De
pesadilla sin fin, o de castigo bíblico, califican la situación que estamos
sufriendo desde mediados de septiembre, algunos de los partes que consulto. Y
tienen razón. La persistencia de los ponientes, nos acercamos ya a los tres
meses, la ausencia de lluvias y las temperaturas muy altas para la época, están
creando una situación insostenible para la salud medioambiental de nuestro
entorno, agricultura incluida. Los ciclos biológicos de plantas, animales y
cosechas están totalmente alterados, y el riesgo de incendios devastadores
sigue estando muy presente, en ¡diciembre!
Es la
Comunidad Valenciana la más afectada, diría que la única afectada tan gravemente,
y en particular las comarcas próximas al golfo de Valencia. Y no se ve el final
de este infierno por ninguna parte.
De
momento, el fin de semana se presenta bien desagradable. Poniente fuerte mañana
y noroeste el domingo, pero más moderado tendiendo a encalmar. Cielo despejado
y pocas nubes. Sigue sin llover. Lo único normal es que las temperaturas
descienden ajustándose al mes de diciembre. Las máximas pasando de los 18 a los
15 y las mínimas de los 7 a los 4. La sensación será de frío, pero no porque haga
grandes fríos, sino por la combinación del viento y la temperatura.
Vamos,
que seguimos igual, palmo arriba, palmo abajo. Al menos habrá que abrigarse.
Algo es algo.
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