FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 30 de noviembre de 2021

Crepúsculo.

Este poema está dedicado a un atardecer que disfruté recientemente. Él me lo inspiró. Las fotos que hay después recuerdan sólo pálidamente lo que fue contemplarlo en el monte.


“Esa placidez sin nombre,

esa serenidad armoniosa y divina

que vive en el sinfín del horizonte”,

dice el poeta.

Pero aquel crepúsculo poco tuvo

de plácido, sereno y armonioso;

quizá sí de divino.

El sinfín del horizonte

era brutal,

caótico,

extraño.

Sangre, carbón y oro

contra un cielo azul intenso.

Y frío,

frío,

frío.

Mas qué inmensa belleza,

qué arrebatadora belleza,

qué atormentada belleza.

También sin nombre.

Más allá de las palabras,

el día se inmoló a si mismo

cayendo en la noche

envuelto, cual mortaja,

en inmensa,

arrebatadora,

atormentada belleza.


J.Q.S.

 

NOTA: El poeta es Juan Ramón Jiménez, y los versos están en el capítulo 7 de Platero y yo, titulado, El loco.


















lunes, 29 de noviembre de 2021

Una foto impresionante.


Lástima que no se pueda fotografiar menores (cosa comprensible y lógica) porque hoy, nada más a salir a la calle, nos hemos encontrado Isabel y yo con una foto de concurso. La describo con palabras a falta de imágenes.

Bajaban por la calle, hacia el instituto, seis o siete chavalillos que debían ser de primero de ESO. Caminaban uno detrás de otro, equidistantes, en una correctísima fila india, y todos, sin excepción, con el móvil en la mano, absortos en él.

Como digo, se merecían una foto. Y el primer impacto nos ha dado risa, resultaba hasta simpático. Pero como pasa con esos vinos que tras la degustación en la boca, llega la retronasal, luego nos dio pena, mucha pena.

Iban al cole solos, aunque fueran en grupo, cada uno en lo suyo, ajenos a lo demás y a los demás, y en silencio. Y lo triste es que cada vez habrá más niños así y menos de esos que andaban por la calle jugando, charrando, riendo, alborotando, camino de su colegio.

No, la “foto” no nos ha dejado buen sabor de boca. Era tan rotunda, tan perfecta que si se hubiera podido hacer y se hubiera publicado, todos pensarían que estaba preparada. Y no lo estaba; era la realidad pura y dura.

No voy a entrar más en el asunto, porque habría mucho que rascar. Yo rascaré por mi cuenta. Y si con esta entrada alguien rasca algo por la suya, pues para algo habrá servido.

domingo, 28 de noviembre de 2021

Danos tu paz, Señor.

 

Hoy, primer domingo de adviento, comparto esta canción. La letra es de Víctor Manuel Arbeloa y la música de Juan Antonio Espinosa.

 

Danos tu paz, Señor.

 

La paz que es libertad, la vida siempre abierta

en la casa y la fábrica, en la escuela y la calle.

La paz que es también el perdón que nos libera

de la rabia y la ira, de la envidia y la sangre.

 

Señor Jesús, danos la paz;

danos tu paz, Señor.

 

La paz que es la flor de tu Reino que esperamos

y que hacemos más bello y cercano cada tarde.

Te pedimos la paz y a nosotros nos pedimos,

porque somos hermanos y Tú eres nuestro Padre.

 

Señor Jesús, danos la paz;

danos tu paz, Señor.

 

Si queréis oírla pulsad en el siguiente enlace Danos tu paz, Señor.

Mala semana para ventilar.

Probablemente lo más característico de esta semana será el viento que soplará todos los días, con más o menos fuerza, del oeste y noroeste. Y eso, junto a las temperaturas bajitas, pero sin excesos, provocará una sensación térmica muy molesta. O sea, sensación de frío. Las mínimas más bajitas oscilarán entre 5 y 6, y las máximas más altas entre 18 y 19.

Por lo demás, el cielo estará entre despejado y nuboso, sin llegarse a cubrirse del todo, en principio, ningún día. Y de lluvia, nada, al menos de momento.

Mala semana esta para ventilar y estar al aire libre, que es lo más sano y seguro tal como están poniéndose las cosas otra vez. O sea que a abrigarse bien para mantener ventanas y puertas abiertas pese a lo desagradable del puñetero vientecito.

Esto es lo que hay de momento.


sábado, 27 de noviembre de 2021

En el Día del Maestro.


 

Comparto hoy, Día del Maestro, unas cuantas frases, que he encontrado por internet, de personajes bien diferentes sobre vosotros, los que dedicáis vuestra vida a educar, en la medida que os dejan.

¡Feliz día!

 

“Primero pago a un maestro que a un general”. Pancho Villa.

 

“Si tienes que poner alguien en un pedestal, pon a los maestros. Son los héroes de la sociedad”. Guy Kawasaki.

 

“La función de la educación es enseñar a pensar intensa y críticamente. Formar inteligencia y carácter, esa es la meta de la verdadera educación”. Martin Luther King, Jr.

 

“El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento”. John Locke.

 

“Si estás planeando para un año, planta arroz; si estás planeando para una década, planta árboles; si estás planeando para una vida entera, planta educación”. Proverbio chino.

 

“Los maestros inspiran, entretienen y acabas aprendiendo mucho de ellos aunque no te des cuenta”. Nichlas Sparks.

 

“El porvenir está en manos de los maestros de escuela”. Víctor Hugo.

 

 “Lo que una escultura es para un bloque de mármol, la educación es para el alma humana”. Joseph Addison.

 

“La profesión del educador contribuye más al futuro de la sociedad que cualquier otra profesión”. John Wooden.

 

“Un maestro es una brújula que activa los imanes de la curiosidad, conocimiento y sabiduría en sus pupilos”. Ever Garrison.

 

“Mejor que mil días de estudio diligente es un día con un gran maestro”. Proverbio japonés.

 

“Es el supremo arte del maestro despertar la curiosidad en la expresión creativa y conocimiento”. Albert Einstein.

 

“Todo el que recuerda su propia educación, recuerda a sus maestros, no los métodos o técnicas. El maestro es el corazón del sistema educativo”. Sidney Hook.

 

“Cada niño debería tener en sus vidas un adulto que se preocupe por ellos. Y no siempre es un padre biológico o un  miembro de la familia. Puede ser un amigo o un vecino. A menudo es un maestro”. Joe Manchin.

 

“Todo el orgullo de un maestro son los alumnos, la germinación de las semillas sembradas”. Dmitri Mendeléyev.

 

“La tarea del educador moderno no es cortar selvas, sino regar desiertos”. C.S. Lewis.

Su destino será el nuestro.


Ha sido un día extraño, meteorológicamente hablando. Una mañana soleada y ventosa, como estaba previsto, pero de repente, hacia la hora de comer, una masa nubosa ha entrado por el norte trayendo una leve precipitación (incluso en el momento más fuerte he visto volar algunos copos de nieve arrastrados por el viento) que no ha llegado ni a un litro, un viento muy fuerte y un bajón brusco de las temperaturas, para luego quedarse gris y el viento en calma. Y al atardecer, hacia el norte, se ha vuelto a despejar.

No era desde luego lo previsto, pero me ha gustado. Aunque a veces me equivoque, por muchas agencias de meteorología que consulte, me gusta esa capacidad que tiene la naturaleza de escaparse a nuestro control. Es, después de todo, una cura de humildad que los humanos necesitamos, no ya de vez en cuando, sino todos los días.

Porque como dice el salmo, aunque Dios nos haya dado las llaves de la Tierra, la Tierra no la hemos creado nosotros, ni somos sus amos y señores. Somos parte de ella, y su destino será el nuestro.

viernes, 26 de noviembre de 2021

Actualización fin de semana del 27-28 de noviembre de 2021.

Antipático como el solo se presenta el fin de semana. Y como es natural, esa antipatía solo puede venir de la mano del viento. Un viento del noroeste fuerte, sobre todo el domingo, que unido a las temperaturas bajitas, aunque no en exceso, dará una sensación de frío acusada y desagradable. El sábado se moverán entre los 6-7 y los 15-16, y el domingo, algo más bajitas, entre los 5-6 y los 13-14, más o menos.

El cielo estará despejado o con pocas nubes, y el solecito, donde no sople el viento, muy agradable. Por eso será un fin de semana de “raserets”, o de estufita. También bueno para secar jamones. Y eso sí, en las montañas del norte caerá una buena nevada.

Del lado de los "buenos".


 

Mañana sábado, 27 de noviembre, hay convocada una manifestación en Madrid de Policía Nacional y Guardia Civil entre otros cuerpos de seguridad. El motivo es la Ley de Seguridad Ciudadana que muy hábilmente llamaron ley mordaza para facilitar, ante la opinión pública, su sustitución por otra en cuanto les fuera posible.

El asunto es más serio de lo que parece, y no es un problema solo de la Policía y la Guardia Civil, sino de toda la sociedad, porque en esencia, la nueva ley priva de efectividad muchas de sus actuaciones, dejándoles además indefensos ante la delincuencia, sea del origen que sea; a ellos y a nosotros.

Quien piensa esto es oficialmente fascista, pero como cualquiera que no piense como el régimen dice que hay que pensar parece ser que lo es…, pues me atrevo a seguir.

Ya se han ocupado la mayoría de los medios de comunicación de que creamos todos que es el Gobierno, y no la policía o la Guardia Civil, quien está preocupado por la seguridad de los ciudadanos. Lo que no sé muy bien es cómo, sin ellos, o con ellos maniatados, piensan protegernos. ¿Tendrán poderes? Mágicos quiero decir, porque los otros ya los tienen.

El problema de fondo es el siguiente. Todo ser humano tiene derecho a la legítima defensa, pero para no caer en una especie de “far west”, sin más ley que la del revólver, el ciudadano cede al estado ese derecho para que sea este quien le defienda, quien le proteja, si es necesario utilizando una violencia que debe ser siempre proporcionada a la agresión recibida. Esto es un contrato no escrito, pero esencial en cualquier sociedad que pueda considerarse civilizada.

¿Pero qué pasa cuando la ley protege más al delincuente que al ciudadano y encima priva a las fuerzas de seguridad de herramientas para poder defenderlo? El contrato queda roto unilateralmente, y el ciudadano se siente estafado.

¿Y qué pasa cuando los delincuentes pueden campar a sus anchas, sabiendo que la ley les protege, y que la policía tiene muy difícil hacerles frente? El ciudadano se siente indefenso.

¿Qué hace un policía o un guardia civil cuando un niñato en un botellón, o en un parque, molestando reiteradamente a los vecinos, se le burla en la cara, y él no puede ni tocarlo, pues el susodicho le advierte que si lo toca lo denuncia? Y sus amigachos lo están grabando todo en sus móviles, ¡Ojo! ¿Qué puede hacer? Decirle, “venga hombre, no ves que estás molestando. Sé bueno y vete a casita, que ya es tarde”.

¿Qué hace un policía o un guardia civil cuando le tiran adoquines, queman contenedores o vuelcan coches? Decirles, “nenes no seáis malos; y cuidado con ese adoquín que tengo mujer e hijos”.

Además, si nos fijamos bien, este mismo modelo social es el que se está utilizando en la educación. Hay un paralelismo inquietante entre policías y guardias civiles, y profesores. Y no quiero ahondar más en esto, de momento. Hacedlo vosotros mismos, si os atrevéis.

Cuidado con lo que está pasando, cuidado. O es torpeza, o responde a un plan oculto que no sé a dónde nos quiere llevar. Y no creo que sea torpeza. De hecho, observad cómo muy inteligentemente están subrayando estos días los nombres de personas y partidos que públicamente apoyan la manifestación, para impedir que otros muchos, que militan bajo otras siglas, y que también la apoyarían, se atrevan a hacerlo. ¿Qué han hecho con la libertad de expresión?

Por todo esto y más, el sábado hay que estar del lado de los “buenos”; del lado de la Policía y  de la Guardia Civil, que ahora nos necesitan, y decirlo sin ambages. Aunque en ese lado, y en este momento, haya también gente con la que tienes muy poco o nada en común. Pero diez más diez suman veinte, lo diga quien lo diga; hasta para Satanás 10+10=20.

Porque nos jugamos mucho. Porque más allá de siglas políticas, y del falso y perverso paradigma derechas-izquierdas (tan útil en situaciones como ésta), debemos exigir a quienes nos gobiernan, sean quienes sean, que cumplan su parte de ese contrato por el cual yo he renunciado a coger una escopeta y a liarme a tiros con quien me joda la vida.

jueves, 25 de noviembre de 2021

Golpes de la vida.


Este poema puede resultar confuso en una primera lectura, sobre todo si no se cae en la cuenta de cuál es la clave para entender qué quiero trasmitir.

 

Temo a los golpes de la vida.

cuando son golpes a la Vida.

La Vida es paz,

ante todo paz.

La paz de ser tú mismo,

más allá de convenciones,

más allá de servidumbres,

más allá de vanidades.

La Vida es paz,

Ante todo paz.

La paz que te otorga,

como un regalo,

ser capaz de ir

más allá de ti mismo,

y tener el coraje

de verte desde fuera,

cual si fueras otro.

Contemplarte herido,

y ver que esa herida

en realidad no existe.

No existe.

Estabas confundiendo la vida,

con la Vida.

Esa otra, la otra,

casi siempre oculta,

callada, quieta.

Esperando que un día

la descubras en tu fracaso,

en tu desengaño,

en tu soledad.

Y te des cuenta,

por sorpresa,

sin esperarlo,

que ella, la Vida

 ha estado siempre ahí,

esperándote en silencio,

para ser la paz

que necesitas

como el aire.

Por eso temo,

No a los golpes de la vida,

sino a los golpes a la Vida.

 

¿Cuál es la clave? La palabra vida con mayúscula o con minúscula. No habla de lo mismo. Vida con mayúscula no se refiere a lo mismo que vida con minúscula. Con este dato se puede volver a leer y entender mejor qué quiero decir esta bonita mañana, por fin soleada, tras unos días tristones, de lluvia, pero muy bien recibida.

J.Q.S.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Cuando 6+7=18.

Organizando papeles, esa ingrata tarea que hay que hacer de vez en cuando, me he encontrado con uno que tuve en el tablón de la puerta del despacho, durante muchos años, cuando estaba en el Departamento de Orientación del colegio.

Estaba ya amarillo y con los agujeritos de las chinchetas, como deben estar estos papelorios venerables. Trascribo su contenido que veo muy revelador de lo que está pasando en la educación desde que llegó la LOGSE.

EVALUACIÓN EN LA ESO

Respuesta del alumno:

6+7=18

Comentario de evaluación:

1.    La grafía del signo 6 es del todo correcta.

2.    Se puede apreciar lo mismo con el 7.

3.    El signo más nos dice, acertadamente, que se trata de una suma.

4.    En cuanto al resultado vemos que el 1 es correcto. El segundo número, efectivamente, no es 8. Bueno, si lo cortamos por la mitad de arriba abajo, observamos que el alumno ha escrito dos treses simétricos. Elegimos el bueno porque se ve que su intención es buena.

Evaluación:

El conjunto de observaciones evidencia que:

a)    La actitud del alumno es positiva (lo intentó).

b)    Los procedimientos son correctos (los elementos están ordenados correctamente).

c)    En conceptos sólo se equivocó parcialmente en uno de los seis elementos que forman el ejercicio. Esto es casi de sobresaliente.

En consecuencia, podemos otorgarle un notable y decir que progresa adecuadamente.

Y yo añadiría que, conociendo al niño y a sus papás como los conoce el tutor, ya ha advertido al claustro que si le suspenden, sus progenitores irán de cabeza a inspección para denunciar tamaña infamia, porque su nene ha estudiado mucho y ese suspenso le puede traumatizar.

Entonces el inspector puede venir y pedirle al tutor y de paso a todo bicho viviente, las programaciones completas y otros muchos papelorios para comprobar que lo están haciendo todo según ley; aparte de las reuniones pertinentes con dirección, jefatura de estudios, psicopedagogo y demás. Y claro, aunque reconocerá que 6+7 en realidad no son 18, puede salirles con que en una escuela activa, inclusiva, participativa, cooperativa, asamblearia, democrática y demás zarandajas, con las consideraciones pertinentes, sí que puede serlo.

Por eso hay que adelantarse a las tormentas. O sea que, ni notable, ¡un sobresaliente! Y todos contentos.

 

El latín que hablamos sin saberlo I.


Nuestra lengua, como todas las lenguas romances, está llena de latinismos, es decir, de palabras y expresiones latinas que utilizamos tal cual, o de modo muy parecido a como se utilizaban en Roma hace 2000 años. A menudo no se escriben bien o no se utilizan adecuadamente. Incluso en ocasiones las utilizamos sin saber que son latinismos. Por eso, y en la sección del blog Cuidemos el lenguaje, voy a dedicar unas cuantas entradas a algunos de estos latinismos en homenaje a nuestra lengua madre, el latín, que por cierto, no tiene nada de muerta aunque se empeñen en matarla. A continuación veréis que está vivita y coleando.

Accessit. Significa acercarse, se acercó, por eso denomina a un premio menor, que no siendo el principal, se le acerca. La RAE establece así su escritura: accésit.

        No le dieron el primer premio, pero ganó un accésit en el concurso de cría de gambas.

Agenda. Significa lo que ha de hacerse, por eso designa a una libreta o cualquier dispositivo en el que anotamos lo que tenemos que hacer.

        Anótatelo en la agenda o se te olvidará y te arrearé un sopapo.

Álbum. Significa blanco. Libro o cuaderno en blanco, vacío, para rellenar con fotos, dibujos, cromos etc.

        Te compraré el álbum el sábado si te comes la alcachofa y la pechuga.

Alea iacta est. Significa la suerte está echada. Es la famosa frase de Julio César tras cruzar el río Rubicón en su marcha contra Roma. La utilizamos para decir que algo ya está decidido, que la decisión está tomada, que no hay marcha atrás.

        Ya he firmado el contrato. Alea iacta est. O millonarios o a la cárcel.

Alias. Significa de otra forma, por eso lo ponemos delante de apodos tras el nombre.

        Han detenido a  Fulgencio, alias el Tuerceignacios.

Alma mater. Significa madre que nutre, que alimenta. Lo utilizamos para referirnos a alguien cuya presencia es muy importante en un grupo de personas, familia, amigos, empresa etc.

        Es el alma mater de la pandilla desde que llegó, pero es tan tontín el pobre, tan-ton-tín.

Altius, citius, fortius.  Significa más alto, más rápido, más fuerte. Es el lema de las Olimpiadas. Se utiliza para indicar que queremos y podemos llegar más allá de nuestras posibilidades.

        Nosotros altius, citius, fortius, contra viento y marea, aunque nos hinchen a leches.

Annus horribilis. Significa año terrible, horroroso. Muy adecuada expresión para referirnos a estos años que estamos viviendo.

        El año 2020 para mucha gente ha sido un annus horribilis, y el 21 parece que no se quiere quedar atrás.

A priori. Significa antes de algo. Expresión muy extendida y utilizada con ese mismo significado.

        A priori no me parece bien que te vayas con él a Madagascar a cazar monas.

A posteriori. Significa después. Al igual que la anterior, muy utilizada también con el mismo significado.

        El problema vendrá a posteriori, cuando vean que el artilugio no funciona y se le mueren los pollos de frío.

martes, 23 de noviembre de 2021

Evocando una tarde de noviembre en La Besurta.


El fin de semana de mi cumpleaños pudimos llegar con el coche hasta La Besurta, en el valle de Benasque, al atardecer. No había nadie.

He de reconocer que rincones como estos, y así, me encogen el alma, pero también me atraen poderosamente. El frío, el silencio, la soledad, el paisaje en blanco y negro, las altas cimas, los glaciares allá arriba, los bosques a sus pies…

Era un ambiente duro, serio, sin concesiones el que se respiraba allí aquella tarde. No era acogedor, sin embargo yo me sentía como en casa. Y aunque la perspectiva de una buena cena y una habitación confortable en el hotel era muy agradable, no lo hubiera sido menos la de acampar entre unos pinos, y bien abastecidos y abrigados, esperar a la noche y a la nevada que se avecinaba.

Y pensar desde la calidez del saco, en la tienda, en los rigores de una naturaleza que recupera, con el otoño, su grandeza y de algún modo su dignidad. Y estar allí para vivirlo.

Escuchar la ventisca, la nieve caer en la lona de la tienda, encogerse en el saco calentito y seco, y dejar que pase el tiempo, mientras te entregas plácidamente al sueño. Pensar que, poco a poco, mientras la nieve cubre la tienda, vas formando parte de la montaña; sentir al fin que ya eres montaña.

Dormir soñando, cuando pase la borrasca, en la inmensidad blanca de laderas vírgenes, de cumbres recortadas en un cielo azul intenso que parecen llamarte, que de hecho me llaman todos y cada uno de los días de mi vida.


La evidencia no evidente.

Esto  serrrr cerebrro de niño deglutido por sistema educativo.

Tengo amigos, no pocos, que trabajan en educación, y cuando quedamos, con mucha frecuencia los temas de conversación derivan inevitablemente hacia temas relacionados con tan hermosa, y hoy triste, vocación. Yo escucho con una sensación extraña, como debe tenerla un torero desde la barrera o un futbolista en el banquillo, cuando ya han dejado atrás ruedos y estadios.

Pero en mi caso, a la sensación de liberación a la vez que de nostalgia, se une la de la indignación. Lo que me cuentan me enfada y me da muchísima rabia. Me he anotado algunas lindezas para ir comentándolas en el blog. La de hoy voy a llamarle la evidencia no evidente.

Me dicen que en los cursos, cursillos, cursetes y demás zarandajas a las que les hacen acudir, la mayoría más de adoctrinamiento que de utilidad, se repite, como un mantra, la expresión evidencia científica para subrayar la veracidad del  producto que les están vendiendo.

Dime de qué presumes y te diré de qué careces, dice el refrán. Y aquí encaja perfectamente. La pedagogía tiene muy poco de ciencia. Es en realidad filosofía, si uno es honesto y tiene sentido crítico, o en la mayoría de los casos, pura ideología disfrazada de ciencia.

Es inaceptable ampararse en supuestas evidencias científicas para elevar a la categoría de verdad indiscutible lo que no son más que dogmas de la ideología dominante.

Cierto es que las llamadas ciencias humanas disponen de una serie de herramientas para poderse autodenominar ciencias, pero pese a ellas, deben tener una gran humildad, pues su objeto de estudio está sujeto a tal cantidad de variables, a su vez sujetas a otras muchas variables, que llegar a conclusiones verdaderamente científicas es imposible.

Además, los intereses políticos y la ideología dominante, marcan estrictamente los límites en los que estas supuestas ciencias pueden moverse, con lo que nos alejamos más todavía de poder alcanzar evidencia científica alguna.

En todo lo relacionado con la pedagogía, contenidos educativos a impartir, el modo de hacerlo, el aprendizaje de las lenguas, la disciplina en el aula, las relaciones con las familias, la atención a la diversidad y otros muchos asuntos, no hay evidencia científica que diga cómo hay que hacer las cosas. No la hay.

Lo que sí hay es la filosofía del centro, (hasta donde le dejan tenerla y si la tiene) y sobre todo del profesor, más o menos determinada por la ideología oficial dominante y su propia personalidad y formación. Y lo demás son cuentos.

Cuentos que los voceros del sistema venden a las nuevas generaciones de docentes, ya previamente manipulados por un sistema educativo que tiene de todo menos de científico. Y tragan; ya los han preparado para que traguen.

Por eso, como el torero o el futbolista en la barrera o en el banquillo, me siento liberado, pese a la nostalgia, porque no sé cómo aguantaría tener que soportar en un cursillo absurdo y forzado a alguien que me dijera que una sandez de las de moda, políticamente correctísima, está avalada por evidencias científicas. Igual, levantándome de la silla le decía, métase su evidencia donde le quepa, y me largaba a hacer algo útil con mis alumnos. Y eso, evidentemente, me crearía problemas.

Estoy mejor como estoy.

lunes, 22 de noviembre de 2021

Romance del peregrino y el demonio.


Al hilo de la seta con cara de demonio que me encontré ayer, y cuya foto publiqué en el blog, se me ha ocurrido una breve historia en la que aparece como uno de los protagonistas, junto a un peregrino que va camino de Santiago. Pero la he escrito en forma de romance. 

Un romance es un poema característico del español, de larga tradición, y que consiste en una serie indeterminada de versos, generalmente de ocho sílabas, que riman los pares en asonante quedando libres los impares.

Y un aviso para leerlo. Aunque esté escrito en forma de verso, se lee como si fuera prosa, es decir, haciendo los puntos, las comas y demás. De no hacerlo así, suena mal y se entiende peor.

Caminaba el peregrino

por oscuro y denso bosque,

cuando la noche siniestra

le hace perder los mojones.

Angustiado, sin refugio,

busca con ansia rincones

en los que aguardar al alba.

Y allí, tras duros crestones

de altos robles coronados,

una gruta en que reposen

del camino sus pies rotos,

encuentra. Quizá no osen

los demonios de la noche

arrastrarle a sus horrores.

Y se duerme el peregrino

arropado en su pellote.

Más el mal, oculto acecha.

Siente el hombre un fuerte golpe.

Corre la alta madrugada,

y un viejo demonio absorbe

su alma. Con su último aliento

grita ¡Santiago! ¡Arroje

mi vida en tus santas manos

y no en este ser se ahogue!


Llegó al fin a su destino.


El peregrino, arrojóse

en paz a los pies del santo.

Y su alma sin luz, sin norte,

allí encontró nueva vida.


J.Q.S.

Otra vez el visigodo Rewiswaldo.

 

Leídos y escuchados los comentarios a la entrada del 8 de noviembre, titulada El visigodo Rewiswaldo, (comentarios que, como siempre, agradezco) voy a cerrar el tema a continuación, pues no veo que, apariciones visigodas aparte, la cosa tenga mucho más misterio.

Reza el letrero de la entrada Parking público; la cuestión es gestionarlo de un modo normal, creo yo. Tan solo normal. Y veo que se puede hacer de dos formas, siendo una de ellas dejar dicha gestión en manos de una empresa privada y la otra gestionarlo desde el ayuntamiento.

Pero habida cuenta de que hay gente a la que la iniciativa privada le da alergia, quizá sea mejor para evitar dichas alergias, y más cara al invierno, y hacerlo desde el ayuntamiento. Y esto no creo que sea difícil.

Sólo habría que hacer tres cositas muy facilitas. La primera, poner un cartel, con horarios y tarifas, actualizado y que sea verdad. Luego advertir en ese cartel, de modo bien visible, que el parking estará cerrado fuera de las horas indicadas aunque la puerta esté abierta. Y finalmente, que se cumpla escrupulosamente dicho horario, teniendo siempre, excepto cuando sea gratuito, una persona en la entrada.

No creo que nada de esto sea difícil. Lo que no entiendo es por qué no se ha hecho hace ya mucho tiempo. Aunque igual ya se está haciendo; no lo sé. Yo desde aquel día en que nos quedamos encerrados y se nos apareció el tal Rewiswaldo, no he vuelto por allí.

Pues eso. Es esta la respuesta a los comentarios que de diversas formas me han llegado tras publicar aquella entrada. Y lo que me gustaría es no tener que advertir a nadie que venga en coche, si ha de ir al centro del pueblo, que ni se le ocurra meterlo en el parking, porque puede llevarse inesperadas sorpresas, del más allá, o del más acá, que es peor.

domingo, 21 de noviembre de 2021

Lluvia y frío.

A fecha de hoy la semana se presenta con dos ingredientes claros, la lluvia y el frío; pero no demasiado juntos. Parece ser que lunes y martes la protagonista puede ser la lluvia, quizá con tormenta, y a partir del miércoles, el frío.

Creo que sin excesos por parte de ninguno de los dos, pero se dejarán sentir, dejando días plenamente otoñales con pinceladas de invierno.

El cielo, cubierto lunes y martes, estará variable el resto de la semana; el viento, con predominio del oeste excepto el lunes, alternando con calmas; y las temperaturas irán descendiendo hasta los 3 de mínima, sin superar los 17 o 18 de máxima.

Como he dicho esto es lo que se ve ahora, pero como la atmósfera estará revuelta, las cosas podrían cambiar mucho de un día para otro. Estamos en otoño, y es lo normal.


El dedo del diablo.

Poco ha tardado, tras la lluvia, en salir en el pinar el Dedo del Diablo (lathrus ruber), curioso y espectacular hongo que emerge de un huevo blancuzco y gelatinoso. Esta tarde, ya con poca luz y con el cielo cubierto, su rojo rotundo y su extraña forma, destacaban como si de una aparición diabólica se tratara, aunque lo único diabólico que tiene la pobre es la peste que hace.

La primera foto está sin retocar, tal cual. La segunda…, la he retocado un poquito…




sábado, 20 de noviembre de 2021

Soneto al salmo 130.

 

Este segundo poema de la nueva sección del blog, Mis poemas, es un soneto. Sí, he estado un rato jugando con las palabras para decir algo; no solo era jugar. Aunque con el verso libre, sin rima pero con ritmo, me siento más cómodo, también es interesante y divertido ceñirse a las estrecheces de la métrica que durante tantos años he enseñado a mis alumnos.

Por si no lo recordáis, un soneto es un poema formado por dos cuartetos y dos tercetos, de arte mayor, versos endecasílabos y con una rima consonante como la siguiente: ABBA ABBA CDC DCD; aunque hay otras. Llegó al español en el siglo XV.

 

Es muy grata esta tarde oscura y fría.

Como esta lluvia tan dulce y tan mansa,

cual la calma del pueblo que descansa;

Sí, su arrullo serena el alma mía.

 

Quede ya lejos triste montería

en busca de trofeos; eso cansa

y la ambición, insaciable, no amansa.

Tras galope, deja vida vacía.

 

"Mi corazón no es ambicioso ni

mis ojos altaneros", salmo reza.

Palabras que curan. Y mi alma abrí

 

a esas palabras. Pues de otra grandeza

me hablan. En ellas, con dulce paz vi

cómo la humildad es la fortaleza.


J.Q.S.

Visto desde la trinchera.


 

Tengo un amigo, buen y viejo amigo (no porque sea viejo, sino porque es amigo de muchos años), que ha trabajado toda su vida en educación; pero en el cuartel general, no en la trinchera.

Por cuestiones que no vienen a cuento, ha acabado recalando en un instituto público como profesor de a pie, por decirlo de algún modo, y ahí se ha dado cuenta, de golpe y porrazo, de qué va en realidad esto de la educación.

¿Y sabéis qué es lo que dice?

Que le da una inmensa pena el panorama que ha descubierto. Le dan pena los alumnos, las primeras víctimas, una pena infinita. Le dan pena los profesores, incluso los que creen estar a gusto en la farsa absurda en la que viven. Y se da pena a sí mismo, hasta el punto de no querer confesar de qué trabaja, y desear ardientemente la jubilación.

Y me río, con risa amarga, cuando me lo dice, porque yo hace mucho tiempo que ya se lo decía. La educación está en caída libre, víctima de pedagogos de despacho (estómagos agradecidos muchos de ellos), de políticos ineptos e indecentes, y de una sociedad sin norte que se autodestruye a través de la educación. Víctima también de una manipulación ideológica propia y natural en una dictadura militar, pero inaceptable en una democracia.

Pues esto quería decir esta mañana gris y lluviosa de noviembre, tristona pero encantadora, en la que saboreo con fruición el haberme jubilado ya, habiendo salido así del mundo de la educación que, pudiendo ser tan hermoso, y lo fue, da ahora, como dice mi amigo, una inmensa pena.

viernes, 19 de noviembre de 2021

Actualización fin de semana del 20-21 de noviembre de 2021.

El domingo anterior no se veía la lluvia que parece que se nos viene encima por ninguna parte. Pero así es la meteorología, complicada de narices.

Ayer tarde y esta noche pasada, hemos tenido un aperitivo, también imprevisto, que nos ha dejado siete litros; no está mal. Hace un rato, otros tres. Y mañana parece que puede llover con más persistencia y ganas, continuando quizá la madrugada del domingo.

Las temperaturas serán frescas, entre 12 y 15 el sábado y 11 y 20 el domingo, en el que pronto puede lucir un bonito sol de otoño. El viento, flojo entre sur y este.

Y la semana que viene parece que puede ser entretenida. Pero ya veremos, porque por aquí casi siempre el león es menos fiero de lo que lo pintan, aunque a veces…


La puerta al invierno.

Fue como cruzar la puerta del invierno. Llegaba la nevada por el norte, mientras al sur, un sol tibio brillaba en el cielo azul. Y entonces, justo en esa parte del valle donde otoño e invierno se abrazan, surgió el arco iris. Y hacia él íbamos, cual si fuésemos niños buscando el caldero de oro de los leprechauns.

No cabía belleza más redonda, más rotunda. Las fotos, que a continuación comparto, son sólo un pálido reflejo de lo que fue aquel rato en que avanzábamos, más que en el espacio, en el tiempo. Lástima que no pudiéramos fotografiarlo completo, valle, arco iris y la nevada avanzando, pero hay momentos en que casi es mejor que así sea.