FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 14 de diciembre de 2019

Contaminación innecesaria y evitable.



Me resulta chocante e irritante el abismo que hay entre la preocupación oficial y mediática, por esto es la oficial, por el cambio climático, y el comportamiento cotidiano de mucha gente que no dudo se tendrán a sí mismos como hondamente comprometidos con el medio ambiente.
Podría hablar al respecto de muchas cosas, tales como el abandono del medio rural, la inexistente prevención de los incendios forestales, la destrucción de los senderos por las bicis de montaña, la basura descontrolada, el escaso reciclaje, el despilfarro energético y de alimentos… Porque no hay que olvidar que el cambio climático no lo provoca solo lo que emitimos al aire, sino lo que hacemos con la tierra.
Pero hoy si voy a hablar de lo que todo el mundo habla ahora, de las emisiones de los vehículos. Para que veáis qué lejos estamos de una verdadera concienciación más allá de posturitas de moda y circos Greta.
Sólo la semana pasada observé dos comportamientos impresentables. Uno fue en un pueblo próximo donde, mientras me preparaba para una excursión, vi cómo un coche de vigilancia forestal, esos blancos, estaba parado a la salida del pueblo, con el motor en marcha, más de diez minutos desde que me di cuenta que estaba allí. No sé el tiempo que llevaría así. No lo entendí; se supone que al menos los agentes forestales deben estar concienciados, digo yo. Pues no, al menos en este caso no.
También tuve que soportar dos veces al coche de un vecino parado no sé cuánto tiempo, también con el motor en marcha, frente a mi casa. Como los cristales de la ventana tienen cierta holgura, el ruido del motor los hace vibrar de un modo muy molesto.
En ambos casos me entraron ganas de acercarme y decirles que hicieran el favor de parar el motor hasta que se fueran. Ganas que me aguanté por el riesgo que suponía una respuesta improcedente y la reacción que dicha respuesta pudiera tener por mi parte.
Porque de verdad que a estas alturas, estos comportamientos me resultan muy, muy irritantes. ¡Se tiene que ser imbécil! Con lo poco que cuesta darle al contacto.
Recuerdo, hace ya muchos años, en un viaje a Suiza paré en un semáforo. Delante tenía dos coches. Se me acercó un guardia y me dijo que parara el motor…Pero es que Suiza es Suiza.
Y visto lo visto pienso, si en una semana he visto tres vehículos echando al aire sus humos, sin necesidad, durante un tiempo absolutamente excesivo, y multiplico eso por todos los imbéciles y las “imbécilas” que hacen lo mismo, que lógicamente serán un montón, sale una cantidad de contaminación descomunal y perfectamente evitable.
¿Es tan difícil darse cuenta de eso? Debe ser que sí. Ni la “forestala” ni el vecino o los vecinos, no sé si era el mismo coche las dos veces, parecen haberse dado cuenta de la infinita estupidez de su conducta.

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