He
leído en un libro, que me regalaron hace poco unos amigos, un fragmento
“troceado” de Pablo Neruda sobre el español, escrito en su obra Confieso que he
vivido. Lo conocía, pero al volverlo a leer me ha vuelto a impactar, me ha
parecido precioso, y muy necesario en los tiempos que corren. No le hacen falta
comentarios.
Amo
tanto las palabras… Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los
conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras,
por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco
negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha
visto en el mundo… Todo se lo tragaban… Pero a los bárbaros se les caían de la
tierra de las barbas, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras
luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo…
Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y
nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.
¡Qué
bonito homenaje al castellano, al español!
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