FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 31 de enero de 2020

Today is a sad day for Europe. Es hoy un día triste para Europa.



Es hoy un día triste para Europa. Al filo de la media noche el Reino Unido dejará de ser miembro de la Comunidad Europea.
El miércoles, en el Parlamento europeo ya se escucharon las notas del “Auld Lang Syne” y se vieron lágrimas en más de un diputado. Sí, es triste, sobre todo porque con esto salimos perdiendo ellos y nosotros. Y se rompe en parte un sueño  que nos ilusionó a muchos en otros tiempos.
No es bueno. Y permitidme decirlo así, no han ganado “los buenos”. Y no es que los partidarios del brexit sean malos, es que en el fondo no saben lo que han hecho y desde luego resulta éticamente inaceptable el por qué lo han hecho.
No ha ganado la democracia, porque la democracia real es hacer la voluntad de la mayoría, no de una mitad. Esto es la tiranía de una mitad sobre la otra, y aunque técnicamente sí es una decisión democrática, realmente no lo es. Es la perversión de la democracia.
No ha ganado la solidaridad, porque el motivo de fondo que les ha llevado a esto es de lo más miserable. Nosotros somos diferentes, mejores, superiores, y no tenemos por qué cargar con otros que no llegan, ni de lejos, a nuestra altura.
No ha ganado la unidad. Nuevas fronteras. Siempre me ha ilusionado y alegrado ver caer muros, ver borrar fronteras, y me ha disgustado y hasta asustado ver el ímpetu desaforado con el que mucha gente pelea por elevar fronteras donde no las había.
No ha ganado el pluralismo y la tolerancia. El fantasma de la cultura superior, de la raza superior,  que desea mantenerse pura y evitar contaminarse, sigue demasiado vivo en el mundo. Todo el daño inmenso que ha provocado a lo largo de la historia, parecen haberlo olvidado.
Y al fin, de este modo todos somos más débiles, mucho más débiles. Ellos, ahora sí son ya ellos, y nosotros, somos más débiles, y más pobres. Y no sólo en el ámbito económico y político, sino en el cultural y en el moral.
Triste enseñanza para las nuevas generaciones. Triste legado les dejamos para el futuro. Triste derrota de los valores que pueden hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.


Today is a sad day for Europe. At midnight the United Kingdom will cease to be a member of the European Community. 
On Wednesday, the "Auld Lang Syne" notes were already heard in the European Parliament and tears were seen in more than one deputy. Yes, it is sad, especially because with this we lose them and us. And a dream is broken in part that inspired many of us in other times.
Not good. And let me put it that way, they haven't won "the good guys." And it is not that Brexit supporters are bad, it is that they do not know what they have done and, of course, why they have done it is ethically unacceptable.
He has not won democracy, because real democracy is to do the will of the majority, not a half. This is the tyranny of one half over the other, and although technically it is a democratic decision, it really is not. It is the perversion of democracy.
He has not won solidarity, because the underlying reason that has led them to this is most miserable. We are different, better, superior, and we do not have to carry others who do not arrive, even at a distance, at our height.
He has not won the unit. New frontiers I have always been excited and glad to see walls fall, to see borders erased, and I have been disgusted and even scared to see the unbridled momentum with which many people fight to raise borders where there were none.
He has not won pluralism and tolerance. The ghost of the superior culture, of the superior race, who wishes to remain pure and avoid contamination, is still too much alive in the world. All the immense damage it has caused throughout history seems to have forgotten.
And finally, in this way we are all weaker, much weaker. They are now themselves, and we are weaker and poorer. And not only in the economic and political field, but in the cultural and moral.
Sad teaching for the new generations. Sad legacy we leave for the future. Sad defeat of the values that can make this world a better place to live.

jueves, 30 de enero de 2020

Receta. Cannelés de Burdeos.



En un reciente viaje a Burdeos descubrimos unos dulces típicos de allí llamados cannelés. Es como una madalenita que no se parece a las madalenas más que por fuera, y que me pareció deliciosa. Allí las cannelés las hay por todas partes.
De regreso a casa, me propuse probar a hacerlas. Estudié el asunto por internet y ¡zas!, resulta que me salieron buenísimas. Como las de allí. Eso sí, tuve que comprar por Amazon el molde porque aquí no lo encontré por ninguna parte. 
Los ingredientes son todos normalitos. Quizá el más raro sea la vainilla. Podemos comprar vainas de vainilla y extraer nosotros las semillas abriéndola con cuidado con un cuchillo, o unos botecitos que llevan las semillas en polvo mezcladas con algo de azúcar. Yo compro, tanto una cosa como la otra, de la marca Vahiné.

Ingredientes para 32 cannelés.

½ litro de leche.
140 gr. de harina.
Un huevo.
Dos yemas de huevo.
60 o 70 ml. de ron negro.
30 gr. de mantequilla.
220 gr. de azúcar.
Semillas de vainilla; las de una vaina, o 1/3 de un botecito de 7 gr.
Azúcar vainillado.

Pondremos a hervir en un cazo la leche, la mantequilla, el ron y las semillas de vainilla. Cuando rompa a hervir lo sacaremos del fuego y lo dejaremos reposar unos veinte minutos o media hora.
Por otra parte, en un bol, batiremos el azúcar con el huevo y las yemas hasta que quede una mezcla blanco amarillenta y esponjosa, y entonces iremos añadiendo poco a poco la harina, mezclándolo bien todo. Cuesta un ratito y cansa el brazo.
Luego añadiremos el contenido del cazo que teníamos reposando y seguiremos removiendo hasta hacer una crema uniforme, liquida pero densa, crema que guardaremos, tapada, 24 horas en la nevera y que removeremos dos o tres veces, no más.
Y fin de la primera parte.
La segunda, al día siguiente, consiste en untar los moldes con abundante mantequilla, fundiéndola primero, verter la crema sin superar las tres cuartas partes de su capacidad, e introducirlos en el horno precalentado a la máxima potencia.
Atención al horno. Los primeros cinco minutos de cocción el horno ha de estar a todo meter, y después a potencia media unos 40 o 50 minutos. No obstante hay que vigilar, y si a los cuarenta minutos ya vemos las cannelés muy doraditas, hay que sacarlas.
Saldrán solas del molde y las pondremos en un enfriador, una rejilla, para que se enfríen por todas sus partes a la vez.
Acabaremos espolvoreándolas con azúcar vainillado, pero esto es optativo. Y ya está.
Están muy, muy buenas recién hechas. Se pueden tomar fías o calientes. En cuanto a su conservación a mí no me resulta fácil, pues se hacen blanditas en un día, y aunque siguen estando buenas, no es lo mismo. Deben estar duritas y crujientes por fuera, y tiernas y cremosas por dentro. Esa es su gracia. Y el sabor ¡claro!

NOTA: Los moldes que utilizo son de silicona, y tienen 16 huecos de 4 cm. de diámetro cada uno.

miércoles, 29 de enero de 2020

Olocau lo fundaron los vikingos.



Me ha llamado la atención la curiosa noticia de que han encontrado restos de un antiguo asentamiento vikingo en Olocau. Parece ser que fue una incursión pacífica que en el siglo III a.C. remontó, con veinte naves, el Turia, entonces navegable, y tras pactar con las autoridades de la ciudad íbera de Edeta, estas les ofrecieron el bonito enclave donde está hoy en día situado el pueblo, y allí fundaron un pequeño asentamiento.
Pero en el año 76 a.C. la Edeta íbera fue destruida por el general romano Sertorio y el poblado vikingo corrió la misma suerte, quedando abandonado hasta que lo ocuparon los árabes en el siglo VIII. 
Posteriormente Edeta, la actual Liria, se convirtió en una prospera e importante ciudad romana y los nórdicos terminaron fundiéndose con sus habitantes.
Es muy interesante esta presencia de vikingos en el levante ya en el siglo III a.C., ya que la siguiente incursión vikinga se produce, en plan saqueo, el año 858, es decir, en el siglo IX, doce siglos después.
El nombre de Olocau parece ser que se remonta también a este pueblo nórdico. Bautizaron su poblado en recuerdo de la ciudad de la que provenían Uflu, o sea Oslo, añadiéndole kad´us, pequeño, y le llamaron Uflu-kad´us, Oslo pequeño, lo que derivó a través del latín y el árabe en Oslocado y finalmente en Olocau.
¡En fin!, cosas de la historia, tan curiosas como falsas, porque todo lo que he dicho es mentira, es una pura invención, una tontería como la copa de un pino. Pero, a que parecía verdad. No he tenido más que ensamblar coherentemente una serie de datos, algunos ciertos y otros rotundamente falsos.
Estoy convencido, si no haced la prueba, de que mucha gente puede creer que Olocau lo fundaron los vikingos y le llamaron Oslocado si lee lo que he escrito arriba. Si además, en vez de yo, lo firma un técnico y pone sello oficial, tiene connotaciones emocionales para esa persona el hecho de que Olocau sea vikingo, y lo dicen por la tele, no sólo se lo creerá, sino que además lo defenderá ante quien haga falta. Y si el lector, además es joven, con no excesiva cultura y manipuladito desde niño, pues no digo ya hasta dónde puede llegar para defender semejante gilipollez.
Pensad ahora, no en el origen vikingo de Olocau, sino en cualquiera de las historias que nos cuentan los políticos y sus secuaces y que, tarde o pronto, acaban influyendo y determinando nuestras vidas. Cuentos, cuentos y mentiras que parecen verdades. Elaboran “productos” falsos, bien expuestos y decorados con datos verdaderos. Y luego nos los sirven, adecuadamente emplatados, a través de los medios de comunicación afines a ellos. Y tragamos. ¡Claro!
Esto es lo que está pasando, lo que en realidad pasa siempre, pero a veces de un modo más intenso, incluso más grotesco, y por lo tanto mucho más peligroso. Como ahora.

martes, 28 de enero de 2020

El pin parental.



Me estaba aguantando el deseo de escribir sobre el asunto del pin parental, pero ya no me aguanto más. Voy a hacerlo porque creo que no es de recibo lo que está sucediendo con esto, como con otras cosas, y hay que decirlo, con respeto, pero hay que decirlo.
Pienso que no es, como dicen muchos, un debate artificial inventado por la extrema derecha, sino la punta del iceberg de un problema muy grave y muy serio que, y vaya esto por delante, no tiene solución, al menos mientras tengamos en el Gobierno extremos, de un signo o del otro.
Creo que el tema está mal enfocado desde el principio por parte de todos. Por un lado, por centrar el problema en la educación sexual, y por el otro por considerar el tema como un ataque a la escuela pública. Estas dos cosas entre otras muchas, pero estas dos me parecen particularmente graves.
No estoy atacando a la escuela pública al decir que en ciertos centros y ciertas aulas sí hay manipulación ideológica. Asumir esto no es un ataque a la escuela pública, sino a la manipulación en la escuela, en cualquier escuela o instituto, sean públicos o no. Tengo desgraciadamente demasiados ejemplos de esto, algunos de los cuales ya he denunciado en el blog.
Manipulación como la ha habido y la sigue habiendo en las escuelas e institutos catalanes durante toda la democracia. Y de aquellos polvos vienen estos lodos.
Negar esto es de ser imbécil en el sentido no ofensivo de la palabra, es decir tonto, falto de inteligencia. O estar tan convencido de que mi forma de pensar es la única válida, y de que para que los niños y jóvenes sean adultos como se debe ser, la escuela ha de lograr, como sea, que todos piensen como yo y los míos, ¡claro!; no como “los otros” que son la perfecta imagen de Satanás.
Este es el problema. Por eso, circunscribirlo a lo sexual es un error que tiene como consecuencia centrar la atención en un solo aspecto, habiendo otros igual o más importantes, y eludir así el gran tema de fondo, educar en libertad.
Llegado a este punto, más de uno que pueda estar leyendo se defenderá de lo que estoy escribiendo con el mantra de moda, ¡Huy, este es de Vox! ¡Huyamos despavoridos! Me etiquetará y me echará a la basura. Y ¡claro! así no pensará.
No, yo no soy de ningún partido. Lo único que hago es ver, escuchar y pensar, y reconocer lo que creo cierto y válido independientemente de quien lo diga. Siempre he sido muy celoso de mi libertad de pensamiento.
Pero volvamos al tema. Al principio he dicho que este es un problema grave, serio y sin solución. ¿Por qué? Porque haría falta una honestidad, un respeto, una humildad por parte de todos los docentes, y un sentido democrático por parte de la administración educativa que no creo que se den nunca.
Estoy pensando en ese centro que, en octubre, puso a la entrada una enorme pancarta hablando del “9 d´octubre”, muy bonita, y junto a ella otra en la que ponía 12 de octubre, fiesta; y nada más. O esa profe de instituto que tachó la palabra España en el examen de un alumno escribiendo al lado, eso no existe. O esa maestra que tuvo que pedir el traslado porque fuera del aula hablaba castellano, en el aula hablaba el valenciano como podía, y no la entendían sus democráticos compañeros… Si esto no es manipulación…
No, no me parece bien el pin parental, porque no es una solución, es un remiendo parcial e inútil, como no me parece bien que se manipule a niños y jóvenes en las aulas. Por eso esto es un problema, sí que lo es, pero sin solución.
 Y me irrita sobremanera cuando dicen que es un invento de la extrema derecha, que es un debate artificial. Y tal y como está planteado así es, pero sí insinúa el problema de fondo. Y que la gente caiga en la cuenta de ese problema no interesa. De ahí la vehemencia con la que lo tildan de artificial y de invento de los ultras. Esto es la prueba más clara de que están echando balones fuera para no afrontar el reto que supone una escuela que eduque de verdad en el pluralismo y la democracia, sea pública, concertada o privada.
No quiero acabar estas líneas sin un reconocimiento a todos aquellos docentes que, en escuelas, institutos e incluso universidades, pelean día a día por educar con exquisito respeto a la identidad, la dignidad y la libertad de los alumnos y sus familias. También los hay, y muchos. Gracias a ellos seguirán incorporándose a la sociedad adulta jóvenes con espíritu crítico y libertad de pensamiento, aunque no sean ni mucho menos la mayoría.

lunes, 27 de enero de 2020

El dedo en la llaga.



Mucho se ha dicho hoy con ocasión del 75 aniversario de la liberación de Auschwitz, y cuando ocurre esto pasa lo de siempre. Habla quien no debería hablar, porque no todos los que lo hacen tienen autoridad moral para hacerlo. Se dicen muchas tonterías, a veces por la obviedad de lo dicho, y otras porque lo son en sí mismas. Y también se dicen cosas ciertas que quien las dice puede decirlas.
Releyendo un poco por aquí, un poco por allá, he visto como hay quien sí pone el dedo en la llaga que no es, por cierto que sea, “lo malos que eran los nazis”, sino la ideología que eficazmente utilizada manipuló a todo un pueblo como el alemán, ni mejor ni peor que otros pueblos, y lo arrastró a crear un lugar como Auschwitz.
El victimismo histórico, el revanchismo, la conciencia de ser diferentes y superiores, el expansionismo, la utilización de la lengua para enfrentar y dividir, la sacralización de símbolos, la manipulación de la historia, la adulteración de la democracia, el nacionalismo exacerbado y excluyente, la creación de un enemigo oficial a batir…
Esta ideología, con la que Hitler regó Alemania, sigue estando actualmente demasiado presente, y con otros nombres, pero con el mismo veneno, sigue regando el mundo. Y las semillas del mal, del mal en estado puro, esparcidas por doquier, reciben ese riego perverso y germinan en demasiados rincones del planeta.
Por sus frutos los conoceréis, dice el Evangelio. Y es verdad. Cuando una ideología, un “ismo” de estos de los que hay tantos ahora, no pone la dignidad, la libertad y el bienestar del hombre, de cualquier hombre, por encima de todo, es hija del mal.
No quiero decir más, aunque la mano se pasea por el teclado con ganas de más. Pero no. Hoy no. Hoy, por respeto a toda aquella gente que sufrió y murió sólo por haber sido declarados “enemigo oficial”, callo.

domingo, 26 de enero de 2020

De levantes a ponientes.


NOTA DE LA SEMANA: 8

Nada que ver esta semana próxima con la pasada. De una en la que llovió todos los días excepto el viernes, a una de vientos de poniente, parece que no excesivamente fuertes, y cielos azules con nubes de paseo.
Las temperaturas irán poco a poco al alza, tanto mínimas como máximas, oscilando entre los 10 de mínima y algo más de 20 de máxima hacia el final de la semana.
Y de lluvias nada de nada, aunque algunos modelos dan posibles precipitaciones el sábado y domingo pero queda muy lejos para asegurarlo.
¿Qué nota le puedo poner a esta semana? No por ella, sino por todo lo que llovió la pasada, aquí 116 litros, y el paquete de nieve que hay en las montañas, le pongo un ocho.
Sí, no va a venir mal una semana de sol y temperaturas suaves, incluso de ponientes, si no son fuertes. Bueno, una semana cómoda si es así.

Los Baños de Benasque cierran.



Una reciente noticia me ha hecho, una vez más, sentir el paso del tiempo. Los Baños de Benasque han cerrado por un informe de sanidad entre otros. Y me ha dado pena.
Es cierto que estaban ya muy viejos, que no se invertía en ellos desde hace muchos años, y que el dinero que hace falta para hacerlos hoy en día competitivos es mucho. Todo esto es cierto. Dicen que intentarán mantener abiertos los baños, sólo los baños. Ya veremos.
Para los que desde siempre hemos recorrido el valle de Benasque y nos hemos sentido allí como en casa, o mejor, los Baños han sido todo un símbolo. Un chapuzón en la piscina calentita mientras fuera llueve, una cervecita en el bar o un bocadillo contemplando el valle y las montañas desde los ventanales…
¡Cuántas veces, después de unos días montaña tan duros como maravillosos, acabábamos en la piscina antes de bajar al pueblo a cenar para celebrarlos!
El paso del tiempo.
Uno de los momentos más increíbles de los muchos que allí viví ya lo compartí en el blog el 30 de junio del 2014, y voy a volver a hacerlo ahora a modo de homenaje a aquel rincón del Pirineo que ya es recuerdo.

Hay ocasiones en la vida en que sin previo aviso todo coincide para que gocemos de un momento, a menudo fugaz pero inolvidable, un momento de esos que dan al hecho de vivir una profundidad y un sentido que demasiadas veces perdemos envueltos en las nieblas cotidianas.
Estábamos, hace ya muchos años, mi amigo Vicente y yo, acampados en el Pla de los Baños. Fue aquel un mes de julio especialmente tormentoso y fresco, a veces frío. ¡Qué bendición!
Una tarde, la tormenta diaria que nos había dejado el tiempo justo de hacer cima y bajar corriendo, fue especialmente violenta, así que decidimos subir a cenar al barete de los Baños.
Desde los ventanales, abiertos al espacio, de aquel vetusto y entrañable edificio, veíamos las densas cortinas de agua caer sobre el valle difuminando sus contornos.
Cenamos en el bar, en amable conversación, muy a gusto, y ya tarde, un abuelete de los que estaban hospedados en el balneario y tomaban copitas mientras charlaban después de cenar, empezó a cantar, con bien modulada y potente voz, una jota aragonesa.
Fue el primero. Luego siguió otro y otro. Las jotas y los aplausos se mezclaron con los truenos que perseveraban con insistencia. A la luz de los relámpagos veíamos cómo, al avanzar la noche, se intensificaba la lluvia.
Y allí dentro seguían cantando, aplaudiendo cada jota, y animándose entre ellos, como si los truenos, los relámpagos y la lluvia, ya torrencial, les animara a ello, hasta alcanzar un extraño paroxismo, gozoso fruto de una comunión increíble entre hombre y naturaleza.
De regreso a la tienda, ya muy tarde, la tormenta amainaba y me dormí al arrullo de una lluvia cada vez más suave mientras los truenos se alejaban, hasta quedar la noche en un silencio sólo roto por el fragor del río que bajaba bravo, imponente, poderoso. Y al arrullo también de aquellas jotas que quedaron para siempre en mi memoria.

sábado, 25 de enero de 2020

Escrito a mediados del XIX.



He vuelto a releer el curioso y sabroso librito titulado Cartilla moderna de urbanidad para niños, publicado en 1929, y al que he dedicado ya alguna entrada.
Hoy voy a compartir el texto final, Espejo del niño, escrito por Francisco Martínez de la Rosa, importante intelectual, escritor y político, cuya vida bien podría ser interesante y didáctico argumento de una serie de televisión o una película; pero claro, estamos en España…
Este texto forma parte de un librito que dedicó a la educación y que publicó en 1859,  setenta años antes de la Cartilla de urbanidad, con el título Libro de los niños.

Si es bueno y dócil un niño,
de todos gana el cariño.

El aseo en la persona
muchos bienes proporciona.

Buen porte y buenos modales
abren puertas principales.

El que de amigos carece
prueba que no los merece.

Dios al humilde levanta
y al orgulloso quebranta.

La calumnia y la mentira
de Dios provocan la ira.

Propio es del justo y del sabio
el perdonar un agravio.

Quien la cólera no enfrena
lleva en la culpa la pena.

Da apoyo y tiende la mano
al enfermo y al anciano.

Nunca trates con desprecio
ni aún al que tengas por necio.

Quien se entrega a las pasiones
labra el mismo sus prisiones.

El que es fiel a su palabra
su propio crédito labra.

Pobres o ricos, iguales
son ante Dios los mortales.

Si salud y dicha quieres
pon límite a los placeres.

Siempre que puedas haz bien,
y no repares a quien.

            Os habréis dado cuenta de que algunas de las máximas han entrado en el refranero, e imagino que también convendréis conmigo que tienen absoluta actualidad, sin excepción. ¡Y están escritas a mediados del siglo XIX!
    Por esto, y otras muchas cosas, cuando oigo la palabra progreso y sus derivadas, y más en educación, me entran retorcimientos de hígado y otras alteraciones psicosomáticas.

viernes, 24 de enero de 2020

Un momento muy franciscano.

La Mola de Segart al amanecer desde la casa donde estábamos.


Esta mañana he vivido un momento muy especial. Disfrutaba del paisaje de la cima de la Mola de Segart, y de la compañía de un grupo de jóvenes de segundo de bachiller que estaban en una convivencia en la que he tenido el privilegio de poder colaborar.
El día era brumoso y fresco, aunque un sol débil daba un agradable puntito de calor. Tras un rato en la cima de contemplación y charla, les he leído unos breves textos de Unamuno y después Ricardo las bienaventuranzas.
Y ha sido en ese momento cuando ha sucedido. Algo sencillo, muy sencillo, pero que me ha parecido, y no solo a mí, encantador. Ha sido un regalo.
La escena era perfecta en su hondura y sencillez. La cima, las brumas, el bonito texto de las bienaventuranzas, los jóvenes escuchando en silencio, atentos, y entonces han llegado dos pajarillos y, sin mostrar miedo alguno, han empezado a corretear muy cerca, entre nosotros…
¡Qué bonito! Me he acordado entonces de san Francisco, ¡cómo no! Ha sido un momento absolutamente franciscano. Hermoso y hondo. Sí, muy hermoso y muy hondo. 

jueves, 23 de enero de 2020

¡Ale! A pasarlo bien.



No quiero ser aguafiestas pero creo que he de decir lo que va a pasar este fin de semana en nuestros montes. Y no es bueno.
El personal saldrá a ver la nieve, que no está lejos y hay mucha. Hasta ahí bien. El problema está por una parte en la basura que demasiada gente dejará a su paso, y por otra en el daño que van a hacer con los vehículos a pistas, caminos y senderos, blandos por la abundante precipitación.
     Los 4X4 y las motos de trial, cuando quienes los conducen no tienen la más mínima conciencia medioambiental ni nada que se le parezca, dejan el terreno por donde han pasado hecho una pena. Y las bicis de montaña, que también son vehículos, y muy agresivos, destrozarán los senderos con más  eficacia al estar reblandecidos. Pero ellos tan contentos, con el barro hasta las cejas. ¡Cómo mola, tío!
Ahora bien, no pasa nada. Decretada la emergencia climática ya estamos tranquilos, ¿no?  No, no nos equivoquemos, la emergencia es más que climática, es medioambiental en el sentido más amplio, y aquí, en la Comunidad Valenciana, por muchos motivos, la situación es más grave que en otros muchos lugares.
Pero como aquí los medios de comunicación no han decidido elevar a los altares del compromiso social a ninguna Greta, ni a un ningún Greto, pues lo dicho, no pasa nada. Nada de nada.
¡Ale! A pasarlo bien.

miércoles, 22 de enero de 2020

Abrir los ojos al mundo.



Organizando estos días papeles para reciclar los inútiles y guardar los que aún significan algo para mí, me he encontrado con una hojita donde explicaba, no recuerdo a quien, qué hacía con Platero y yo, uno de los libros que más he trabajado en clase con mis alumnos.
Voy a compartirlo porque creo que es algo que no sólo puede ser útil para trabajarlo en el aula, si esto lo lee alguien “del gremio”, sino también en familia, e incluso personalmente, a solas con uno mismo.
La actividad consistía en leer unos cuantos capítulos seleccionados, despacio, saboreándolos y explicando lo que fuera menester, y después les pedía que pensaran en algo referido a ese capítulo y lo escribieran en su libreta para luego ponerlo en común.
Haciendo esto he vivido algunas de las clases más conmovedoras y memorables de mi vida, clases cuyo recuerdo ahora guardo como precioso tesoro íntimo, y que por respeto a sus protagonistas no puedo contar.

Capítulo 1. Platero. Describid una mascota. Desarrollo de la sensibilidad, de la capacidad de observación, del afecto.

Capítulo 5. Escalofrío. Contad algo que os haya dado miedo. No un susto. Aprender a gestionar la experiencia del miedo.

Capítulo 17. El niño tonto. Hablad de algún discapacitado que conozcáis. Respeto a todos. Aceptación de los diferentes. Sensibilidad.

Capítulo 18. La fantasma. Describid una tormenta que hayáis vivido. Hacerse conscientes de la fuerza de la naturaleza.

Capítulo 19. Paisaje grana. Describid un atardecer. Desarrollar la sensibilidad ante la belleza.

Capítulo 24. Don José el cura. Describid un comportamiento incoherente (explicaba primero qué es la incoherencia). Desarrollar la actitud crítica.

Capítulo 26. El perro sarnoso. Contad un caso de comportamiento impulsivo. Aprender a controlar la impulsividad y pensar las consecuencias de nuestros actos.

Capítulo 46. La tísica. Contad algún favor hecho a alguien. Pensar en la importancia de ayudar a los demás.

Capítulo 61. La perra parida. Contad algún caso de “proezas” o favores hechos por los animales. Aprender a valorar a los animales.

Capítulo 74. Sarito. Contad algún caso de xenofobia o racismo. Detectar y rechazar el racismo y la xenofobia.

Capítulo 94. Pinito. Describid a alguien del pueblo o barrio que sea peculiar. Saber respetar a esas personas peculiares que hay en todo pueblo o barrio.

Capítulo 108. La yegua blanca. Contad un caso de maltrato de animales. Aprender a no maltratar a los animales.

Las clases eran muy interesantes, como ya he dicho, además de por lo que escribían y compartían los alumnos, porque siempre había quien decía si podía ser de la tele o de alguna película. Yo siempre decía que no, que tenía que ser real y personal, y cuando alguien me salía, siempre pasaba, con eso de que yo no he visto, yo no sé, yo no conozco…, les contestaba, amablemente, pero se lo decía, "pues ya es hora de que abras los ojos y empieces a enterarte del mundo en el que estás".
Y esto de abrir los ojos al mundo me parece que era muy importante, que es muy importante. Y poder hacerlo de la mano de Juan Ramón Jiménez, todo un lujo.

martes, 21 de enero de 2020

Gloria se está comportando...


Gloria se está comportando como lo que es, toda una gran borrasca que ha provocado un temporal de los que hace años no "disfrutábamos". Cierto que tiene sus “daños colaterales” no deseados pero en ocasiones inevitables, sobre todo la muerte de personas, sean quienes sean. Lo demás se arregla con dinero.
Por otra parte hay que reconocer que, situaciones como estas en las que la naturaleza nos enseña los dientes, son buenas para darnos una cura de humildad y para recordarnos que, por mucho que hagamos para apartarnos de ella y dominarla, es ella quien tiene la última palabra.
Yo, personalmente, he disfrutado esta mañana, y sigo disfrutando, como un gorrino, si es que los gorrinos disfrutan, con esta larga y espectacular tormenta de invierno, algo muy raro por estas latitudes.
Gozo del cielo oscuro, el viento, la lluvia, los relámpagos, los truenos…y la nieve cayendo en las montañas, cubriendo de blanco tantos y tantos parajes mil veces recorridos en mis excursiones. ¡Qué bonito! ¡Qué bueno para el  monte!
De temporal histórico hablan, y es posible que así sea, pero no hay que olvidar que estas cosas han pasado siempre. Más aún, antes nevaba más, llovía más, hacía más frío…; pero nos enterábamos menos, y cuando pasaba nos lo montábamos como podíamos, como ahora; cada uno se lo monta como puede. Y si te lo puedes montar bien, pues eso, a disfrutarlo. Y si no, pues a aguantarse toca. Nunca llueve a gusto de todos.
Pero lo que no podemos olvidar es que para la naturaleza, en la que vivimos y de la que vivimos, episodios como estos son buenos y necesarios, mil veces mejores que el “maldito” buen tiempo que hace un año nos tuvo tres meses seguidos sin una sola gota de agua. Eso sí es malo.
Así pues, como dice el refrán, a mal tiempo buena cara. Ya vendrá la primavera que, con temporales como este, será espectacular.




lunes, 20 de enero de 2020

Me gusta el invierno.


Florecen las aliagas y los almendros. Llueve. Nieva. El invierno, con su rotunda presencia, nos recuerda que aún le queda tiempo. Es bonito pensar en eso junto al fuego. Me gusta el invierno.






domingo, 19 de enero de 2020

Un buen temporal de levante.

Cerca de Higueruelas, hace un rato.

NOTA DE LA SEMANA: 10

Esta sí, esta sí que pinta bien, pero que muy bien. Hoy ya llevamos 23 litros, y está nevando en las montañas, lo he visto. Y parece ser, si se cumplen las previsiones, que lloverá bien hasta el martes, empezando a remitir el miércoles y dejándonos un jueves, viernes, sábado y domingo, de cuento.
Las temperaturas seguirán bajitas, entre 2 y 15, y cuando deje de llover y nevar no subirán, cosa rara. Tampoco vendrán ventoleras. Si esto es así, es una maravilla porque toda el agua caída se aprovechará bien, y la nieve se irá fundiendo poco a poco. Más agua.
Tiempo ideal para salir de excursión. Ideal para disfrutar de la nieve cerca. Ideal para el monte, porque un buen temporal en enero es de lo mejor que le puede pasar. En el mar tendrán que estar tranquilitos.
Por todo esto, a esta semana próxima le pongo, y ya tenía ganas, un 10. Espero que no nos defraude.

sábado, 18 de enero de 2020

¿Y por qué no lo hay? ¿Qué tenía de malo?



Organizando libros en casa me he encontrado con uno escrito por el jesuita Jaime Pons, publicado en 1929 por la editorial FTD. Se titula Cartilla moderna de urbanidad para niños. En el capítulo 4 habla del colegio. Con nueve preguntas y una breve historieta, esboza un alumno de los que ya no hay, pero si lo leéis serena y objetivamente igual os preguntáis, ¿y por qué no lo hay?,¿qué tenía de malo?

1. ¿Qué hace el niño bien educado al llegar al colegio?
Saluda respetuosa y brevemente al señor maestro y después se junta con los demás niños para estudiar, jugar o conversar con ellos.
2. ¿Cómo se porta en cuanto se da la señal de ir a clase?
Suspende el juego y la conversación, y se encamina al aula en la forma que está mandado.
3. ¿Cuál es la mayor obligación del discípulo?
Respetar y obedecer a su maestro.
4. ¿Qué postura guarda en clase el niño bien educado?
Ordinariamente está sentado, evitando cruzar las piernas o alargarlas desmesuradamente.
5. ¿Cuándo se pondrá en pie?
Siempre que el señor maestro lo mande, cuando hable con él y cuando entre en el aula algún superior o algún forastero.
6. ¿Cuál es la falta que más suele molestar en el colegio?
La falta de silencio, porque estorba a muchos y hace perder tiempo.
7. ¿Qué se tendrá presente al dar las lecciones?
Que se ha de hablar pausadamente, pronunciando con claridad y sin repetir palabras ni frases.
8. ¿Cómo nos hemos de portar con los compañeros?
Con paciencia y cariño, ayudándoles en todo lo que se pueda y esté permitido.
9. ¿Qué evita en clase el niño bien educado?
En clase el niño bien educado evita molestar a sus compañeros y reírse o burlarse maliciosamente de ellos cuando se equivocan al dar las lecciones.

El emperador Teodosio el Grande tenía dos hijos llamados Arcadio y Honorio; dioles por maestro a San Arsenio. Entró un día el Emperador mientras sus hijos daban las lecciones, y como viera que estaban sentados y el maestro en pie se enojó y les dijo afeándoles su comportamiento: "Habéis de saber que si a mí que soy vuestro padre me debéis el nacimiento y la esperanza de un corona, debéis a Arsenio un bien infinitamente mayor: la buena educación por la cual seréis príncipes virtuosos y dignos del trono". Impúsoles luego como castigo, que durante ocho días no llevaran las insignias de su dignidad en la corte.

viernes, 17 de enero de 2020

Parece que sí.



Parece que sí; que se nos encima un temporal como Dios manda. Lluvia, nieve, viento y frío. Lo que debe ser en enero, invierno de verdad. Y ojalá dure hasta el jueves como dicen ahora, no vayan recortándonos el regalito luego y de cinco días sean tres, y de esos tres uno, y del que nos quede llueva sólo un rato por la mañana.
Lluvia abundante y un buen paquete de nieve en las montañas es, en esta época del año, una bendición para la tierra en la que vivimos. Es bueno, muy bueno, y raro, porque últimamente estas borrascas son cada vez más escasas.
Así que a preparase, a no quejarse y a cruzar los dedos para que Gloria sea lo que debe ser, un glorioso temporal.

jueves, 16 de enero de 2020

¿Quién facilitó el vodka a las niñas? Adivina, adivinanza.



Hay noticias que me dejan perplejo, como la que acabo de leer en el Levante digital que nos cuenta que la Guardia Civil está investigando de dónde sacaron el alcohol, vodka, dos alumnas de un instituto de Calp que acabaron con intoxicación etílica, es decir que “cogieron un pedo monumental” en los aseos del centro.
No entiendo que esto sea noticia, ni mucho menos que la Guardia Civil tenga que investigarla, porque se tiene que ser gilipollas para pensar que nuestra juventud temprana, y la no tan temprana, no tiene acceso libre al alcohol y a las drogas donde y cuando quiera.
¡Pues claro! Nuestros jóvenes, e incluso niños, saben cómo conseguir cerveza, whisky, vodka, ginebra, porros y pastillitas. Lo saben. En los institutos suelen controlarse, pero fuera de ellos ancha es Castilla, y mucho más en fin de semana. En rincones cada vez menos ocultos, en fiestas populares tradicionales (no quiero citar ninguna), en salas de fiesta y discotecas…
Sin ir más lejos, el otro día, en el balcón del primer piso de una calle del pueblo, un mozo, fumando un porro, saludaba a gritos a todo el que pasaba, lo conociera o no. Y en la antigua vía, cuando hay fiesta, no digo de qué, a las seis de la mañana bandadas de chiquillos pasean insomnes sus litronas y demás sin recato alguno. ¡Me dan una pena!
Es de idiotas pensar que la Guardia Civil tenga que investigar eso, porque la Guardia Civil lo sabe casi todo, igual que la policía, igual que medio pueblo, sea el que sea. Saben dónde y cuándo se consume, dónde  y cómo se vende y quién trafica, al menos a pequeña escala. Pero no pueden hacer más de lo que hacen, y ya hacen mucho, muchísimo, por dos motivos.
Por la legislación, extraordinariamente tibia, que hace casi inútil su intervención quitándole toda eficacia, y por la asombrosa permisividad social que hay respecto a estas cuestiones. Más aún, la mayoría de nuestros jóvenes tienen, entre otras, tres cosas claras, que fumar porros es bueno y necesario, que follar es urgente y también necesario para estar al día y ser guay, y que la policía y la Guardia civil no merecen ningún respeto porque les acosan y persiguen injustamente, dicen ellos.
Estoy siendo muy clarito porque la noticia con la que he empezado me ha parecido ridícula, como si viviéramos en el país de las maravillas de Alicia, como si un número muy importante de nuestros jóvenes no entraran en el mundo de los adultos a través del alcohol, la droga y el sexo prematuro.
Quizá lo único noticiable del asunto sea que las niñas "cogieron el pedo" en el cole, y ni eso, porque tal cosa, entiendo yo, no es cuestión de la Guardia Civil sino del jefe de estudios y de los padres de las chiquillas. Entre otras, porque cuando pillen a quien les facilitó el vodka, igual lo tenían en el mueble bar de casa, no podrán hacer más que decirle, vigila a tus hijos, o sé “güeno” y no lo hagas más, y esperar que encima no los manden a tomar viento por meterse en sus vidas.
En fin, en estas cosas casi lo mejor es mirar a otra parte, hacer la vista gorda, hacerse el sueco (que nada tiene que ver con Suecia), decir mi hijo no hace eso… Así dormiremos más tranquilos. ¿No?

miércoles, 15 de enero de 2020

Cuando hay luna llena.

Cuando hay luna llena, hace poco la hubo, es posible disfrutar a la vez de la puesta del sol y el “amanecer” de la luna. Es cuestión de buscar un sitio adecuado. El otro día, mientras el sol se ocultaba por las montañas de Serra, la luna salía tras el Alt del Pi. Es siempre un momento muy especial.




martes, 14 de enero de 2020

Sólo cuento lo que he visto y escuchado.

El Miguelete lo vio todo y sabrá la verdad, pero no habla.

Cada vez me gusta menos hablar de estas cosas, pero no me parece ético verlas y callar, aunque a menudo pienso que es lo que debería hacer.
Voy a contar dos cosas que me han sucedido en poco tiempo. La relación entre ellas y las conclusiones las dejo al lector. Yo solo expondré los hechos.
La primera es una conversación que tuve hace poco con un amigo. Me contaba que su hijo, estudiante de bachiller en un instituto público de un pueblo próximo a Valencia, al revisar un examen se encontró con la sorpresa de que la profesora le había rodeado y tachado la palabra España, anotando al lado eso no existe, y que con las palabras Comunidad Valenciana había hecho lo mismo, poniendo en su lugar País Valencià. 
El chaval, indignado, se lo había contado a su padre el cual le aconsejó que callara y no hiciera nada, pues es buen estudiante y quiere tener nota alta para poder elegir en la Universidad.
La segunda es más reciente. Este domingo llevé a mi madre a misa a la Virgen, en Valencia. En la calle de la Paz había una cabalgata donde predominaba el morado. Creo que había unas Reinas Magas y no sé qué más. El despliegue de medios informativos me pareció excesivo para el evento. No obstante todo trascurría con calma y y en un ambiente festivo.
Por otra parte, por la plaza de la Reina llegaban multitud de personas con banderas españolas, por cierto la mayoría constitucionales. Andaban también tranquilos y sonrientes. Pronto averigüé que venían de una concentración próxima cuyo consigna era España existe. No vi, ni escuché nada que me hiciera pensar en un choque violento. Quizá hubo insultos de algunos exaltados, supongo que por ambas partes, pero yo no oí nada.
En ningún momento vi signos explícitos de ningún partido político, si no le damos al morado contenido político y a la bandera española, repito, constitucional en su mayoría, también. Lo que sí observé es que había muchos niños tanto en una parte como en otra.
Ayer, oyendo la radio, Radio 5 todo noticias, escuché la versión oficial de lo ocurrido. Un grupo de personas que habían acudido a una concentración convocada por Vox con la consigna España existe, habían interrumpido una cabalgata en defensa de la huerta con insultos y abucheos. La policía tuvo que intervenir para controlar a los alborotadores. Así expusieron los hechos.
No digo más. Sólo cuento lo que he visto y he oído. La relación entre todos los elementos expuestos, las preguntas que puedan provocar y las conclusiones que se puedan extraer, yo las tengo muy claras. 
¡Cómo desearía no haber visto más que espejismos y estar equivocado en mis conclusiones! De verdad, ojalá fueran fantasmas, fruto de un miedo infundado. ¡Ojalá!