Si el
tiempo de la semana que viene fuera un niño pequeño haciendo lo que no toca, y
yo su papá, le dría, “no, no, no. Eso no está bien. Eso no se hace”.
Porque
así va a ser la semana que viene, mala, mala, mala. Y podría ser infinitamente
peor, si entrara el poniente, o sea que después de todo, a callar.
Seguiremos
con vientos de levante, afortunadamente, pero con temperaturas exageradas e
improcedentes para no estar aún en verano que empieza el sábado, 21 de junio, a
las 4,42 horas.
Este
año viene bravo.
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