FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 3 de mayo de 2019

Ya habéis llegado a Santiago.



Ya habéis llegado a Santiago. ¡Enhorabuena! Es como llegar a una cima largamente deseada. Alegría y satisfacción vertida en emoción que no pocas veces necesita del llanto, a veces contenido, nublando la vista; a veces libre, porque no hay cuerda que pueda atarlo.
Y eso es bonito, muy bonito. Pero Santiago es la cima. Hay que volver al valle. Y es entonces, desde el valle, contemplando en el tiempo y la distancia la cima conquistada, cuando todo cobra su más profundo y verdadero sentido.
Ha valido la pena el camino que me ha llevado a ella. Habrán valido la pena estos cien kilómetros largos si me he encontrado con la naturaleza, y en ella, conmigo mismo, con los demás y con Dios.
Creo que estos cuatro encuentros son los que dan sentido y plenitud a todos los caminos, al de Santiago también. Al de la vida, también.
El encuentro con la naturaleza, el cielo y el paisaje; el frío y el calor; el viento; el sol y la lluvia que esta vez no os ha visitado; campos y pueblos, la mano del hombre en la obra de Dios.
Y en vuestro caminar por ella, el encuentro con uno mismo. Recuerdos, pensamientos, proyectos. Sentir vuestro propio cuerpo, conocerlo, escucharlo, dominarlo. Y tras el conocimiento, la aceptación de lo que sois, con todas vuestras virtudes y defectos, vuestras capacidades y limitaciones.
Los demás, los otros, los amigos, los compañeros con los que habéis caminado. Otro encuentro no menos importante. Porque son los otros los que van a daros ese calor necesario para andar por el mundo, y el sentido de la realidad que se pierde en la soledad no deseada.
Y al fin, el encuentro supremo, el encuentro con Dios que, de algún modo misterioso pero cierto, lleva a la plenitud los anteriores encuentros. Porque aun no teniendo fe, si de verdad hemos gozado de la naturaleza, nos hemos sumergido en las aguas profundas de nuestro propio ser, y nos hemos asomado al ser del compañero, porque nos ha dejado, y él al nuestro, sentiremos una fuerza que nos impulsa más allá.
Un más allá donde está Dios, aunque en realidad ya estaba junto a vosotros desde el principio. Estaba en la naturaleza, en vosotros mismos y en los demás. Ya estaba, solo había que darse cuenta.
Ojalá que todo lo que hayáis sentido al llegar hoy a la plaza del Obradoiro, tenga las hondas raíces de estos encuentros. Así, esos sentimientos de hoy, quedarán como un faro en vuestras vidas que os recordarán siempre la cima deslumbrante, envuelta en luz, aunque en el valle a veces, las brumas os la oculten, nos la oculten.
Pero sabremos que está allí, en lo alto. Que sigue estando. Que Santiago, que disfrutáis ya esta tarde, cansados pero contentos, sea siempre uno de esos faros.

¡Enhorabuena de nuevo y que Dios os bendiga!

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