Un pino solitario se recorta junto a un vallado
contra el cielo del lubricán. Lupus, lobo y canis perro, lubricán, bonita
palabra, hoy casi desconocida, que nos traslada a aquellos tiempos no tan
remotos, en que la noche era del lobo.
Contemplar el lubricán nos abre los ojos al espacio y
nos lleva atrás en el tiempo. Es más que contemplar el crepúsculo.
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