Desde el cinco de febrero de este año no he escrito
ninguna entrada en la sección rutas cerca de casa. El motivo es muy sencillo.
No quiero colaborar en la destrucción de la red de senderos de nuestros montes.
Caí en
la cuenta porque un amigo me dijo, pero ¡qué haces! ¿Por qué das a conocer esos senderos, esos
rincones tan bonitos? Y tenía razón, desgraciadamente tenía razón.
No se
me había ocurrido que las rutas que compartía pudieran ser utilizadas por las
bicicletas de montaña que destrozan los senderos, o por los corredores que,
atajando por donde se les antoja, los rompen también. Sólo pensaba en los que
andan respetuosamente por el monte, pero de estos cada vez hay menos.
No
obstante los hay y, aunque sólo sea por ellos, por esa buena gente que disfruta
de la naturaleza de un modo digno y sostenible, sin intereses ajenos a ella, he
pensado volver a compartir algunas de las muchas rutas que cerca de casa
conozco.
Eso
sí, serán rutas sólo por pistas y caminos, de tal modo que si alguien la sigue
en bici o corriendo, no harán ningún daño. Las rutas por senderos las
conservaré en mi base de datos compartiéndolas solo con quienes sé con
seguridad que las recorrerán andando, y nada más que andando, o corriendo, si
eso les place, pero por donde toca y como toca.
Aquí
al lado están las Rodanas, cerquita la Calderona, la Serranía, la Hoya de Buñol
y la sierra de Chiva, Dos Aguas y Martés. Más lejos, el valle de Cofrentes,
Ademuz y el Javalambre…., y un sinfín más de rincones que esconden unos parajes
asombrosos y una red de pistas y senderos extraordinarios.
Tengo
cientos y cientos de rutas con su track y sus fotos que he ido haciendo a lo
largo de los años y que, poco a poco, con las restricciones que he indicado,
voy a volver a compartir. Porque además, estos meses de invierno y primavera son
los ideales para hacerlas; también el otoño.
¡Ojalá
pudiera publicarlas todas libremente! Pero desgraciadamente no puedo hacerlo,
porque por ejemplo, aun prohibiendo explícitamente con un cartelito bien claro
el paso de bicis por los senderos de las Rodanas, éstos están rotos y llenos de
marcas de quien los rompe.
Para
que luego hablen de medio ambiente, sostenibilidad y respeto por la naturaleza
y la cultura. Yo me divierto, lo demás ¡qué me importa! ¡Y los que vengan
detrás, que arreen! Esto es lo que pasa.
La
próxima ruta que voy a compartir discurre por los montes de Liria, pero esto
será en la próxima entrada.
Y para acabar, aquí
tenéis algunas fotos de senderos destrozados, en este caso, por las bicis de
montaña.
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