FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 30 de mayo de 2019

Algo huele a podrido en Dinamarca.



Viendo lo que está pasando con el brexit, y con el independentismo catalán, o el mercadeo de pactos tras las elecciones en toda Europa, a poco que sea uno crítico, debe darse cuenta de que "Something is rotten in the state of Denmark”, es decir que algo huele a podrido en Dinamarca.
Esta expresión, sacada de Hamlet, describe a la perfección lo que está sucediendo en los países democráticos. Y lo que huele a podrido en estos países es la democracia, simplemente porque está pudriéndose, y muy deprisa.
La democracia esencialmente es ante todo que se cumpla la voluntad de la mayoría. Y para ello hay partidos políticos, elecciones periódicas, división de poderes, toda una legislación y una serie de mecanismos y costumbres, algunas no escritas, para garantizar el objetivo final.
Todo un complejo sistema que está descompuesto, podrido, por lo que cada vez con más frecuencia no cumple con su objetivo final. En otras palabras. Actualmente la democracia no garantiza que se cumpla la voluntad de la mayoría ni de lejos.
Porque mayoría significa mayoría, no la mitad más uno. Y una mayoría que por poco no pueda llegar a gobernar, no puede dar cabida en el gobierno a una minoría que a muy pocos representa.
No hace falta ser muy perspicaz para caer en la cuenta de qué estoy hablando.
No es democrático que porque la mitad de los ciudadanos del Reino Unido quieran salir de la Unión Europea, haya que acatar ese deseo. Porque no es la mayoría, es la mitad. Y una situación establecida democráticamente no puede cambiarse porque sólo la mitad lo deseé.
Y lo mismo con Cataluña. No es democrático el independentismo catalán. No hay una mayoría de  independentistas. Como más la mitad. Y lo repito, una situación establecida democráticamente no puede cambiarse sólo por el deseo de una mitad.
            Es de un fariseísmo repugnante decir que porque numéricamente y en virtud de unos reglamentos menores somos mayoría, representamos a la mayoría. Eso es aferrarse a la letra ignorando el espíritu de la letra. Eso es inmoral. Es una falsedad y una falacia.
            Esto en cuanto a los referéndums que siendo útiles y necesarios en toda democracia, están pidiendo a gritos una revisión para que de verdad sean democráticos.
            Y en cuanto a las elecciones y mercadeo posterior hay también mucho que revisar.  No es democrático que varios partidos minoritarios se alíen para evitar que gobierne el que ha ganado unas elecciones. Como no sería tampoco democrático, y es solo un ejemplo, que Podemos entre en el Gobierno. Sería un acto profundamente contrario a la democracia que un partido minoritario actualmente, y cada vez más, vapuleado además en las urnas, llegara a La Moncloa. Es la perversión del sistema. Y evitar esta perversión no es solo responsabilidad del PSOE, sino de otros partidos. Pero no voy a seguir por aquí, pues es harina de otro costal.
            Porque la democracia, y vuelvo al principio, es la voluntad de la mayoría, y eso es lo que hay que garantizar. Y yo no veo garantías de esto por ninguna parte.
            No veo tampoco en los medios de comunicación que se aborde este problema, ni siquiera que se vea como problema. Parece que todo el mundo asume como democracia lo que en realidad no es más que un esperpento.
            Se trata de reencontrar el enfoque cualitativo de la democracia, y no el cuantitativo. Mientras no se haga esto la democracia seguirá descomponiéndose. Y esto nos costará tiempo, dinero, preocupaciones; en suma, el despilfarro de unas energías y unos medios que estarían mejor al servicio del bienestar de los ciudadanos.
            Y que no nos cueste Europa y la propia democracia; nuestro modo de vida, del que estamos tan orgullosos. Porque a ver quién para a los radicalismos y populismos si no refundamos la democracia devolviéndole su verdadero sentido, el único que la justifica, la voluntad de la mayoría.
            Yo, mientras tanto, me estoy empezando a plantear muy en serio la abstención como postura seria y coherente. Abstención dolorosa, no por indiferencia, sino porque me niego a que utilicen mi voto en contra del sistema en el que creo, la democracia.
            Lo dicho. Huele a podrido, y huele mal.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Una foto espectacular.


Ha llegado vía móvil no sé de dónde ni de quién. No sé tampoco si es real o es un montaje. Si es un montaje está muy bien hecho y es bonito, ¡enhorabuena! Si es real es una foto impresionante, supongo que de la tormenta del martes pasado a la que dediqué una entrada. En este caso, también ¡enhorabuena!
La comparto porque me parece genial, y felicito a su anónimo autor.




Primavera en el Pirineo.


Después de meses sin poder ir a los Pirineos, un breve viaje este fin de semana nos ha recordado, “por si se nos había olvidado” lo bella que es esa cordillera. Comparto algunas fotos que he clasificado en bosques, agua, flores y montañas.
Los bosques, en plena primavera, estaban impresionantes. Contrastaba sobre todo el verde nuevo de las hayas con el oscuro de pinos y abetos.







Había agua por todas partes. Los ríos bajaban bravos. Torrentes y arroyos se escuchaban por doquier. Las cascadas impresionaban por su fuerza.






En los prados salían flores entre las que destacaban los narcisos que creaban increíbles tapices. En la montaña, entre las rocas ya libres de la nieve, aparecían también dando una sorprendente nota de color.







Las montañas, aún nevadas, y las más altas muy nevadas, se recortaban contra el cielo azul o se envolvían de brumas y nubes pareciendo más altas todavía.

Pico Sabocos.

Garmo Negro.
Picos del Infierno.

Pico Tebarray.

Pico Tendeñera.

Pic Midí d´ Ossau.


martes, 28 de mayo de 2019

¡¡¡Amunt Valencia!!!



Acabábamos de cenar en un tranquilo pueblecito del Pirineo cuando caí en la cuenta, Isabel ya lo sabía, de que estaban jugando Valencia Barça la final de la Copa del Rey. Y que iba ganando el Valencia 2 a 0.
A mí no me gusta el fútbol, aunque he intentado que me guste sin conseguirlo. Me aburre soberanamente y me da igual quien gane o pierda. Pero en este caso, mira por dónde, me alegré y deseé que ganara el Valencia.
Llegamos a la terracita de un bar donde nos sentamos a tomar una copa. La noche era templada, aunque es mayo y las montañas aún tenían mucha nieve. Dentro, los parroquianos, aragoneses todos ellos, seguían el partido, por lo que intuíamos por sus exclamaciones, de parte del Valencia.
Sentí en la noche pirenaica, ante un orujito de hierbas, un extraño fervor futbolero y unas ganas irrefrenables de que perdiera el Barça. Pero metió un gol. Las ganas de que perdiera se hicieron más intensas.
Le comenté a Isabel los motivos de estos sentimientos extraños para mí. Le dije que si esto que yo sentía es lo que siente la gente a la que sí le gusta el fútbol, pero a lo bestia, el fútbol no es bueno para el corazón.
Un motivo es que, aunque como ya he dicho a mí no me gusta, soy valenciano, nacido muy cerquita de La Lonja y el Mercado Central, e Isabel, mi mujer, al lado del ayuntamiento y la Iglesia de Ribarroja, en la “volta de la processó”. Y aunque tenemos muy claro eso de ser ciudadanos del mundo, eso no quita que nos sintamos valencianos y españoles.
Otro era que siendo el año del centenario era bonito que ganara el Valencia. A fin de cuentas cien años son cien años, y durante todo este tiempo ha habido mucha gente a la que este club  ha hecho feliz, entre ellos mi abuelo Paco. Mucha gente que le ha entregado tiempo y esfuerzo. Mucha gente a la que se le ha hecho la vida, quizá dura, más llevadera gracias al Valencia. Sí era un bonito motivo.
Y el otro motivo es que tal y como están las cosas, que la copa del Rey la ganara el Barça me parecía algo contra natura. Ver a su majestad entregando el trofeo al Barcelona C.F. me retorcía hasta la última de mis tripas. Me parecía incoherente, injusto y feo de cojones, con perdón. Y lo siento por esa mitad de catalanes, silenciados y silenciosos, que están viviendo en un infierno que no merecen. A todos ellos mi solidaridad y mi respeto.
Quedaban pocos minutos y seguía ganando el Valencia, pero se oían unos “uys” y unos “ays” que lograron que acabara entrando en el bar. Había empezado el tiempo de descuento y reconozco que me puse nervioso. Sí, yo me puse nervioso con un partido de fútbol.
Y cuando el árbitro pitó el final me alegré con la gente que allí había, y salí enseguida a decírselo a Isabel que, nerviosa (durante muchos años fue futbolera, valencianista y donde hubo siempre queda), esperaba la noticia en la terraza. Y nos alegramos. Y escuchamos unas tracas rompiendo el silencio de la noche pirenaica.
Nos fuimos a dormir contentos, pensando en la fiesta que habría en Valencia, en Ribarroja y en todos los pueblos de nuestra tierra y en muchos de fuera de ella.
Sí, había ganado el Valencia, y en este momento de la historia es lo que tocaba. Al menos así lo vivimos. Había ganado el Valencia, ha ganado el Valencia la Copa del Rey, contra el Barça, por eso acabo esta entrada, con un

                               ¡¡¡¡¡¡AMUNT VALENCIA!!!!!

lunes, 27 de mayo de 2019

El agobio "asoma el morro".

NOTA DE LA SEMANA: 7

Una semana tranquila de primavera es la que empieza hoy lunes. Temperaturas mínimas frescas, no frías. Máximas calentándose poco a poco. Vientos predominantes de levante. Sin riesgo de lluvias y cielos mayoritariamente despejados.
El único problema que está empezando a “asomar el morro” es la combinación entre temperaturas superiores a 25ºC y vientos húmedos de levante, aunque sean flojos. Esa combinación, al menos a mí, me agobia. Pero mejor eso que el poniente.
La nota que le pongo, contando con los dos días de lluvia de la semana pasada, es un 7. No está mal la semanita.

viernes, 24 de mayo de 2019

Seguiré comprando en Zara.



Sí, compraré en Zara. Ya lo he hecho muchas veces y lo seguiré haciendo. Es mi forma de decir que ese no es el camino. Y ahora, cuando los imbéciles de turno vuelven a poner al señor Ortega en su punto de mira, con más ganas.
De verdad que no puedo entenderlo por mucho que lo intente. Claro que la sanidad pública debe pagarse con nuestros impuestos. Pero si sobre eso, hay alguien que quiere y puede poner la guinda al pastel ¿por qué no puede hacerlo? Una cosa no quita la otra. "Com més sucre, més dolç", como dicen en valenciano.
Que es para blanquear dinero o para evadir impuestos… Imbéciles, si hay una sospecha de que la empresa de Amancio Ortega blanquea dinero o no cumple con hacienda, que actúe la justicia y punto. Si no lo hace será porque no puede hacerlo, es decir porque no hay delito o porque la autoridad competente está conchabada con él, y en este último caso se deberá actuar sobre esta corrupta autoridad. Mientras tanto no veo problema alguno en que este hombre ayude a los demás con lo que le sobra, porque lo importante es la gente, y más cuando está su vida en juego. Se podría gastar ese dinero, que salvará vidas, de otras formas de las que nadie nos enteraríamos.
¡Y es que son imbéciles! Y cuando digo esta palabra, ya lo he hecho dos veces, con esta tres, me remito a su significado en la RAE, en su primera acepción, tonto o falto de inteligencia. Y no lo digo como insulto, sino como constatación de que estos señores son tontos, es decir, tienen una cierta diversidad funcional, como dicen ahora, la diversidad de quien “no tiene más que una idea en la cabeza más fuerte que las de un hombre de talento que tiene millares”. Así definía Balzac a los imbéciles. Y van cuatro.
Estos individuos, fruto de la crisis de un sistema que con sus muchísimas sombras es el que lamentablemente funciona dada la naturaleza humana, pretenden romperlo y sustituirlo por otro, trasnochado y fracasado, que ya ha dado todo lo que de bueno podía dar, a cambio, eso sí, de millones de muertos y de gravísimos y continuados atentados contra la libertad y la democracia.
Esa es su única idea, su simpleza ideológica, su pobreza mental, aderezada por la más descarada de las incoherencias. No hay más que seguir de cerca la vida y milagros del macho alfa de todo este personal.
Y lo que más me preocupa es que semejantes individuos puedan llegar al gobierno, como probablemente pasará. Y es que, como decía Amadeo de Saboya, que vino, vio e inteligentemente se largó, "si al menos fueran extranjeros los enemigos de España, todavía. Pero no. Todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la nación son españoles".
Yo, mientras se empeñan en desperdiciar la enésima oportunidad histórica de salir de nuestro peculiar pozo cainita y autodestructivo, oportunidad que supuso la transición, la Constitución y todos estos años de democracia, seguiré comprando en Zara.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Mantenernos a distancia.



Dedico esta entrada a una amiga, maestra, que lo está pasando mal.

Como gran parte de los amigos de Valencia, que decimos, trabajamos en educación, cuando nos reunimos suele ser inevitable que acabemos hablando de niños, colegios y cosas así, para desdicha de los que trabajan en otros entornos laborales. Y aunque intentamos evitarlo, a veces no es fácil.
El caso es que el otro día, hablando de todo un poco, fuimos a parar otra vez al tema educativo y llegamos por absoluta y entusiasta unanimidad a establecer la lista de los tres grandes enemigos de todo docente. Hay más, pero son menos poderosos, menos aviesos y menos perversos.
Eso sí, el enemigo por excelencia, el satán de la educación, son los políticos que la han utilizado, la utilizan y la seguirán utilizando como arma en sus inmundos y estériles enfrentamientos. Arma de destrucción masiva, por cierto. Pero este enemigo está fuera de concurso. Tal es su falacidad, su desvergüenza y su poder destructivo.
Pero volvamos a la lista de esos tres villanos a los que he aludido y que tenemos más cerca. Lista cuyo orden es indiferente. No es el primero peor que el tercero. Dependiendo de situaciones y circunstancias, uno hará más daño que otro. Son los psicólogos de despacho, los abogados y los periodistas.
Son estos los enemigos a mantener lo más lejos posible y a huir despavoridos si se nos acercan, porque llevamos las de perder aunque lo hayamos hecho bien, aunque tengamos razón, aunque nuestras intenciones hayan sido limpias y honestas desde el principio.
Los psicólogos de despacho que no han pisado un aula en su vida ni tienen intención de hacerlo; que no conocen lo que realmente es un colegio; que a los niños los ven de uno en uno y un ratito; y que tienen la versión de una parte, la que paga, cuando hay un conflicto, lo tienen muy claro. Están convencidísimos de su diagnóstico contra toda evidencia, y los malos son siempre el cole y el profe que ¡claro! no lo ha hecho bien.
Los abogados que a todo lo anterior añaden el poder de acojonar y destruir, si con eso ganan pleitos y prestigio, al pobre maestrico que le han puesto por delante. Les suele importar un bledo lo realmente sucedido y se apoyan en palabras muy de moda que utilizan a modo de mazo para demoler cualquier verdad que ellos hayan decidido que no lo es. Aunque lo sea.
Los periodistas que a modo de buitres van buscando carroña. No cazan, huelen el conflicto servido por los dos anteriores y se alimentan de su podredumbre. Sentencian sin previo juicio y utilizan los palabros que psicólogos y abogados han aireado para airearlos más aún, hacerlos públicos, caiga quien caiga. Y el que cae es el docente, claro. Hacen la función de un ventilador cuando le ponemos, con perdón, una mierda blandita delante.
Dicho lo dicho habría que añadir, en honor a la verdad, que toda generalización es injusta y falsa. Por eso no puedo, ni debo, acabar estas líneas sin decir que hay psicólogos de despacho, abogados y periodistas honestos, y no pocos. Que conozco a algunos de ellos. Pero los otros, los descritos anteriormente, algunos de los cuales también conozco, aun siendo menos hacen tanto, tanto daño… Y también hay que reconocer que a veces en los colegios pasan cosas que no deberían pasar.
Pero qué queréis que os diga, compañeros. Qué tal como está el patio, lo mejor para nuestra salud mental y física es hacerlo lo mejor que podamos y sepamos, hablar poco, escribirlo todo y tratar de mantenernos a distancia de todos estos señores, por si acaso.

martes, 21 de mayo de 2019

Una tormenta de regalo.



¡Qué regalo más bonito nos ha hecho la primavera esta tarde! Una tormenta que nos ha dejado 14 litros cuando por aquí se esperaban sólo lloviznas. ¡Genial! Y por el interior habrá llovido más. Falta hacía.
La veíamos acercarse como una barrera oscura que lo ocupaba todo. Un sonido sordo lejano cada vez más próximo, los relámpagos iluminando el cielo ya negro. La lluvia, fuerte, con un granizo menudo que saltaba en el suelo del patio. De vez en cuando un estampido seco, duro, y el resplandor del rayo. Y nosotros disfrutando del espectáculo.
Luego la lluvia se amansa hasta cesar y el aire, la tierra, los árboles y las plantas, los campos y el pueblo quedan limpios. Y respiramos hondo, y ese aroma fresco a tierra húmeda, vivo y vivificante, nos llena de una increíble sensación de bienestar.
El sol se pone entre nubes rotas, y la noche, en los montes, será húmeda y fría, maravillosamente húmeda y fría. Un regalo. Sí, un regalo el de esta tarde de mayo.

lunes, 20 de mayo de 2019

El día de la abejitas.


Hoy, Día Mundial de las Abejas, y en honor a tan útil y simpático bicho, comparto un bonito poema de Antonio Machado, muy clarito y muy hondo a la vez, en el que habla de ellas; una foto que le hice a una, hace unos días, libando en una jara y ¡cómo no! a la entrañable abejita Maya.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.




¡Que sigan entre nosotros!

domingo, 19 de mayo de 2019

Más primavera.


NOTA DE LA SEMANA: 6/9

Poco a poco van subiendo las máximas. Las mínimas seguirán cómodas, o sea fresquitas. Predominio de levantes, lo cual es bueno. Ningún día de vientos fuertes, eso es bueno también. Un día gris, otoñal, con alguna llovizna, lluvia o tormenta por el interior, que será el martes. Un día calentito, casi de verano, que será el jueves. El resto, primavera.
Así dicen los mapas que será esta próxima semana. ¿Qué nota le puedo poner? Pues un 6. Para ponerle notable debería llover bien algún día. Pero eso solo será por el interior. ¡Qué le vamos a hacer!

Actualización a 21 de mayo.

Gracias a la tormenta de hoy, y a cómo se prevé el resto de la semana, con riesgo de lluvias otra vez el viernes, le subo la nota a 9.

miércoles, 15 de mayo de 2019

¿Dónde están los progresistas?

¿Quién es quién?

Me da rabia que determinado sector del espectro político, el que se autodenomina con la hueca palabra izquierda, se apropie de la palabra progreso. Y además que todo el mundo lo asuma como lo más natural y cierto, medios de comunicación incluidos.
Esta aparente evidencia es profundamente falsa y no resiste un análisis objetivo mínimamente serio desde ningún punto de vista. Yo voy a hacerlo desde la dialéctica, pero se podría hacer desde otras muchas perspectivas.
Es un hecho que para afrontar los distintos retos que el devenir social nos plantea buscamos respuestas a estos retos. A una respuesta vamos a llamarle tesis. Pero pronto, a esta tesis se le opondrá otra posible respuesta, a menudo contraria, que le llamaremos antítesis.
Hasta aquí no podemos hablar de progreso, sino de dos planteamientos distintos y normalmente contrapuestos. El progreso estará en la síntesis que mentes abiertas, honestas, inteligentes y capaces de dialogar hagan de confrontar la tesis y la antítesis.
Y con el tiempo, esta síntesis se convertirá en tesis a la que se le opondrá otra antítesis, y así sucesivamente. Esto es el progreso. El verdadero progreso. El filósofo Hegel y después Marx son dos de los pensadores que profundizan en este planteamiento que clarifica muchos aspectos del confuso circo político de entonces y de ahora.
La función de establecer las tesis y las antítesis suele recaer en los radicales, y es una función imprescindible, pero no son el progreso. Como no lo es nadie que se atrinchere en planteamientos que no busquen la síntesis. Porque la verdad, la llave maestra que abre todas las puertas, el brebaje que cura todos los males, no lo tiene nadie. ¡Y huyamos despavoridos de quien diga tenerlo!
Aplicad este sencillo planteamiento filosófico a la realidad actual de nuestro país, a nuestros problemas más acuciantes, a nuestras asignaturas pendientes, a unas inminentes elecciones… Y pensad si alguien está buscando la síntesis, o si cada uno está anclado en sus tesis o sus antítesis.
Quizá éste es el gran problema que tenemos en España. Que nadie está buscando síntesis sino la victoria de sus tesis. Pero eso no es el progreso. Por eso me da rabia que todos aquellos que defienden sus tesis o sus antítesis, según se mire, sin la más mínima intención de llegar a síntesis alguna, tengan la arrogancia y la desvergüenza de llamarse progresistas.

martes, 14 de mayo de 2019

Mirad el caso que hacen, y el daño.



La señal es clara, el texto que la acompaña también.

El caso que le hacen se ve en las siguientes fotos.













Y es que las bicicletas destrozan los senderos. En palabras más actuales, es insostenible que las BTT circulen fuera de pistas y caminos. Insostenible e indiscutible el daño irreparable que hacen. Y la conciencia ecológica de los que practican este “deporte”, inexistente.
Pero se divierten. Y esto me recuerda un día en el que subía una montaña en el Pirineo y un individuo bajaba por el sendero a saltos, atajando en las curvas, tirando piedras a los que subíamos… Una amiga le reprendió y su respuesta fue, ¡es que me divierto!
Entonces me entraron unas ganas enormes, casi incontenibles, de atizarle un puntapié en la entrepierna, diciéndole, ¡esto a mí también me divierte!
Pues eso.

lunes, 13 de mayo de 2019

¿Mi tierra? Mi tierra eres tú.



¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?
Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.

¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?

Luis Cernuda.

domingo, 12 de mayo de 2019

Semana de primavera.



NOTA DE LA SEMANA: 8

Según los datos de hoy la semana no pinta mal. Predominio de levantes con temperaturas mínimas fresquitas y máximas cómodas, sin acercarse a los 30 graditos de esta semana. Tampoco los vientos serán fuertes y el cielo tendrá nubes y claros, incluso algún día cubierto.
Y a partir del viernes podría llover; y llovería bien si entran levantes, pero poco y con viento si entran ponientes. Está por ver.
Sí esto se cumple, temperaturas cómodas, vientos frescos y suaves, y tres días de lluvia para acabar, le pongo un 8 por ser una buena semana primaveral.

viernes, 10 de mayo de 2019

Aunque solo sea por esto, gracias Alfredo.



Es curioso que la muerte nos traiga, en ocasiones, una imagen fugaz de lo más digno que tenemos los humanos. Y aunque es solo una imagen fugaz e incluso se intuye falsedad y podredumbre a través de ella, es una imagen hermosa y reconfortante.
Ver alrededor de los restos mortales de Alfredo Pérez Rubalcaba, de un modo respetuoso y humano, al menos aparentemente, a tanta gente que dedica gran parte de sus energías a descalificarse y destruirse unos a otros, si pueden, es, como ya he dicho, hermoso y reconfortante.
Me da igual que todo sea una pantomima institucional, me da igual que haya quien piense en la posible rentabilidad política del acontecimiento, incluso me da igual que haya quien lo sienta de verdad. Me da igual que todo sea una mentira con pinceladas de verdad.
Un hombre, con sus luces y sus sombras, como todos, ha partido de un modo prematuro y repentino a la Casa del Padre, de un Padre que, aunque no lo creyera, no lo sé, sí sé que le espera.
Y nos deja de regalo una imagen humana y bella de un mundo inhumano y feo, el de la política. Y eso es muy de agradecer.
Aunque solo sea por esto, gracias, Alfredo.

jueves, 9 de mayo de 2019

Salir del corazón de una rosa blanca.



Ha partido hoy, el día siguiente al de su santo, a la Casa del Padre, mi tía Amparín, la hermana de mi madre. Son muchos los recuerdos que de ella tengo, y todos gratos y entrañables.
Pero sobre todos destacan dos épocas de mi vida en las que estuvo muy presente. Una de ellas fue cuando yo era niño, en los veranos pasados en el chalet de mis abuelos, en La Cañada. Éramos cinco niños, yo el mayor, y entra ella y mi madre fueron capaces de regalarnos un tiempo del que puedo decir, "ojala que puedas conocer los veranos que vivido yo", como dice Mocedades.
La otra, cuando yo ya era mayor y habiendo ella enviudado, se venía con nosotros unos días al Pirineo, en verano. Siempre pensé que de alguna forma era un más que justo agradecimiento a lo que nos regaló cuando niños. Y sé que disfrutaba.
Quiero esta tarde, a modo de homenaje y en su memoria, compartir uno de los textos más conmovedores de Platero y yo. El Canario se muere.

Mira, Platero, el canario de los niños ha amanecido hoy muerto en su jaula de plata. Es verdad que el pobre estaba ya muy viejo... El invierno último, tú te acuerdas bien, lo pasó silencioso, con la cabeza escondida en el plumón. Y al entrar esta primavera, cuando el sol hacía jardín la estancia abierta y abrían las mejores rosas del patio, él quiso también engalanar la vida nueva, y cantó pero su voz era quebradiza y asmática, como la voz de una flauta cascada.
El mayor de los niños, que lo cuidaba, viéndolo yerto en el fondo de la jaula, se ha apresurado, lloroso, a decir:
—¡Puej no l’a faltao na: ni comida, ni agua!
No. No le ha faltado nada, Platero. “Se ha muerto porque sí” , diría Campoamor, otro canario viejo...
Platero, ¿habrá un paraíso de los pájaros? ¿Habrá un vergel verde sobre el cielo azul, todo en flor de rosales áureos, con almas de pájaros blancos, rosas, celestes, amarillos?
Oye, a la noche, los niños, tú y yo bajaremos el pájaro muerto al jardín. La luna está ahora llena, y a su pálida plata, el pobre cantor, en la mano cándida de Blanca, parecerá el pétalo mustio de un lirio amarillento Y lo enterraremos en la tierra del rosal grande.
A la primavera, Platero, hemos de ver al pájaro salir del corazón de una rosa blanca. El aire fragante se pondrá canoro, y habrá por el sol de abril un errar encantado de alas invisibles y un reguero secreto de trinos claros de oro puro.

Esa primavera en la que hemos de ver al pájaro salir del corazón de una rosa blanca es ya su primavera, y hoy habrá, en este sol triste de mayo, "un errar encantado de alas invisibles y un reguero secreto de trinos claros de oro puro."
Esta es nuestra fe, esta es nuestra esperanza.
Esta era tu fe, esta era tu esperanza. ¡Que Dios te bendiga y te dé la vida y la alegría para siempre!

miércoles, 8 de mayo de 2019

Yo no quiero verla.

No es la sociedad de cazadores de un pueblo oscuro y siniestro, es el entrañable hotel Ciria, en mi querido Benasque.

Esto es una cuestión muy personal, pero voy a compartirla porque ya ha habido bastante gente que me ha preguntado por la serie de TVE La Caza. Monte Perdido, debido, supongo, a la vinculación que establece quien me conoce entre los Pirineos y un humilde servidor, vinculación que me honra.
Pues bien. No me parece nada porque no la veo ni la pienso ver. El motivo es muy sencillo. El lugar donde se desarrollan los hechos, el valle de Benasque, los nombres, empezando por el título Monte Perdido, y otros “ingredientes del pastel televisivo” que conforman la serie son tan queridos para mí, están tan dentro de mi vida, les tengo tanto respeto que verlos mezclados con la trama negra, oscura y extremadamente desagradable del argumento, me resulta absolutamente indigesto.
Sé que es ficción, y hoy por hoy, distingo entre ficción y realidad, aunque a veces la segunda supera a la primera en cuanto a aberraciones y gilipolleces se refiere y me hace difícil esta distinción. Pero por muy claro que tenga esto me molesta sobremanera contemplar un panorama de muerte, horror, sufrimiento, en el marco incomparable de mis queridos Pirineos y en concreto del valle donde los descubrí y donde, como he dicho, soy muy, muy feliz.
Para mí aquello es luz limpia, aire fresco, libertad, grandes horizontes, agua clara, esfuerzo siempre recompensado, buen comer y mejor dormir, profundas experiencias personales, amistad…vida. Y todos los nombres, los bosques, las montañas, los pueblos, los edificios, las calles están envueltos en esa vida. Verlo todo esto manchado por una historia negra y siniestra no lo aguanto.
Pues eso, tres veces he dicho lo mismo con distintas palabras. Y vuelvo al principio. No, no la he visto ni la pienso ver. Ahora bien, no juzgo ni la serie ni el hecho de haberla rodado allí. Reconozco, como ya he dicho nada más empezar, que esto es una cuestión muy personal. Y mi opción no es ni mejor ni peor que otras, es la mía. De hecho  entiendo que a mucha gente le pueda gustar, y me parece muy bien.
Pero a mi no. Además me he dado cuenta de que aunque quisiera, aunque la razón me llevara a verla, ¡venga Jesús, que no es más que una peli!, el sentimiento me lo haría imposible. ¡Qué le voy a hacer! 

martes, 7 de mayo de 2019

Me han entrado muchas ganas de comprar en el Corte Inglés.



¿Qué queréis que os diga? Que me han entrado unas ganas enormes de ir a comprar al Corte Inglés, y además resulta que la tarjeta que tengo hace años ahora la llevo con orgullo; antes simplemente la llevaba.
Y es que la imbecilidad absoluta que, a mi juicio, supone el expediente que le ha abierto la Generalitat a la campaña del Día de la Madre de El Corte Inglés, cae de lleno en el ridículo en el que caen los radicalismos, los integrismos y muchos otros ismos que, convencidos de tener la absoluta razón, pierden el juicio, o el norte, o el sentido común, como queráis decirlo.
Y a lo peor ganan, porque esta imbecilidad está extendida por toda la sociedad, incluido el ámbito judicial. Pero me da igual ¡Cuántas sentencias judiciales son de todo menos justas! Sería una más. Y aunque al Corte Inglés le sobre el dinero, yo de modo testimonial, colaboraría con cinco euros para pagar la indemnización pertinente. Y sé que como yo hay mucha gente que no se atreve a decirlo.
¡Qué machismo ni qué leches! Era el Día de la Madre y es un hecho que muchas madres se han ajustado, se ajustan y se ajustarán a lo que trasmite la campaña. ¿Y qué tiene de malo que lo hagan?
Para nada significa el cartelito de marras que no haya hombres que hagan lo mismo, que sean padres entregados hasta el límite, ni que haya madres que sean unas perfectas hideputas, ¡claro! De todo hay en la viña del Señor (Huy, perdón, una interferencia clerical). Pero es que era el Día de la Madre y tocaba hablar de las mamás.
Yo, por mucho que me estruje la sesera, no veo por ninguna parte que resaltar una de las cualidades más importantes de las madres, cualidad cierta, sea machismo. ¡Claro que tienen otras, muchas! Pero es que se supone que una madre, ante todo, debe amar lo que ha parido, y el amor es ante todo entrega.
Quizá los señores denunciantes piensen que la función de una madre es parir, si quiere, y dejar que la escuela, convenientemente manipulada, y la sociedad, internet incluido, hagan el resto. Porque ni un hombre les hace falta. ¿Van por ahí los tiros? No lo sé. Hace tiempo que hay muchas cosas que no entiendo.
Lo que sí sé es que la madre de Isabel, la mía y otras muchas que conozco han sido, con sus esposos, ejemplos de entrega desinteresada toda su vida. Y esas vidas han tenido pleno sentido. Y nosotros, sus hijos, no podemos más que estarles inmensamente agradecidos.
El Corte Inglés tiene razón. Sí, 97% o más de entrega, entrega por amor. Y si destacar esto es machismo, yo soy terriblemente machista. Y espantosamente incorrecto. Y retrógrado, monstruosamente retrógrado. Para nada progresista, para nada, para nada… Y facha probablemente.
Gracias a Dios (Huy, otra interferencia clerical)