Con
esta imagen de parte de un Belén de arena que pudimos fotografiar el jueves pasado
en Asís, os felicitamos el nuevo año. Con este símbolo de la luz que brilla en
la oscuridad, prueba, entre tantas, de la capacidad que tenemos los hombres de
construir y de crear belleza, os deseamos lo mejor para el año 2024.
Recuerdo también los ecos secretos del silencio; la transparencia helada del vacío cristalino. Ese mundo se recoge en mí, más presente que el real, más vivo que la vida misma. Y me llena. Y me rodea. Y me protege.
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.
domingo, 31 de diciembre de 2023
¡Feliz 2024!
Sigue la tortura meteorológica.
Tal
como acaba el 2023 empieza el 2024. No hay cambios importantes a la vista.
Seguirá el viento seco, paso de nubes inútiles y frío normalito con algún que
otro día algo más bravo.
Esta
primera semana del nuevo año va a ser bien desagradable por la presencia y
persistencia de vientos, a días fuertes, del oeste y noroeste, para variar. Por
el cielo desfilarán nubes, densas hacia media semana, pero que como más dejarán
alguna llovizna y con mucha suerte, el jueves, algún breve chubasquillo.
Las
temperaturas dibujarán una montañita, sobre todo las mínimas. Pasaremos de los
4 de mañana y pasado a los 12 o incluso 13 del miércoles y jueves, para volver
a bajar hacia el fin de semana. Estos dos días, las máximas superarán los 20.
El resto quedarán alrededor de los 16 o 17.
O sea,
seguimos muy mal meteorológicamente hablando. No hubo regalo de Navidad, no lo
va a haber de año nuevo. Veremos si Sus Majestades tienen a bien traernos la
tan necesaria lluvia y llevarse los inacabables, irritantes y perniciosos vientos
secos. Pero no creo.
Por
cierto, este año que se acaba, ha sido el más seco, según mi pluviómetro, de lo
que llevamos de siglo, 308 litros. En el 2014, el segundo más seco, recogimos
346. Y el más lluvioso fue el pasado, con 846 litros.
domingo, 24 de diciembre de 2023
Sigue el "buen tiempo".
Otra
semana de “buen tiempo”. De lunes a jueves, cuatro días calcaditos. Cielos
limpios, viento del noroeste flojo con calmas y temperaturas ente 3 y 17
grados. Y a partir del viernes, una vez más, el viento gira a poniente, coge
fuerza y suben las temperaturas, mínimas y máximas.
Está
por ver si este regreso del poniente, con lo que eso significa, va a durar
mucho o no. Sería agravar el silencioso desastre que estamos viviendo en el
campo y el monte.
Y de
lluvia, ni rastro por muy adelante que miremos.
sábado, 23 de diciembre de 2023
800 años del primer Belén.
Es el Belén que ponemos en casa, pintado hace muchos años, por mi madre. |
En la
Navidad de 1223, hace 800 años, en un pueblecito del Lacio llamado Greccio, san
Francisco de Asís hizo el primer Belén de la historia. Fue un Belén viviente,
en el que los personajes fueron gente sencilla del pueblo, como gente sencilla
fue la que vivió el nacimiento de Jesús, hace ahora unos 2023 años.
El
paso del tiempo, que trasforma los hechos en tradiciones que en demasiadas
ocasiones olvidan e incluso traicionan los hechos que las originaron, no ha podido quitarle a la
tradición del Belén el sentido profundo que tiene.
El
Verbo se hizo carne, y acampó entre nosotros, dice Juan. Se hizo un bebé, con
todo lo que eso significa de debilidad, y vulnerabilidad absolutas. Sencillez y
humildad extremas.
Y fue
así, en un portal, en una cueva, porque no había sitio para ellos en la posada.
Porque no había sitio para ellos. Quedémonos con esta frase. Es el regalo de
san Francisco que nos ha venido haciendo durante 800 años. Recordarnos que no
hubo sitio para ellos, como no hacemos sitio para tantos…
viernes, 22 de diciembre de 2023
Actualización fin de semana del 23-24 de diciembre de 2023.
Quien siga el blog se habrá dado cuenta de un salto extraño en el cómputo de días que llevamos sin llover. Hay una explicación. Si contamos desde el último día en el que cayó un litro, los datos eran los que ponía anteriormente, pero creo que eso no refleja la gravedad de la situación actual. Por eso, cotejé las mediciones que tenía de mi pluviómetro con las de la estación meteorológica del casco urbano de Ribarroja dándome una diferencia de tan solo un litro atribuible a la menor precisión de mi aparato.
La
situación pues es que desde mediados de septiembre, y a partir de ahí cuento,
hasta hoy han caído ocho litros. Eso no es llover. Un otoño con ocho litros. ¡Increíble! Y así
vamos a seguir.
Este
fin de semana continúa la misma tónica. Muy buen tiempo para quien no tenga
conciencia medioambiental. Sol, vientos secos flojos, y temperaturas oscilando
entre 5-6, y 16-17. Un buen fin de semana se hubiéramos tenido otoño.
103 días sin llover. Solo 8 litros.
jueves, 21 de diciembre de 2023
Otoño para olvidar.
Esta
próxima madrugada, a las 4 horas y 27 minutos entrará el invierno. Damos así
portazo a un otoño para olvidar, el peor del que yo tengo memoria desde un
punto de vista meteorológico.
La
sequía extrema, 8 litros en tres meses largos, la persistencia exasperante de
vientos secos, sobre todo ponientes, y las temperaturas más altas de lo normal,
y demasiadas veces mucho más altas, han borrado, de hecho, el otoño.
Así
pasamos de un verano horroroso y larguísimo a un invierno que ya veremos de qué
va, a través de un periodo innombrable de aberración tras aberración climática.
A la
naturaleza que nos envuelve y en la que vivimos le falta agua, y le falta frío.
Esperemos que esta nueva estación nos traiga todo esto y de paso se lleve el
viento seco bien lejos durante mucho tiempo. Sería el mejor regalo de Reyes que
así fuera.
102 días sin llover. Solo 8 litros.
martes, 19 de diciembre de 2023
Árboles de Navidad.
He
disfrutado esta mañana de estos sorprendentes árboles de Navidad. No son pues
un invento nuestro, la naturaleza ya los había inventado mucho antes de que
estuviéramos en el mundo.
Estaba
en un barranco, donde por cierto hacía mucho frío, y frente a mí, hacia el
este, se elevaba una empinada ladera cubiertas de pinos que también orlaban la
cresta.
El
sol, muy bajo todavía, iluminándolos por detrás, hacía brillar las agujas de
tal modo que el verde se tornaba de un blanco reluciente recortándose contra un
cielo muy azul, en una atmósfera fría y quieta, por fin quieta, donde volaban cual
puntos de luz los insectos que soportan tan bajas temperaturas.
Bonito
espectáculo gratuito. Solo hay que levantarse temprano, abrigarse bien y andar
un rato. Y tener tiempo para hacerlo, claro.
100 días sin llover. Solo 8 litros.
lunes, 18 de diciembre de 2023
Por fin, el hielo.
Por
fin aparece el hielo, aunque sea en forma de escarcha, en nuestros montes, no
muy lejos de aquí. Agua es a fin de cuentas, aunque poca, muy poca, porque la
que nos regala el cielo sigue sin venir. Y así acabará 2023, sin llover.
Pero
al menos ya se puede disfrutar de los preciosos encajes que teje el frío en
plantas y rocas. Encajes tan hermosos como efímeros, porque cuanto más lucen es
cuando les da el sol, el mismo sol que en poco tiempo los deshará
transformándolos en un poquito de agua para la tierra reseca y polvorienta.
Aquí
algunas fotos de esta misma mañana.
99 días sin llover. Solo 8 litros.
domingo, 17 de diciembre de 2023
Sol, frío y viento más o menos flojo.
Iniciamos
una semana de que podíamos definir como de casi invierno. Pero un invierno sin
excesos. Buen tiempo, dirán muchos. Mínimas por bajo de 10 y acercándose al
cero, sin llegar nunca. Máximas rozando los 20, también sin llegar. Una gran
amplitud térmica, propia de los anticiclones, que nos hace abrigarnos por la
mañana y por la noche con ropa que nos sobra a mediodía.
El cielo,
totalmente despejado o con algunas nubes de adorno según días y el viento en
general flojo, hacia media semana no tan flojo, y siempre del oeste o noroeste,
o sea, seco. A veces, calmas.
Y de
lluvias, nada de momento. Algunos modelos parecen predecir hacia fin de año una
fuerte inestabilización que sí nos afectaría con vientos de levante y frío
intenso, lo que traería lluvia y nieve, pero queda lejos y está por ver si se
confirma o no. De ser así, podríamos hablar de “buen tiempo”, con mayúsculas. Sería una resurrección para el monte
y el campo.
De
momento, sol, viento seco pero flojo en general, y frío normal para la época.
98 días sin llover. Solo 8 litros.
Un anuncio detestable.
Me ha
sorprendido de entre el aluvión de anuncios navideños uno particularmente
detestable, desagradable, impresentable y todos los “ables” que queráis añadir
en la línea de los adjetivos aplicables a lo que está de sobra en nuestro
mundo.
Lo
reconoceréis con la descripción que voy a hacer, pues no quiero contribuir a
extender semejante propaganda dando datos explícitos.
Empieza
un señor mayor hablando en plan mermelada navideña del nieto que espera al
abuelo o del abuelo que espera al nieto en Navidad; no sé, me da igual. Y de
golpe, cambia el registro diciendo algo así como que eso son tonterías, y lo
importante, lo bueno, lo deseable, es el producto que promociona, es decir,
algo puramente material, dinero.
¿Lo
habéis reconocido?
Independientemente
del exceso de espíritu navideño, debidamente almibarado, que hemos de soportar
estos días, es cierto que la Navidad puede ser un tiempo de celebración, de
encuentro, de reconciliación. Y lo es para mucha gente. Sí hay gente que se
quiere y que por circunstancias de la vida solo se pueden encontrar, y algunos
con grandes sacrificios, en estas fechas. Sí hay padres esperando abrazar a sus
hijos, hijos a sus padres, abuelos a sus nietos y nietos a sus abuelos,
hermanos, amigos…
Y más
allá de que sean creyentes o no, si hay cariño, si hay amor, si hay
reconciliación, si hay gozo en el reencuentro, está presente allí el niño de
Belén, aunque ni nos lo imaginemos. Se hace la Navidad.
Y eso
es lo importante.
Este
anuncio, ninguneando no solo el aspecto cristiano, sino también el puramente
humano, y diciendo abiertamente que lo que cuenta es solo lo material, el
dinero, e incluso burlándose de lo que de verdad es importante, es un mensaje
demoledor, dañino, perverso.
Puede
que alguien me diga que soy un exagerado. No lo creo. Esta forma aparentemente
inofensiva de atacar, burlándose de lo más sagrado que tenemos las personas que
es la capacidad de amar y ser amado, es un golpe brutal al corazón mismo de la
dignidad humana.
Y en
Navidad.
98 días sin llover. Sólo 8 litros.
viernes, 15 de diciembre de 2023
Actualización fin de semana del 16-17 de diciembre de 2023.
Por
fin un sábado y domingo sin viento o con viento suave. Eso sí, sigue siendo del
noroeste, es decir, seco. Las temperaturas también serán más normales,
oscilando entre los 4 y los 15, fresquitas, incluso frías al amanecer. Y el
cielo, con alguna nube de adorno o totalmente despejado.
Será, en resumen, un fin de semana de lo que llaman buen tiempo invernal, aunque buen tiempo de verdad lo hará el día en que por fin llueva.
96 días sin llover. Solo 8 litros.
martes, 12 de diciembre de 2023
"Del meu net també tinc una foto..."
Cuando
el otro día entré en la autovía y vi el panel informativo que decía riesgo
extremo de incendio… ¿Qué queréis que os diga? Aunque lo sabía, el verlo allí
escrito en pleno diciembre, sabiendo además que siguen los ponientes secos,
fuertes y hasta hoy calientes, y que hace mucho que no llueve, ni lloverá, me
puso de mal humor, la verdad.
Llegué
a un pueblecito de la sierra a almorzar antes de la excursión y entré en el
bar. Me gustan esos bares. Se come bien y barato, y además le tomas el pulso al
devenir cotidiano del pueblo.
Estaba
casi lleno y se hablaba alto, como es normal por estas tierras. Cerca de mí
desayunaban cuatro señoras mayores, cada una con su móvil, compartiendo fotos y
comentándolas. En la tele, unos señores en pelotas luchaban contra una
naturaleza hostil; nadie les hacía caso.
De
repente oigo alto y claro a una de las señoras decir, "¡Ai!, mireu que cul més
bonic té el meu net". Y a renglón seguido otra añade, "del meu net també tinc una
foto del seu culet". Y la conversación siguió girando durante un rato, entre
risas y otros comentarios graciosos, alrededor de los culos de los nietos de
las señoras, supongo que bebés.
La
situación me resulto simpática y no pude evitar sonreír.
Luego,
andando ya por el monte, pensaba que esto es la vida. Lo trascendente y lo
trivial, lo bello y lo horrible, lo bueno y lo malo, el bien y el mal…, todo
muy junto. Y a nosotros solo nos queda caminar de la forma más digna posible en
medio de una contradicción permanente.
93 días sin llover. Solo 8 litros.
domingo, 10 de diciembre de 2023
75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Comparto
un tuit de hoy del papa Francisco. No hacen falta comentarios. Solo uno, ¡qué
cerca está del Evangelio la Declaración Universal de Derechos Humanos! Y como
el Evangelio, ¡qué lejos de estar encarnada en nuestro mundo!
55 días sin llover. Solo ocho litros.
Calor aberrante y frío normal.
Iniciamos
mañana una semana que puede ser histórica desde el punto de vista
meteorológico, y no precisamente por nada bueno, extremo este al que ya estamos
acostumbrados desde hace muchas, muchas semanas.
La
noticia va a ser el calor, un calor aberrante para estar a las puertas de la
Navidad. Un calor, además, acompañado de vientos de poniente ¡cómo no!, que
sacará de los armarios las mangas cortas, si es que las hemos metido en ellos.
Afortunadamente
esta barbaridad durará poco, el lunes y martes, días en que las mínimas estarán
entre 12 y 15 grados y las máximas alcanzarán los 26 o 27, a la sombra, claro.
A partir del miércoles se iniciará un brusco descenso que nos llevará a que las
máximas del fin de semana sean más bajas que las mínimas de mañana y pasado,
situándose entre los 3 y los 14 grados.
Por lo
demás, cielos despejados o con nubes de paso, algún día densas pero sin
consecuencias, y vientos de poniente todos los días aunque no tan fuertes como
el martes. Y de lluvia, nada. Algún que otro modelo da lloviznas el sábado,
pero eso, lloviznas.
¿Cómo
lo veis?
91 días sin llover. Solo 8 litros.
sábado, 9 de diciembre de 2023
Una cruz en el monte.
Pese a
la sequía y los vientos de poniente, la vida se abre paso como puede. Aquí
tenéis la foto de una bonita florecilla, una clemátide, hecha hace unos pocos
días en nuestros montes, muy cerquita del pueblo.
Es una
cruz blanca, casi perfecta, de cuyo centro parece surgir algo parecido a rayos
de luz. Sí, la vida sigue contra viento y… sequía. ¿De dónde saca el agua tan necesaria para vivir, florecer? ¿De dónde? Es toda una lección de resistencia.
90 días sin llover. Solo 8 litros.
viernes, 8 de diciembre de 2023
Actualización fin de semana del 9-10 de diciembre de 2023.
Tras
los dos litritos caídos esta pasada noche, una buena ventolera de poniente se
ha encargado de secarlo todo rápidamente, aparte de subir las temperaturas. Y
el fin de semana sigue con la misma tónica.
Ha
empezado hoy pues un absurdo ascenso que hará que los termómetros alcancen los
26 o 27 grados a mediados de la semana próxima. De momento mañana se situarán
entre 8 y 21, y el domingo entre 12 y 23. Seguirá el poniente, más fuerte el
sábado, tendiendo a amainar hacia el domingo. El cielo, con nubes y claros.
En
resumen, seguimos igual, igual de mal.
89 días sin llover. Solo 8 litros.
miércoles, 6 de diciembre de 2023
Honor.
HONOR.
1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los
propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.
Sin.: honra, honestidad,
honradez, dignidad, respetabilidad, integridad, nobleza, decencia, rectitud,
entereza, lealtad, pundonor.
Empiezo esta entrada, hoy, día de la Constitución, con la
palabra honor, tal y como la establece la RAE. Y lo hago así porque es una
palabra que me parece caída en desuso, sino ella, su verdadero significado.
Cualidad moral que lleva al cumplimiento del deber, no solo con uno mismo, sino
con los demás. Y destaco lo de cualidad moral y cumplimiento del deber.
Hoy celebramos el día en que los españoles dijimos que sí
a unas reglas del juego para todos a las que se llegó, no con poco esfuerzo,
tras una guerra y una dictadura. Vencedores y vencidos, verdugos y víctimas
fueron capaces, apoyándose en lo que les unía más que en lo que les separaba,
de mirar el futuro y regalarnos una joya, una joya de incalculable valor.
Recuerdo
aún la ilusión con la que viví aquellos acontecimientos a mis 23 años. Hoy, con
68, de aquella ilusión no queda nada, habiendo crecido en su lugar, la
decepción y el miedo.
Porque
si hay unas reglas del juego, y las hay, son para todos y están para cumplirse.
Y es obligación de aquellos a los que elegimos democráticamente, hacer que así
sea. Deben pues cumplir con el deber de respetarla. Pero para ello hay que
tener esa cualidad moral que llamamos honor.
Manipularla,
tergiversarla, ignorarla es de ser gente sin honor. También podemos utilizar
los sinónimos que la RAE nos regala para definir esa conducta. Y además es
jugar con fuego porque la base de nuestra convivencia en paz es precisamente la
Constitución.
Y si
hubiere que cambiarla, cámbiese, pero utilizando los mecanismos que la propia
Constitución tiene establecidos para ello, se tarde lo que se tarde, pues así y
solo así podremos seguir progresando. Porque estoy convencido de que el
progreso no está en un partido o en otro, sino en el respeto de todos a la
Constitución.
Pues
eso.
¡Feliz
día de la Constitución!
87 días sin llover. Solo 8 litros.
martes, 5 de diciembre de 2023
Llueve sobre el campo verde, de J.R.J.
Aunque
este poema de Juan Ramón Jiménez habla de noviembre, como me he encontrado con
él hace un momento, voy a compartirlo aunque sea por poner algo de lluvia,
literaria claro, a este mes que nos ha dejado sin regalarnos ni una sola gota.
Llueve sobre el campo verde...
¡Qué paz! El agua se abre
y la hierba de noviembre
es de pálidos diamantes.
Se apaga el sol; de la choza
de la huerta se ve el valle
más verde, más oloroso,
más idílico que antes.
Llueve; los álamos blancos
se ennegrecen; los pinares
se alejan; todo está gris
melancólico y fragante.
Y en el ocaso doliente
surgen vagas claridades
malvas, rosas, amarillas,
de sedas y de cristales...
¡Oh la lluvia sobre el campo
verde! ¡Qué paz! En el aire
vienen aromas mojados
de violetas otoñales.
Como
veréis es un poema que no necesita muchas aclaraciones. Es la evocación del
atardecer de un día de lluvia en el campo. Una descripción sencilla, casi una
fotografía, pero qué buena tendría que ser para estar a la altura del texto.
Poemas
como estos son los que utilizaba para enseñar a leer poesías a mis alumnos. No
se leen haciendo pausas al acabar cada verso, sino leyendo, sin prisa, siempre
sin prisa, como si fuera prosa. Entonces descubriremos la belleza del texto y
el buen hacer del poeta. Se leería así.
Llueve
sobre el campo verde...
¡Qué paz! El agua se abre y la hierba de noviembre es de pálidos diamantes. Se apaga el sol; de la choza de la huerta se ve el valle más verde, más oloroso, más idílico que antes. Llueve; los álamos blancos se ennegrecen; los pinares se alejan; todo está gris melancólico y fragante. Y en el ocaso doliente surgen vagas claridades malvas, rosas, amarillas, de sedas y de cristales...
¡Oh la lluvia sobre el campo verde! ¡Qué paz! En el aire vienen aromas mojados de violetas otoñales.
86 días sin llover. Solo 8 litros.
lunes, 4 de diciembre de 2023
85 días sin llover. Y en otoño.
Si yo
tengo en el balcón de mi casa dos macetitas con un pinito en cada una y digo
que tengo un bosque es que soy… (Ponga cada uno el adjetivo que desee).
Pues
bien, ese adjetivo es el que se puede aplicar a quien diga que esta noche ha
llovido. No ha llegado, al menos en mi pluviómetro, ni a medio litro. Eso no es
llover, como más lloviznar y un poquito, no más que un poquito.
Por
eso puedo decir que con hoy llevamos 85 días sin llover de verdad. Y en otoño. Este año hemos
recogido hasta hoy 307 litros, 200 por debajo de la media que es, desde el año 1999 hasta
el 2022, de 507 litros por metro cuadrado.
De
momento pues, y si no cambiaran mucho las cosas en diciembre, es este el año
más seco del siglo XXI aquí en Ribarroja y alrededores, por lo menos.
El
monte esta triste. Se nota. Sin agua, soportando ventolera tras ventolera seca
y reseca, y con temperaturas excesivas para la época, se acerca a un invierno sin otoño previo, y eso es malo.
Como malo, muy malo será si tampoco tenemos invierno.
Y no
es poesía eso de que el monte está triste. El suelo, duro y polvoriento; las
fuentes, sin agua o con un hilillo; los árboles, arbustos y matorrales, cubiertos de polvo, flanquean los caminos; el romero y el tomillo amarillea y
pierde la hoja; un verde apagado y mustio se extiende por los pinares; muchas
plantas arrugan o enrollan sus hojas…
Es un
desastre silencioso y discreto, pero desastre. Las grandes tormentas, las
inundaciones, las granizadas, los huracanes hacen daño, mucho, pero ese daño se
ve, es público y notorio. La gente lo habla, se preocupa, se asusta… Ahora no,
es como si no estuviera pasando nada, y sí está pasando y no es menos grave.
El
monte esta triste, sí. Está triste. Se cumple una frase que leí hace tiempo. Se
acaba la vida, y empieza la supervivencia.
domingo, 3 de diciembre de 2023
Seguimos igual. ¡¡Exasperante!!
Ya
quisiera poder dar buenas noticias, pero no. Seguimos básicamente igual. Si se
cumplen los pronósticos de hoy tendremos una semana de nueva subida de
temperaturas, de vientos del oeste y sin lluvia, o a lo sumo alguna llovizna
ridícula.
Afinando
un poco más, la semana se presenta con dos partes bien diferenciadas. De lunes
a jueves, algo de frío, entre 8 y 16 grados y viento no excesivamente molesto,
pero seco. De viernes a domingo, suben las temperaturas, entre 13 y 20, y el
viento gana fuerza soplando entre 40 y 70 Km/h. y sigue seco, claro.
Y la
lluvia continúa desaparecida. Como he dicho, con mucha suerte puede haber
alguna llovizna esta madrugada y el jueves o viernes, pero llovizna, no más.
Lluvia, lo que se dice lluvia, no se ve por ninguna parte, de tal modo que, muy
probablemente, acabará el otoño astronómico con tres miserables y tristes
litros en mi pluviómetro.
Y por
cierto, lo descubrí el otro día, tiene una hermosa telarañita. A su dueña la he
dejado vivir allí en paz. Hoy por hoy es un “pisito” sin riesgo de inundación.
viernes, 1 de diciembre de 2023
Actualización fin de semana del 2-3 de diciembre de 2023.
De
pesadilla sin fin, o de castigo bíblico, califican la situación que estamos
sufriendo desde mediados de septiembre, algunos de los partes que consulto. Y
tienen razón. La persistencia de los ponientes, nos acercamos ya a los tres
meses, la ausencia de lluvias y las temperaturas muy altas para la época, están
creando una situación insostenible para la salud medioambiental de nuestro
entorno, agricultura incluida. Los ciclos biológicos de plantas, animales y
cosechas están totalmente alterados, y el riesgo de incendios devastadores
sigue estando muy presente, en ¡diciembre!
Es la
Comunidad Valenciana la más afectada, diría que la única afectada tan gravemente,
y en particular las comarcas próximas al golfo de Valencia. Y no se ve el final
de este infierno por ninguna parte.
De
momento, el fin de semana se presenta bien desagradable. Poniente fuerte mañana
y noroeste el domingo, pero más moderado tendiendo a encalmar. Cielo despejado
y pocas nubes. Sigue sin llover. Lo único normal es que las temperaturas
descienden ajustándose al mes de diciembre. Las máximas pasando de los 18 a los
15 y las mínimas de los 7 a los 4. La sensación será de frío, pero no porque haga
grandes fríos, sino por la combinación del viento y la temperatura.
Vamos,
que seguimos igual, palmo arriba, palmo abajo. Al menos habrá que abrigarse.
Algo es algo.
En ése pondré mis ojos...
A propósito de algo que
sucedió hace unos días, escribo:
Desde
que hay vida en la tierra, mucho antes de que existiera el hombre, hubo, hay y
habrá una ley muy sencilla y clara que se puede formular de muchas formas. A mí
me gusta enunciarla así, el pez grande se come al chico. Esto ya se cumplía aun
cuando ni siquiera existían los peces, y eso que ya estaban aquí mucho tiempo antes
que nosotros.
Y si
bien lo meditas es lógico. Incluso mucha gente, a lo largo de la historia, ha creído
que por lógico es lo que debe ser. Y otros muchos, aunque saben en su fuero
interno que no es lo que debe ser, actúan acatando esta ley, y para ello maquillan
su comportamiento y lo justifican de mil formas más o menos peregrinas.
Desde
las aulas escolares hasta la política nacional e internacional, el panorama del
mundo es un mar en el que unos se comen a otros. Es como una inmensa orgía
caníbal.
Y la
causa, la de siempre, mil veces lo he dicho ya en este blog, tener cada vez más
poder, más dinero y más prestigio, “bienes” estos que suelen ir íntimamente unidos
y por los que el ser humano ha mostrado siempre un apetito insaciable.
Pero
ahora viene la sorpresa. Alguien, en un momento de nuestra historia, ya lejano,
dijo, y sigue diciendo, tras recordarnos que “el cielo es su trono, y la tierra
el estrado de sus pies” Is. 66,1.
“En
ése pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis
palabras”. Is. 66,2.
Y
mucho tiempo después, allá en Palestina, un tal Jesús, natural de Nazareth, añadió,
“sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los
grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el
que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que
quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo”. Mt. 20, 25.27.