Un anuncio que no consigo entender.

Una de las formas de conocer una sociedad es observar la publicidad a ella destinada; o un sector de esa sociedad. Y si  dicha publicidad es… tontita, por no decir palabras más fuertes, la sociedad, o el sector de la sociedad a la que va destinada debe serlo también.

Estoy pensando ahora en un anuncio que veo en la tele, las pocas veces que la veo. Aparece una señora de juventud madura que decide irse sola, en moto, sin su marido que la espera en casa, amoroso. Se le ve disfrutando de un soberbio paisaje de montañas y de la sensación de libertad de ir sobre dos ruedas por la carretera. Ambas placenteras experiencias los conozco bien, la montaña y la moto.

Hasta ahí todo correcto. Pero luego viene la sorpresa. Resulta que el secreto de lo que llaman su primer viaje sola es…¡¡¡llevar una mochila de segunda mano!!!

Me quedé estupefacto, “ascuallat” como decimos por aquí. He intentado entenderlo, pero no lo entiendo por muchas vueltas que le dé.

La decisión de irse sola, la experiencia del viaje en moto, los paisajes espectaculares, dejan el hecho de llevar una mochila de segunda mano o nueva de trinqui en la más absoluta insignificancia. Al menos para una persona en su sano juicio.

Pues no, esa mochila de segunda mano es el secreto de la experiencia. Y digo yo, secreto por qué. ¿Quizá porque le da vergüenza llevarla por no habérsela comprado nueva? Es que no se me ocurre otro motivo por el cual pueda ser el secreto, la verdad. Porque si el secreto es que lo más bonito de la experiencia es la mochilita de marras, apaga y vámonos.

Y ahora sí, y perdonadme. ¡Se tiene que ser imbécil! Pero mucho, muy imbécil. Y no lo digo como insulto, sino en su acepción primera del diccionario de la RAE: tonto o falto de inteligencia.

Y ahora concluyamos el razonamiento. Es evidente que quienes más utilizan esas plataformas de intercambio y compra venta (útiles y buenas en sí mismas) son los jóvenes. Si esa propaganda se emite por la tele es porque han comprobado que es útil. Luego hay un amplio e importante sector de la sociedad que…

Llegad vosotros a la conclusión.

Sigue el invierno seco y frío.

Aunque sea brevemente, tras una semana sin escribir nada en el blog por no encontrar un momento, voy al menos a hablar del tiempo de la semana próxima.

Sigue el invierno, pero un invierno seco, muy seco y frío. Las sucesivas heladas negras están haciendo daño a la agricultura. Y aún quedan días de noches de cero grados, palmo arriba palmo abajo.

El viento flojo, será sobre todo del noroeste, con ratos de calma y alguna tímida entrada de levante, situaciones ambas que mitigarían el daño del frío seco.

El cielo azul, muy azul, la visibilidad excelente. Ambiente ideal para actividades al aire libre bien tapaditos, aunque a mediodía los 14 o 15 graditos, si no hay viento, crearán un agradable ambiente.

Hacia mediados de semana se iniciará una tímida subida de las temperaturas que alejarán un poco los termómetros de los cero grados, subiendo también las máximas un par de graditos.

Lo que vuelve a faltarnos es agua. Dos litritos en todo enero. Y aunque hay reservas por las lluvias del año pasado, lo superficie forestal y el secano estn muy secos, y eso no es bueno.

Una semana de invierno.

Ahora sí. Una semana de invierno. Sol y nubes. Vientos flojos con alguna racha moderada. Ausencia de precipitaciones (salvo sorpresa) y temperaturas bajitas. Las máximas se situarán entre los 12 y los 14, y las mínimas rondando los 0, grado arriba, grado abajo.

La sensación de frío será intensa, debido al viento que, no siendo como esta pasada semana, se dejará notar a ratos. La sensación térmica mínima oscilará entre los 4 y los 6 bajo cero, y la máxima no superará los 8 o 9, siendo de 4 o 5 casi todos los días.

Lo dicho, invierno. Lo que debe ser en enero.

Actualización fin de semana del 21-22 de enero de 2023.

Fin de semana de invierno. ¡Por fin! Bonito fin de semana. Más bonito sería si ese viento asquerosito que nos ha castigado desde el lunes pasado, hubiera traído algo de lluvia, pero no, no ha sido así. Y la poca humedad y el frío seco pueden hacer mucho daño a la agricultura.

Mas no nos quejemos. Nos esperan dos días limpios, azules, con una visibilidad perfecta, vientos con predominio del norte, flojos, y temperaturas bajas, como toca en enero.

Las máximas de los dos días rondarán los 14 o 15, y las mínimas mañana serán de unos 4 grados, palmo arriba, palmo abajo, y el domingo de 1. Pero esto, unido al viento que aunque no será fuerte se notará, al menos a ratos, nos dejará una sensación térmica, que es lo que importa, interesante.

Sábado

6 h. 0 grados.

9 h. 1 grado.

12 h. 6 grados.

18 h. 2 grados.

21 h. 2 grados bajo cero.

00 h. 3 grados bajo cero.

Domingo.

6 h. 6 grados bajo cero.

9 h. 3 grados bajo cero.

12 h. 3 grados.

18 h. 3 grados.

21 h. 2 grados bajo cero.

00 h. 3 grados bajo cero.

Vamos, que al sol, a medio día y resguardados del vientecillo se estará muy bien. Invierno por fin.

¡Ojalá fuera tan fácil!

 

Sumergidos ya en plena campaña electoral, aunque de modo extraoficial, empiezan a oírse sandeces, tonterías y mentiras que también se oyen a lo largo de los años, pero con menos intensidad.

Escuché el otro día que hay que controlar los precios de los alimentos básicos por ley. Y se quedaron tan anchos.

Bonito queda decirlo y más escucharlo, porque es cierto que están desbocados y que a demasiada gente le cuesta llegar a fin de mes. Pero decir que hay que poner freno a este desatino por real decreto, es una imbecilidad y una simpleza con el único objetivo de recoger votos. El problema es muchísimo más complejo que aprobar una normativa en el Congreso. ¡Ojalá fuera tan fácil!

Me explico.

El principio más elemental de la teoría de sistemas es que el cambio en un elemento del sistema provoca cambios en el sistema entero. Y esto es un hecho irrefutable, ampliamente demostrado.

El precio de los alimentos en el mercado es un elemento más del sistema económico. Alterarlo por ley provocaría cambios en el sistema entero, muchos de los cuales pueden no ser deseables por ser contraproducentes y porque con gran probabilidad perjudicarían, como siempre, a los más desfavorecidos.

Claro que hay que controlar y reducir los precios, y no solo de los alimentos, y mantener el poder adquisitivo de las familias. Pero decir que eso se puede hacer por ley es una solemne majadería, una mentira cuyo único objetivo es recabar votos.

Y ahora viene mi reflexión. Quienes prometen eso, si saben que lo que dicen no es realmente posible, son unos farsantes y unos mentirosos, cuyo objetivo real es perpetuarse en el poder. Pero si no lo saben, si creen que sí es posible, y lo dicen honestamente, son unos pobres ignorantes y unos ingenuos.

Ignorantes o farsantes. Gente tonta o gente mala. O ambas cosas a la vez, que también es posible.

Y el problema final es que acabará pagándolo pocaropa. Porque si no hacen lo que dicen, los que se fían de ellos, se quedarán con dos palmos de narices, igual que estaban. Y si lo hacen, o intentaran hacerlo, provocarían un caos en el sistema económico que repercutiría, sobre todo, en los más desfavorecidos; como siempre.

Hay que estar atentos a los cantos de sirena que provoca la cercanía de las urnas. Y como Ulises, no escucharlos; el pidió a sus hombres que lo ataran al mástil. Amarrémonos también al mástil del sentido común y de la capacidad crítica, más allá de ideologías cargadas de prejuicios. Y superemos el mantra de las derechas e izquierdas. No las hay; hay gestores buenos y honestos, y sinvergüenzas; en todas partes.

Ayudemos a los gorriones.

 

Hoy día de san Antonio Abad, patrón de los animalitos, voy a hablar de ellos, de los animalitos, y en concreto de unos pajarillos muy comunes y cercanos. Vivarachos, espabilados, rápidos y bulliciosos, siguen siendo por aquí muy frecuentes, y muchos años así sea. Hablo de los gorriones.

Siempre me han caído muy bien, y desde que descubrí ese librito, Cipi, con el que pasé tan buenos ratos leyéndolo con mis alumnos durante años y años, mejor.

Pero ahora, los gorrioncillos necesitan de nuestra ayuda. Su población, en Europa, también en España, está disminuyendo rápidamente, y más en las zonas urbanas que en las rurales. Hay ciudades en las que han desaparecido del todo.

Las causas se están investigando. Parece ser que se está dando una conjunción de factores tales como la dificultad para encontrar alimentos sanos para ellos y lugares seguros donde nidificar, el ruido y la contaminación, los predadores como gatos y otras aves que aumentan su población…

Aunque por aquí creo que están bastante bien todavía, se me ocurrió ayudarles instalando en el patio de casa un comedero y dos en la terraza. Poco tardaron en descubrirlo, y ahora es una fiesta verlos entrar y salir, comer, juguetear, posarse sobre las plantas, volar, y oír su trino “menudo y reidor”, como decía Juan Ramón Jiménez.

Compro bolsas de comida para pájaros silvestres o alpiste, o ambas cosas y las mezclo. Es muy barato, y de paso que se comen lo que les pones limpian todo de pequeños insectos y otras "manjares" que descubren.

Todos los días me vacían los comederos dejando limpios hasta los alrededores. Y si les pones una bandeja con agua, se bañan regalándonos un espectáculo muy divertido; lo haré cuando pase el frío, no se me constipen.

El único problema son sus caquitas que hay que limpiar de vez en cuando, pero después de un mes largo ya, he comprobado dónde se concentran, y es muy fácil retirarlas. Es el pequeño precio que hay que pagar por tener pajarillos en casa, sin quitarles la libertad disfrutando de ellos. Y de paso colaborando a que esta especie tan nuestra, tan familiar, tan de toda la vida, siga entre nosotros.

Lo peor de la borrasca. ¡¡¡Horrible!!!

Pues sí. Parecen confirmarse los pronósticos. Nos toca lo más feo de la borrasca que va a regar y cubrir de nieve gran parte de España. El viento del noroeste y de poniente, seco, constante y fuerte durante toda la semana. ¡¡¡Horrible!!!

El día peor parece que será el martes, cuando podrá superar los 80 Km/h, seguido de mañana y el viernes. Miércoles y jueves aun seguirá, pero no será tan salvaje. Y el fin de semana tenderá a amainar.

Esto, junto a las temperaturas más bajitas, máximas entre 14 y 17, y mínimas en descenso, pasando de los 6 de mañana a los 2 o 3 del fin de semana, creará una sensación térmica de mucho frío.

A las 9 de la mañana, el lunes, esa sensación (que no lo que diga el termómetro) será de 2 grados, el martes de 6, el miércoles de 2, el jueves de 2 bajo cero y el viernes de 1.

En el cielo pasarán nubes que no dejarán nada, solo taparán el sol acentuando la sensación de frío y lo desapacible del ambiente. Eso es lo que se ve hoy, aunque hay algún modelo que habla de lloviznas.

Lo dicho. Lo peor de la borrasca. Extremadamente desagradable y peligroso tanto para las personas (ojo con lo que puede volar) como para el monte que ya está, después de tantos días de vientos del oeste, muy seco.

Mala, mala, mala semana meteorológicamente hablando. Ojalá se equivoquen y no sople tan fuerte ni tantos días, y llueva, aunque sea un poquito.

Ayer fue san Potito.

 

Resulta que ayer no solo fue san Juan de Ribera, sino san Potito. A san Juan de Ribera lo conocemos todos, y más en Valencia, pero a san Potito, ¿quién conoce a san Potito? La verdad es que el nombre me hizo gracia, porque tras la palabra Potito me viene a la cabeza, inevitablemente, Bledine.

El tal san Potito parece ser que fue un mártir siendo adolescente. Lo mataron a espada por no adorar a los dioses romanos. Se convirtió al cristianismo siendo niño, y cuando ya más mayor su padre lo descubrió, lo mandó encarcelar, pero a base de paciencia y con sus palabras, logró su conversión y la de toda su familia.

Su vida ejemplar y sus milagros llegaron hasta Roma, lo que acabó poniéndole en el brete de renunciar a su fe, cosa que no hizo. Por eso, y por acusarle de brujería a causa de sus curaciones, fue ejecutado.

No hay muchos datos sobre las ciudades en las que nació, vivió y murió, siendo pues un santo entre la historia y la leyenda. En Nápoles, donde sí es muy conocido, hay una Iglesia dedicada a él.

Pues nada, este es san Potito. Ya tenéis un nombre más para elegir a la hora de bautizar a un niño, o a una niña, Potita pues. Que puestos a poner Brayanjosua, Calamustia o cosas así, Potito o Potita resulta más nuestro, y además es simpático. ¿O no?

Actualización fin de semana del 14-15 de enero de 2023.

Disfrutemos de este fin de semana porque a partir del lunes, con mucha probabilidad, un temporal de viento seco y frío nos regalará unos días poco menos que insoportables. Pero eso ya lo veremos el domingo.

De momento, el sábado será un día primaveral, frío por la mañana, unos 4 grados, y suave a medio día, alrededor de 20. El viento, flojo del noroeste y el cielo despejado y bien azulito.

El domingo empezará a cambiar la cosa. Las mínimas subirán hasta alcanzar los 8 o 9, y las máximas serán parecidas a las del sábado; pero el viento, también del noroeste, se irá reforzando, y aparecerán nubes. Aún será un día, si no agradable, casi.

¡Ojala se equivoquen para la semana próxima! Pero no creo, cuando lo que pronostican es malo no suelen equivocarse.

Mi tren de ahora 4.

Hace tiempo que no comparto fotos de mi tren. Hay novedades. He ido añadiendo, poco a poco, personas, vehículos y nuevas construcciones. Y aunque hay quien piensa que es esta una afición un poco friqui, cosa que no niego, sigue resultándome relajante y divertido “jugar con trenes”. A fin de cuentas no molesto a nadie y no es nada peligroso.

Panorama de Villas de Santa Isabel.

Estación central y barrio de la estación. Santa Isabel.

Zona minera.

Zona montañosa.

Estación y chalets de Villa de santa Isabel.

Estación de Pueblo Nuevo.

Panorama de Pueblo Nuevo. Estación y zona montañosa.

Villas de Santa Isabel.Pueblo.

Santa Isabel. Barrio de la Estación.

Santa Isabel. Barrio de la estación y estación central.

Estación de Pueblo Nuevo.

Esas pequeñas cosas.

Cuando ando por el monte me gusta contemplar los grandes horizontes, las paredes de roca, los pinares, aún vivos y verdes, a veces el mar, allá abajo, pero también me gusta detenerme en lo pequeño. Las copas de la flor del madroño o las flores del brezo iluminadas por el sol bajo de la tarde, los pequeños jardines en las rocas o la madriguera inquietante de un insecto.

Es la vida en todas sus formas y dimensiones. El resultado prodigioso de millones de años de evolución, la inabarcable obra del Creador cuyo alfa y omega se escapa a nuestra razón.

Para mí, contemplar todo esto y gozar de ello, no solo es un saludable ejercicio físico, sino una liberadora experiencia espiritual y una forma de oración.

Sigue la primavera en pleno invierno.

En ocasiones, la falta de tiempo para escribir en el blog puede hacer pensar que lo esté abandonando. Para nada. Ni me he cansado de él ni me he quedado seco de ideas. Por eso, al encontrar hoy un ratito, voy a escribir aunque sea solo la previsión meteorológica de la semana.

Estamos asistiendo a un desastre climático descomunal. El frío sigue sin venir, y para un día que viene, el sábado pasado, dura eso, un día. Además no acaba suavemente, no.

La mínima del sábado fue de 2 grados en el termómetro exterior de casa. La del domingo, a la misma hora, de 14. Y por la noche, a las 12, marcaba 18. No hay por dónde cogerlo. Absurdo.

Y así va a ser esta semana; absurda para ser enero. Las máximas volverán a acercarse o superar los 20, mientras que las mínimas, a duras penas se acercarán a los 4 o 5 algún día.

El cielo estará despejado o con algunas nubes, sobre todo el miércoles, y el viento flojo, pero notándose, del noroeste todos los días. Y ni lluvia, ni nieve, ni niebla.

En resumen, una semana más primaveral que invernal, pero seca como un diablo, si es que los diablos están secos; y poco más.

Buen tiempo, dicen, un buen tiempo que nos pasará una factura inasumible más pronto que tarde.

Una cifra: 54.925.000.000.

 

La imprevista lluvia de ayer por la noche (el domingo no la anunciaba ninguno de los modelos que consulto) dejó un litrito; poca cosa, pero buena para humedecer el monte tras días de vientos secos.

Poca cosa si decimos eso, un litro por metro cuadro. Pero si lo decimos en kilómetros cuadrados hablaremos de un millón de litros por cada kilómetro cuadrado. Y si pensamos en que el término de Ribarroja tiene 65 kilómetros cuadrados, podemos decir que ayer cayeron 65 millones de litros en el término municipal, suponiendo que lloviera más o menos igual en toda su extensión.

Y aún hay más. El año pasado recogí en el pluviómetro de mi casa 845 litros por metro cuadrado. El año que más ha llovido desde el 1999, en el que empecé a medir lo que llovía.

Pues bien. ¿Cuántos litros cayeron el año pasado sobre nuestro término municipal? Pues aproximadamente, 54.925.000.000. Cincuenta y cuatro mil novecientos veinticinco millones de litritos de agua.

Y es que si bien lo miramos, las dimensiones de la naturaleza nos desbordan, siempre nos desbordan. Tanto en lo grande como en lo pequeño, en lo lejano como en lo cercano. Nos desbordan.

NOTA: Lo mío no son los números, pero creo que los cálculos están bien hechos. Si no es así agradecería que algún alma caritativa me lo dijera.

Bonito espectáculo lingüístico.

Almorzábamos hoy en un pueblo no muy lejos de aquí, muy bien por cierto, cuando a la mesa contigua han llegado seis jóvenes, unos más que otros, pero jóvenes.

Pronto nos hemos dado cuenta de que hablaban simultáneamente tres idiomas. Castellano, valenciano e inglés. Se pasaban del uno al otro, y luego al otro, con absoluta naturalidad y fluidez.

La escena me ha encantado, de verdad. Unos dominarían más uno que otro. Cada uno tendría su lengua nativa. Pero daba igual, se entendían a las mil maravillas.

Y no he podido evitar el pensar en toda esa gente que utiliza las lenguas para dividir, enfrentar y excluir. Que las imponen a golpe de decreto empleando en ello fabulosas cantidades del dinero de todos.

Y me han dado pena, porque se pierden uno de las maravillas del ser humano; la capacidad de disfrutar de la lengua como herramienta privilegiada de encuentro y de diálogo. Porque al perder el respeto por las lenguas, excepto por la suya, pierden el respeto por quienes las hablan y por todo lo que hay detrás de ellos, acabando en un patético narcisismo lingüístico que les empobrece y aísla del resto del mundo

¡Qué bonito escuchar a la vez estas tres lenguas! Y de verdad, no había predominio de una sobre otra. Un bonito acompañamiento a un excelente almuerzo.

Ligera normalización de las temperaturas.

Con unas máximas de 17 o 18 y unas mínimas en ligero descenso, pasando de los ocho de mañana a los 5 del sábado o domingo, empezaremos una semana algo más normalita, pero sólo algo más, porque frío, lo que se dice frío, de momento no se ve por ninguna parte. Tampoco agua, ni mucho menos nieve.

El viento, del noroeste flojo, excepto algún día del sureste. Y el cielo nuboso o muy nuboso tendiendo a despejar a medida que avance la semana.

Semana que será algo más invernal, pero sin llegar a serlo. Un invierno desvaído, descafeinado, chuchurrío, “poca grasia”, porque ahora, aunque nos moleste, debería hacer frío de verdad.

¡Estamos en enero!

Lo siento. Pero... yo no quiero ser emperador.

 

Tras el Concierto de Año Nuevo, el periodista que nos lo comentaba, Martín Llade, ha leído un fragmento del discurso final de la película El gran dictador. Las palabras de Chaplin tienen este 1 de enero de 2023 una actualidad inusitada.

Sean estas las primeras palabras del blog este año.

Lo siento.

Pero... yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta. Se perderá todo.