Por
fin aparece el hielo, aunque sea en forma de escarcha, en nuestros montes, no
muy lejos de aquí. Agua es a fin de cuentas, aunque poca, muy poca, porque la
que nos regala el cielo sigue sin venir. Y así acabará 2023, sin llover.
Pero
al menos ya se puede disfrutar de los preciosos encajes que teje el frío en
plantas y rocas. Encajes tan hermosos como efímeros, porque cuanto más lucen es
cuando les da el sol, el mismo sol que en poco tiempo los deshará
transformándolos en un poquito de agua para la tierra reseca y polvorienta.
Aquí
algunas fotos de esta misma mañana.
99 días sin llover. Solo 8 litros.
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