FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 31 de diciembre de 2019

¡¡¡ Feliz 2020 !!!


               Con esta foto de una Nochevieja pasada en el Pirineo, en tienda, en el valle de Conangles, a 1900 metros de altitud, os deseamos Isabel y yo un feliz año 2020.

NOTA  ACLARATORIA:
               No me expresé bien y se puede haber entendido que hemos estado esta Nochevieja en el Pirineo. ¡No! ¡Ojalá! De este viaje hace ya tiempo. 

lunes, 30 de diciembre de 2019

Receta. Peras al vino.



Unas peritas al vino, calentitas o frías, pueden ser un postre excelente, y no tiene ninguna dificultad prepararlo. No está pensado para conservar sino para consumir en el día, o unos pocos días después guardándolo en la nevera.
Ingredientes para cocinar cuatro peras:

Las cuatro peras.
Medio litro de vino tinto baratito.
150 gramos de azúcar.
Una rama de canela.
Dos clavos.
El zumo de una naranja.

Empezaremos por pelarlas respetando el rabito. Luego las cortaremos levemente por la base para que se tengan “de pie” con el rabito en alto. Las reservamos.
Por otro lado, en una cazuela donde quepan las cuatro peras, no cinco ni tres, pondremos el vino y, cuando empiece a hervir, añadiremos el azúcar, la canela, los clavos y el zumo de naranja.
Durante un par de minutos, a fuego medio, removeremos todo bien y entonces añadiremos las peras, que deberán cocerse durante una media hora larga, moviéndolas con frecuencia para que se cuezan por todas partes.
Pasada la media hora, lo normal será que el vino haya reducido y espesado formando un especie de almíbar oscuro, denso y aromático. Momento este para sacar las peras, ponerlas, con el rabito hacia arriba, en una fuente individual o colectiva, a ellas les da igual, y regarlas con el resto de vino que haya quedado, que ya no es en realidad vino.

NOTA:
Para hacer más cantidad es importante mantener las proporciones de los ingredientes, y que la cazuela en la que se cuezan permita cubrirlas al principio casi del todo.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Bonitos días de invierno.


NOTA DE LA SEMANA: 6

No se merecía un tres la semana pasada, ¡pobrecita! Ha hecho más frío del previsto y los vientos han cesado, lo que ha permitido disfrutar de bonitos días de invierno. Merecía algo más que un tres.
Esta que viene se le parecerá. Vientos variables, siempre flojos, temperaturas bajitas, ¡por fin!, mínimas de cuatro o cinco, o menos, y máximas rondando los quince.
Los cielos, nubosos algún día, despejados casi todos o con nubes altas, y de lluvia, en principio nada de nada, aunque hay algunos modelos que dan alguna llovizna el jueves; no sé.
Parece pues que será una semana normal de invierno para estas tierras, por eso voy a ponerle un seis, porque para ponerle notable o sobresaliente tendría que llover y nevar en las montañas.
¡Un seis para unos bonitos días de invierno mediterráneo!

sábado, 28 de diciembre de 2019

Amo tanto las palabras...



He leído en un libro, que me regalaron hace poco unos amigos, un fragmento “troceado” de Pablo Neruda sobre el español, escrito en su obra Confieso que he vivido. Lo conocía, pero al volverlo a leer me ha vuelto a impactar, me ha parecido precioso, y muy necesario en los tiempos que corren. No le hacen falta comentarios.

Amo tanto las palabras… Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban… Pero a los bárbaros se les caían de la tierra de las barbas, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.

¡Qué bonito homenaje al castellano, al español!

viernes, 27 de diciembre de 2019

Vuelvo a publicar rutas cerca de casa.

Desde  el cinco de febrero de este año no he escrito ninguna entrada en la sección rutas cerca de casa. El motivo es muy sencillo. No quiero colaborar en la destrucción de la red de senderos de nuestros montes.
Caí en la cuenta porque un amigo me dijo, pero ¡qué haces!  ¿Por qué das a conocer esos senderos, esos rincones tan bonitos? Y tenía razón, desgraciadamente tenía razón.
No se me había ocurrido que las rutas que compartía pudieran ser utilizadas por las bicicletas de montaña que destrozan los senderos, o por los corredores que, atajando por donde se les antoja, los rompen también. Sólo pensaba en los que andan respetuosamente por el monte, pero de estos cada vez hay menos.
No obstante los hay y, aunque sólo sea por ellos, por esa buena gente que disfruta de la naturaleza de un modo digno y sostenible, sin intereses ajenos a ella, he pensado volver a compartir algunas de las muchas rutas que cerca de casa conozco.
Eso sí, serán rutas sólo por pistas y caminos, de tal modo que si alguien la sigue en bici o corriendo, no harán ningún daño. Las rutas por senderos las conservaré en mi base de datos compartiéndolas solo con quienes sé con seguridad que las recorrerán andando, y nada más que andando, o corriendo, si eso les place, pero por donde toca y como toca.
Aquí al lado están las Rodanas, cerquita la Calderona, la Serranía, la Hoya de Buñol y la sierra de Chiva, Dos Aguas y Martés. Más lejos, el valle de Cofrentes, Ademuz y el Javalambre…., y un sinfín más de rincones que esconden unos parajes asombrosos y una red de pistas y senderos extraordinarios.
Tengo cientos y cientos de rutas con su track y sus fotos que he ido haciendo a lo largo de los años y que, poco a poco, con las restricciones que he indicado, voy a volver a compartir. Porque además, estos meses de invierno y primavera son los ideales para hacerlas; también el otoño.
¡Ojalá pudiera publicarlas todas libremente! Pero desgraciadamente no puedo hacerlo, porque por ejemplo, aun prohibiendo explícitamente con un cartelito bien claro el paso de bicis por los senderos de las Rodanas, éstos están rotos y llenos de marcas de quien los rompe.
Para que luego hablen de medio ambiente, sostenibilidad y respeto por la naturaleza y la cultura. Yo me divierto, lo demás ¡qué me importa! ¡Y los que vengan detrás, que arreen! Esto es lo que pasa.
La próxima ruta que voy a compartir discurre por los montes de Liria, pero esto será en la próxima entrada.
         Y para acabar, aquí tenéis algunas fotos de senderos destrozados, en este caso, por las bicis de montaña.






jueves, 26 de diciembre de 2019

Son jóvenes. ¿Quién no lo ha sido?



Con permiso de Juan Ramón Jiménez voy a compartir un bonito texto sobre la Navidad, que está en Platero y yo, cambiándole el final. Haciéndolo más actual, más cierto, más nuestro.
El texto empieza describiéndonos una tradición de su tierra en la que, en la tarde de Nochebuena, encienden una hoguera a la que llaman candela.

¡La candela en el campo!... Es tarde de Nochebuena, y un sol opaco y débil clarea apenas en el cielo crudo, sin nubes, todo gris en vez de todo azul, con un indefinible amarillor en el horizonte de Poniente... De pronto, salta un estridente crujido de ramas verdes que empiezan a arder; luego, el humo apretado, blanco como armiño, y la llama, al fin, que limpia el humo y puebla el aire de puras lenguas momentáneas, que parecen lamerlo.
¡Oh la llama en el viento! Espíritus rosados, amarillos, malvas, azules, se pierden no sé dónde, taladrando un secreto cielo bajo; ¡y dejan un olor de ascua en el frío! ¡Campo, tibio ahora, de diciembre! ¡Invierno con cariño! ¡Nochebuena de los felices!
Las jaras vecinas se derriten. El paisaje, a través del aire caliente, tiembla y se purifica como si fuese de cristal errante.
Y luego la cena, la familia reunida come y ríe. Pero pronto, aún no han acabado, el chavalín, la chavalina, a menudo menor de edad, que estaba pero no estaba, se levanta, se despide, se viste de fiesta y se lanza a la calle con los suyos, a celebrar su Nochebuena.
Música le llaman, litronas, alcoholes varios, porros, pastillas, algún polvo si se tercia, y hasta que el cuerpo aguante. Volverá a casa rayando el alba. La mañana de Navidad es para dormir y cerrar así la fiesta.

Y todos tan contentos. Son jóvenes. ¿Quién no lo ha sido? ¡Qué le vamos a hacer! Es lo normal… ¡Qué triste!

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Dejadlo al niño quieto.




No es un poemita navideño al uso. No es dulzón, ñoño, sensiblero… Ni habla de lucecitas, ni de arbolitos, ni de adornitos… Ni de ese espíritu navideño que nadie sabe muy bien qué diablos es y que a mí me resulta tan empalagoso como indigesto. Se titula dejadlo al niño quieto.
Es quizá el poema* que merecemos…

Alejaos...
Dejadlo al niño quieto
sobre el establo...
Tanta ternura y mentira
¡todo eso al diablo!
Dejadlo al niño quieto
sobre el establo...
Alejaos...
que al niño no le gusta
tanto regalo
que no quiere la Virgen
dinero falso...
Dejadlo
que está bien
sobre el establo...

*El autor es Víctor Manuel Arbeloa, sacerdote, escritor, historiador y político navarro. Fue el primer presidente del Parlamento Foral de Navarra, entre otros cargos importantes. Desde 1997 vive retirado de la política activa.

domingo, 22 de diciembre de 2019

¡Oh, blanca Navidad!


NOTA DE LA SEMANA: 3

No, no se merecía el cinco ni de lejos. Esta pasada semana se merecía un cero bien gordo.  Nos ha cobrado muy caros los dos litros de lluvia que cayeron, castigándonos con unos vientos desatinados y absurdos y unas temperaturas más absurdas todavía.
La semana próxima parece diferente. Hasta el día de Navidad seguirá el viento seco, pero aflojando, y las temperaturas altas; las máximas cerca de los veinticinco o alcanzándolos, y las mínimas rondando los diez.
Luego parece que entra el anticiclón, por lo que cesarán los vientos y bajarán algo las temperaturas, no mucho, no sea que nos congelemos. Y de lluvia nada de nada, ni a corto ni a medio plazo.
O sea que el invierno empieza de un primaveral que flipas. En manga corta a medio día se estará bien.
¡Vamos! Una blanca Navidad¡
La nota que le pongo, por eso de parar el viento de una puñetera vez y de que bajen algo las temperaturas, es un tres y va que se mata.

sábado, 21 de diciembre de 2019

Otoño para olvidar.


Esta madrugada que viene entrará el invierno, el astronómico porque el otro, el de toda la vida, no parece tener intención de visitarnos.
Dejamos atrás un otoño, en lo meteorológico, para olvidar. La estación más bonita del año, al menos para mí, me ha resultado enormemente desagradable. Y parece que la nueva estación va a seguir siéndolo.
Y sobre la mala leche que estos vientos secos y excesivos que nos acompañan desde el uno de noviembre me produce, sobrevuelan las palabras de ese imbécil que desde su alta sabiduría medioambiental dijo eso de que el monte no puede ser un jardín.
Aún humeaba un incendio en Gátova que había llegado hasta Segorbe, y yo pensé, si no puede ser un jardín será un desierto. Pero a usted ¿qué? A usted y a los de su calaña ¿qué les importa?
Será el cambio climático ¡claro!, será el cambio climático. Eso será…Sí, eso es. Pero ustedes ya tienen tranquilas sus conciencias con sus reuniones de alto nivel, sus letreritos bilingües, sus fantoches mediáticos y sus interesados flirteos con los verdes, tan preocupados por las focas orondas de Madagascar y otros asuntos no menos importantes.
En fin, el viento sigue golpeando las ventanas y aullando en la chimenea, y hace un calor asqueroso.

¡Feliz invierno!

viernes, 20 de diciembre de 2019

Para arrancar alguna sonrisa.



Para compensar la negrura de la anterior entrada voy a compartir algunas respuestas reales en exámenes de alumnos de ESO. Alguna que otra la he corregido yo mismo, otras no. Pueden arrancarnos una sonrisa.

1.- Menciona los cuatro evangelistas.
 Los cuatro evangelistas eran tres, san Pedro y san Pablo.

2.-¿Cuáles son los movimientos del corazón?
De rotación alrededor de sí mismo y de traslación alrededor del cuerpo.

3.-¿Qué significa anarquismo?
Es una ideología racional y astringente.

4.-¿Cómo respiran los anfibios?
La rana tiene una hendidura cloacal, por la cual lanza el típico sonido “cloac, cloac”.

5.-¿Qué personaje histórico desterró a Unamuno a Fuerteventura en 1924?
El primo de Rivera.

6.-¿Cómo se define el PIB?
Producto de interés brutal.

7.-¿Quién fue Santo Tomás?
Un filósofo griego nacido en Nápoles.

8.-Estimulantes del sistema nervioso.
El vino, el café y las mujeres.

9.-Definición de rumiantes.
Son los que eruptan al comer.

10.-Habla de Erasmo de Rotterdam.
 El Asno de Rotterdam es la escultura de un burro célebre que está en Amberes.

La democracia que se le diluye.



Nací en una dictadura y viví veinte años en ella. Disfruté y me ilusioné otros veinte largos en una democracia tan joven como cierta. Y siempre tuve claro que esa democracia era vulnerable, muy vulnerable, sobre todo porque era ingenua, confiada en la lealtad de todos y en la capacidad de asumir y superar la historia, también de todos.
Y llevo ya otros veinte años viendo como poco a poco, discreta pero eficazmente, poderosas fuerzas cada vez menos ocultas, están diluyendo esa democracia.
Hoy sé que ya no vivo en una democracia real, que vivo en una tan sólo formal, aparente. Veo cómo se consolida una dictadura al frente de la cual no sabemos muy bien quién está, porque los que parecen estar no son más que títeres bailando una danza embaucadora, narcótica, siniestra, al son que les marca un poder superior, al que llaman progreso, que nadie sabe muy bien ni qué es, ni quién es.
Quien haya leído hasta aquí podrá preguntarse en qué me baso para hacer semejantes afirmaciones. En hechos, en hechos concretos. Y hay muchos, aunque sólo voy a enumerar unos pocos.
La honda degradación de la vida política que ha transgredido todos los límites de la ética más elemental hasta llegar a bendecir el permanente acoso al estado de derecho de una minoría, lo que debilita la democracia convirtiéndola en una caricatura.
La creación de una cultura oficial que se impone desde los medios de comunicación, las escuelas, los institutos y la universidad, excluyendo e incluso persiguiendo cualquier elemento cultural que no encaje en sus esquemas.
La permanente búsqueda de una uniformidad de pensamiento, despreciando, ignorando y persiguiendo cualquier forma de pluralismo o pensamiento divergente. Hay que pensar y hablar como dicen que hay que pensar y hablar los gurús del régimen.
La politización a veces explícita, a veces implícita, del sistema educativo para manipular a los niños y jóvenes convirtiéndolos en adeptos acríticos a la ideología oficial del nuevo sistema político y social.
La permanente agresión al lenguaje (que es pensamiento) ignorando las fundadas advertencias de la RAE y anteponiendo criterios ideológicos a los lingüísticos, forzando de modo inaceptable a observar un lenguaje que llaman inclusivo.
La sacralización de ideas convirtiéndolas en dogmas que deben ser tenidos por verdad absoluta más allá de cualquier consideración. Y la prueba de que son dogmas es que, como todo dogma, son simples, breves e irrefutables, resistentes a cualquier reflexión o análisis mínimamente serio.
La falta de independencia de los medios de comunicación vendidos, unos más que otros, pero todos, a la autoridad de esta nueva dictadura. La de la corrección política, la de la posturita mona, aunque no sea verdad.
Y aún podría seguir, pero prefiero dejar en manos del espíritu crítico de quien lea esto la búsqueda de nuevos indicios que avalen el triste y preocupante hecho de estar ya en una nueva dictadura. Los hay por todas partes.
Es lo que veo, y lo lamento. Y por cierto, no voy a volver a hablar de asuntos tan desagradables hasta la octava de Navidad, por respeto a lo que algunos celebramos en estas fiestas.

jueves, 19 de diciembre de 2019

Decálogo de la serenidad.



Ha caído en mis manos un pequeño librito de san Juan XXIII titulado decálogo de la serenidad. Voy a compartirlo, pues es la serenidad una de las virtudes que más falta nos hace. A mí me gusta sentirla, vivir en ella el mayor tiempo posible. Y cuando la pierdo, la echo tanto en falta…

1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente al día, sin querer resolver los problemas de mi vida todos de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé criticar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

9.  Sólo por hoy creeré firmemente -aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena Providencia de Dios se ocupa de mí, como si nadie más existiera en el mundo.

10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

La última hoja.



Tiene su aquel esta foto. La hice por casualidad el otro día. Andando por uno de esos senderos de la sierra, maltrecho por las nuevas formas de acercarse a los campos y montañas, me senté en una roca y justo delante estaba la hoja, la última hoja.
El viento la mecía suavemente, pronto caería. Y entonces me fijé en las yemas. Era un símbolo precioso del paso del tiempo y de la vida. La hoja era el ayer, las yemas, el mañana, y pronto el invierno entre el ayer y el mañana.
Fue un rato de contemplación. El otoño y la primavera juntos, a las puertas del invierno. Contemplaba y pensaba que era bonito, bonito y hondo lo que tenía ante mí. Esa última hoja, esas yemas preñadas de nuevas hojas… La vida…

martes, 17 de diciembre de 2019

Si las cicatrices enseñan...



"Y he llegado a la conclusión de que si las cicatrices enseñan, las caricias también", dice Mario Benedetti, pensamiento este que me ha hecho llegar también a mí a una conclusión.
Aprendí, ¡cómo no! de los golpes que dejan cicatriz, y de las caricias que mitigan el dolor de los golpes, pero es que ahora, ya acabada mi vida profesional, me estáis enseñando tanto que vais a hacerme sabio, y no precisamente a golpes.
De nuevo, ¡gracias! Esta vez por la “fiebre del sábado noche”.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Otra semana "pocagrasia".


NOTA DE LA SEMANA 5.

Semana parecida a la anterior pero con un viento menos fuerte, espero, y con posibilidad de alguna llovizna. Poca cosa, pues seguirá dominando el poniente con alguna excepción muy breve.
Las temperaturas seguirán suaves para la época del año. Las mínimas que algún día bajarán a seis, otros se plantarán en doce. Y las máximas volverán a superar los veinte. Si notamos frío será por el viento, no porque lo haga.
En fin, otra semana “pocagrasia” para acabar un otoño también “pocagrasia” en el que si bien ha llovido, ya se han encargado de estropear el asunto unos vientos, siempre secos, a menudo fuertes, que siguen con nosotros.
Mientras en el norte llueve y nieva, nieva y llueve, un día tras otro. Esto es así. Su bendición es nuestra maldición. Me alegro por ellos.
La nota que le pongo, considerando que el viento no será tan fuerte y puede llover algo, es un 5.

sábado, 14 de diciembre de 2019

Pinar, grúas, mar y el Montgó.

Las montañas de Olocau, en la sierra Calderona, nos ofrecen interesantes e inesperadas perspectivas de la tierra en la que vivimos. En esta foto vemos cómo sobre el pinar se recortan a lo lejos las grúas del puerto, y más allá el mar y el perfil inconfundible del Montgó.
Es bonito sentarse en una roca y contemplar…


Contaminación innecesaria y evitable.



Me resulta chocante e irritante el abismo que hay entre la preocupación oficial y mediática, por esto es la oficial, por el cambio climático, y el comportamiento cotidiano de mucha gente que no dudo se tendrán a sí mismos como hondamente comprometidos con el medio ambiente.
Podría hablar al respecto de muchas cosas, tales como el abandono del medio rural, la inexistente prevención de los incendios forestales, la destrucción de los senderos por las bicis de montaña, la basura descontrolada, el escaso reciclaje, el despilfarro energético y de alimentos… Porque no hay que olvidar que el cambio climático no lo provoca solo lo que emitimos al aire, sino lo que hacemos con la tierra.
Pero hoy si voy a hablar de lo que todo el mundo habla ahora, de las emisiones de los vehículos. Para que veáis qué lejos estamos de una verdadera concienciación más allá de posturitas de moda y circos Greta.
Sólo la semana pasada observé dos comportamientos impresentables. Uno fue en un pueblo próximo donde, mientras me preparaba para una excursión, vi cómo un coche de vigilancia forestal, esos blancos, estaba parado a la salida del pueblo, con el motor en marcha, más de diez minutos desde que me di cuenta que estaba allí. No sé el tiempo que llevaría así. No lo entendí; se supone que al menos los agentes forestales deben estar concienciados, digo yo. Pues no, al menos en este caso no.
También tuve que soportar dos veces al coche de un vecino parado no sé cuánto tiempo, también con el motor en marcha, frente a mi casa. Como los cristales de la ventana tienen cierta holgura, el ruido del motor los hace vibrar de un modo muy molesto.
En ambos casos me entraron ganas de acercarme y decirles que hicieran el favor de parar el motor hasta que se fueran. Ganas que me aguanté por el riesgo que suponía una respuesta improcedente y la reacción que dicha respuesta pudiera tener por mi parte.
Porque de verdad que a estas alturas, estos comportamientos me resultan muy, muy irritantes. ¡Se tiene que ser imbécil! Con lo poco que cuesta darle al contacto.
Recuerdo, hace ya muchos años, en un viaje a Suiza paré en un semáforo. Delante tenía dos coches. Se me acercó un guardia y me dijo que parara el motor…Pero es que Suiza es Suiza.
Y visto lo visto pienso, si en una semana he visto tres vehículos echando al aire sus humos, sin necesidad, durante un tiempo absolutamente excesivo, y multiplico eso por todos los imbéciles y las “imbécilas” que hacen lo mismo, que lógicamente serán un montón, sale una cantidad de contaminación descomunal y perfectamente evitable.
¿Es tan difícil darse cuenta de eso? Debe ser que sí. Ni la “forestala” ni el vecino o los vecinos, no sé si era el mismo coche las dos veces, parecen haberse dado cuenta de la infinita estupidez de su conducta.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Jesús en la ESO.



Revisando papeles me he encontrado con un escrito, cuyo autor desconozco, titulado Jesús en las ESO. Me acordaba de él, me gustó, y se me ha ocurrido actualizarlo un poco y compartirlo en el blog. Es el siguiente.

Viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque…
Entonces Pedro le interrumpió y le dijo, ¿tenemos que saberlo de memoria?, y Andrés, ¿y hemos de escribirlo? Santiago añadió ¿tenemos que examinarnos de esto? Un momento después Felipe dijo, no tengo papiro; y Bartolomé ¿y te lo tenemos que entregar hoy? Pero esto, ¿para qué sirve? dijo Judas. Y Juan acabó diciendo, ¿puedo ir al servicio?
Entonces uno de tantos fariseos presentes, que nunca había estado en un aula, ni ganas que tenía, le pidió a Jesús la programación y, ante el asombro del ya desolado Maestro, le habló en estos términos:
¿No tienes programación? Mal andamos. ¿Conoces el contexto en el que hablas? ¿Tienes claros tus objetivos? ¿Sabes las competencias que quieres desarrollar en tus discípulos? ¿Dominas los contenidos a impartir? ¿Los has agrupados en unidades didácticas? ¿Cómo las has organizado? ¿Qué metodología vas a utilizar? Recuerda que ha de ser muy, muy cooperativa. ¿Con que recursos cuentas? ¿Qué actividades complementarias vas a realizar? ¿Cómo vas a evaluarlos? ¿Qué criterios utilizarás? ¿Y la transversalidad? ¿Qué? ¿Qué vas a hacer con ella? ¿Y la inclusividad? Ojo con eso, ¡eh! ¿Y las competencias básicas? Y los de necesidades educativas especiales, ¿qué? Y los que entienden mejor el latín que el hebreo, ¿qué haces con ellos? ¿Y con los que sólo hablan griego?  ¿No estás en ningún PIL, ni PAL, ni PEL, ni POL, ni PUL? Y la innovación, ¿dónde está la innovación si lo único que haces es soltar sermones como toda la vida? ¡Ah!, y la documentación para calidad ¿la tienes a punto?...
Jesús dejó de escuchar, respiró hondo, se le llenaron los ojos de lágrimas y, elevándolos al cielo, pidió al Padre la jubilación anticipada.

Bromas aparte, tiene al menos una honda verdad. Unos oyen pero no escuchan. Otros se pierden en las formas. Nadie se entera de las bienaventuranzas.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Hijo de la luna.



La hermosa luna llena de ayer me trajo a la memoria la canción de Mecano, Hijo de la luna. Hacía tiempo que no la escuchaba; es bonita. ¿La recordáis? De un modo muy lorquiano, José María Cano, el autor, nos narra una leyenda.
Una gitana quiere tener marido y le pide a la luna encontrarlo. La luna, que quiere ser madre y no encuentra con quién, ve la oportunidad de serlo y accede a proporcionarle un hombre a cambio de quedarse el primer hijo que engendre; además sabe que la mujer desea más el amor carnal que la maternidad.
Encuentra marido, un gitano que la hace madre, pero el niño es blanco como la nieve, pues en realidad es hijo de la luna. El hombre, pensando que le ha engañado con un payo, la mata y abandona al niño en el monte.
Dice la leyenda que desde entonces el niño y la luna son uno. Si el niño está contento, la luna está llena; si llora, la luna mengua para hacerle una cuna y arrullarle.
En esta sencilla narración encontramos varios temas interesantes. El miedo a la soledad, tanto de la luna como de la gitana. El amor al hombre y el amor maternal. La infidelidad. Los pactos con el más allá, la brujería. La relación de posesión del hombre sobre la mujer. El crimen.
A continuación tenéis la letra y después un enlace para escuchar la canción.

Tonto el que no entienda.
Cuenta una leyenda
que una hembra gitana
conjuró a la luna hasta el amanecer.
Llorando pedía
al llegar el día
desposar un calé.

Tendrás a tu hombre piel morena.
Desde el cielo habló la luna llena.
Pero a cambio quiero
el hijo primero
que le engendres a él.
Que quien su hijo inmola
para no estar sola
poco le iba a querer

Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
Dime luna de plata
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
Ah aaah ah aaah
Hijo de la luna.

De padre canela nació un niño
blanco como el lomo de un armiño.
Con los ojos grises
en vez de aceituna.
Niño albino de luna.
Maldita su estampa
este hijo es de un payo
y yo no me lo callo.

Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
Dime luna de plata
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
Ah aaah ah aaah
Hijo de la luna.

Gitano al creerse deshonrado
se fue a su mujer cuchillo en mano.
¿De quién es el hijo?
Me has engañao fijo.
Y de muerte la hirió.
Luego se hizo al monte
con el niño en brazos
y allí le abandonó.

Luna quieres ser madre
y no encuentras querer
que te haga mujer.
Dime luna de plata
qué pretendes hacer
con un niño de piel.
Ah aaah ah aaah
Hijo de la luna.

Y en las noches que haya luna llena
será porque el niño esté de buenas.
Y si el niño llora
menguará la luna
para hacerle una cuna.
Y si el niño llora
menguará la luna
para hacerle una cuna.


Escuchar Hijo de la luna.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Grima y repelús.


Decir que nos están dando la vara de una manera absolutamente exagerada sobre el asunto del cambio climático es una obviedad. Personalmente estoy hasta más arriba de las narices del tema, pero mucho más arriba.
Y no es porque no me preocupe y sus consecuencias me estén ya molestando desde hace muchos años, aunque sólo sea porque las he visto y vivido en primera persona. Cualquiera que me siga en el blog lo sabe. Es porque la manera como se está afrontando me da grima y repelús.
Ante un problema real y grave, como era de esperar se ha montado un circo ridículo y un mercadillo de “espabilaos”, vamos un parque de atracciones. Y así, tengo claro que no llegaremos a ningún sitio al que valga la pena llegar.
Veo, entre otras, tres grandes mentiras que van a dificultar el llegar a verdaderas soluciones. Intentaré ser breve.
La primera es la incoherencia que supone centrar el cambio climático en las emisiones de gases, sean cuales sean y de donde vengan. Y además, culpabilizar al ciudadano de a pie del problema. Hay tecnología suficiente para reducir drásticamente estas emisiones, y no es a “pocaropa” a quien hay que pedirle que lo haga, aunque ha de hacer lo que esté en sus manos. Por otra parte la deforestación, por incendios o talas masivas, y el abandono de los montes, en esto en Valencia somos pioneros, también colabora activamente con el calentamiento, y de esto último se habla poco o nada. 
La segunda es el lamentable papel que en toda esta historia, casi desde el principio, está jugando el movimiento ecologista. Ya he dicho muchas veces que, precisamente porque amo la naturaleza, no soy ecologista. Sus posturas a menudo radicales, más ideológicas que científicas, han hecho ya mucho daño al medio natural. Y siguen haciéndolo, bendecidas por la progresía urbanita que no tiene ni “pajotera” idea de qué es la naturaleza, a la que utiliza solo para divertirse los fines de semana o en las vacaciones.
La tercera, muy reciente, pero muy irritante, es el circo Greta. Quisiera saber quién está detrás del monumental montaje mediático que hay alrededor de esta, permitidme la expresión, individua. ¿Qué ha dicho ella que no hayan dicho otros muchos antes que ella? ¿Qué ha hecho ella que no hayan hecho otros muchos antes que ella? ¿Montar numeritos en el instituto al que iba y dejar de estudiar? Debe ser esta la diferencia. ¡Hasta estaba en la lista para los Nobel de la Paz! ¡Seremos gilipollas! Y su familia, desde luego ya tiene abundantes huevos de oro de la gallina ponedora que sin esperarlo engendraron ¡Manda huevos! y perdonad la redundancia "huevil". Es que me da una vergüenza…
Porque hay cosas que hacen que me sienta orgulloso de ser humano, pero otras, como esto que está pasando con el clima y la forma en que lo están afrontando, consigue que sienta vergüenza de pertenecer a la especie.

1987

2017

martes, 10 de diciembre de 2019

Un ejercicio para acabar desconsolado.



Si entráis en google y tecleáis imágenes declaración universal de derechos humanos, y os tomáis la molestia de leer todas las viñetas que aparecen, acabaréis profundamente desconsolados.
¿Por qué? Nadie se atreve a decir que no los defiende; pero ¿qué entiende cada uno por defender los derechos humanos? Esa es la conclusión a la que se llega después de hacer ese simple ejercicio.
Hay demasiadas interpretaciones, a menudo contradictorias, sobre todos y cada uno de ellos. Y ese es el problema, el gran problema que hace que setenta y un años después de ser promulgados sigan siendo en demasiados sitios y demasiadas veces, papel mojado.
Y es un lástima, porque es el más alto nivel de civilización que los humanos hemos logrado alcanzar. Algo sigue fallando.