¿Qué
queréis que os diga? Que me han entrado unas ganas enormes de ir a comprar al
Corte Inglés, y además resulta que la tarjeta que tengo hace años ahora la llevo
con orgullo; antes simplemente la llevaba.
Y es
que la imbecilidad absoluta que, a mi juicio, supone el expediente que le ha
abierto la Generalitat a la campaña del Día de la Madre de El Corte Inglés, cae de lleno en el
ridículo en el que caen los radicalismos, los integrismos y muchos otros ismos
que, convencidos de tener la absoluta razón, pierden el juicio, o el norte, o el sentido común, como queráis decirlo.
Y a lo peor ganan, porque esta imbecilidad está extendida por toda la sociedad, incluido el
ámbito judicial. Pero me da igual ¡Cuántas sentencias judiciales son de todo
menos justas! Sería una más. Y aunque al Corte Inglés le sobre el dinero, yo de
modo testimonial, colaboraría con cinco euros para pagar la indemnización
pertinente. Y sé que como yo hay mucha gente que no se atreve a decirlo.
¡Qué
machismo ni qué leches! Era el Día de la Madre y es un hecho que muchas madres
se han ajustado, se ajustan y se ajustarán a lo que trasmite la campaña. ¿Y qué
tiene de malo que lo hagan?
Para
nada significa el cartelito de marras que no haya hombres que hagan lo mismo,
que sean padres entregados hasta el límite, ni que haya madres que sean unas
perfectas hideputas, ¡claro! De todo hay en la viña del Señor (Huy, perdón, una
interferencia clerical). Pero es que era el Día de la Madre y tocaba hablar de
las mamás.
Yo,
por mucho que me estruje la sesera, no veo por ninguna parte que resaltar una de
las cualidades más importantes de las madres, cualidad cierta, sea machismo.
¡Claro que tienen otras, muchas! Pero es que se supone que una madre, ante todo, debe amar lo que
ha parido, y el amor es ante todo entrega.
Quizá
los señores denunciantes piensen que la función de una madre es parir, si
quiere, y dejar que la escuela, convenientemente
manipulada, y la sociedad, internet incluido, hagan el resto. Porque ni un hombre les hace falta. ¿Van por ahí los tiros? No lo sé. Hace tiempo que hay muchas cosas que no entiendo.
Lo que
sí sé es que la madre de Isabel, la mía y otras muchas que conozco han sido,
con sus esposos, ejemplos de entrega desinteresada toda su vida. Y esas vidas
han tenido pleno sentido. Y nosotros, sus hijos, no podemos más que estarles
inmensamente agradecidos.
El
Corte Inglés tiene razón. Sí, 97% o más de entrega, entrega por amor. Y si
destacar esto es machismo, yo soy terriblemente machista. Y espantosamente
incorrecto. Y retrógrado, monstruosamente retrógrado. Para nada progresista,
para nada, para nada… Y facha probablemente.
Gracias
a Dios (Huy, otra interferencia clerical)
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