FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Parece que sí lloverá, pero ¡cuidado!

He esperado hasta el último momento para hablar del tiempo de esta próxima semana porque para llegar al punto en el que estamos, ha sido un proceso confuso.

Desde el martes o miércoles de la semana pasada había modelos que ya hablaban de lluvias muy fuertes o torrenciales a principios de esta semana y otros que no daban nada de lluvia, incluso sol.

El mismo viernes, en la actualización del fin de semana, seguía habiendo dos pronósticos contrarios, uno hablando de mucha lluvia, el otro de nada o como más alguna llovizna.

A lo largo de ayer y hoy parece que la previsión se ha decantado por la lluvia, hasta el punto de decretar la alerta roja en toda la provincia de Valencia, y naranja en casi toda la Comunidad.

Todo esto me resulta muy extraño, así que sigo pensando que mañana puede pasar de todo. Desde otra barbaridad histórica, como la que tuvimos hará once meses exactos, hasta chubascos muy localizados y dispersos dejando zonas con apenas lloviznas.

En cualquier caso la alerta roja está muy bien, aún en el caso de que luego viéramos que no hacía falta tanto; no sería la primera vez. Más vale prevenir que curar, y como gato escaldado del agua fría huye…, pues eso.

El martes podría seguir lloviendo pero menos, o incluso ya nada, y el resto de la semana sol, nubes y temperaturas ya cómodas y en paulatino ascenso desde los 21 de máxima del martes hasta los 27 del sábado. Oscilando las mínimas entre los 17, y los 20; un pelín altas todavía. Y en cuanto al viento, flojo con predominio de este y sureste, con algún día de noroeste.

En fin, mucha atención y mucho cuidado mañana y pasado. Hace muchísima falta que llueva, pero puede hacerlo de muy mala manera por exceso o de muy mala manera por defecto.

Ya veremos.

sábado, 27 de septiembre de 2025

¡Ojalá no lo rompan!


 

En estos tiempos en que toda realidad se politiza enfundándola en el corsé derechas-izquierdas impidiendo así su adecuado análisis, creo que es muy importante intentar elevarse sobre esa gran mentira, lo cual no es fácil, pues la presión social parece obligarte a pensar y decir lo que el “bando” al que perteneces dice que debes pensar y decir.

En las excursiones que hago por ahí, muchas veces almuerzo o como en bares de pueblos o de polígonos industriales, y como lo hago en días laborables, puedo ver el ambiente cotidiano de estos lugares donde casi siempre se come bien o muy bien, y a muy buen precio.

Y puede decir que en muchas ocasiones me he encontrado almorzando o comiendo en lugares donde los nacidos en España somos la inmensa minoría. Gentes que habrán venido, ellos sabrán cómo y por qué, de América, de África, de Europa del Este…, charlan, ríen, y comen sus bocadillos con los cacahuetes y las olivitas, el vino con gaseosa o la cerveza, y muy a menudo el carajillo para acabar. Y están haciéndolo junto a la gente del pueblo de toda la vida, para quienes trabajan o con quienes trabajan.

¡Y qué queréis que os diga! Me gusta que esto sea así, más aún, me encanta que así sea y deseo que siga siendo. Y temo que la extrema polarización a la que estamos llegando acabe rompiendo este panorama de integración y madurez social.

Y ahora se entenderá el porqué del párrafo inicial de esta entrada. El tema de los inmigrantes no lo podrá resolver jamás un partido con sus socios que representa como más a medio país, sino un amplio consenso entre los partidos mayoritarios que tendrían como primera obligación ponerse de acuerdo en este y otros temas, para mantener a raya a los radicales, sean quienes sean.

Es un tema muy complejo, lo sé, y hay mucho trabajo aún por hacer, pero con serenidad, analizando la realidad, buscando acuerdos, pensando en las personas, en las que vienen de fuera y en las que estamos dentro desde siempre. Y pensando también en los valores culturales y sociales a los que con tanto esfuerzo, durante siglos, hemos llegado en Europa. Ni frases lapidarias, ni slogans, ni estadísticas sesgadas. Todo eso está de sobra. Como los arrebatos emocionales y demás parafernalia tan absurda y ridícula como peligrosa.

Esos almuerzos o comidas en entornos rurales o industriales, donde se ve a la gente que han venido de fuera, codo a codo con los que aquí estamos, trabajando, son para mí un bonito y tonificante espectáculo. ¡Ojalá nadie lo rompa! Ni los que lo quieren romper ni los que dicen defenderlo, pues tan peligrosos son los unos como los otros.

viernes, 26 de septiembre de 2025

Actualización fin de semana del 27-28 de septiembre de 2025.

Me hubiera gustado escribir que a la espera de…, tendremos un fin de semana casi de verano. Pero lo del fin de semana casi de verano sí va a ser verdad, pero lo de la espera…

En fin, parece que nos acercamos a la tercera decepción de este otoño. De momento, como he dicho, mañana y pasado calor a medio día, 30 grados o algo más, y noches suaves, ni siquiera frescas, por bajo de 20, eso sí.

El viento, flojo del noroeste mañana y de levante el domingo, día en que el cielo estará más nuboso y en el que, según algunos modelos, podríamos tener alguna ridícula llovizna hacia medio día o por la tarde. Veremos.

Vuelvo a repetir que a la espera de cómo acabe septiembre, llevaremos cuatro meses con 25 litros y muchos días de un calor excesivo. Sí, es cierto que en otras partes, no lejos de aquí, ha llovido algo más, pero lo que es aquí, ya veis. Un desastre.

Y suma y sigue.


lunes, 22 de septiembre de 2025

Pero... yo no quiero ser emperador.


 

Leyendo en una novela los terribles acontecimientos de la noche de los cristales rotos, en Viena, el año 1938, no he podido menos que pensar cuan cerca estamos otra vez de atrocidades como aquella.

No hemos aprendido nada, y repetimos la historia de un modo insensato y suicida, creyendo que estamos avanzando, progresando que dicen, cuando en realidad, como si fuera una maldición, volvemos una y otra vez a la casilla de salida, como si de un juego siniestro se tratara, un juego sin fin, donde el horror y la muerte son pasos obligados cada cierto tiempo.

La semilla del mal está echada, y la cuidan con esmero, para que su crecimiento beneficie a unos pocos, a los que la cuidan. Los demás, la inmensa mayoría, o les siguen creyéndose libres, adhiriéndose a su discurso, o nos resistimos como podemos, si es que podemos.

Hitler convenció al pueblo alemán de que la causa de sus males eran los judíos, y que ellos eran superiores. Y millones de alemanes le creyeron. El mundo se divide en buenos y malos, nosotros somos los buenos y a los malos hay que exterminarlos. Es así de simple.

La fórmula siempre funciona. Simplificar la realidad, crear un nosotros y un ellos antagónicos e irreconciliables y fabricar unos pocos slogans y consignas para arengar a las masas. Y eso sí, unos medios de comunicación vendidos al poder.

Cuando se nos olvida que lo importante es el hombre, su dignidad, su libertad, su vida, entramos en el lado oscuro. Judíos, cristianos, musulmanes, rusos, americanos, chinos, de derechas o de izquierdas, gays o heteros, independentistas o no independentistas… Todos son antes que nada personas, con derecho a una vida en paz y libertad estén donde estén.

Sueño a veces en la utopía de que la gente, la inmensa mayoría, diera un corte de mangas planetario a los poderosos que en nombre de banderas, resquemores históricos, supuestas superioridades, ocultando con ello objetivos inconfesables, juegan con la vida de millones de personas como si peones de ajedrez fueran, fuéramos.

Por todo esto, quiero recibir al otoño añadiendo a esta entrada dos fragmentos del discurso final de Charles Chaplin en el Gran Dictador. ¡Qué terriblemente actual resuena en nuestros días!

 

Pero... yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

 

¡¡¡Feliz otoño!!!

Bienvenido sea el otoño. ¡Ojalá se comporte!

Hoy, a las 20,19 horas de la mano del equinoccio entra el otoño. Es la estación que más me gusta del año por muchos motivos, uno de los cuales es que queda lejos del próximo verano. Aún quedarán después el invierno y la primavera, antes de una nueva tortura.

Antes no era como ahora. El verano era también bonito, tenía su gracia, se pasaba bien, no había que soportarlo, como ahora. Aun así siempre he preferido el otoño. El frío ganando terreno, los días más cortos, los cielos grises y los azules, que también los hay, más azules, la lluvia, también antes llovía más,  y sobre todo el espectáculo que la naturaleza nos ofrece cada año.

Para recibirlo, con la esperanza de que no sea como han sido los dos últimos, el pasado no llovió demasiado pero cuando lo hizo fue a lo bestia, y el anterior no llovió prácticamente nada, comparo unas fotos de un otoño en el valle de Tena.































 


domingo, 21 de septiembre de 2025

Refrescará por fin, pero no lloverá.

De las dos sorpresas que podía traernos la primera semana del otoño, una de ellas no va a ser. No va a llover, o lo sumo mañana llovería como hoy, es decir, nada, solo para ensuciar, esta madrugada. El paraguas gigante que tenemos sobre el golfo de Valencia sigue bien abierto, y sin intención de cerrarse.

Tengamos presente que en todo el verano meteorológico, de junio a agosto, hemos recogido tan solo 24 litros, y septiembre, a este paso, acabará con dos o tres como más. Muy mal. Al norte al sur, al este y al oeste sí ha llovido más.

Lo que sí llega ya es un claro refrescamiento, muy “constipador” por lo brusco que va a ser. El día más fresco será el miércoles en que las temperaturas oscilarán entre 14 y 25. Y en cualquier caso, parece que las máximas ya no superarán los 30 y ni las mínimas los 20. Todo un alivio.

Pese a eso, hacia finales de la semana algunos modelos dan otro subidón de las máximas que volverían a superar los 30. Las mínimas ya no remontarían demasiado. Esperemos que se equivoquen.

El viento, entraría flojo, aunque se notará, del noroeste, mañana y pasado, para volver al este y sureste el resto de la semana. Y el cielo, con nubes y claros excepto mañana en que luciría el sol todo el día.

Y como ya he dicho, de lluvias, aquí, nada de nada. Y no será que ya va haciendo mucha falta. Pero ese paraguas del que hablo…


viernes, 19 de septiembre de 2025

Actualización fin de semana del 20-21 de septiembre de 2025.

No se va el calor todavía. Aquí no. Y no va a llover. Al menos durante este fin de semana seguimos con este verano largo, largo, largo.

Las temperaturas máximas serán de 30 grados o más, y las mínimas, algo por arriba de 20. El viento, del noroeste mañana y del sur el domingo que será menos nuboso que el sábado, flojo ambos días.

En resumen, ningún cambio a la espera de la semana que viene que puede darnos algunas agradables sorpresas con la llegada del otoño astronómico, porque el meteorológico que ya empezó el 1 de septiembre, se ha notado bien poco.


miércoles, 17 de septiembre de 2025

Rabia, asco y tristeza.


 

Dicen que es importante identificar y verbalizar los sentimientos. Y eso es lo que he intentado hacer ante los últimos acontecimientos que están sucediendo en Palestina y fuera de ella. Y estos son rabia, asco y tristeza.

Me da rabia, asco y tristeza lo que Israel está haciendo en Palestina. No es la forma de resolver el grave problema que tienen. A ningún sitio al que valga la pena llegar se va a llegar por ese camino. Es increíble que sean los judíos quienes están haciendo esto. Las víctimas, miles y miles de inocentes.

Me da rabia, asco y tristeza lo que Hamas está haciendo en Palestina e Israel. Tampoco es la forma de llegar a la creación de un estado independiente en una región en paz. Las víctimas, las mismas, el pueblo al que dice defender, y que utilizan de arma y escudo en su lucha suicida.

Me da rabia, asco y tristeza lo que Europa y Estados Unidos están haciendo ante esta tragedia. Anteponer sus propios intereses, sus estrategias geopolíticas y económicas, a la justa resolución del conflicto. Las víctimas quedan lejos de nuestras fronteras.

Me da rabia, asco y tristeza la postura del Gobierno de España ante esta situación, manipulando a la gente una vez más, para seguir alimentando el paradigma falso de las derechas y las izquierdas, enfrentando así a los ciudadanos con un discurso simplón y maniqueo que impide un análisis sereno y objetivo de la realidad. No les tembló el pulso para dejar a los saharauis en manos de Marruecos.

Me da rabia y tristeza, que no asco, toda esa gente de buen corazón que están siendo manipulados, creyendo que es verdad lo que les dicen, que son libres, cuando en realidad son títeres en manos de políticos sin conciencia que los utilizan para sus propósitos inconfesables. Nada de esto ha sido espontáneo, aunque lo parezca; responde a un plan trazado de antemano con objetivos concretos.

Así lo veo yo. La resolución de ese largo y terrible conflicto nada tiene que ver con la polvareda mediática que se ha montado en España. A quienes la han orquestado les importa un bledo lo que pase o deje de pasar en Palestina. Los de la gente que se manifiesta, en su mayoría, sí son el fin de la matanza, y una Palestina libre y en paz.

Es con lo que me quedo.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Sigue el calor e igual llueve.

Tal y como se preveía iniciaremos hoy una semana plenamente estival. Temperaturas máximas siempre algo por arriba de los 30 y mínimas también por arriba de 20. Sin excesos, pero eso, en septiembre, ya es un exceso.

El cielo, más o menos nuboso, según días, y el viento flojo y de componente marítimo; lo único bueno. Y También sería bueno que se cumpliera la previsión de que a partir del viernes lloverá.

Porque eso es lo que dicen hoy algunos modelos. ¡Ojalá se cumpla! pues andamos otra vez  por mal camino.. Desde Junio hasta hoy han caído tan solo 25 litros.

Veremos si no tenemos otra decepción.


domingo, 14 de septiembre de 2025

Fiestas del Cristo 2025.


 

Corría el mes de junio de 1982 cuando de la mano de Vicente Folgado llegué a Ribarroja. Era párroco don Ismael Roses y vicario don Rafael Calatayud. Viniendo por la carretera desde Manises, cuando se vieron por primera vez los campanarios, recuerdo que Vicente, que amaba profundamente a su pueblo, me dijo, ahí está la iglesia, y dentro el Cristo, ya lo verás.

Desde entonces, cada vez que en mis correrías por los bonitos y queridos montes que envuelven el pueblo contemplo la iglesia, me gusta verla como la veía mi amigo Vicente, pensando que ahí está el Cristo, con los brazos abiertos, protegiéndonos y esperándonos.

Puedo decir que me lo presentó, ya en la capilla, como a un amigo muy, muy querido. No sabía yo entonces que aquella imagen la habían traído a hombros, desde la parroquia de San Miguel y San Sebastián, en el año 1942, justo desde la parroquia en la que estaba yo en Valencia. La guerra quedaba aún muy cerca; imagino el inmenso significado que entonces debió tener la entrada de esa imagen tan querida en el pueblo. A mí, esa coincidencia me ha parecido siempre una bonita e inmerecida casualidad. O no tan casualidad; a veces pienso que fue esta una forma de recordarme que andaba junto a mí, en el camino de mi vida.

Y con la perspectiva que da los años, creo que así ha sido. Recuerdo que la primera vez que me encontré de un modo plenamente consciente con Cristo fue en mi adolescencia, de la mano del teólogo y arqueólogo jesuita Teilhard de Chardin. Sus libros me descubrieron ese Cristo, alfa y omega, que da sentido al universo entero, a la historia y como consecuencia a nuestras vidas. A mi vida.

Ese Cristo que, “a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo pasando por uno de tantos, sometiéndose incluso a la muerte, y una muerte de cruz”. Flp.2,6-11.¡Cuántas veces este Cristo ha sido la curación de las heridas que mi humana y triste vanidad me ha infringido!

Ese Cristo que, inmensamente afligido, grita, “Dios mío ¿por qué me has abandonado?” Sal.22,1. desde lo más profundo del sufrimiento humano. Y muere, venciendo así a la muerte en el maravilloso y sorprendente domingo de Pascua. ¡Cuántas veces me he encomendado a ese Cristo, poniendo en sus brazos abiertos mis días oscuros, mis miedos, mis limitaciones, mis errores, con la esperanza de que todo eso se ilumine con su luz!

Cuando no conocía todavía a casi nadie en Ribarroja, el Cristo fue como un increíble e inesperado anfitrión que me recibía en su pueblo, entre su gente, y me hacía sitio. A eso me ayudaron mucho los festeros del año 1986 que me acogieron metiéndome de lleno en la fiesta. No solo iba así entrando en un pueblo que sería el mío y el de mi familia para toda la vida, sino que lo hacía por el camino más hermoso posible, las fiestas en honor al Cristo, al Santísimo Cristo de los Afligidos.

Cada 14 de septiembre, tras la procesión, íbamos a la iglesia, Isabel y yo, con mis padres a verle entrar y a cantar los gozos. Luego con mi madre, ya en silla de ruedas los últimos años, a que disfrutara de esos momentos. Y el Cristo entraba en medio de aplausos, desbordado fervor popular, y emoción más o menos contenida. Y vaya que si disfrutaban. Siempre me dijeron que era de las cosas más bonitas que habían visto en su vida, y les saltaban las lágrimas.

Cada año seguimos yendo, y sigue emocionándome como la primera vez que estuve. Y es que, con todo el respeto a otras muchas advocaciones, el Cristo es el Cristo. La piedra angular que desecharon los arquitectos. La luz y la vida. El amigo íntimo que no falla. La esperanza más allá de toda esperanza.

No quiero acabar estas letras, un honor ha sido el que me hayan invitado a escribirlas, sin citar unas palabras del papa Francisco en su autobiografía, que bien pueden decirse ante la imagen del Cristo de los Afligidos a modo de oración:

Santísimo Cristo, gracias a tu vida, a tu muerte en la cruz, a tu resurrección, sabemos, aunque nos cueste creerlo, aunque nos parezca demasiado bonito “que hemos nacido para vivir para siempre”.

Publicado en el libro de las fiestas del Cristo de este año.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Actualización fin de semana del 13-14 de septiembre de 2025.

Ni llovió lo que hacía falta, un triste litro, ni bajaron las temperaturas como esperábamos. Tierra de decepciones meteorológicas o de excesos devastadores.

El fin de semana se presenta con dos caras. El sábado notable subida de temperaturas, con máximas de pleno verano, hasta los 37 grados pueden llegar los termómetros. Lo bueno es que las mínimas bajarán a los 18. El cielo, con muchas nubes más bien altas. Cielo sucio, en otras palabras.

El domingo, menos calor, máximas de 29 ó 30 y mínimas de 20. El cielo, igual o más nubosillo, con riesgo de alguna llovizna por la tarde según algunos modelos. Y el viento, flojo de levante los dos días.

Todo esto a la espera de una semana que se presenta de pleno verano. Seca y caliente. ¡Qué bonito!


jueves, 11 de septiembre de 2025

Somos nuestro peor enemigo.


 

Hablaba con un amigo que no son tiempos bonitos los que ahora nos está tocando vivir. Los hubo mejores, en nuestra juventud, años llenos de esperanza, en los que parecía que por fin el mundo se encaminaba hacia un futuro feliz para todos.

Mires a donde mires no hay luz. El mal crece sin que nadie lo pare. La “guerra” entre Israel y Hamas, con miles y miles de víctimas inocentes. La de Rusia contra Ucrania, tanteando ahora a Polonia, y a través de ella a Europa. Los delirios de Trump en los Estados Unidos y fuera de ellos. La inquietante alianza entre Rusia y China. Todas esas guerras que, pese a no ser mediáticas, generan horror y sufrimiento. Los muertos en el Mediterráneo. La descomposición de las democracias accidentales erosionadas por la corrupción y la manipulación social. La polarización de la vida política incitando al odio de unos ciudadanos contra otros. Los independentismos excluyentes y xenófobos dividiendo y debilitando más aún a Europa. Un cambio climático que mata, y que cada vez matará más…

¿Sigo? Podría seguir, sí. Esto solo es una muestra de donde estamos y hacia dónde vamos. Y me da mucho miedo.

No soy politólogo, ni sesudo tertuliano, ni nada de eso. Pero veo y pienso. Y demasiadas veces acierto. Y creo que todo lo que está pasando, aunque no esté planificado, está siendo aprovechado por algunos para llevarnos a donde casi nadie queremos ir.

Veo un proceso de dos tiempos. Y el primero se está acabando. Ya está maduro. Se trata de destruir las democracias desde dentro. ¿Cómo lo han hecho? Simplificando y radicalizando las posiciones políticas y haciendo así imposible el diálogo y el consenso. En España se ve muy claro. Esta línea de actuación la inicio Zapatero a quien le cabe “el honor” de cargarse la transición resucitando la Guerra Civil. Luego ya fue cuestión de seguir ahondando en la división, radicalizándolo todo en nombre de una supuesta “izquierda progresista”, hasta la exasperación, lo que ha acabado despertando a una supuesta “extrema derecha” que era muy minoritaria. Ese “honor” le cabe a Podemos. Estoy convencido que Vox es hijo de Podemos.

Esto en España. En otros países europeos, con diferentes realidades está pasando lo mismo. Hace muchos años, ya decía yo que si no superábamos la milonga de la “derecha fascista” y la “izquierda progresista”, acabaría pasando esto. Si se ganan las elecciones para machacar al contrario no hay futuro. Una democracia sin consensos no es democracia.

Y esto abre la segunda fase, de la que tanto se habla ahora. El choque frontal, democracias debilitadas, países divididos y enfrentados, contra potencias totalitarias. Y esas potencias sí son fuertes y están unidas, aunque sea a base de delirios y de miedo. La historia es muy manipulable, y más cuando no hay una mínima cultura.

Esa fase es la tercera guerra mundial de la que hablan tanto ahora. No sé cómo será, pero será. Y lo que se va a enfrentar es la democracia contra el totalitarismo.

Y pienso que ha sido la patética incapacidad de superar la imbecilidad de derechas e izquierdas, y la demonización del oponente haciendo imposible el diálogo y el consenso, lo que va a provocar la tragedia que ya vivimos y que irá a más. Nos va a costar cara la estupidez.

No hemos estado a la altura de los tiempos. Hemos prostituido la democracia, caerá por su propio peso, podrida por dentro. Les va a resultar fácil acabar con ese sueño que nos encandiló a millones de personas en toda Europa, y de un modo muy intenso y bonito en España.

Somos nuestro peor enemigo.

martes, 9 de septiembre de 2025

A propósito del silencio.


 

Este verano caminábamos un nutrido grupo por un denso bosque de hayas y se puso a llover. El agua no llegaba a nosotros, pero se oía en las copas de los árboles con un murmullo suave y relajante. Callamos y escuchamos. Me hubiera pasando horas envuelto en aquel ambiente. Un rato después, un arroyo, con sus pequeños saltos de roca en roca, se unió al concierto.

Era la canción del bosque bajo la lluvia, como es la del viento en las cimas,  el fragor de una cascada, o el murmullo de las olas rompiendo en la arena, la forma más acabada y plena del silencio. También me gusta el silencio de una iglesia, el de un concierto, o el del aula, cuando es natural y no impuesto.

El silencio, al menos para mí, no es la ausencia de sonido. Es llenar esa ausencia con una presencia superior. La lluvia, el agua, el viento, las olas, la oración, la música, el maestro, necesitan del silencio para poder ser vividos y gozados en toda su plenitud. Se hacen fuertes en el silencio. Y trasmiten paz, belleza, sabiduría que destila sobre el alma de quien se pone en sus manos.

La palabrería incesante, los gritos, los ruidos, los ritmos machacones y estridentes, te sacan de ti mismo, te sumergen en un torbellino de evasión sin futuro, sin razón de ser, en una huida hacia adelante sin más propósito que la triste huida.

Cada día me resultan más insufribles. Y cada día hay más lugares públicos donde la supuesta música ambiental no solo está a un volumen excesivo, sino que quien la pone tiene la osadía de imponernos a todos sus gustos musicales, muy discutibles, y a menudo minoritarios.

O no hay música, y no pasa nada, o la que hay está a un volumen que permita hablar sin gritar, y desde luego, de un estilo soportable para la mayoría.

Otra cosa son las discotecas, las fiestas, o los restaurantes u otros establecimientos con ambientaciones específicas. Uno sabe a dónde va y por qué va donde va. Y está en su derecho. Ahí no hay problema. Voy, si se tercia, sin problemas.

Pero cuando tengo que soportar situaciones como estas, no buscadas por mí, pocas veces porque siempre intento evitarlas, mi mente se va al silencio, callo, y espero irme lo más pronto posible.

¿Será que estoy haciéndome muy, muy mayor?

lunes, 8 de septiembre de 2025

Levanto mis ojos a los montes.

 

Andaba esta mañana por la montaña levantando con frecuencia la mirada a los montes, por si venía alguna tormenta, pues en ocasiones así lo parecía. Al fin no ha venido.

Lo que ha pasado es que ese gesto, mil veces repetido a lo largo de mi vida, me ha traído, una vez más, ese salmo que dice “Levanto mis ojos a los montes, ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra”. (Sal.120).

Y de ahí he pasado a este otro “Sé valiente, ten ánimo, espera en Señor” (Sal.27) para acabar con eso de “Alma mía recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo: arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída”. (Sal.114).

¿Que por qué comparto hoy estos tres salmos? No hace falta que ocurra nada especial para que la naturaleza, la montaña me lleve de un modo natural a la oración. Si encima pasan cosas, siempre pasan cosas…, pues con más motivo.

Ahí van pues estos tres salmos, por si a alguien más le sirven.

domingo, 7 de septiembre de 2025

Refrescará y puede llover. Pero ¡cuidado!

Entramos en una semana con dos partes bien diferenciadas. Una primera muy inestable y difícil de predecir con exactitud y una segunda mucho más tranquila.

De mañana al miércoles, descenso de las máximas, sobre todo el martes que bajarán hasta los 24, y riesgo de lluvias y tormentas. Las mínimas también en claro descenso, pasando de los 23 del lunes a los 18 del miércoles. El resto de la semana, sol y temperaturas máximas oscilando entre los 28 y 30 y sin una clara recuperación de las mínimas. El viento soplará flojo de origen marítimo con alguna posible incursión de poniente.

No es, no obstante, una buena semana meteorológicamente hablando, pues aunque refrescará, y eso es bueno, el riesgo de tormentas eléctricas con poca agua es muy alto. Y eso es muy peligroso. ¡Cuidado!

De momento parece claro que lloverá en algún momento, pero no se ven los acumulados que ahora necesitaríamos para poder hablar de lluvias otoñales, de esas que, sin hacer daño, rematan el verano que por mí puede irse ya mismo con viento fresco, y nunca mejor dicho.


sábado, 6 de septiembre de 2025

Puente abierto. Gracias.

Ya está otra vez.

Somos los humanos prontos para la crítica y el desprecio y tardos para la alabanza y la gratitud, y eso hace del mundo un lugar menos habitable y confortable de lo que podría ser.

Por esto, y para no caer en este error, pues un error lo considero, quiero agradecer la apertura del puente que rompió el río aquel infausto 29 de octubre. Apertura que se ha hecho a dos días del inicio de las clases.

Quien más y quién menos tendrá muy frescas en la memoria las colas que se organizaban todos los días en las horas punta en que se juntaban los desplazamientos laborales y escolares.

Ya fue de agradecer el puente provisional que el ejército montó el 11 de diciembre, lo más rápido que pudo, para conectarnos con el otro lado del río. Alivió mucho entonces, pues cruzarlo por Villamarchante o Manises, únicas alternativas, era toda una odisea.

En ambos casos estoy seguro del buen hacer de mucha gente que desde su puesto de trabajo, más o menos anónimo, pero siempre necesario, trabajaron y han trabajado para el bien de la mayoría.

Y así ha sido. En Navidad tuvimos puente militar y ahora ya tenemos el de “siempre”, justo a tiempo. Y no creo que en ninguno de los dos casos haya sido casualidad. Antes da las fiestas de Navidad y antes del retorno de las clases.

Por eso quiero hoy dar las gracias a todos los que hicieron posible que pudiéramos cruzar nuestro río poco después de la tragedia, y a los que han hecho que lo podamos cruzar desde ayer sin semáforos ni colas. Nuestro río, tan plácido como violento, tan amable como devastador.

Pero el nuestro. El pueblo lleva su nombre.



viernes, 5 de septiembre de 2025

Actualización fin de semana del 6-7 de septiembre de 2025.

Otro fin de semana de verano. Eso sí, normalito aunque caluroso para mi gusto que ansía los frescores del otoño desde ya hace tiempo. El sábado, parecido a hoy. El domingo más calor y menos nubes. El viento, flojo y sobre todo de componente este que podría dejar mañana alguna ligera llovizna como mucho.

Todo esto a la espera de alguna alegría en forma de lluvia contundente pero no dañina que parece atisbarse para la próxima semana. Pero no quiero hacerme ilusiones porque por aquí lo normal es la decepción por defecto, o el susto por exceso.

Así es el clima mediterráneo, imprevisible y traicionero, y por qué no decirlo, endiabladamente puñetero.


jueves, 4 de septiembre de 2025

Son humanos, hablan, comen y duermen, juegan...


 

Son las fechas próximas al 15 de agosto, fiesta de la Asunción, las peores de todo el verano para viajar. Gente por todas partes, precios altos y calor. Y este año, además, un calor extremo.

Huyendo de la masificación, ruidosa y agobiante, y del calor, encontramos ya hace algún tiempo un chaletito adosado en un pueblo del Pirineo francés. Lo del adosado nos daba un poco de miedo, pero el precio era bueno y el barrio parecía tranquilo. Nuestros horarios de montaña son madrugar y acostarse aceptablemente pronto. Dormimos poco y es importante hacerlo bien.

El año pasado, fue el primero, descubrimos para nuestra sorpresa que en la casa del al lado, de la que nos separaba un pequeña valla y un seto, había una familia con niños, franceses. Nos enteramos al tercer día.

Este año, teníamos una familia de españoles, sin niños. Puedo deciros todos sus planes; y no es que fueran escandalosos especialmente, pero nos enteramos de todo lo que hablaban.

Al tercer o cuarto día se fueron y vino en su lugar una familia belga con dos niños, de unos 10 y 12 años aproximadamente. Excepto un bon jour que nos dijo un día uno de los chiquillos, no escuchamos más que suaves conversaciones casi inaudibles. Y eso que nos separaba solo un seto y la pequeña valla.

Y pensábamos, son humanos; hablan, comen y duermen, juegan… No se les ve ni amargados ni atormentados…, y se puede vivir apacible y respetuosamente junto a ellos.

¿Entendéis por dónde voy, no? Cada día me molestan más los gritos, las voces innecesariamente altas, la mentalidad de que como son niños hay que aguantarse todo, o la de yo estoy de fiesta, pues todos han de estar de fiesta.

No creo que sea cuestión de carácter, cosas de las gentes del Mediterráneo. Conozco personas de por aquí tremendamente respetuosas. Como al norte de los Pirineos habrá personas que no conocerán el respeto.

Aquí o allá, creo que más aquí, es una asignatura pendiente de nuestra educación el enseñar a los niños que los demás existen, y tienen sus derechos. Mi libertad acaba donde empiezan las narices del otro.

Una lamentable falta de educación y un egocentrismo rabioso son las causas de estos comportamientos demasiado extendidos por nuestras tierras. También pasa en otras, más al norte, pero en menos medida.

Me da rabia que estos tipos de comportamientos sean una señal de identidad de los españoles, seamos de donde seamos. Y que incluso haya quien se sienta orgulloso de ello.

Es lo normal por aquí, dicen, chillones y “festeros”. Sí, es lo normal, pero ¿quién ha dicho que lo normal sea lo bueno? No siempre lo es, no siempre.

martes, 2 de septiembre de 2025

Fue el verano de 2012.


 

Fue el verano de 2012 terrible por estas tierras. El fuego arrasó muchos parajes muy queridos. La rabia, la impotencia, la tristeza me envolvieron como una tela de araña que se te pega y no puedes quitarte de encima. Y fue ese el motivo de iniciar el blog. Un desahogo, una forma de compartir el dolor.

Hoy, teniendo muy presente la catástrofe que el fuego ha causado en tantos y tan hermosos rincones de España, y con el miedo todavía en el cuerpo hasta que por fin llueva con ganas y nos deje el calor, quiero compartir la segunda entrada que escribí, tras la presentación en la que explicaba el motivo del nombre del blog.

Reitero lo que dije. Rabia debe ser el sentimiento. Una rabia que nos impulse a actuar no en plan activista descerebrado, que de esos hay muchos, y flaco favor nos hacen, sino de un modo serio, planificado y eficaz. Ya hablaremos de esto en otras entradas.

Ahora os dejo con la segunda entrada del blog. 14 de octubre de 2012.


Tuéjar, Benagéber, Cortes de Pallás, Dos Aguas, Cofrentes, Venta Gaeta, Viñuelas, Los Herreros, La Cabezuela, El Oro, Yátova, Macastre, Alborache, Turís, Montroy, Real de Montroy, Andilla, Oset, Sacañet, Canales, Alcublas, Bejís, Teresa de Viver, Liria, Altura, Chulilla, Sot de Chera, Gestalgar, Bugarra, Pedralba, Casinos…y aún hay más, aún hay bastantes más.

 

 Por fin llueve. Después de meses y meses de soportar “el buen tiempo”, por fin llueve. Pero para muchos montes, llueve sobre el negro y la ceniza. Llueve sobre la tierra muerta. Llueve tarde, demasiado tarde.

Y a los que conocimos todos esos rincones que ahora ya no están, y algunos ni estarán ya nunca más, no nos queda más que el recuerdo. No nos queda más que ver aquellas fotos del bosque verde, que comentar con quien también lo conoció, qué hermoso era, o que explicar a los que no lo conocieron, cómo era lo que ya no conocerán.

La vida, una vez más ha sido la gran víctima. Todos los que de un modo u otro estábamos unidos a aquellas tierras, somos los que lamentamos la catástrofe y sufrimos sus consecuencias. Unos más, otros menos, pero todos sentimos que nos han quitado algo muy nuestro y que, tal y como era, jamás lo recuperaremos.

Hay noches en que me despierto recordando tantos y tantos parajes entrañables en los que lo hemos pasado tan bien, y que sé que ya no están…Eran nuestro refugio. Allí hemos sido felices Isabel y yo. Seguíamos en ellos el paso de las estaciones. Nos alegrábamos pensando en ellos los días de lluvia y nuestra alegría era completa los escasos días de nieve…y nos inquietábamos cuando el odioso poniente duraba mucho o soplaba fuerte.

Otoño triste, montes tristes. La lluvia, sobre los árboles muertos y el suelo gris, es de una infinita tristeza.

El otro día, junto al esqueleto negro y roto de una higuera silvestre, de la que cogía deliciosos higos  los meses de septiembre, viendo que ya retoñaba, pensé, rabioso, que ante esto, no hay que lamentarse, no hay que hablar mucho, hay que actuar, como la higuera que ya retoña en medio del negro y la ceniza. No es la tristeza quien debe mandar. No es la impotencia. Es la rabia. La misma higuera quemada  nos lo dice, la montaña entera nos lo dice. Ella no se quedará con el gris y el negro. Ya están brotando hierbas, retoñando arbustos. El verde lucha por volver.

         Hay que ir al monte arrasado. Hay que saciarse del desastre. Hay que tener el coraje de volver a ese sitio que tan sólo hace unos meses era verde. Justo ahora es cuando más nos necesita. El monte calcinado, sus gentes salvajemente desposeídas de uno de sus más preciados bienes, es ahora cuando más nos necesitan. Y en pie ante el inmenso desastre, siguiendo el ejemplo de la propia montaña, hay que pelear de nuevo por la vida.

Sí. El sentimiento ha de ser la rabia, la rabia que nos lleve a la acción, a una acción ponderada pero eficaz, aunque ahora, la esperada lluvia de este otoño, sea en tantos y tan queridos rincones, de una infinita, de una inmensa tristeza.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Semana estival sin excesos.

Uno de septiembre; tal y como dije vuelvo a escribir en el blog tras las vacaciones, y voy a empezar con la previsión del tiempo para esta semana en la que no solo empezamos mes, sino el otoño meteorológico tras un verano para olvidar, o mejor, para no olvidar nunca si así consiguiéremos algo.

La semana parece ser que será plenamente estival, pero sin excesos. Las máximas algo por encima los 30 grados con tendencia a bajar un poquito de cara al viernes. Las mínimas entre 19 y 21 según días.

El viento soplará del oeste noroeste flojo, para girar al este sureste a partir del miércoles, también flojo. Y de lluvia, puede ser que tengamos alguna tormenta hacia el viernes, lo que no es buena noticia a no ser que llueva mucho y no es lo previsto.

Esto es lo que se ve ahora. Hay otros partes que dan las máximas más altas, pero lo demás igual. Prefiero el que he contado. De calor ya vamos servidos.