Andaba
yo el otro día por los caminos de la sierra de Chiva, cuando me encontré con un
cartel en el que ponía lo que no debería hacer falta que pusiera si tuviéramos
la más mínima conciencia medioambiental. ¡Vamos, lo de siempre!
Pero
me sorprendió algo nuevo. Pedían que no se atajara en los senderos. ¡Ya era
hora de que empiecen a hablar del asunto! Tanto bicis, que no deberían ir nunca
por senderos, como gente corriendo, cosa que está muy de moda, han cogido la
costumbre de atajar a diestro y siniestro, rompiendo el sendero y abriendo falsos
caminos que el agua y el continuo paso del personal acaban convirtiéndolos en
zanjas; además de deteriorar la cubierta vegetal, favoreciendo la erosión.
Esta
estúpida costumbre está causando estragos y un daño irreparable en los Pirineos, y está empezando a hacerlo por aquí. Por eso me alegró ver el cartelito y
otros cartelitos que en este mismo sentido están poniendo por otras partes,
como en la sierra Calderona, por ejemplo.
Se
trata de informar, concienciar y denunciar, porque quiero pensar que la gente
que hace esto no lo hace con mala intención, sino por ignorancia y por una
falta de conciencia medioambiental muy propia de los urbanitas, aunque se crean
los más concienciados del mundo por reciclar la basura, comprarse un coche
eléctrico o recoger las caquitas del chucho.
Y
luego vino la sorpresa. Pasé por un tramo del trazado de una de esas carreras
de montaña tan de moda, y que personalmente detesto, y vi con sorpresa e
indignación, cómo los organizadores habían marcado el itinerario atajando en una
curva de la pista sin ninguna necesidad, pues los metros que se “ahorraban”
eran nada. Además no veo por qué tenían que “ahorrarse” esos metros a costa de
reventar la ladera y lo que es peor, de maleducar a la gente que verá como
normal andar por ahí de esa forma infame.
La pista gira a la derecha enseguida por lo que el atajo es absolutamente estúpido e innecesario. |
Se puede observar la ladera desprovista de vegetación gracias a la manía de atajar de corredores y ciclistas. |
En una
época en que está tan de moda la palabra sostenibilidad resulta grotesco e
irritante que se hagan estas cosas. No es sostenible andar atajando por los
caminos y senderos. Y los primeros que tendrían que poner coto a estos desmanes
son los ayuntamientos o asociaciones que organizan esas carreras de montaña masivas, a `pie o en bici, que ningún bien hacen al entorno, y mucho menos si quienes trazan los
itinerarios no tienen ni la más ligera idea de lo que es respetar esa naturaleza que
para ellos no es más que un lugar donde divertirse.
La
incoherencia es absoluta, no hay más que ver las fotos. Si tuviera tiempo y
dinero denunciaría al ayuntamiento o asociación que ha organizado esta
carrerita, porque el asunto es denunciable. Y denunciaría a las autoridades
medioambientales que no controlan lo que es su responsabilidad controlar, por
autorizar semejantes estupideces. Y empezaría una campaña en los medios de
comunicación para concienciar al personal con palabras como sostenibilidad, visibilización,
inclusividad y demás, que son las que ahora venden, por rabia que me den.
Pero
soy lo que soy. Y lo único que puedo hacer es escribir. Y asumir con pena y rabia que estas
entradas que escribo sobre cuestiones medioambientales son las que menos
visitas reciben en el blog.
¡Con lo ecologistas que
somos todos!
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