FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

lunes, 31 de marzo de 2014

Semana Santa. El sentido de la imagen.


Mi amigo José Luis, “retor de la parroquia dels Angels” del Cabañal se ha encontrado en medio de una polémica que no esperaba, dos días lleva saliendo el asunto en el Levante, a raíz de publicar en su blog un bonito y respetuoso artículo que reproduzco a continuación.


A las Vírgenes andaluzas se las suele vestir en algunos tiempos litúrgicos de distintas maneras; por ejemplo, de hebrea en el tiempo de Cuaresma. Muy propio de ese espíritu andaluz tan lúdico y tan plástico que es capaz de adornar  las cosas más simples y sencillas: un humilde patio con una pared blanca llena de geranios.  (¡Yo he visto un simple botijo, "vestido” con las más increíbles filigranas de encaje!). Además las imágenes de las Vírgenes andaluzas parecen bonitas y coquetas muchachas de la calle.
 Las imágenes de las Vírgenes Dolorosas de la Semana Santa Marinera, también bellísimas, son más serias, diría casi más realistas, no tienen concesiones a la galería. Siempre van de luto, y de luto severo, aunque rompan éste la mañana del Domingo de Resurrección, con sus mantos blancos  porque se han encontrado a su Hijo Jesús que estaba muerto, y ahora resucitado vive para siempre.
El manto negro, la túnica negra, es la expresión de un dolor desgarrado, que simboliza aquel que sentían las madres y esposas de los marineros que esperaban angustiadas y ansiosas, desde la playa y oteando el oscuro horizonte, el regreso de  sus barcas adentradas en el mar proceloso. Sin duda ese fue el origen seguro de esta intensa devoción a la Madre Dolorosa que estos Pueblos de la Mar de Valencia profesan.
Hacer variaciones, copiando modos y maneras, costumbres y  tradiciones de otra Semana Santa  carece –pienso yo- de sentido. "No la toquéis más, así es la rosa", dijo el poeta.

No acabo de entender qué es lo que puedan tener de desatinado u ofensivo estas líneas. Pienso que José Luis lo que dice es que de lo que se trata es de conocer y profundizar en lo que tenemos, en lo que es nuestro, antes que importar modos y costumbres foráneas. No porque estas costumbres sean mejores o peores, sino porque responden a otras realidades, a otras experiencias, a otros modos de vivir la Fe.
Y quizá aquí esté el quid de la cuestión, en los otros modos de vivir la Fe. Si la celebración de la Semana Santa no arranca de las profundidades de la muerte y resurrección de Jesús es lógico que fácilmente pueda perder el norte y quedarse en puro folklore, forma ésta frecuente de "vivir" la Fe. Un folklore que si bien puede acercar a más de uno a lo esencial, en la mayoría de los casos se queda sólo en la superficie, en las formas, en la imagen. Por eso es entonces tan importante el cómo vestir a la imagen.
Ante las imágenes, ni la prohibición protestante, ni el fetichismo católico. Pienso que la imagen tiene sentido en la medida que nos ayuda a entrar en lo profundo del mensaje, no tiene sentido alguno si es obstáculo para ello.
Y es posible que el no ver en la imagen más allá de la propia imagen, sea lo que provoca que un artículo, a mi juicio sencillo y respetuoso, arme tanta polvareda.


NOTA: Si quieres leer el artículo en el blog de José Luis pulsa el enlace Umbral de zona. Blog de José Luis Barrera.

jueves, 27 de marzo de 2014

La hora del lubricán.


Un pino solitario se recorta junto a un vallado contra el cielo del lubricán. Lupus, lobo y canis perro, lubricán, bonita palabra, hoy casi desconocida, que nos traslada a aquellos tiempos no tan remotos, en que la noche era del lobo.
Contemplar el lubricán nos abre los ojos al espacio y nos lleva atrás en el tiempo. Es más que contemplar el crepúsculo.

miércoles, 26 de marzo de 2014

3ª carta abierta a la Señora "Consellera" de Medio Ambiente.


Señora Consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio ambiente:

Como bien debe saber, ahora le ha tocado a Chóvar. Estamos en estado de emergencia medioambiental. Vuelvo a decirlo una vez más, con clara conciencia de ser voz que clama en el desierto, pero vuelvo a decirlo. Estamos en estado de emergencia medioambiental. ¿Qué más puedo hacer que decirlo?
Aunque la primavera nos sorprendió con una humilde tormenta, seguimos como estábamos. Sigue sin llover en serio. Siguen los vientos de tierra fuertes y azotándonos día tras día. El monte está seco hasta el límite. Y abandonado a su suerte.
Sólo veo una diferencia respecto a días anteriores. Por fin, algunos medios de comunicación se han decidido a convertir en noticia lo que es un hecho. Desde hace 150 años no se tiene constancia de una sequía en el golfo de Valencia tan salvaje como ésta. ¡Por fin se han dado cuenta! El 1 de diciembre del año pasado, ya publiqué una entrada titulada 11 frente a 200; 11 litros cuando la media es 200, y decía, hazlo noticia.
Septiembre, octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo…sigue sin llover, siguen los vientos horribles, tres incendios de consideración…¡por fin han tenido a bien considerar esta situación noticia!
           Y el tiempo avanzando hacia el verano. Si no cambia la tendencia de la atmósfera de castigarnos con constantes vientos secos y escasez extrema de lluvia, el verano puede ser, en Valencia, el infierno. Y usted será la responsable. Las pocas y maltrechas masas forestales que nos quedan, pueden volar en un santiamén. De hecho ya está pasando. En poco tiempo, Segorbe, Gilet, Chóvar... es un aviso serio. Escúchelo.
¿Qué van a hacer? De hecho, ¿qué están haciendo? Vuelvo a pedir la creación de un gabinete de crisis para seguir la situación día a día y elaborar urgentemente una estrategia que permita llegar al próximo otoño, al menos, como estamos ahora.
Es una irresponsabilidad política gravísima no hacer nada diferente a lo que hasta ahora se está haciendo. ¿Qué no ven que esto no funciona? No hay más que salir al campo, a la montaña. Es un fracaso estrepitoso la política forestal desde hace mucho tiempo, mucho antes de que usted accediera al cargo. Nuestros montes lo pregonan por doquier. Y esto ha pasado en situaciones normales. ¿Qué pasará en una situación extrema como ésta en la que estamos?
Me siento impotente y tengo miedo, ¿sabe usted? No puedo hacer más que escribirle como autoridad responsable que es, y pedir en mi blog, que quien lea estas líneas y quiera, haga correr el mensaje: estamos en emergencia medioambiental, se acerca el verano, y hay que tomar medidas extraordinarias y urgentes.

martes, 25 de marzo de 2014

La concordia fue posible.

                      
Hoy ha sido un día para la historia. Rodeado de innumerables muestras de cariño, respeto y admiración, en un día frío, gris y ventoso, duro  como la misma meseta castellana, Adolfo Suárez ya reposa junto a su mujer en el claustro de la catedral de Ávila.
Que el recuerdo de su vida y su obra dé un poco de luz a esta España nuestra tan necesitada hoy de lo que en la lápida que cubre su sepultura ha quedado escrito: la concordia fue posible. ¡Ojalá sea hoy posible!

Descanse en paz.

sábado, 22 de marzo de 2014

Gracias, Adolfo Suárez.


Yo tenía 20 años cuando murió Franco, 23 cuando voté sí a la Constitución y a la UCD de Adolfo Suárez, 25 cuando salí a la calle con millones de personas para defender la democracia, el día después del 23 F, y 26 cuando voté al PSOE de Felipe González…
Hasta ahí bien. Años llenos de esperanza, de ilusión, también de indignación y rabia por la barbarie de ETA. Años en los que creía, creíamos que el futuro estaba en nuestras manos y nos sentíamos actores de la historia de España. Y lo éramos.
Era joven, y a la ilusión de la juventud se unió la ilusión de una sociedad entera por salir de una vez del pozo en que el país había caído hacía ya muchos, muchos años, según yo creo, desde la gran ocasión perdida de las Cortes de Cádiz, en 1812.
Creí entonces que el consenso, demostrada su eficacia, iba a ser principio básico en la vida política; que las autonomías acabarían para siempre con el triste discurso de los nacionalismos radicales; que las dos Españas, tan bien dibujadas por Antonio Machado, quedarían por fin atrás, como un feo recuerdo; que la violencia, la de ETA y todas las demás violencias, acabaría saliendo para siempre de nuestra tierra…Era joven. Era ingenuo.
Hoy, a mis 58 años, recuerdo con nostalgia aquellos tiempos. Y hoy, cuando Adolfo Suárez se apaga, no puedo menos que recordarle con un gran respeto, una profunda admiración y mucho, muchísimo agradecimiento, por lo que hizo, no sólo por un país que, como a Unamuno, a mí también me duele, sino por mí mismo, por llenar mi juventud de ilusión y de esperanza.
Después de su magnífica obra, dimitió. Luego abandonó la política. Pienso que era un hombre demasiado grande, demasiado libre, demasiado honesto, para lo que luego iba a empezar a pasar.
No sé cómo viviría “desde la barrera”, el fin del consenso tan duramente conseguido, el juego sucio de los nacionalismos radicales, la repugnante insistencia en mantener abierta la vieja herida en aras de la rentabilidad política, la politización del dolor causado por el terrorismo. No sé cómo lo viviría, por eso pienso que la enfermedad que, desde hace ya años, lo empezó a arrancar del mundo fue, en el fondo, compasiva.
Ahora se va, se va ya del todo. Quedará grabado su nombre con letras de oro en la historia. Y será su recuerdo como una luz que nos seguirá diciendo que es posible otra forma de hacer política, que es posible servir a un país desde la honestidad, el respeto a la diversidad, el diálogo, la búsqueda permanente de lo que nos une, que es en realidad casi todo, desde la superación, que no el olvido, de la historia.
Su ya largo silencio y estas últimas horas, quizá días, de su vida, nos están haciendo un último servicio, el de recordarnos que se pueden hacer las cosas de otra manera. Él lo hizo.

Gracias, Adolfo Suárez.

jueves, 20 de marzo de 2014

Así ha entrado el Pirineo en la primavera.

Hoy, a las 17,57 horas ha entrado la primavera. Atrás queda un invierno para olvidar por estas tierras, al menos desde un punto de vista meteorológico y por tanto medioambiental. Por delante, tres meses en los que, Dios lo quiera, nos bendiga el agua, se modere el viento y no se adelante el calor. ¿Será mucho pedir?
Pero en otras tierras el invierno ha sido invierno, duro, como debe ser, y gracias a esa dureza, a veces un punto salvaje, surgirá de nuevo la vida con fuerza. ¡Y será tan hermosa!
A continuación tenéis diez imágenes de cómo ha entrado el Pirineo en la primavera. ¡Majestuoso!

La Peña Telera camino a la Punta Puyaldo.
Pico Tendeñera en el camino al Monte Toronzué.
La Peña Telera desde la Punta Puyaldo. Abajo, a la izquierda, pequeñito, estoy yo.
Pico de Arriel desde el camino a la Punta Tarmañones o Pinindalluelo.
Panorama al norte llegando a la cima de la Punta Tarmañones o Pinindalluelo.
Cima del Balaitus, el primer 3000 por occidente de la cadena, desde el Pinindalluelo.
Midí d´Ossau y Peyreget desde el Pinindalluelo.
Vista al sur, sobre la Peña Telera, desde la cima de Pinindalluelo
Iglesia de Pidrafita de Jaca, en el valle de Tena.
De regreso,  los Mallos de Riglos se elevan majestuosos sobre los campos ya verdes.

¡Feliz y lluviosa primavera!

miércoles, 19 de marzo de 2014

Desolación.


             Hoy arde Valencia en fiestas. El fuego purificador para acabar el invierno, para abrir las puertas a la vida. El fuego devastador que arrasa esa vida, cerrando las puertas a la primavera...
             Esos montes estuvieron antaño cubiertos por densos pinares. Ahora, los troncos, muertos, esperan a orillas del camino a ser retirados...
             Yo lo conocí verde. Ya nunca lo veré como fue. Contemplad la desolación.

lunes, 17 de marzo de 2014

Tú nunca tienes razón, y yo soy mejor que tú.


Aprovechando estos días de descanso para, entre otros placeres, charlar apaciblemente con los amigos, acabamos ayer hablando, fíjate qué cosas, de la incoherencia que a modo de placenta nos envuelve. Luego así salen los partos que salen, claro.
Y hablábamos de que uno de los problemas que tiene nuestra sociedad, es la grave incoherencia moral que supone el que, determinados comportamientos muy reprobables en el ámbito personal y social, sean habituales y lo que es peor públicos, en el ámbito político.
Hay dos que nos parecían especialmente vergonzosos. Uno es el del permanente enfrentamiento gobierno y oposición. Otro el del confuso juego de las autonomías con el poder central y entre sí.
Nadie tacharía de comportamiento maduro y adecuado el de una persona o grupo que sistemáticamente hiciera la contra a otra persona o grupo, imposibilitando el acuerdo sistemáticamente. Diríamos que no están bien de la cabeza, que tienen celos, envidias, diríamos que tienen comportamientos infantiles…y más cosas, muchas más cosas a cada cual peor, y probablemente tendríamos razón. Sin embargo, es eso lo que, desde que se acabaron los tiempos del consenso, están haciendo gobierno y oposición. No se trata de lo mejor para la sociedad, para el país, sino de lo contrario de lo que el gobierno de turno diga y haga, buscando siempre lo que nos separa, minimizando lo que pueda unirnos, no vayan a confundirnos con los otros. Es ese mecanismo típico del adolescente de hacer la contra a los demás para afianzar mi propia identidad. En el adolescente está bien, es lo que toca, pero en el adolescente, no más.
Por otra parte, hablábamos también del espectáculo feo de las autonomías, que elevan sin rebozo alguno la insolidaridad, incluso a la categoría de ley si hace falta; es bochornoso. Yo soy más y mejor que tú, más trabajador, más rico, más ”guay”; ¿por qué tengo que cargar contigo que eres indolente cuando no perro, vago, maleante y además pobre?, ¿cuántas veces hemos oído un discurso autonómico basado en la conciencia de superioridad y la insolidaridad? No podemos marcar diferencias respecto a los demás desde la prepotencia y un ya caduco, aunque siempre peligroso, orgullo de raza, ahora diríamos etnia, ¿no? No podemos decir, como yo soy mejor, no tengo por qué cargar contigo, apáñatelas. Esto llevado al terreno personal o social estaría muy, pero que muy mal visto. Y con razón.
Lo más curioso del asunto es que luego, en los planes de estudio, en los discursos oficiales, en los medios de comunicación, las palabras acuerdo, consenso, igualdad, solidaridad, brillan a modo de amuletos sagrados a los que todo el mundo rinde pleitesía. Y aquí está el problema. Incoherencia radical entre lo que se predica con palabras y lo que en la práctica, en el ámbito político, se hace día a día. Y además se hace sin disimulo, sin vergüenza, como si los principios morales que orientan la vida privada y social nada tuvieran que ver con los que rigen en la vida política.
Y esto nos pareció grave, muy grave.

domingo, 16 de marzo de 2014

Evocando un atardecer tras la tormenta...




Evocando un atardecer tras la tormenta, en julio del 86, en la Valleta de la Escaleta, cuando por allí no pasaba nadie…, acaso algún francés…

Había llovido todo el día. Por la tarde, un vientecillo frío revolvió las nubes dejando ver un cielo incierto que doró la caída del sol.
Momentos para estirar las piernas, preparar la cena e incluso cenar, si aguanta el tiempo.
El río baja fuerte, bravo, precipitándose justo delante de nosotros por una cascada y pasando bajo un curioso puente natural, para volver a descansar en suaves meandros en un llano inferior.
La hierba y las rocas mojadas nos hacen cenar de pie, casi como si contempláramos respetuosamente la luminosa despedida de un día gris.
La noche, húmeda y fría nos lleva pronto al saco seco y calentito…
De nuevo la lluvia sobre las lonas de las tiendas, suaves ráfagas de viento suenan en el Coll de Toro, el recio rumor del río se integra imperceptiblemente en nuestro sueño…

sábado, 15 de marzo de 2014

A Vicente Tortosa Biosca en el día de la "Plantá".


El tío Vicente, ya mayor.
Quien me conoce sabe que no soy muy fallero. Me gusta el ambiente de Valencia en fallas, la música, el olor a pólvora, las “mascletás”, los monumentos…, pero no soy lo que se dice fallero, aunque eso no quiere decir que no me sienta orgulloso de la fiesta.
Pero en mi familia sí hubo un gran fallero. Mi tío Vicente. Él si fue fallero y de los grandes. Artista notable, Maestro Mayor del Gremio, comprometido con su tierra, su lengua y la fiesta de la fallas, así como con su pueblo, “La Font de la Figuera”, dejó huella por allí por donde pasó, una huella que el tiempo va limpiando de maleza y haciendo brillar en toda su grandeza.
Hoy, día de la “Plantá”, recuerdo lo nervioso que estaba siempre tal día como hoy, quiero recordarle y rendirle un pequeñito homenaje, publicando tres fotos de una de las fallas que hizo, no sé en que año,  que más recuerdo. Era la de la avenida Barón de Cárcer, la avenida del oeste de toda la vida, y la figura principal, un monumental Moisés con las tablas de ley.
Sirvan estas fotos como recuerdo y sencillo homenaje a Vicente Tortosa Biosca, artista y “fontí”. Así es como sé que quiso ser recordado.

El Moisés todavía en el taller.
Otra vista del Moisés en el taller.
La falla ya montada en la Avenida del Oeste.


viernes, 14 de marzo de 2014

El cocido de mi madre está más "güeno" que el de la tuya. ¡Ja!


Me enteré hace poco de un nuevo programa de la tele, que me llevó a la siguiente reflexión, que comparto con quien quiera leerla.
 Yo nunca he sido competitivo, creo. No le acabo de encontrar la gracia a eso de que los míos o yo seamos más listos, más guapos, más fuertes y la tengamos…más larga que los otros o el otro. No sé por qué, pero esto no me va.
En todo caso, entiendo la competición, en el terreno del deporte, como juego que en su justa medida puede ser sano y educativo, pero no más. Un juego que a veces mueve millones y levanta pasiones, pero que en el fondo no es más que eso, un juego más o menos bonito.
La única competición que sí entiendo y que no veo como juego sino como algo más, es la competición contra uno mismo. El afán de superación, el ir más rápido, llegar más alto, ser más fuerte que yo mismo ayer, sí que pienso que es mucho más que un juego. Es una forma de vida digna, respetable y admirable. Y si como consecuencia de superarme a mí mismo, “gano” a otros, ¡genial! Entonces sí, sí que le veo sentido al asunto. Mi verdadero adversario soy yo, mi entrenamiento es para vencerme a mí. El vencer a otros es…divertido, secundario, intrascendente.
Esto, como he dicho, en el terreno del deporte. Fuera de él, la competición la veo, a menudo, no siempre, absurda, en muchas ocasiones ridícula, como ridículos resultan esos niños que se lían a golpes y empujones para ser los primeros en la fila.
Pero un terreno donde la competición me resultó desagradable desde el primer momento, fue el de la cocina. Y veo que como se ha puesto de moda va a más. De hecho, ahora ya no se trata de ver quién es el mejor cocinero, sino qué madre fue mejor cocinera. Ya no peleo por mí, sino por la madre que me parió, lo cual añadirá más morbo porque quizá remueva antiguos traumas infantiles, complejos de Edipo y cosas por el estilo…¡El cocido de mi madre es más “güeno” que el cocido de la tuya!¡Ahhhhhhh! ¡Jamás! responde el otro, herido en lo más hondo de su tierna infancia. Y se apresura a meter en la olla hirviente las pelotas, el nabo y los demás ingredientes debidamente troceados.
Sé que todo esto le gusta a mucha gente, pero yo no lo soporto. ¡No lo entiendo! A mí siempre me ha gustado la cocina. Y me ha gustado porque me relaja, es creativa y me permite agasajar a mis amigos y comer bien, cosa que me gusta sobremanera. De hecho, en este blog tengo una sección dedicada a recetas.
Pero lo que nunca se me ocurrirá es plantearme que mi mis recetas sean mejores o peores que otras. Son diferentes, y mi única pretensión, cuando cocino, es que el plato me salga cada vez mejor y que las personas con quienes lo comparto queden satisfechas; a lo sumo que me digan ¡qué bueno te ha salido! Y que yo lo disfrute también.
Pero bueno, es lo que hay. Desde que los americanos, como siempre, se inventaron el “master chef” ese, la competición ha entrado de lleno en el mundo de la cocina. Hasta a los niños han pringado. ¡Lástima! No creo que ninguno de los grandes cocineros haya llegado a serlo por hacer mejores croquetas que sus vecinos, sino por hacer cada vez mejores croquetas, por hacer cada vez mejores sus croquetas.
Es como yo, humildemente, lo veo. Y sé que mi forma de verlo no es ni la única, ni la mejor, ni la más inteligente, ni la mas sabia…Es sólo una forma de verlo. La mía. ¡Que no estoy compitiendo!

jueves, 13 de marzo de 2014

¡Bendita lluvia!

De la tierra reseca brota la vida, no sé muy bien cómo.
Esta mañana, no sé muy bien a qué hora sería, un rumor, que hacía largo tiempo no escuchaba, me ha sacado de esa duermevela de quien está “pachucho” y harto de cama, pero aún no está bien para estar en otro sitio.
Isabel me ha dicho, llueve. Sí, era el repìqueteo sordo de la lluvia en la terraza y en el patio. Llovía, llovía con ganas, por fin. Me he dejado envolver por tan esperado y grato sonido, y pensando en nuestros campos, nuestros montes, nuestros pinares recibiendo la bendición del agua, me he sentido bien, a gusto y arrebujándome de nuevo entre las sábanas, me he dormido como un bendito.
Luego, en total sólo han caído 12 litros, pero buenos son. Al fin y al cabo, desde agosto, sólo en febrero llovió un día así; desde agosto, y estamos en marzo.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Menos mal que nos queda América.


Boquiabierto, patidifuso y “siempreconfuso” me he quedado cuando me he enterado que la canción que representará a España en el festival de Eurovisión es en el idioma de los hijos de la Gran Bretaña.
Hasta ahí bien, un desatino más de los medios de comunicación. A eso ya estamos acostumbrados. Eso sí, la Real Academia ha presentado tímidamente una breve y amable queja. ¡Qué menos!
Pero lo que me ha producido auténtico pasmo "tremens", son las justificaciones de RTVE, las de la cantante y las del periodista que escribe la noticia. ¡Vamos, que no tienen desperdicio!
A ver si os pasa lo mismo que a mí. ¡Cuidado con el pasmo "tremens" que afecta al aparato digestivo!
La cadena pública RTVE alega que eso del inglés es "una tendencia al alza", y que sólo han manifestado su inquietud el presidente de la Academia y algunos académicos. ¡Olé vuestros huevos! "Una tendencia al alza", sí señor, bonito argumento. Lo que no entiendo es la E de RTVE en este caso. Y otra cosa. Si semejante imbecilidad se le ocurriera decirla a las televisiones catalana, gallega o vasca (la valenciana ya no está) se la comerían cruda, cruda con patatas. Y tendrían razón. Las cadenas públicas tienen la obligación de cuidar y promover el idioma del país al que sirven, aunque haya otros "en alza". Además, ese argumento de que sólo han protestado unos pocos…Pasmadito me quedé.
La cantante, una murciana llamada Ruth, dice textualmente, “quiero que Europa nos entienda y que sepa que la juventud española está tan preparada para salir fuera y para ser competentes y número uno como todos los que están en las potencias europeas”. Eso de las potencias me llegó. Lo de salir fuera y ser competentes y número uno me emocionó... Sentí entonces convulsiones gástricas inmoderadas, fruto del pasmo creciente. ¿Se pueden decir más simpleces en menos palabras? O sea que para demostrar a Europa lo mucho que vale nuestra juventud, ha de salir ella cantando en inglés, renunciando a su propia lengua, uno de los idiomas más bellos de la tierra. Además, inglés a parte, la justificación que da la moza y la forma de darla, suelta un tufillo a “hija de la LOGSE” que “tira p´atrás”. Sí, sí emana cultura y competencia. Huele a número uno. Lo dicho, pasmo "tremens" con consecuencias gástricas.
Y al final, el periodista lo acaba de arreglar con una impresionante apología de lo que es falta de criterio. Dice, “un número mayoritario de las canciones participantes en los últimos años se interpretan en inglés”. ¡Claro! ¿Qué hacer pues? Lo que hacen todos. ¿Qué pensar? Lo que piensan todos. ¿Cómo hablar? Como hablan todos. Eso sí es tener criterio. Entonces... las consecuencias fueron gastrointestinales.
          Pues nada. Esto es lo que hay. ¡Pero qué vergüenza, qué vergüenza más grande! De verdad que me da vergüenza, no tanto el hecho, de por sí vergonzoso, sino las justificaciones a cada cual más necia y cretina. Menos mal que nos queda América. Allí, hay países donde en vez de stop, en las señales de tráfico pone alto. ¡Menos mal que nos queda América!

martes, 11 de marzo de 2014

Hoy, respeto y silencio.


Hoy hace nueve años de uno de los días más terribles de la historia reciente de España. Aquel día, tras el impacto y el horror tan próximo, me debatí entre no entender nada, o entenderlo todo demasiado.
Desde hace ya tiempo, y visto el devenir de los acontecimientos, me inclino por entender todo lo que pasó demasiado bien. Y eso me desazona. Aunque también sé que la historia pondrá las cosas en su sitio. Y eso me tranquiliza.
Pero lo que sigo sin entender, es la politización descarada del horror y el sufrimiento humano atroz y sin paliativos posibles. Politización que ha llegado a nuestros días de muchas formas; la más sangrante para mí, las dos asociaciones de víctimas. Dos. ¡Qué dos más doloroso!
No. Aquello no debió pasar jamás. Sobre aquello no se puede construir nada. Aquello no debería haberse utilizado nunca para nada, absolutamente para nada.
Aquello fue la injusticia absoluta, la desolación, la tristeza sin consuelo, la rabia… Ante aquello solo cabe un profundo respeto. Y para los creyentes la oración, aunque en golpes como aquel, la oración se quiebre, se haga silencio, ante el silencio de Dios.
Respeto y silencio. Todo lo demás sobra.


Esto escribí hace un año, cuando se cumplían nueve del 11 de marzo de 2004. Hoy, diez años después, una lucecita de esperanza: habrá, en parte, un solo acto de homenaje y recuerdo. El tiempo, la historia que no es más que tiempo reflexionado, parece que poquito a poco empieza a poner las cosas en su sitio. ¡Pero queda tanto todavía!
Hoy, y así me gustaría que fuera, respeto y silencio. Sólo respeto y silencio.

lunes, 10 de marzo de 2014

¿Por qué todos callan?


A la vista está que uno se rasca cuando le pica, y cuando pasa algo gordo, grave, con consecuencias reales en las personas y nadie se rasca, es porque por gordo y grave que sea y por indeseables consecuencias que vaya a tener, al personal no le picaba, es decir, le importaba un bledo o incluso le daba gusto el picor.
No salgo de mi asombro cuando contemplo la respuesta social a la barbaridad injustificable de quitar en secundaria el mes de septiembre como la última opción para salvar el curso.
Las consecuencias de esta decisión son muchas y variadas. De ellas ya he hablado en otra entrada del blog que, curiosamente, se colocó en cabeza de entradas favoritas en un tiempo record y ahí permanece.
En esta entrada no voy a hablar tanto de las consecuencias, como de la respuesta social a una de estas consecuencias, para mí la más grave, la que afecta a los alumnos.
El quitar septiembre golpea directamente, no a las condiciones laborales de los profesores, que continúan palmo arriba, palmo abajo, como estaban, sino a los alumnos de secundaria. Alumnos que están en una edad crítica, en una sociedad confusa y contradictoria, y muchos de ellos, sufriendo las consecuencias de vivir en familias rotas, desestructuradas, ausentes de hecho por abusivas exigencias laborales o por discutibles priorizaciones  de sus padres en las que quedan los chavales relegados a un segundo o tercer plano.
Muchos de estos alumnos necesitaban ese balón de oxígeno que eran los dos meses de verano, porque lo que no se puede aprender en un curso, o al menos parte de ello, sí se puede aprender en dos meses, pero no en quince días, señores, no en quince días. Y que no me venga nadie con que “que se espabilen” porque si bien es cierto que algunos le "echan morro" al asunto, la gran mayoría de los que no acaban en junio, es por causas de las que no son ellos responsables o porque están pagando platos rotos de otros, de sus padres a menudo, del sistema educativo siempre.
Por esto, privarles a nuestros alumnos de ese derecho secular de los exámenes de septiembre es un despropósito y una cabronada de dimensiones cósmicas y ejercida de modo despótico e irracional precisamente contra los más débiles, contra los que más ayuda y oportunidades necesitan, contra los que están en una situación de mayor riesgo personal y exclusión social.
Y ante esto, el silencio y la indiferencia general. Nadie dice nada.
La oposición no dirá nada porque no le es rentable políticamente exigir al gobierno el regreso de septiembre, ya que se podría interpretar que defienden las “largas e inmerecidas”  vacaciones del profesorado.
Los “profes” que pensamos en los alumnos, nada podemos hacer como no sea manifestar nuestra radical disconformidad públicamente, pensando en ellos, aún sabiendo que muchos creerán que en el fondo lo que defendemos son otras cosas…
Los chavales no harán nada porque cuando salen a la calle, en estas edades, es por manipulación política pura y dura y ahora no actuarán los resortes convenientes para que esto suceda, porque no interesa, ya lo he dicho.
Los padres, las APA, ¿a qué esperan? De verdad, no sé a qué esperan. No sé si lo tienen claro, lo dudo. Además el proceso para que se movieran sería largo y azaroso. Primero tendrían que tener claro que las víctimas de este desacato son los chavales, que los “profes” nos quedamos igual con el invento, que los perjudicados son sus hijos, y que se dieran cuenta de eso estaría por ver. Segundo tendrían que vencer la insolidaridad interna que a buen seguro surgiría, “eso es problema de los que no estudian, que se apañen”. Tercero, los prejuicios entre las diversas APA, muchas politizadas hasta la vergüenza, otras más plurales y respetuosas despreciadas por las primeras, dificultarían un posible acuerdo.
Y los sindicatos, ¿qué van a hacer los sindicatos si todo el mundo calla y otorga por uno u otro deleznable motivo? Si en este triste asunto los políticos están de acuerdo, los padres en gran parte y en el fondo contentos (excepto los que tengan hijos “malos estudiantes”), los profesores “cogidos por los huevos” por la administración y divididos por cuestiones ideológicas (hay mucha politización en el profesorado) y la sociedad satisfecha, ¿qué van a hacer los sindicatos?
Así que por lo que veo, habremos dado un paso más en el deterioro del sistema educativo y en este caso en perjuicio de los más débiles, ante la indiferencia, cuando no el regocijo general, porque por fin trabajan los “profes” en julio. A los chavales, ¡que les den! Lo primero es lo primero.
Y por eso nadie se rasca. Porque no les pica, o incluso les da gusto el picor.
Pero a mi me duele y me enrabia y me indigna ver el daño que esta medida va a provocar en personas con nombres y apellidos de las que conozco sus limitaciones personales, sus vidas y su presente duro, y su lucha incierta a los doce, trece, catorce, quince años por intentar, a veces más solos que la una, viviendo en situaciones imposibles, pasar de curso, no perder a sus amigos y seguir “p´alante” sin saber a dónde, ni a veces por qué ni para qué.
Por todo ellos. Por el daño que haberles quitado septiembre va hacer a muchos alumnos, y sobre todo a los más débiles, pido como ciudadano o la retirada de la orden que elimina la convocatoria de septiembre o la destitución de la “Consellera” de Educación Mª José Catalá Verdet. Por pedir que no sea ¿verdad?
Como siempre nadie hará caso. Yo no soy nadie ni pinto nada; sólo hablo para quien quiera escuchar. Pero si estás de acuerdo con lo que he escrito, haz correr este artículo, compártelo. Yo sólo puedo publicarlo en mi blog y enviarlo, como haré, a la “Consellera” de Educación, que no lo leerá.
Luego haré todo lo posible por ayudar a mis alumnos a superar este nuevo obstáculo, este nuevo error, esta nueva e inmensa irresponsabilidad. Ellos, nuestros jóvenes, no merecen lo que entre todos les estamos haciendo, de ninguna manera se lo merecen.
Pero aquí no pasa nada. Nada de nada. Y cuando pasa algo, casi siempre es manipulación política fruto de estériles y caducos planteamientos ideológicos.

viernes, 7 de marzo de 2014

El hombre herido por otros hombres...


El hombre herido por otros hombres, cargado de errores, confuso por nunca acabar de entender, triste porque lo que es no es lo que hubiera querido que fuese, emprende el camino desde la luz turbia del llano hacia lo alto. Atraviesa bajo un cielo límpido y azul verdes pinares donde el aire empieza a ser más sutil, más ligero, pero le duelen las heridas, le agobian los errores, le aturde la confusión, le pesa la tristeza, y el caminar es lento y torpe. La mirada, cansada de mirar sin saber qué mira, cansada de mirar sin saber a quien mira, va levantándose del polvo del camino a la cumbre recortada en el azul. Y sigue subiendo. El aire cada vez más limpio. La atmósfera más transparente. Es más fácil andar por allí arriba. El llano turbio va quedando lejos, abajo.
Y al fin la cima. Y allí el hombre contempla. Se deja llenar de luz y de silencio. Y elevándose “por encima de los símbolos hasta la pura majestad de lo real, sobre el altar de la tierra entera” ora, y su oración dice: ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu Santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Así dice, postrado en la soledad de la montaña el hombre herido, equivocado, confuso y triste. Y queda en silencio ante el cielo, el aire, la tierra, los ojos suavemente empañados por húmedo velo.
Luego escucha, en el silencio profundo escucha una voz firme, recia, antigua, una voz acogedora, amante, que le envuelve, le acaricia y le dice: un corazón quebrantado y humillado Yo no lo desprecio, y el hombre la repite saboreando cada sílaba, sintiéndose como el niño pequeño recogido del suelo por su padre, como el esposo abrazado sin reservas por la esposa amante.
Y entonces la herida duele menos, y siente el error perdonado, la confusión se va trocando en certeza, y la tristeza se disuelve como la nieve con la lluvia. Y respira hondo. Y se yergue gozoso en la cumbre. Y contempla libre el vasto horizonte. Y regresa al llano turbio, donde volverán a herirle, volverá a equivocarse, volverán a confundirle, volverá quizá la tristeza. Pero el hombre sabe que Él, un corazón quebrantado y humillado no lo desprecia. El hombre sabe que eso es verdad, porque Él se lo ha dicho allá arriba, en el límite de la tierra de los hombres. Y con la fuerza que le da esa certeza, la vida en los cenagosos pantanos del llano, sabe que puede seguir siendo Vida.


NOTAS: El texto entrecomillado es de Teilhard de Chardín, de su obra La misa sobre el mundo, y los textos en cursiva del salmo 50.

jueves, 6 de marzo de 2014

Tu mano apretada en mi fracaso.


Me dice R. Tagore hoy, 6 de marzo de 2014, a las puertas de la primavera…

No pida yo
nunca estar libre de peligros,
sino denuedo para afrontarlos.
No quiera yo que se apaguen mis dolores,
sino que sepa dominarlos mi corazón.
No busque yo amigos
por el campo de batalla de la vida
sino más fuerza en mí.
No anhele yo,
con afán temeroso, ser salvado
sino esperanza de conquistar,
paciente, mi libertad.
¡No sea yo tan cobarde, Señor,
que quiera tu misericordia en mi triunfo,
sino tu mano apretada en mi fracaso!

 ¡Tu mano, Señor, apretada en mi fracaso!

martes, 4 de marzo de 2014

Yo no soy yo. Soy este... Juan Ramón Jiménez.


Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pié cuando yo muera.

No sé en qué pensaba Juan Ramón Jiménez cuando escribió este breve y hermoso poema del que he leído muchas y variadas interpretaciones.
A mí personalmente, me llamó la atención desde la primera vez que lo leí, hace ya muchos años, y he pensado en él con relativa frecuencia, y así, poco a poco, he llegado a darle una interpretación personal que, igual nada que ver tiene con lo que el poeta quiso decir, pero ésa es precisamente unas de las grandezas de la literatura, que nos abre puertas que en ocasiones, el autor, no imaginó ni de lejos, o quizá sí…
Convirtiéndome yo en el “yo” del poema, lo leo en primera persona haciendo mías las palabras y entro en una dimensión diferente de mi vida, en una especie de doble fondo donde se esconde una persona más pura, más esencial que la que los demás ven, que la que yo mismo veo, siento, gozo y sufro. Una persona a la que mi yo cotidiano ignora con frecuencia, olvida; una persona que, más allá del trasiego constante de la vida, calla serena y se enfrenta al odio con el perdón; una persona que pasea libre por donde los compromisos, las costumbres, las presiones sociales, impiden que ni tan siquiera sueñe en acercarme; una persona que, después de todo, es el yo llamado a trascender, a permanecer, el yo esencial creado por la Vida y para la Vida.
Y desde esta perspectiva descubro un regalo que Juan Ramón Jiménez, quizás sin saberlo, ocultó entre las palabras del poema. Y ese regalo, es el descubrir que el sentido de una vida bien puede ser acercar lo más posible este yo superficial, público, circunstancial, al yo esencial, callado, sereno, dulce, amante, libre, infinitamente libre…y que permanecerá. Y más aún, ahondando más en el regalo, llego a la conclusión de que el amor, el de verdad, el que no se acaba, surge cuando las personas que se aman lo hacen desde este "yo" "que quedará en pie cuando yo muera".

lunes, 3 de marzo de 2014

¡Os lo voy a quitar todo!


Andaba yo comprando en un supermercado de La Eliana un día de estos, cuando vi cómo dos niños de unos cinco años, parecían gemelos, correteaban felices por los pasillos, dando graciosos gritos ululantes cuando se encontraban por sorpresa y sorteando hábilmente a la gente y a los carros que se interponían en su camino.
En un determinado momento escuche a la madre, joven y de muy buen ver, que dijo textualmente “ya estoy enfadada, os lo voy a quitar todo” y continuó con absoluta tranquilidad mirando las estanterías y cogiendo los productos que introducía en su carro. Mientras los chiquillos seguían correteando y gritando.
Para mi asombro, al poco tiempo volví a escuchar la misma frase “ya estoy enfadada, os lo voy a quitar todo” y los niños siguieron jugando y la madre comprando, al menos en apariencia, con absoluta tranquilidad.
En el rato que estuve, unos quince minutos, lo dijo siete veces, me tomé la molestia de contarlas, siete veces, y los “pitufos” siguieron pasándoselo en grande recorriendo de punta a punta el pequeño supermercado, amenizándolo con sus gritos y sus risas, mientras la madre seguía comprando tan tranquila.
Le hubiera dicho a la señora, ¡Cállese leñe, cállese! Porque no me molestaban los niños, sino esa especie de mantra absurdo “ya estoy enfadada, os lo voy a quitar todo” que a parte de no significar nada, era totalmente inoperante, porque en ningún momento pareció preocuparle de verdad el juego de los niños. ¿Por qué lo decía?
Y además, ¿les va a quitar todo, todo? ¿Qué les va quitar? En cualquier caso parece que la amenaza surtía poco efecto.
Los niños, a sus pocos añitos ya sabían que el enfado de la mama da igual y que el no atender a las advertencias de su progenitora no tiene consecuencia alguna, entre otras, porque la misma advertencia en sí es absurda.
Me hizo gracia imaginar a la mama enfadada quitándoselo todo a sus hijos al llegar a casa. Empezaría por los juguetes, luego seguiría por la ropa, la comida, el agua, el aire… ¡pero claro, eso iría contra los derechos humanos! ¿no? por lo que tendría que haberle dicho, que si hacía con sus hijos lo que estaba diciendo,  me vería obligado a denunciarla a los servicios de protección del menor, por lo menos, y de paso que si no lo hacía es que era tonta del culo, con todos los respetos.
Moraleja: En educación cuando hablemos actuemos y si no pensamos actuar, porque tenemos otras cosas que hacer, como comprar, por ejemplo, calladitos estamos mucho más monos y aquella señora lo estaba. Y otra moraleja, que lo que digamos tenga, por lo menos, sentido porque vamos, eso de “os lo voy a quitar todo” tiene narices. ¡Valiente majadería!

sábado, 1 de marzo de 2014

Receta. Bacalao en salsa.

Soy feo pero estoy bueno, y el rape es más feo que yo, ¿Vale?
Nos gusta mucho el pescado y comemos bastante. Por mi experiencia de comedor de pescado he llegado a la conclusión de que cuanto más feos, más buenos suelen estar. El bacalao es bastante feo, desde luego, pero está muy bueno aún con poco condimento. Esta es una receta de bacalao en salsa que me inventé el otro día y que salió buenísima.
Los ingredientes para dos o tres personas son los siguientes:

Media docena de lomos de bacalao congelados.
1 cebolla mediana.
1 cabeza de ajos.
2 zanahorias.
1 tomate triturado.
Media docena de langostinos.
Medio litro de vino blanco.
Aceite de oliva.
Pimienta negra molida.
Sal al gusto.

Córtese a trocitos la cebolla y las zanahorias y pélense los ajos. Póchese luego todo el “verde” junto, empezando por la zanahoria que tarda más, y siguiendo por los ajos, la cebolla y el tomate. Al introducir el tomate, introdúzcanse también los langostinos.
Cuando esté todo bien pochadito, retírense los langostinos y resérvense. Cójase entonces la verdura y bátase con la batidora hasta obtener una pasta uniforme. Resérvese también.
Ahora sofríanse, con cuidado de no romperlos, los lomos de bacalao. Cuando estén empezando a dorar, añádase el vino, la sal, la pimienta, las verduras batidas y los langostinos pelados y troceados. Remuévase todo con mucho cuidado parta no romper el bacalao, y déjese cocer unos diez minutos, quince a lo sumo.
Y se acabó. Está exquisito, que no significa que antes estuviera quisito y ahora no, sino que está muy bueno.
Para acompañar, cerveza o vino blanco fresquito.

¡Que aproveche!

NOTA:
Esta misma receta también se puede hacer con otros pescados como el rape o el salmón, por ejemplo.