Este
segundo poema de la nueva sección del blog, Mis poemas, es un soneto. Sí, he
estado un rato jugando con las palabras para decir algo; no solo era jugar.
Aunque con el verso libre, sin rima pero con ritmo, me siento más cómodo,
también es interesante y divertido ceñirse a las estrecheces de la métrica que
durante tantos años he enseñado a mis alumnos.
Por si
no lo recordáis, un soneto es un poema formado por dos cuartetos y dos tercetos,
de arte mayor, versos endecasílabos y con una rima consonante como la siguiente: ABBA ABBA
CDC DCD; aunque hay otras. Llegó al español en el siglo XV.
Es muy
grata esta tarde oscura y fría.
Como
esta lluvia tan dulce y tan mansa,
cual
la calma del pueblo que descansa;
Sí, su
arrullo serena el alma mía.
Quede
ya lejos triste montería
en
busca de trofeos; eso cansa
y la
ambición, insaciable, no amansa.
Tras
galope, deja vida vacía.
"Mi corazón no es ambicioso ni
mis ojos altaneros", salmo
reza.
Palabras
que curan. Y mi alma abrí
a esas
palabras. Pues de otra grandeza
me
hablan. En ellas, con dulce paz vi
cómo
la humildad es la fortaleza.
J.Q.S.
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