FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 28 de junio de 2019

Un mapa que da yuyu.


Solo un breve comentario a la espectacular predicción que la agencia alemana de meteorología hace para los próximos días. Pocas veces lo había visto y menos en verano.
A la situación actual, salvaje ola de calor y poca agua, parece que va a sucederle una situación de tormentas intensas y extensas afectando todo el Atlántico norte y Europa entera. ¡Impresionante! ¿Será verdad? Llama también la atención ver cómo los países escandinavos quedan al margen, como si esto fuera, que no lo es, una gigantesca perturbación y ellos estuvieran en el ojo de la tormenta.
Parece ser que aquí llegará algo pero poco de todo esto, pero en el norte, AEMET ya anuncia tormentas todos los días a partir del martes, miércoles.
El mapa de riesgo de lluvias me recuerda a los que aparecen en la película El día de mañana. ¡Qué cosas! Observadlo que es interesante. A mí me da un poco de yuyu y todo. 

Azul clarito, poca posibilidad de lluvia. Morado intenso, máxima posibilidad de lluvia.


miércoles, 26 de junio de 2019

Donde las dan las toman.



Donde las dan las toman, dice el refrán. Y es cierto. Cierto y lamentable. El sr. Sánchez está sufriendo en carne propia lo que él le hizo al sr. Rajoy. A él, quien se lo está haciendo ahora es el sr. Rivera.
El famoso “no es no”, que tuvo paralizado al país casi un año, demostrando la irracionalidad más absoluta de quien ahora sufre otra irracionalidad absoluta, es ya una frase para la historia, para la historia negra de España. Y ahora se repite.
El paralelismo entre ambas situaciones es total. Dos líderes, enrocados en posturas inamovibles, anteponiendo extraños intereses al bien del país. Y muchos de sus respectivos votantes y compañeros, sin acabar de entender dichas posturas hasta el punto de provocar serias crisis en sus partidos.
Dicen, ambos lo dicen, que ya dijeron en campaña que lo harían. Sánchez dijo que no pactaría con Rajoy; Rivera que no lo haría con Sánchez. Y ¡claro! luego a ver quién se desdice. Pero, ¿por qué hablan antes de tiempo? ¿Por qué dicen qué van a hacer y qué no, sin saber qué escenario quedará tras las elecciones? En campaña deberían explicar su programa y punto. Dejar a los demás en paz y tener así las manos libres para pactar con sentido democrático.
Porque el sentido democrático dice bien claro que la gran mayoría de los españoles ha votado a PSOE, PP y Ciudadanos. Es decir, que la voluntad de la gran mayoría sería que estos tres partidos se entendieran de alguna forma, excluyendo del gobierno a las minorías radicales de un signo y de otro, y a los independentistas. Eso es lo que yo entiendo por democracia.
Aunque es “técnicamente” democrático, no lo es realmente que partidos minoritarios o muy minoritarios tengan la llave de la gobernabilidad en ningún sitio. Tienen derecho a existir, y deben ser escuchados y tenidos en cuenta todos y subrayo el todos, pero de ahí a gobernar o a controlar al gobierno en la sombra hay un abismo.
No entendí a Sánchez cuando bloqueó la investidura de Rajoy. No entiendo a Rivera bloqueando la investidura de Sánchez. Hay prioridades, y la primera de todas es el bien común del país, y ese bien común no puede quedar hipotecado por cesiones a radicalismos ni a independentismos que para nada son voluntad de la mayoría y que ningún bien nos puede hacer a la gente de a pie.
El sr. Sánchez, si hubiera tenido sentido de estado debería haber dejado gobernar a Rajoy y hacer una buena oposición. El sr. Rivera, si tuviera sentido de estado, debería dejar gobernar a Sánchez y hacer también una buena oposición.
Es lo que pienso, pero igual estoy equivocado. A fin de cuentas esto no es más que mi personal punto de vista. En lo que no estoy equivocado es en que se ha cumplido el refrán, donde las dan las toman. ¡Qué vergüenza y qué asco me da todo esto!

lunes, 24 de junio de 2019

¡Pero es tan bonita!


Otra plantita que está por todas partes ahora. Y también es tan pequeña y tan humilde que nadie le hace puñetero caso. ¡Pero es tan bonita! Sólo hay que pararse, fijarse un poquito, prestarle un poco de nuestra atención y nos regala toda su belleza. Toda una lección para pensar en lo que a menudo nos perdemos en las relaciones humanas.

Ella sabe que nos encontraremos.


Cuando esta tarde el Santísimo, en la procesión del Corpus, ha sido depositado por Ricardo, nuestro cura párroco, en el altar de la casa de Isabel, la madre de mi esposa, ha estado ella, en su ausencia, más presente que nunca.
La veo con los ojos de la fe, sonriendo junto a su esposo y su hijo, viéndonos a todos aquí, junto a ese altar que tantas veces montó con ilusión y cariño para gozar por un momento de la presencia de Jesús en la eucaristía, en la misma puerta de su casa. Y hoy ha estado viviendo ese momento con nosotros, ya de un modo pleno, total, de un modo que, los que aquí la echamos en falta, no podemos ni imaginar.
Porque lo nuestro es fe, con todas las dudas y zozobras que la fe conlleva. Lo suyo ya es plenitud, esperanza cumplida. Una plenitud a la que llegó aquel Viernes Santo, en que partió, en paz, de este mundo a la casa del Padre, y que de algún modo fue ya esbozada aquel domingo de Pascua inolvidable en que, tras una misa de la que quedaría bien satisfecha, le dimos sepultura.
Hoy, de algún modo hemos estado con ella, la hemos sabido entre nosotros. Y esperamos volver a encontrarla en ese Cielo Nuevo y esa Tierra Nueva. Nosotros, hoy, esperamos. Ella ya no espera. Ella sabe que nos encontraremos.

domingo, 23 de junio de 2019

Encerraditos estaremos mejor.



NOTA DE· LA SEMANA: 3

Bárbara, brutal y desatinada se nos presenta la primera semana del verano. Cielos despejados sin compasión, temperaturas al alza día tras día hasta alcanzar cotas de record para un mes de junio, 40º a la sombra el sábado, y todo esto, y esta es la sorpresa, con viento de levante. ¡Y menos mal!
Estas temperaturas son normales con viento de poniente. Son rarísimas, excepcionales, con levante. Para el monte supone un cierto alivio, pero para nosotros, los terrícolas, es el infierno. Cuarenta grados a la sombra y con levante o "xaloc" es una sensación térmica insoportable.
Así que al agua o encerraditos en casa y con el aire acondicionado, y eso sí, rezándole a san Lorenzo para que controle este verano que empieza castigándonos de tan mala manera.
Le pondría un 0, ¡claro! pero contando que después de todo el viento nos vendrá del mar, le subo a un 3. El 0 lo dejo para los ponientes en verano que, eso sí, es lo peor que nos puede pasar.

sábado, 22 de junio de 2019

Es entonces tan discreta.


La luna sale de noche y el sol de día. Pero no, eso no es verdad. Muchas veces la luna está en pleno día, pero en el cielo azul y con el sol fuera casi no se ve si no la buscas. Es entonces tan discreta…
Aquí la tenéis, hace unos días, en cuarto creciente. Muy digna de ser contemplada.



viernes, 21 de junio de 2019

¡Feliz verano!



Quiero saludar al verano recién estrenado, esperando que sea benévolo, con un texto de Platero y yo, que como todos, si lo lees despacio, dejándote arrastrar por las imágenes que describe, parece que estés contemplando esta nueva estación pintada en unos lienzos.
Los tábanos, la chicharra en el pinar, la luz cegadora que envuelve el paisaje, la calina asfixiante, las flores, un pájaro…Y al fin la sombra del nogal grande, las sandías, ese crujido refrescante al abrirlas, y las campanas del pueblo, a lo lejos, en la calma de la tarde de estío rota solo por las chicharras y los guardas de los huertos…

Platero va chorreando sangre, una sangre espesa y morada, de las picaduras de los tábanos. La chicharra sierra un pino, que nunca llega... Al abrir los ojos, después de un inmenso sueño instantáneo, el paisaje de arena se me torna blanco, frío en su ardor, como fósil espectral.
Están los jarales bajos constelados de sus grandes flores vagas, rosas de humo, de gasa, de papel de seda, con las cuatro lágrimas de carmín; y una calina que asfixia, enyesa los pinos chatos. Un pájaro nunca visto, amarillo con lunares negros, se eterniza, mudo, en una rama.
Los guardas de los huertos suenan el latón para asustar a los rabúos, que vienen, en grandes bandos celestes, por naranjas... Cuando llegamos a la sombra del nogal grande rajo dos sandías, que abren su escarcha grana y rosa en un largo crujido fresco. Yo me como la mía lentamente, oyendo, a lo lejos, las vísperas del pueblo. Platero se bebe la carne de azúcar de la suya como si fuese agua.

¡Feliz verano!

jueves, 20 de junio de 2019

Una historia de España, de Pérez Reverte.




Acabo de leer el libro de Arturo Pérez Reverte, publicado este mismo año, titulado Una historia de España. Me ha encantado. Ya va por la segunda edición, cosa que me alegra, porque pienso que debería leerlo mucha, mucha gente, para que así se piense más y se digan menos gilipolleces de las que se piensan y se dicen.
Ya sé que a este señor hay quien lo tacha de demagogo. Son los que no lo han leído o son demagogos, porque el ladrón piensa que todos son de su condición, como dice el refrán.
Un conocimiento de la realidad del mundo, un alto nivel cultural, una independencia intelectual a toda prueba y un gran sentido común que es el menos común de los sentidos, avalan su trayectoria personal y profesional.
Acabado este alegato en defensa de don Arturo, voy a exponer las cuatro reflexiones a las que he llegado tras la lectura de su libro. Y una final de regalo.
La primera es la grandeza de la historia, no de España, sino de este trozo de planeta al que llamamos península Ibérica y que con el devenir del tiempo ha coincidido, palmo arriba, palmo abajo, con España. Una historia para conocer, entender y respetar, no para tergiversar, denostar y juzgar desde el prejuicio y la incultura, como tantos hacen ahora.
La segunda es que a este país bien podemos llamarle el país de las ocasiones perdidas. Mil veces hemos tenido la ocasión de dar un paso definitivo adelante, asumiendo el pasado pero trabajando para el futuro, y mil veces la hemos pifiado. Ahora estamos pifiando una vez más la enésima ocasión que nos brindó la Transición y la Constitución de 1978.
La tercera es la presencia permanente de la sangre de Caín en nuestras venas. Mucho nos cuesta entender al adversario, y pronto sentimos ese fuego que nos impulsa no a convencer, sino a vencer y a exterminar al vencido. Yo siento ese fuego a menudo. Soy español. Y me lleva a pecar de pensamiento, y en privado, a veces, de palabra. Sólo yo sé lo que me cuesta contenerlo, porque así debe estar, contenido, siempre contenido. Pero hay demasiada gente que ni lo intenta, y hacen gala de ello, y siguen insensatamente jugando con ese fuego.
La cuarta es que España es un gran país. Un país del que podemos y debemos sentirnos orgullosos porque sus aportaciones a la historia de la humanidad son incontestables. Y no es desde fuera desde donde nos niegan esta realidad, es desde dentro mismo. Somos nosotros mismos los que arrastrados por un extraño impulso suicida nos inmolamos continuamente ante el mundo para expiar supuestos pecados, algunos ciertos, pecados de los que, por otra parte, nadie puede decir estar limpio.
Son cuatro de las muchas reflexiones que el libro me ha regalado. Hay muchas más. Pero para acabar voy a compartir una más, un breve fragmento del último capítulo que no es nada optimista. Yo tampoco lo soy. Un fragmento en el que sitúa la educación como la llave del futuro. Sé de que hablo. Esa llave la hemos perdido.

"Creo –y seguramente me equivoco, pero es lo que de verdad creo- que España como nación, como país, como conjunto histórico de naciones y pueblos, o como queramos llamarlo, ha perdido el control de la educación escolar y la cultura. Y creo que esa pérdida es irreparable, pues sin ellas somos incapaces de asentar un futuro. De enseñar a nuestros hijos, con honradez y sin complejos, lo que los españoles fuimos, lo que somos y lo que, en este lugar apasionante y formidable pese a todo, podríamos ser si nos lo propusiéramos".

miércoles, 19 de junio de 2019

¿Quién habrá autorizado esta estupidez en la sierra de Chiva?

Andaba yo el otro día por los caminos de la sierra de Chiva, cuando me encontré con un cartel en el que ponía lo que no debería hacer falta que pusiera si tuviéramos la más mínima conciencia medioambiental. ¡Vamos, lo de siempre!


Pero me sorprendió algo nuevo. Pedían que no se atajara en los senderos. ¡Ya era hora de que empiecen a hablar del asunto! Tanto bicis, que no deberían ir nunca por senderos, como gente corriendo, cosa que está muy de moda, han cogido la costumbre de atajar a diestro y siniestro, rompiendo el sendero y abriendo falsos caminos que el agua y el continuo paso del personal acaban convirtiéndolos en zanjas; además de deteriorar la cubierta vegetal, favoreciendo la erosión.


Esta estúpida costumbre está causando estragos y un daño irreparable en los Pirineos, y está empezando a hacerlo por aquí. Por eso me alegró ver el cartelito y otros cartelitos que en este mismo sentido están poniendo por otras partes, como en la sierra Calderona, por ejemplo.


Se trata de informar, concienciar y denunciar, porque quiero pensar que la gente que hace esto no lo hace con mala intención, sino por ignorancia y por una falta de conciencia medioambiental muy propia de los urbanitas, aunque se crean los más concienciados del mundo por reciclar la basura, comprarse un coche eléctrico o recoger las caquitas del chucho.
Y luego vino la sorpresa. Pasé por un tramo del trazado de una de esas carreras de montaña tan de moda, y que personalmente detesto, y vi con sorpresa e indignación, cómo los organizadores habían marcado el itinerario atajando en una curva de la pista sin ninguna necesidad, pues los metros que se “ahorraban” eran nada. Además no veo por qué tenían que “ahorrarse” esos metros a costa de reventar la ladera y lo que es peor, de maleducar a la gente que verá como normal andar por ahí de esa forma infame.

La pista gira a la derecha enseguida por lo que el atajo es absolutamente estúpido e innecesario.

Se puede observar la ladera desprovista de vegetación gracias a la manía de atajar de corredores y ciclistas.

En una época en que está tan de moda la palabra sostenibilidad resulta grotesco e irritante que se hagan estas cosas. No es sostenible andar atajando por los caminos y senderos. Y los primeros que tendrían que poner coto a estos desmanes son los ayuntamientos o asociaciones que organizan esas carreras de montaña masivas, a `pie o en bici, que ningún bien hacen al entorno, y mucho menos si quienes trazan los itinerarios no tienen ni la más ligera idea de lo que es respetar esa naturaleza que para ellos no es más que un lugar donde divertirse.
La incoherencia es absoluta, no hay más que ver las fotos. Si tuviera tiempo y dinero denunciaría al ayuntamiento o asociación que ha organizado esta carrerita, porque el asunto es denunciable. Y denunciaría a las autoridades medioambientales que no controlan lo que es su responsabilidad controlar, por autorizar semejantes estupideces. Y empezaría una campaña en los medios de comunicación para concienciar al personal con palabras como sostenibilidad, visibilización, inclusividad y demás, que son las que ahora venden, por rabia que me den.
Pero soy lo que soy. Y lo único que puedo hacer es escribir. Y asumir con pena y rabia que estas entradas que escribo sobre cuestiones medioambientales son las que menos visitas reciben en el blog.
           ¡Con lo ecologistas que somos todos!

martes, 18 de junio de 2019

Discreta y humilde.


Voy a dedicarle esta entrada a una de las plantitas de las que tenemos por aquí que más me gustan. Discreta y humilde es, si te fijas en ella, preciosa. Le llaman cuchara de pastor o piña de San Juan, y su nombre científico es rhaponticum coníferum, ¡pobrecita, con lo mona que es!
Es de esas plantas que sólo descubres si vas andando y fijándote en lo que te rodea; sin vehículos, sin prisas, sin retos… Entonces, en cualquier rinconcito, entre mayo y julio, aparece. Y bien merece acercarte a ella, contemplarla, hacerle una foto… y dejarla en paz.




lunes, 17 de junio de 2019

Receta. Merluza Elías.



El hijo de unos de nuestros amigos de toda la vida les sorprendió con una cena tan curiosa como exquisita. Creo que fue algo así como preparar un plato con lo que había por la cocina. Creatividad en estado puro. El artista se llama Elías, así que a la receta la llamaremos Merluza Elías.

Ingredientes para dos personas:

Cuatro lomitos de merluza.
Cuatro espárragos blancos.
Dos huevos duros.
Perejil.
Cuatro o cinco ajos.
Sal.
Aceite.
Harina.

Cortamos los filetes de merluza en dados no muy pequeños, los rebozamos con harina y los ponemos en la sartén con aceite bien caliente. Enseguida añadimos los espárragos, cortados cada uno en tres o cuatro trozos, y el huevo duro en trocitos pequeñitos. Removemos todo con cuidado.
Poco antes de sacarlo del fuego, tras unos 4 minutos, añadimos la salsita que habremos hecho picando en un mortero los ajos, la sal y el perejil, todo mezclado con  un poco de aceite. Seguimos removiéndolo todo un par de minutos más.
Y sanseacabó. Es fácil y está muy bueno.

NOTA: Voy a probar próximamente esta receta con tacos de rape.

domingo, 16 de junio de 2019

Todo levantes.

NOTA DE LA SEMANA: 6

¡Ya veis lo que ha llovido! El poniente,  breve afortunadamente, no han faltado a la cita. La lluvia, como de costumbre, se ha ido de paseo por otros lares. ¡Y hubiera venido tan bien!
Esta semana será toda ella de levantes. Los vientos no serán fuertes y las temperaturas, aunque ya altitas, no se pasarán de rosca. Las mínimas seguirán siendo confortables.
El cielo, más o menos despejado todos los días excepto el viernes en el que podría hasta lloviznar. ¡Verlo para creerlo!
Le pongo un 6. Aún sin lluvia no será mala semana.

Todo un espectáculo.


Desde que empezó la primavera los gorriones y las golondrinas han encontrado en el patio y la terraza un lugar ideal para saludar al nuevo día. Me encantan sus trinos y gorjeos en la tranquilidad de la mañana. Además se comen los mosquitos que donde hay plantas y agua es inevitable que estén dando la vara.
El otro día almorzamos en la cocina, como siempre que estamos en casa, viendo cómo las golondrinas almorzaban también su buena ración de insectos De vez en cuando descansaban en el ventilador. Todo un espectáculo.



sábado, 15 de junio de 2019

Puestos a pactar...



Una breve reflexión a propósito de ciertos discursos que se han oído hoy. Entiendo que si es legítimo que unos partidos se apoyen para llegar al poder en la extrema izquierda, lo es también que otros lo hagan en la extrema derecha.
Calladitos están más guapos los que critican, desde un lado o desde el otro, estos pactos. Y si el sr. Sánchez será presidente del Gobierno gracias a los votos de Podemos, justo es que el sr. Martínez-Almeida sea acalde de Madrid gracias a los de Vox. Que lo mejor sería no pactar con los extremos. ¡Cierto! Pero puestos a pactar, tan democrático es pactar con los unos como con los otros.
Y una cosa más. Los grandes partidos deberían empezar a asumir que  la verdadera división política e ideológica en la sociedad actual, no está, por mucho que se empeñen, en el rollito de derechas e izquierdas, sino en ser moderados o ser radicales.
Otro gallo nos cantaría si aceptaran esta realidad.

jueves, 13 de junio de 2019

Patria.



Sucedió este curso, hace ya algún tiempo. En un segundo de secundaria, apareció la palabra patria a propósito de Ítaca, la patria de Ulises. Lógicamente nadie sabía qué diablos quería decir eso. Estas cosas ahora pasan mucho en educación y nadie parece asustarse.
La profe (si hubiera sido un hombre habría que decir el "profo", y de esto nadie se asusta tampoco) inocente ella, dijo algo así como, ¿No sabéis lo que significa patria? Los niñuelos siguieron con cara de no enterarse. ¿Qué es eso? Dijo alguno. La profe, estupefacta, volvió a preguntar si alguien sabía qué significaba esa palabra. Nadie lo sabía. En tres cursos de segundo de secundaria sólo cinco sabían más o menos qué significaba la palabra patria. Y esto en un centro fuera de toda sospecha de manipulación política.
Cuando me contaron la historia me dije, nos la han metido doblada. Y todos tan contentos. Porque aunque es cierto que se abusó y se malinterpretó mil veces la palabra patria, como hoy hacen con las palabras libertad, justicia, democracia, no significa que no sean realidades que necesitan una palabra para ser nombradas.
Porque cuando una realidad pierde la palabra que la nombra, deja de existir, aunque no lo parezca. El poder del lenguaje es inmenso, y ese poder está en manos de quien lo manipula. Por eso el interés de manipular el lenguaje tan vivo hoy en día. Por eso los niños no conocen la palabra patria, porque ha habido quien silenciosa y sigilosamente la ha eliminado de las escuelas, de los medios de comunicación, de los documentos oficiales…
Y desaparecida la palabra desaparecida la realidad que nombra. Es la larga sombra del franquismo y el interés de mantenerla viva de tantos políticos irresponsables y sinvergüenzas que siguen alimentándose del viejo dictador al que tanto le deben.
La patria, dice la RAE en su primera acepción es tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. Y así entendida ya existía mucho antes que Franco o que Azaña, y ambos llamaban a España su patria. Habría que rescatarla y salvarla, porque no es una palabra lo que rescatamos. Es algo más. Es poder decir sin complejos, sin miedo o con él, mi patria es España, con todo lo que eso significa.

miércoles, 12 de junio de 2019

Todo un alarde de demagogia.



La letra mata, el espíritu da vida. Estas palabras se han leído en la misa de hoy que oía casualmente por la tele. Y yo, que las escuchaba de refilón haciendo otras cosas, me he sorprendido diciendo ¡claro! Es lo que digo muchas veces de mil maneras porque es perfectamente aplicable fuera del ámbito religioso. Aplicable al quehacer cotidiano, a la política, a la educación, a todos los ámbitos de la vida.
¡Qué diferente sería la sociedad y nuestra vida si entendiéramos esto de verdad! Porque no se trata de ceñirnos a lo escrito, buscando amarrarnos a los flecos que siempre deja el lenguaje, a las interpretaciones textuales. Esa es la forma de actuar de los tramposos, de la mala gente, y de los integristas, de los talibanes, que decimos ahora.
Hay que buscar más allá de la letra el espíritu de esa letra. Hay que llegar a la intención de quien escribió eso para saber qué es lo que realmente quiso decir con esas palabras.
Por eso me ha crispado y me ha irritado el juicio a los implicados en el “procés”. Porque cuando escuchaba los argumentos de la defensa he visto cómo esos abogados, defensores de los encausados, se amarraban vilmente a la letra, a menudo de modo ridículo por increíble, aunque aparentemente muy legal, ignorando, despreciando o tergiversando el significado real, el espíritu que hay detrás de la letra, adulterando la palabra hasta lo inverosímil.
Hoy acaba. Ha sido un alarde de demagogia alucinante. No sé lo que pasará, cuáles serán los veredictos, pero el daño causado a la sociedad y al estado de derecho que la protege, por haber tenido que soportar semejante desatino, está hecho.

martes, 11 de junio de 2019

¡Sin comentarios!



Encontré el otro día este letrero arrancado del poste en el que estaba y escondido entre los matorrales. Era la entrada desde una pista a un bonito sendero al que evidentemente no podían entrar los coches, aunque quisieran, pero sí motos trialeras y por supuesto bicis.
Lo planté a la entrada del sendero sujeto con unas piedras.
¡Sin comentarios!

lunes, 10 de junio de 2019

Resulta que soy un ploggingman.



Llevo toda la vida, como quien dice, recogiendo en una bolsita la basura que encuentro cuando ando por los montes. He de reconocer que a veces me canso de hacerlo e insulto al cerdo que ha tirado el sobrecito de glucosa, el papelito de las barritas energéticas, o el envase de la mermeladita “megahipergigatónica” que se ha metido en el cuerpo el susodicho cerdo sin pararse siquiera, imagino, para llegar antes no sé a dónde ni por qué. Pero claro, no me oye.
Hasta las narices estoy del asunto. Pero mira por donde hoy he descubierto que esta actividad tiene nombre y está de moda. Se llama plogging. ¡Flipao me he quedado! Resulta que llevo toda la vida haciendo plogging sin saberlo. Soy un ploggingman. ¡Qué fuerte nano! Soy un ploggingman. O sea un tipo que hace ploggging. Se dirá así, ¿no?
Y me ha venido a la cabeza aquella vez, hace años, que subiendo al Aneto, un individuo que iba delante de mí, en un paroncito, se bebió una coca-cola y tiró el envase al glaciar. ¡Cantaba que no veas el botecito sobre el blanco de la nieve! Un amigo suyo le reconvino, y el respondió, “el hielo se lo come todo”. Entonces yo, que esperaba detrás, sin decir nada, lo recogí y lo metí en mi mochila. Su mirada me taladró, pero ni él ni yo nos dijimos palabra.
Ahora sí le hubiera dicho algo. Le hubiera dicho, “es que hago plogging, soy un ploggingman. ¿Tú no? Únete a la peña plogginguera, colega”. Y a lo mejor hubiera dado unas palmaditas de alegría y se hubiera hecho también ploggingman.
¡Hay que ser gilipollas! De verdad que me da vergüenza ajena tanta estupidez, memez, simpleza y… Bueno, me callo. Aunque he de reconocer que lo único bueno del asunto es que si, por esta nueva imbecilidad anglosajona, el personal recoge la basura que tantos cerdos tiran por ahí, algo hemos ganado.
Pero que tenga que ser un ridículo palabro ajeno y no el respeto al medio ambiente lo que logre esto es bien triste y bien ridículo.

Días agradables, poca lluvia, ponientes al final.


NOTA DE LA SEMANA: 6

Empieza una semana fresquita para las fechas en que estamos y con el riesgo de alguna lluvia; parece que poca cosa. Quizá llueva algo más por el interior.
Serán los responsables los vientos de origen marítimo que nos acompañarán hasta el viernes en el que entrará el poniente y disparará las temperaturas. El cielo, con nubes y claros. Variabilidad primaveral.
¡Una lástima que no llueva bien, con ganas, al menos algún día! Al monte, que sigue estando precioso, le vendrían como anillo al dedo unos cuantos litritos más antes de los agobiantes rigores del verano de estas tierras, cruel y largo, largo, largo…
La nota que le pondría, considerando que lloverá poco o nada, y que viernes y sábado puede entrar el poniente, es un 4 pero  gracias a que martes, miércoles y jueves pintan muy agradables le pongo un 6.

jueves, 6 de junio de 2019

Día Internacional del Medio Ambiente. Fue ayer. ¿Y qué?



Ayer fue el Día Internacional del Medio Ambiente. Cualquiera que lea el blog, y en particular la sección montes verdes, sabrá de mi constante preocupación por este tema y conocerá mis puntos de vista. Y habrá concluido que no soy nada optimista.
Es incoherencia la palabra que define nuestra actuación sobre la naturaleza en la que vivimos, incoherencia absoluta. Por eso no me creo nada de nada de lo que dicen los políticos y sus voceros, los medios de comunicación, cuando hablan del tema.
Puedo poner muchos ejemplos, pero expondré sólo cinco, creo que muy significativos, expuestos ya en algunas de las 177 entradas de la sección que dedico a esto en el blog. Y no son de los que más se habla.

1. Hablan de revitalizar el mundo rural, la España vaciada que dicen, como paso importante para cuidar el medio ambiente, y sacan a los niños todos los días de los pueblos pequeños para llevarlos al pueblo grande más próximo, con los riesgos que supone, el desarraigo y el dinero para el contribuyente.
Alternativa: Escuelas unitarias con un buen servicio de internet donde el alumno estudie hasta 4º de ESO en su pueblo por pequeño que sea.

2. Hablan de la presión turística sobre los espacios naturales protegidos como algo dañino para estos, lo que es muy cierto.  A la vez montan una campaña publicitaria impresionante para llevar más gente a Ordesa, cuando el parque en verano está absolutamente saturado, y cada vez más, el resto del año. Es sólo un ejemplo.
Alternativa: Si quieres proteger algo no digas que existe, pero facilita el acceso a quien tenga la iniciativa de buscarlo. Con el boca a boca e internet hoy en día basta.

3. Hablan de la contaminación de los vehículos, sobre todo de los viejos, y lanzan una persecución contra ellos, cuando ha contaminado mucho más aquel que se ha comprado uno cada cuatro o cinco años, que quien ha mantenido uno veinticinco en condiciones, claro.
Alternativa:
Fabricar menos coches diesel y gasolina. Aumentar la autonomía de los eléctricos y bajar su precio. Fomentar de verdad el trasporte público.Ir en tren de Munich (Alemania) a Satzburgo (Austria) cuesta cinco euros ¡! ¿Vale el ejemplo?

4. Hablan de las bicicletas como la solución a casi todos los problemas de contaminación… del aire. Bien, pero no todo el mundo puede ir en ellas; y hay a quien no le gustan. Además nadie pone coto al daño irreparable que las de montaña están haciendo a la red de senderos, en parajes protegidos y fuera de ellos. Los humanos respiramos, sí; pero también pisamos el suelo.
Alternativa:
Prohibir ya el acceso con BTT a todos los senderos sin excepción. Caminos y pistas forestales abiertos y señalizados convenientemente. Y para quien quiera emociones fuertes, crear circuitos (en Francia los he visto) para que quien quiera pueda hacer el burro a gusto.

5. Hablan de los incendios forestales. Del mucho daño que hacen al medio ambiente. ¡Claro! Campañas de concienciación, depósitos de agua, torres y vehículos de vigilancia, parques de bomberos… Y cuando arde el monte todo un espectáculo mediático para justificar que se hace todo lo que se puede. ¡Mentira, es todo un circo! Cuando llegamos ahí es porque no se ha hecho nada de lo que se debería haber hecho antes.
Alternativa:
El incendio no se apaga, se evita. Regenerando el tejido rural. Manteniendo limpio el monte. Controlando la regeneración espontánea tras un incendio. Aumentando significativamente la pena a quien provoca, sea como sea, un incendio forestal.

Y aún podría seguir, pero he dicho cinco. ¿Veis por qué no me creo nada? Sobre este tema todo es palabrería, parloteo, posturitas. No veo a nadie, ni siquiera a los ecologistas convertidos en ideología alternativa, tendenciosa e ineficaz, que aborde en serio el problema de nuestra relación con el medio ambiente. Es todo pura incoherencia.
Tendrá razón ese planteamiento de que si entendemos a la tierra como un organismo vivo, la humanidad no es más que un cáncer que acabará destruyendo, sin remedio, al organismo del que forma parte. Y es que una ciudad vista desde el aire se parece tanto a un tumor…
Es lo que pienso, y me sabe mal pensarlo.

miércoles, 5 de junio de 2019

Un extraño sabor de boca.



Iba yo con la moto por la autovía del Turia, entre Casinos y Liria. Es un tramo recto con muy buena visibilidad. Circulaba a 120 Km/h. cuando me dispuse a adelantar a un camión.
Miré por el retrovisor para cambiar de carril y vi que atrás, muy lejos todavía, venía un coche. Me acerqué más al camión antes de adelantarle, sólo unos segundos, y cuando fui a hacerlo no me dio tiempo ni de mirar el retrovisor, pues el coche que había visto lejos un momento antes nos pasó al camión y a mí, casi rozándome, a una velocidad descabellada.
Faltó nada para que el indeseable individuo se me llevara por delante, y desde luego, me hubiera enviado “al otro barrio” por la vía rápida, y nunca mejor dicho. A mí o a cualquiera que hubiera caído en la trampa que supone ver un vehículo lejos, calcular lo que tardará en llegar a donde tú estás, y que ese cálculo sea erróneo por la velocidad inesperada y excesiva del vehículo en cuestión.
Hideputa y malnacido es sólo algo de lo que le dije. Y durante tiempo se me quedó la inquietud de que sigo vivo de milagro por culpa de un imbécil, un descerebrado, un delincuente. Y a eso no hay derecho. La vida es algo lo suficientemente importante como para no jugar ni con la propia ni con la de los demás.
Y esto viene a cuento del accidente que, por exceso de velocidad, le ha costado la vida a un futbolista. La cobertura mediática del suceso mostrando los homenajes de los que ha sido objeto, y estos mismos homenajes, me han producido una gran desazón. Incluso, lo reconozco, me han cabreado.
Quiero pensar que lo homenajeado ha sido el futbolista en cuanto futbolista, la fama que saber darle al balón conlleva. Y al hecho de que más allá de tan vanos oropeles, después de todo, es una persona que ha muerto. Y eso, sea quien sea la persona, exige respeto.
Por lo demás, si hubiera sobrevivido debería haber acabado en la cárcel. Y debería haber pedido perdón a todos esos miles de niños y jóvenes para los que los futbolistas son modelo a seguir, por actuar de un modo tan absurdo, tan irresponsable, tan estúpido. Por creerse un dios al haber alcanzado la fama y el dinero, y actuar como tal, por encima de las leyes de los hombres, por encima del bien y del mal, por encima del resto de los mortales a los que sí preocupa la multa o la pérdida de puntos, o el daño que a otros puedan hacer.
Circular, fuera de un circuito, a más de 200 Km/h. es injustificable. Es un delito grave. Es una conducta aberrante. Y no admite excusas de ningún tipo. En cualquier caso algún agravante, pero ahí ya no entro.
Sí, esta historia me ha dejado un extraño sabor de boca. La desagradable certeza de que cada vez entiendo menos el mundo en el que vivo.

martes, 4 de junio de 2019

La fiesta de las adelfas.


Ha empezado, anunciando el próximo verano, la fiesta de las adelfas; del baladre como también se llama. Es todo un espectáculo del que poca gente habla. Es como si no estuvieran.
Quizá sea porque las tenemos por todas partes, en jardines, en carreteras, en autovías y autopistas, en el campo, en el monte... O quizá porque es muy venenosa toda ella.
El caso es que no le hacemos mucho caso. Y es una planta preciosa. Sus capullos de un rojo intenso; la flor formando ramilletes, con sus característicos colores; y la planta, de gran porte muchas veces, con sus verdes hojas contrastando con el suelo seco y las abundantes flores.
Pero lo más impresionante, y eso es algo que vale la pena ver, es internarse por una de nuestras muchas ramblas y contemplar cómo del suelo seco, polvoriento y pedregoso, y bajo un sol abrasador, surgen las adelfas convirtiendo el paisaje en una auténtica maravilla.
Nuestro secular desprecio por este ecosistema tan nuestro, ha convertido desde siempre las ramblas en vertederos, escombreras y, en el mejor de los casos, en lugares para hacer el burro con vehículos diversos tales como motos, quads, 4X4…
Hay otra manera de acercarse a las ramblas. Andando sin prisa, bien protegidos del sol y con agua abundante. Si no la habéis hecho nunca, ahora es el mejor momento.












domingo, 2 de junio de 2019

Levante, calorcillo; poniente, calorcillo.

NOTA DE LA SEMANA: 5

Nos espera una semana donde alternarán los levantes con los ponientes. Cuando entren levantes las temperaturas bajarán, pero con la humedad la sensación será de calor. Cuando soplen ponientes subirán las temperaturas pero, al no haber tanta humedad, la sensación de calor será parecida a la de los días de levantes.
En otras palabras, con o sin humedad, el calor ya está con nosotros. De momentos sin grandes excesos. El viento se notará pero no será demasiado molesto. ¿Lluvia? A día de hoy existe la posibilidad de que llueva algo el jueves, pero no está muy claro. El día más calentito será el miércoles, 33ºC.
Eso es lo que dicen hoy las previsiones. Un 5 rasito.

ACTUALIZACIÓN A LAS 12 HORAS DEL 4 de JUNIO DE 2019.

Por fin, de la lluvia del jueves nada de nada. Si hubiera sido una "ponentá" la previsión hubiera acertado de lleno, tratándose de lluvia... Es lo que hay.

Un año más. ¡Qué triste!



El 17 de mayo de 2018 publiqué una entrada sobre esas macrofiestas que se montan para hacer negocio, con los alumnos cuando acaban 4º de secundaria y después cuando acaban bachiller.
La vuelvo a publicar tal cual, porque releyéndola hoy, creo que expresa perfectamente mi forma de ver el asunto y el de mucha más gente. Y porque creo que hay que decirlo, diría mejor denunciarlo, y bien alto, aunque sirva para muy poco. Aunque sea una voz clamando en el desierto…

Un año más vamos a asistir impotentes al triste espectáculo de ver a nuestros alumnos sumergidos en el absurdo que supone esa macrofiesta al acabar 4º, y ese viaje masivo al término de bachiller.
Ante esto hay que dejar varias cosas muy claras. La primera es que los institutos nada tienen que ver con estos montajes, aunque a veces los alumnos mientan diciendo que es cosa del cole y haya padres que se traguen la bola.
En segundo lugar hay que tener también claro que la organización de estos eventos corre a cargo de empresas privadas que obtienen de ellos sustanciosos beneficios.
En tercer lugar también hay que saber que las condiciones de traslado de los chavales, en ocasiones recuerda al trasporte de ganado. Yo he visto llenar un autobús interurbano de alumnos de 4º. La mayoría de pie y lógicamente sin cinturón de seguridad.
En cuarto lugar es importante conocer la realidad de lo que allí hacen o pueden hacer. Quien quiera creerse que son fiestas light, de música y cocacola o fanta, es muy libre de creérselo. Incluso habrá algún padre de esos de “mi hijo no me engaña” que se creerá que empiezan rezando el rosario y acaban con un padrenuestro por las morsas de Madagascar, si el mozalbete así se lo explica. Y no digo más porque a buen entendedor, pocas palabras bastan. Y a mal entendedor para nada sirve hablarle.
Por esto animo a que los padres se enfrenten sin miedo a sus hijos menores de edad y les digan, ¡no, tú no vas a esa fiesta! Admiro a los papás que lo hacen. Admiro a los pocos alumnos, los raros, que dicen, yo a eso no voy ¡Difícil y valiente decisión para un alumno de 4º de secundaria!
Y con los mayores de edad, poco pueden hacer los padres que no lo hayan hecho ya. Ahí han de ser ellos, los jóvenes, los que decidan qué hacer con su vida. Por eso admiro a los pocos que al acabar bachiller se van a un concierto a alguna ciudad más o menos lejana, se hacen una ruta en tren por Europa, o se montan un viaje de aventura, mochila a la espalda, y no se hunden en ese quemadero de dignidad y valores en el que se hunden casi todos.
Y yo, como educador, que junto a mis compañeros he intentado enseñarles qué es la verdadera libertad, hacerles conscientes de su dignidad; que he intentado desarrollar su capacidad crítica y ayudarles a que encuentren un sentido a su vida, siento en lo más hondo del alma verles caer en ese pozo de miseria y estupidez.
¡Qué forma más triste de acabar la secundaria, de acabar el bachiller! ¡Qué desolación como educadores! Es cierto que en la mayoría de los casos el asunto acabará ahí, y no pasará nada. Pero, ¡qué triste acabar así!
Yo ya no puedo hacer más de lo que he hecho. Ahora sólo me queda no pensarlo, no pensarlos en esa fiesta estúpida al acabar 4º, ni en ese viaje absurdo al acabar bachiller. No pensarlos allí, no imaginarlos allí, porque me duele. Y esperar que salgan indemnes de una experiencia que ninguna falta les hace.