Creo
que debo una explicación a quienes amablemente me leen por el silencio en el
blog desde el 18 de julio. Son las vacaciones blogueras que alargaré hasta el 1
de septiembre.
Y digo
vacaciones, que no cansancio o falta de “inspiración”. Hay de hecho muchos y
variados temas que esperan pacientemente a que me siente a escribir.
Ahora,
silencio, observación y reflexión. Hoy mismo, andando por las Rodanas cuando
aún no apretaba el calor, me rondaban un sinfín de ideas que poco a poco irán
cristalizando en futuras entradas.
Así
pues, buen verano y hasta pronto.
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