Hoy, a
las 20,19 horas de la mano del equinoccio entra el otoño. Es la estación que
más me gusta del año por muchos motivos, uno de los cuales es que queda lejos
del próximo verano. Aún quedarán después el invierno y la primavera, antes de una
nueva tortura.
Antes
no era como ahora. El verano era también bonito, tenía su gracia, se pasaba
bien, no había que soportarlo, como ahora. Aun así siempre he preferido el
otoño. El frío ganando terreno, los días más cortos, los cielos grises y los
azules, que también los hay, más azules, la lluvia, también antes llovía más, y sobre todo el espectáculo que la naturaleza
nos ofrece cada año.
Para recibirlo, con la esperanza de que no sea como han sido los dos últimos, el pasado no llovió demasiado pero cuando lo hizo fue a lo bestia, y el anterior no llovió prácticamente nada, comparo unas fotos de un otoño en el valle de Tena.
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