Una
breve reflexión a propósito de ciertos discursos que se han oído hoy. Entiendo
que si es legítimo que unos partidos se apoyen para llegar al poder en la
extrema izquierda, lo es también que otros lo hagan en la extrema derecha.
Calladitos
están más guapos los que critican, desde un lado o desde el otro, estos pactos.
Y si el sr. Sánchez será presidente del Gobierno gracias a los votos de
Podemos, justo es que el sr. Martínez-Almeida sea acalde de Madrid gracias a
los de Vox. Que lo mejor sería no pactar con los extremos. ¡Cierto! Pero puestos
a pactar, tan democrático es pactar con los unos como con los otros.
Y una
cosa más. Los grandes partidos deberían empezar a asumir que la verdadera división política e ideológica
en la sociedad actual, no está, por mucho que se empeñen, en el rollito de
derechas e izquierdas, sino en ser moderados o ser radicales.
Otro
gallo nos cantaría si aceptaran esta realidad.
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