna compra algo en un quiosco, fuera de España. El chaval que allí trabaja, joven y extranjero, probablemente de Europa del este, chapurreando a duras penas el castellano, se arma un lío con el cambio, devolviéndole 16 euros de más.

La profesora, que está presente, se da cuenta y capta enseguida que la alumna piensa quedarse con el dinero. Le cuesta convencerle con gestos, y discretamente con algunas palabras, de que se lo devuelva, pues no es suyo y además es lo correcto.

Al fin lo hace a regañadientes y, muy enfadada, se va a contarles lo sucedido a sus compañeras que refuerzan su cabreo indignándose por lo que le ha hecho hacer la profesora a la que, para más inri, le dice que si lo ha hecho ha sido solo por no quedar mal con ella.

Y la guinda del pastel; la ejemplar alumna le advierte que ahora tendrá que confesarse lo que ha hecho, o sea, confesarse que ha devuelto el dinero al chaval del quiosco ¡¡¡ ¿? ¿A qué dios hay que confesar que no he robado?

Por supuesto que estas alumnas no son gente que ande descalza por el mundo. No les falta dinero, y lo saben. Familias bien situadas y bien consideradas.

La anécdota pone los pelos de punta y abre muchas y muy importantes preguntas, cuya respuesta nos los pondría más de punta todavía.

¿Qué están haciendo muchas familias con sus hijos?

¿Qué estamos haciendo en los colegios?

¿De dónde surge el ambiente amoral en el que viven nuestros niños y adolescentes?

¿Dónde está la empatía, el ponerse en lugar de los demás?

¿Dónde ha quedado el sentido de la justicia?

¿Son capaces de diferenciar el bien del mal nuestros hijos?

¿Conocen la honestidad? ¿Saben lo que es? No digo ya el honor.

¿Qué sentido tienen de la trascendencia?

Y aún podríamos hacernos muchas más, pero todas acabarían confluyendo, cual los afluentes de un río, en una quizá sin respuesta. ¿Qué sentido de la vida estamos trasmitiendo, como sociedad, a las nuevas generaciones?

Y que nadie me diga que son cosas de chiquillos. ¡No y mil veces no! Lo que está mal está mal, se haga a la edad que se haga, y lo haga quien lo haga. Y aprovecharse de alguien más desfavorecido que tú, utilizando para ello sus limitaciones y su indefensión, está muy mal. Es dolorosamente injusto.

Sí, ya sé que no todos son así, pero hay tantos que se hubieran quedado con esos 16 euros y con la conciencia tranquila, presumiendo incluso de ello… Demasiados. Y eso nos hace daño a todos, y los primeros, a ellos mismos, porque por esos caminos no se llega a ningún sitio en el que valga la pena estar, no se construye nada que merezca ser construido.

viernes, 20 de junio de 2025

Actualización fin de semana del 21-22 de junio de 2025.

Sin compasión. Máximas de 35 y mínimas de 23 los dos días. Cielos despejados y viento de levante flojo pero que se nota. Y ese vientecillo es lo que hace soportables las noches al aire libre.

Y de lluvias, nada de nada, porque las tormentas que llevan merodeando todos los días nos esquivan, y si llegan, como ayer, dan muy poco de sí. La de ayer nos dejó tan solo dos miserables litros.

En fin. Aún no ha entrado el verano, lo hará mañana de madrugada, a las 4,42 horas, y parece que ya estemos en plena canícula. Si esto no cambia nos esperan meses muy, muy duros.


jueves, 19 de junio de 2025

Corrupción económica, corrupción ideológica.


 

A la vista de los acontecimientos políticos que están logrando que España viva de espaldas al incendio que se está extendiendo por todo el mundo, quiero hacer una reflexión que no es la primera vez que hago, pero que ahora viene como anillo al dedo.

Es sobre la corrupción. Creo que hay dos clases de corrupción política, ambas detestables. Una es la corrupción política por causas económicas, vamos, “los chorizos y mangantes”. En ello estamos ahora. Claro que debe ser perseguida, y quienes han caído en ella, directamente o como encubridores, deben acabar ante la justicia y retirarse de la política.

Lo que ocurre es que para combatir esta corrupción sí tenemos herramientas, por eso, molestándome e indignándome como me molesta y me indigna, no me da miedo.

La que sí que me da miedo es la otra, la que llamo corrupción política por causas ideológicas, porque ante ella la única herramienta que tenemos es la educación, y de eso no andamos muy sobrados.

La corrupción ideológica es la que a través de una manipulación planificada en conciliábulos, como la otra, busca por todos los medios, más allá de toda ética, los votos para ganar elecciones. Es un intolerable abuso de poder.

La politización de la educación, el control de los medios de comunicación, la intervención en las instituciones, el falseamiento sistemático de la historia, la utilización de las lenguas como arma para enfrentar y dividir, la instauración de un modo de ser ciudadano políticamente correcto, la invención de un enemigo común, la exacerbación de lo emocional en detrimento de lo racional…

También el apoyar a alguien, aunque sea un sinvergüenza, porque conviene a mis intereses, es una monstruosa y deleznable corrupción ideológica, que pone en evidencia la absoluta falta de ética y una profunda actitud maquiavélica de quien esto hace, sobre la que no se puede construir nada digno.

El objetivo final es plantear el panorama social y político como un enfrentamiento entre buenos y malos, en el que nunca podrá haber diálogo, porque el objetivo es exterminar al oponente, ya que si llegara al poder sobrevendría una enorme catástrofe. ¡Que viene el lobo!, dice el lobo.

Y esto siempre es igual. Hitler llegó al poder en Alemania mediante una planificada y eficaz corrupción ideológica, por ejemplo.

Esta corrupción, muy presente en España, y acentuada aún más estos últimos años, conduce invariablemente a la creación de un estado totalitario que puede incluso ser refrendado por las urnas.

Y esto es lo que me da miedo. Porque como ya he dicho, ante esta corrupción no tenemos más herramienta que la educación, y bien sabedores de esto, es lo primero que tratan de controlar los que andan por estos caminos. Los salvadores de la patria, de la democracia, de la justicia, de la libertad… ¡Vamos! los caudillos de otros tiempos redivivos.

Por eso, ojo a pensar que controlar la corrupción económica en la política resuelve el problema. También hay que estar atentos a la corrupción ideológica, más peligrosa, mucho más peligrosa, porque la consecuencia final no es el enriquecimiento de unos pocos, sino la quiebra del estado de derecho, la ruina de todos.

domingo, 15 de junio de 2025

Aprieta más el calor.

No son buenas noticias, aunque podrían ser mucho peores. El calor va a más esta próxima semana. Esa va a ser la noticia. Las mínimas se mantendrán entre los 21 y 22 grados, pero las máximas se situarán entre los 32 y 34 excepto mañana que se quedarán en 30.

Como sigue entrando levante, el cielo seguirá turbio y medio nuboso, feo de narices, lo que aumentará la sensación de bochorno. Y aún hemos de dar gracias, porque si entrara poniente sería mucho peor. Subirían aún más las temperaturas y el riesgo de un desastre forestal se dispararía, pues la lluviosa primavera ha dejado los montes con una impresionante carga de materia vegetal que el calor y la ausencia de lluvias han secado ya.

En cuanto a lluvias, ni se sabe. Igual nos visita alguna tormenta, igual no. En cualquier caso, si viene, que traiga más agua que rayos, por lo que pueda pasar.

En fin, hay gente que se viene a veranear por estas tierras. A mí, el verano, hace ya años, me parece una estación, fea, desagradable y peligrosa. Y aún no ha empezado.


sábado, 14 de junio de 2025

Bandera discutida.


Hablé de escribir con ocasión de la muerte del papa Francisco siete entradas dedicadas a él, de momento, porque seguirá estando muy presente en mi vida y en el blog. Esta es la séptima y la he titulado bandera discutida. Ya podréis imaginar por dónde van los tiros.

Mira: este está puesto para que todos en Israel caigan o se levanten; será una bandera discutida, mientras que a ti una espada te traspasará el corazón; así quedará patente lo que todos piensan. Lc.2,34-35.

Estas palabras las dice Simeón cuando se encuentra con María y José, con el niño en brazos, en el templo.

No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Porque he venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; así que los enemigos de cada cual serán los de su propia familia. Mt.10,34-36.

Y estas las dice el mismo Jesús a los apóstoles, como parte de las instrucciones y advertencias antes de enviarles a su misión por el mundo.

Pienso que el papa Francisco rezaría muchas veces con estos textos porque sería plenamente consciente de que era eso lo que con él estaba sucediendo de un modo muy claro, rotundo y sobre todo doloroso. Doloroso porque la palabra cisma sonaba cada vez con más fuerza en una Iglesia y un mundo que se dividía en detractores y seguidores del Papa.

Lo que sucede es que también tenía muy claro que en un mundo donde el mal se hace fuerte día tras día, donde millones de personas sufren lo indecible a causa de ese mal que en forma de fanatismos, injusticias, desigualdades, explotación, violencia, se extiende como una mancha de aceite, la Iglesia no puede encerrarse en las sacristías, en grupos cerrados y excluyentes, rodearse de inciensos, puntillas y abalorios, y aferrarse a unos ritos a menudo vacíos enrocándose en doctrinas inamovibles, fruto de afirmaciones supuestamente infalibles.

Lo sagrado es el hombre, desde que Dios se hizo hombre en Jesús. La encarnación nos hace hijos de Dios hasta el punto de que algún día nos dirá “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme". Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis". Mt.25,31-40.

Y claro está. Llevar el Evangelio al mundo, actuar de acuerdo a cómo lo hizo Jesús, entonces y ahora te lleva a la cruz. Y cargó con su cruz, la cruz de sentir el dolor de la humanidad, saber el remedio, ofrecerlo cada día, y no solo ver cómo es rechazado, con más vehemencia por muchos de su propia familia, la Iglesia, sino sentir cómo se revuelven contra ti tildándote de hereje y de otras lindezas que prefiero no escribir.

Hereje. Una de las más graves acusaciones que recibió, basándose en que un pontífice debe ceñirse al magisterio de la Iglesia, y que él no lo hizo. Como si dicho magisterio fuera algo inamovible y cerrado.

Leíamos en Pentecostés  “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.” Jn.16,13. Y el Espíritu de la verdad, el Espíritu Santo sigue guiándonos en busca de esa verdad que no es ni más ni menos que Dios mismo. Sigue guiándonos. ¿Quién se atreve a decir que ya estamos en ella? ¿Qué ya conocemos la insondable presencia de Dios?

Muy consciente de ello dijo muchas veces que había abierto procesos, procesos que han de continuar a la luz del Espíritu Santo. En su autobiografía lo repite, “yo solo soy un paso”.

No quiero acabar esta entrada, quizá ya muy larga, sin destacar uno de sus muchos signos profundamente evangélicos. Era el Jueves Santo, le quedaban tres días, y creo que ya, de algún modo, lo sabía. En la basílica del Vaticano se celebraba la misa crismal, un acto solemne e importante en el que se consagra el Santo Crisma y se bendicen los Santos Óleos para todo el año, y los presbíteros  renuevan las promesas sacerdotales. El papa Francisco no fue, ya estaba muy enfermo, pero sí acudió, esa tarde, a primera hora, a la cárcel de Roma, a visitar a los presos y rezar con ellos.

No digo más.

viernes, 13 de junio de 2025

Actualización fin de semana del 14-15 de junio de 2025.

Si el tiempo de la semana que viene fuera un niño pequeño haciendo lo que no toca, y yo su papá, le dría, “no, no, no. Eso no está bien. Eso no se hace”.

Porque así va a ser la semana que viene, mala, mala, mala. Y podría ser infinitamente peor, si entrara el poniente, o sea que después de todo, a callar.

Seguiremos con vientos de levante, afortunadamente, pero con temperaturas exageradas e improcedentes para no estar aún en verano que empieza el sábado, 21 de junio, a las 4,42 horas.

Este año viene bravo.


A la luz de los clásicos.


 

En los venturosos últimos años de mi vida profesional disfruté impartiendo filosofía en 4º de ESO. Uno de los objetivos que tenía es que mis alumnos se dieran cuenta de cómo los clásicos pueden iluminar nuestro presente y ayudarnos no solo a entenderlo, sino a transformarlo.

Para ello, una de las actividades que les propuse, y así lo hicimos, fue escuchar cada clase, al principio, a Cicerón y a Marco Aurelio. Les di un libro, primero de uno y después del otro, y de uno en uno tenían que buscar una cita que les llamara la atención. La clase empezaba cada día con un  alumno que leía la cita que había seleccionado, decía por qué la había elegido y la explicaba. A veces surgía debate, a veces no. Luego le entregaba el libro a un compañero que tenía que hacer lo mismo para la clase siguiente.

La experiencia fue muy interesante, a veces divertida, otras muy seria y profunda, pero lo que quedó muy claro es que aquella gente no estaba tan lejos como pensábamos y que, después de todo, no hay nada nuevo bajo el sol. Que en ciencia y tecnología habremos avanzado mucho, pero en pensamiento, estamos casi igual. O igual.

Este recuerdo me ha venido a la mente leyendo un artículo del periódico El Debate en el que cita cinco tuits de Pérez-Reverte sobre Pedro Sánchez, iluminando su actuación en La Moncloa, con la poderosa luz de los clásicos. Parece como si hubieran estado aquí, como si lo estuvieran viendo y oyendo todo.

Ni el PSOE ni España merecen lo que está sucediendo con este Gobierno desde hace ya demasiado tiempo. La multitud de socialistas honestos, trabajadores, convencidos del proyecto de su partido, no lo merecen. La totalidad de la ciudadanía tampoco.

 «Vencidos o rendidos, iban a morir igual. Una sola diferencia había: si exhalaban su último aliento entre las burlas y afrentas de la gente, o lo hacían con un acto de valor. Pero Vitelio hacía oídos sordos a tales consejos».

Cornelio Tácito.

«Régulo es difícil de derrotar, poderoso, intrigante, adulado por muchos y protegido por el miedo que le tienen muchos otros; y el miedo es a menudo más poderoso que el amo».

Plinio el joven.

«Una gran multitud de parásitos grita elogios y te aplaude, Pomponio, porque les das bien de comer, no por ti mismo».

Marcial.

«¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo te burlarás de nosotros? ¿Dónde llega tu loca osadía? ¿Cómo no te hacen desistir de tu locura la vigilante guardia de palacio, ni los centinelas de la ciudad, ni el temor al pueblo?»

Cicerón.

«Con estas disposiciones quedó la ciudad tan dócil y tan embobada con el poder de Numa, que aceptaba las cosas más absurdas y las más evidentes mentiras, no admitiendo que hubiera nada de increíble en cuanto él proponía».

Plutarco.

No hay más que sustituir los nombres de Régulo, Pomponio, Catilina y Régulo por el de quien todos sabemos. El resultado, por claro y rotundo, estremece.

No, ni el socialismo ni los ciudadanos merecemos esto.

miércoles, 11 de junio de 2025

Puigmal. Bodas de oro.


Este año, el 20 de julio, serán mis bodas de oro con los Pirineos. Hará ese día 50 años que subí mi primera montaña pirenaica. Tenía yo entonces 19 años.

Desde niño me atraía fuertemente todo lo relacionado con la naturaleza y en particular con las montañas. En la adolescencia empecé a hacer acampadas y campamentos, lo que me fue acercando más a lo que me gustaba.

El proceso fue gradual. Empecé por subir a una pequeña loma que hay en La Cañada, donde veraneábamos, cerca del chalet; Se llama “El panquemao”. El siguiente paso fue el Capurucho, en Fuente La Higuera con mis padres, donde acabábamos los veranos. Luego llegó la Calderona, con la Mola, el Oronet, Rebalsadores… Y la Serranía, con el pico de Chelva. De ahí salté al Javalambre, ya en la raya de los 2000 metros.

Mientras tanto, casi todos los años íbamos a Lourdes, y al cruzar los Pirineos me quedaba asombrado, pensando, algún día vendré y subiré alguna de estas montañas. Y ese día llegó, fue el 20 de julio de 1975.

Estaba en Nuria, hospedado en el hotel con mi familia. Una mañana mi hermano y yo dijimos a mis padres que nos íbamos a esas “manchas de nieve” que se veían desde el lago. Ya volveríamos a comer.

El caso es que llegamos a la más próxima y desde ella vimos otra más alta, y subimos. Desde allí se veían más, más altas y más grandes, y hacia allí nos fuimos. El caso es que de helero en helero, casi corriendo, entusiasmados, con el vigor de los 18 y 19 años, llegamos a un alto donde habría quince o veinte personas. Recuerdo una cruz y otros símbolos, las nubes blancas y algodonosas a nuestra altura, un cielo muy azul, y un horizonte inmenso que me resultó sobrecogedor, como la luz que aún recuerdo, y que siempre he vuelto a buscar en las cimas durante casi cincuenta años.

Preguntamos, ¿qué es esto? Imagino la sorpresa que causaría la pregunta. ¿Esto?, el Puigmal, nos contestaron. Habíamos ascendido, sin saberlo siquiera, a la montaña más alta del valle de Nuria, una de las más importantes para Cataluña y de las más conocidas y prestigiosas del Pirineo oriental. Casi un 3000, 2913 metros sobre el nivel del mar.

Poco tiempo estuvimos en la cima, pues había que bajar a comer. Recuerdo también, como en un sueño, descender corriendo por prados verdes y floridos, saltando arroyos, chapoteando en aguazales, deslizándonos por heleros, felices y satisfechos, exultantes.

Cuando mi padre nos preguntó dónde habíamos estado y le dijimos, en el Puigmal, no daba crédito, pues él sí sabía qué era aquella montaña y lo que significaba.  

Y resulta curioso que lo que nos impulsó a llegar a aquella cima no fue el nombre, ni su altura, ni su prestigio y fama, pues nada de eso sabíamos. Fue la altitud, la tierra elevada contra el cielo, la luz de allá arriba. Esa fuerza formidable que solo los montañeros libres de polvo y paja conocen, y que nos impulsa a alcanzar ese punto en el límite de la tierra de los hombres, esté donde esté, tenga la altura que tenga, se llame como se llame.

Ha sido mi relación con las montañas, diría que muy tradicional. Empezó con el enamoramiento cuando era niño, pasé al noviazgo durante la adolescencia, para acabar en boda aquel día. Y no lo sabía al subir, pero ya lo tenía claro al bajar. Los Pirineos serían mis compañeros del alma, para el resto de mi vida. Y para el resto de nuestra vida, por eso allí volvimos, Isabel y yo, en el viaje de novios. Queríamos que fuera la primera que subíamos de casados.

Seis veces he hollado su cima hasta hoy, en verano, invierno, primavera y otoño. Solo y en compañía. Desde los cuatro puntos cardinales. Y siempre ha sido una ascensión muy especial.

Lamentablemente hace muchos años que no voy por cuestiones del todo ajenas a la montaña, pero por encima de la sombra oscura que ha caído sobre aquella hermosa y bendita tierra, el Puigmal, y su luz, sigue siendo el primer capítulo de una maravillosa historia de amor.

El Puigmal desde el norte.

El valle de Nuria, con el santuario, durante la ascensión.

Uno de los muchos símbolos de la cima.

Fragmento de la obra Canigo de Jacinto Verdaguer, en una placa en la cima.


martes, 10 de junio de 2025

Tontos y sin principios.


 

Están machacándonos últimamente en la tele con un par de anuncios de un banco que me impactó por lo desagradable y lo ofensivo, hasta el punto de que si tuviera alguna relación con dicha entidad, la cancelaría, aunque me costara trabajo.

Lo identificaréis enseguida. Son en blanco y negro. En uno de ellos aparece una señorita hablando a gritos a un supuesto equipo deportivo, en plan mitin, (forma de hablar que nunca he soportado), a una audiencia que escucha muy atenta y que corrobora su discurso con gestos y palabras, para acabar demostrando que no se enteran de lo que les está diciendo, que escuchan arrebatados por la elocuencia y las formas de la susodicha sin entender lo que realmente dice. O que son tontos.

En el otro, de la misma forma, (nunca he escuchado a nadie que me hable de esa manera), se les invita a un grupo de adultos, cada uno con su niño, a una carrera para obtener ciertos beneficios económicos simbolizados por un móvil sobre una silla, que es la meta de la carrera. Y son los niños los que salen, excepto una mujer que, se entiende que haciendo trampa, es la que lo consigue. Gana la tramposa.

Nos ven como tontos y sin principios.

Siento vergüenza ajena por cómo tratan a la gente, cómo nos tratan. Como tontos, manipulables y miserables, que escuchamos arrobados a cualquier charlatán grandilocuente y que nos matamos por alcanzar un beneficio material insignificante aunque sea de un modo deshonesto.

Y ahí está el problema. Porque el problema no son unos anuncios de mal gusto, el problema es que el equipo de publicistas contratado por el banco ha vendido su producto con el convencimiento de que mejorará  los resultados de la entidad. Y si lo hacen es porque han comprobado que así será.

Es decir, saben que hay quienes ante estos anuncios, no solamente no se indignan, sino que les mueven a seguir lo que se les indica. Unos anuncios desagradables y chabacanos que dejan la dignidad de las personas a la altura del betún.

Pero si están es porque sirven. Esto es lo terrible. Los anuncios me molestan. Pero el que de verdad sirva para mejorar los resultados del banco es lo que me preocupa, y además me da miedo y pena.

Por lo que significa.

¿Qué banco es?

lunes, 9 de junio de 2025

La otra selectividad.


 

Todos los años, desde hace ya demasiados, llegados a estas fechas, tras la selectividad, llega otra selectividad, ésta más profunda y con unos resultados siempre tristes.

Hablo de Magaluf, de ese viaje masivo de miles y miles de jóvenes que ponen fin a una etapa de su vida de un modo tan hueco y decepcionante, poniendo en evidencia el fracaso de un sistema educativo que no les dota de la madurez necesaria para decir que no a ser víctimas de semejante negocio.

Pero eso no pasa con todos. Hay algunos que son capaces de encontrar alternativas a este modo de acabar su vida escolar. Por eso digo que esto es la otra selectividad.

He conocido bonitos ejemplos. Viajar por Europa en tren o en coche, haciendo las mil cosas posibles que a esa edad se pueden hacer, es la alternativa más frecuente.

Sí, ya sé que alguien puede decirme que eso lo hacen los friquis, los que no están integrados, los raros… Es posible, pero si para estar en el calor del grupo hay que renunciar a los propios criterios, incluso a rasgos importantes de la propia personalidad, y uno es capaz de no hacerlo, con respeto y sin despreciar a nadie, ni sentirse superior, es de admirar.

Tampoco quiero decir que caer en ese viaje sea una gran desgracia, un desastre, ni que tenga por qué tener consecuencias indeseables, solo que me parece una triste forma de acabar una etapa importante de la vida y de entrar, en el mundo de los adultos. Y además yo lo veo, como ya he dicho, como un indicador del fracaso de la educación de nuestros niños y adolescentes, por parte de todos.

Nunca olvidaré a un padre que cuando llevó a su hijo al puerto, abatido, me dijo: me dio la sensación de llevar al chaval como a un cordero al matadero. No vi personas, vi un rebaño inconsciente pero feliz. E imaginé gente frotándose las manos y babeando de placer ante la perspectiva de sustanciosos beneficios… Y eso me dolió mucho.

Sí, lo veo como otra selectividad. Pero en esta, la mayoría suspende.

domingo, 8 de junio de 2025

Verano moderado.

Semana puramente estival. Temperaturas máximas alrededor de los 30, más bien algo por encima. Mínimas, difícilmente bajando de 20, pero sin alejarse de ahí. El viento, entrando todos los días del este sureste, flojo, y el cielo, con nubes pero sin faltar el sol cada día.

En cuanto a las lluvias, habrá que ver. Parece que entra una DANA por el oeste de la península que traerá tormentas importantes a muchas partes y que aquí no llegarán, aunque tal y como se ve hoy, el martes y el viernes podría acercarse alguna, poca cosa.

Remarco lo de hoy porque estas perturbaciones y en verano, pueden dar sorpresas. Solo con que entrara un poco más al sur de lo que parece que entrará, cambiaría todo, pudiendo entonces ser las tormentas muy importantes por aquí.

Ya veremos qué pasa.


La torre de Babel.


 

Es interesante observar cómo las ideologías, unidas a intereses ajenos a ellas, pero tras las que se ocultan, alteran profundamente la percepción de la realidad, hasta el punto de afirmar la cuadratura del círculo, o que la tierra es plana porque yo la veo así, con absoluto convencimiento.

El espectáculo patético, patético significa que da pena, que con la cuestión de las lenguas estamos montando día tras día en este país, es una buena muestra de esto que he dicho.

Si prescindimos de ideologías e intereses, el problema dejaría de serlo en un santiamén. Porque el multilingüismo de España no es un problema, es cuanto menos una riqueza; el problema surge cuando esta realidad la vemos desde una ideología determinada y con unos intereses más o menos ocultos tras ella. Lo que vemos entonces ya no es la realidad, sino mi realidad particular, por lo que cualquier acuerdo es imposible con quien vea otra realidad, aunque sea la real.

Creo que hay unas pocas afirmaciones sobre las que poder llegar a acuerdos, pero claro, habría que quitarse los prejuicios ideológicos y dejar a un lado determinados intereses para afrontar esta tarea.

1º.- Cuando se reúnen un grupo de personas de lenguas diferentes, lo natural, lo lógico, lo práctico, lo eficaz, para facilitar la comunicación, es utilizar, si tenemos la fortuna de que exista, la lengua que conozcan todos, sea lo que sea. Todo lo demás es, cuanto menos poco práctico, y como más, mala educación o una provocación.

2º.- En un país con diversas lenguas todas deben ser respetadas y apoyadas, porque las lenguas son algo más que un instrumento de comunicación. Son historia, cultura e identidad. Y deben ser respetadas, y cuidadas siempre y todas por igual.

3º.- Una lengua no se puede imponer, porque no es el territorio en el que se nace, sino el devenir de la vida de cada persona, el que le dota de la lengua o las lenguas con las que va construir su existencia. Y cualquier persona debe sentirse y ser libre para hacerlo como crea que debe y puede hacerlo, haya nacido donde haya nacido y viva donde viva.

4º.- Cuando una lengua, en vez de ofrecerse, donarse como lo que es, un gran regalo, se impone a base de exclusión sistemática de otra, de persecución, de legislación no consensuada, de multas, exhibe su debilidad y se condena a una reacción en contra que tarde o pronto llegará. Siempre pasa cuando se machaca la libertad. Es el peor servicio que se le puede hacer. Pan para hoy y hambre para mañana.

Creo que ninguna de estas cuatro afirmaciones es descabellada. Se basan en los derechos humanos, el respeto a la libertad de las personas, y me atrevería a decir, el sentido común.

Pero no son asumibles por demasiada gente en este país, cegados por ideologías contrapuestas, incapaces de superar la historia, y con intereses particulares, a menudo inconfesables.

El problema de las lenguas es la punta del iceberg de un conflicto no superado. El de una España inviable como la querrían unos, e igualmente inviable como la querrían otros. Curiosa paradoja esta, cuando la inmensa mayoría quiere la que tenemos, la que fuimos capaces de alumbrar en aquella transición que también quieren arrebatarnos. Y creo que esta es la sencilla realidad.

viernes, 6 de junio de 2025

Actualización fin de semana del 7-8 de junio de 2025.

Fin de semana de verano, sin excesos. Mañana, cielos despejados, el domingo algo más nubosos pero con sol. El viento, afortunadamente sigue de levante, y las temperaturas, menos calurosas el domingo que el sábado. Máxima de  27, mientras que mañana se acercarán a los 30 o poco faltará. Las mínimas entre 18 y 19 los dos días.

Y de lluvia nada de nada. No pinta bien la cosa, un verano que entra en tromba y con poca agua, mal rollo. Por otras muchas partes sí llueve y en abundancia.

En fin, veremos. Sigue salvándonos el levante, sobre todo porque el mar aún está fresquito. Cuando se vaya calentando…


jueves, 5 de junio de 2025

El niño pobre, de Juan Ramón Jiménez.


 

Este poema de Juan Ramón Jiménez, largo pero fácil de leer, vuelve una vez más sobre el tema de la infancia, y de un modo especial sobre la infancia desfavorecida. El mismo título, El niño pobre, lo dice todo.

Os aconsejo que lo leáis sin más comentario, y después del mío, volvedlo a leer. Es muy bonito y muy triste.

Le han puesto al niño un vestido

absurdo, loco, ridículo;

le está largo y corto; gritos

 de colores le han prendido

 por todas partes. Y el niño

 se mira, se toca, erguido.

 Todo le hace reír al mico,

 las manos en los bolsillos...

 La hermana le dice –pico

 de gorrión, rizos lindos

 los ojos, manos y rizos

 en el roto espejo–: «¡Hijo,

 pareces un niño rico…!».

 

 Vibra el sol. Ronca, dormido,

 el pueblo en paz. Solo el niño

 viene y va con su vestido...

 viene y va con su vestido...

 En la feria, están caídos

 los gallardetes. Pititos

 en zaguanes... Cuando el niño

 entra en casa, en un suspiro

 le chilla la madre: «¡Hijo

–y él la mira calladito,

 meciendo, hambriento y sumiso,

 los pies en la silla–, hijo,

pareces un niño rico...!».

 

 Campanas. Las cinco. Lírico

 sol. Colgaduras y cirios.

           Viento fragante del río.

La procesión. ¡Oh, qué idílico

 rumor de platas y vidrios!

 ¡Relicarios con el brillo

 de ocaso en su seno místico!

 ...El niño, entre el vocerío,

 se toca, se mira... «¡Hijo,

le dice el padre bebido

–una lágrima en el limo

 del ojuelo, flor de vicio–,

 pareces un niño rico...!».

 

 La tarde cae. Malvas de oro

endulzan la torre. Pitos

despiertos. Los farolillos,

aún los cohetes con sol vivo,

 se mecen medio encendidos.

Por la plaza, de las manos,

bien lavados, trajes limpios,

vienen ya los niños ricos.

El niño se les arrima,

y, radiante y decidido,

 les dice en la cara: «¡Ea,

yo parezco un niño rico!»

 

Nos habla de un niño pobre al que han vestido, para las fiestas del pueblo, con lo que tienen en casa. El resultado es loco, ridículo. Diríamos que es un fantoche, un esperpento. Pero el niño está contento con su vestido de fiesta, de niño rico.

En la primera estrofa nos cuenta cómo lo visten, y frente al espejo roto, su hermana le dice, hijo, pareces un niño rico. Él está feliz. Se ríe, se yergue, se toca.

En la segunda se adivina que el niño ha salido a la calle con su vestido. A estrenarlo. A exhibirlo. Es mediodía, no hay nadie. Y cuando vuelve a casa, hambriento, ¡quién sabe qué comerá!, es su madre la que le dice, le grita, hijo, pareces un niño rico.

En la tercera, cae la tarde, la procesión, ya las calles se llenan de gente, y es entonces cuando el padre, bebido, se lo encuentra en el bullicio de la fiesta, y le dice también, hijo, pareces un niño rico.

En la cuarta, tras la procesión queda el ambiente de día grande, cohetes, farolillos, gente bien vestida y se encuentra entonces con los niños ricos. Y el niño pobre, radiante, decidido, diríamos feliz, se les arrima y les dice, «¡Ea, yo parezco un niño rico!»

No hace falta una quinta estrofa, ¿verdad? Queda en el aire, escrita en el aire, tan cierta y tan triste como si estuviera escrita en papel. Grandeza de la literatura que habla a menudo más allá de las palabras.

Es este magnífico poema una auténtica obra de arte. Nos pinta con palabras un cuadro perfecto. Observad en las tres primeras estrofas una palabra clave en cada una. Roto, el espejo. Hambriento, el niño. Bebido, el padre. No son palabras puestas al azar. Cada palabra es como una certera pincelada.

Como en la última. No dice soy, dice parezco. Él lo sabe, la realidad se impone dura, cruel, más allá de la ilusión. Pero en ese momento, el niño vive la ilusión. A fin de cuentas es un niño, y solo ellos son capaces de, aun conociendo y sufriendo la realidad, elevarse sobre ella a ese mundo ideal vedado a los adultos.

Para muchos, demasiados, es su única forma de sobrevivir.

miércoles, 4 de junio de 2025

Receta. Sopa de cebolla al huevo.


 

Me gusta la cebolla, de cualquier forma. Soy cebollero. Por lo tanto es natural que me guste la sopa de cebolla, plato muy francés, por cierto. Pues bien, un día de estos me apetecía cenar sopa de cebolla según la receta que tengo en el blog, pero me faltaba un ingrediente básico, el queso rallado. Por otra parte tenía medio paquete de torta de gazpacho bambando por la despensa ya unos días.

Entonces se me ocurrió esta receta. Y me encantó.

Ingredientes para dos personas:

Una cebolla grande.

Tres o cuatro ajos.

Dos o tres puñados de torta de gazpacho.

Pimentón dulce.

Vino blanco.

Media pastilla de caldo de carne.

Agua.

Sal y pimienta en polvo.

Dos huevos.

Queso rallado. Podría añadirse también.

Empezamos por sofreír la cebolla troceada, no picada, con los ajos. Cuando ya estén doraditos, añadimos el pimentón dulce, removemos para que no se queme y enseguida un vaso grande de agua y otro de vino blanco, la pastilla de caldo y la pimienta. Lo llevamos a ebullición y tras cinco minutos (probamos el punto de sal) añadimos la torta de gazpacho.

Atención ahora. Diez minutos de cocción, removiendo y controlando que no se quede sin caldo. Si así ocurriere, añadiremos vino y agua a partes iguales, hasta obtener una sopa densa pero caldosa. Y entonces dejamos caer los dos huevos y removemos el conjunto durante unos minutos a fuego medio hasta que quede todo bien trabado.

Así está buenísima, pero aún podemos darle una vuelta más. Espolvorear con queso rallado y gratinar.

El plato es, sencillamente exquisito, sano y barato.