Parece
que sí; que se nos encima un temporal como Dios manda. Lluvia, nieve, viento y
frío. Lo que debe ser en enero, invierno de verdad. Y ojalá dure hasta el
jueves como dicen ahora, no vayan recortándonos el regalito luego y de cinco
días sean tres, y de esos tres uno, y del que nos quede llueva sólo un rato por
la mañana.
Lluvia
abundante y un buen paquete de nieve en las montañas es, en esta época del año, una bendición para la tierra en la que vivimos. Es bueno, muy bueno, y raro,
porque últimamente estas borrascas son cada vez más escasas.
Así
que a preparase, a no quejarse y a cruzar los dedos para que Gloria sea lo que
debe ser, un glorioso temporal.
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