FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 30 de mayo de 2025

Actualización fin de semana del 1-2 de junio de 2025.

Dos días calcados. Y tórridos. Sol, temperaturas entre 18 y 32 o más, viento de levante flojo y pare usted de contar. No obstante hay que andarse con ojo, porque tierra adentro, hoy mismo por ejemplo, están generándose potentes tormentas a causa del calor y algo de aire frío en altura, alguna de las cuales podría descolgarse por aquí, aunque de momento no se le espera, pero nunca se sabe, de hecho una está ya cerquita. Lo mismo pasará sábado y domingo.

Lo único que este fin de semana nos aliviará un poco es que al soplar levante, con la caída del sol el ambiente será algo más llevadero. También por la mañana. Si fuera poniente, no quiero ni pensarlo.

Mal, muy mal empieza el verano meteorológico. A lo bestia.


¿Qué estamos haciendo con la Casa Común?

A través de la grandeza y la belleza de las criaturas se conoce por analogía al autor. Sb.13,5.


Esta sexta entrada dedicada al papa Francisco (me planteé escribir siete, de momento) la voy a dedicar a su preocupación por lo que llamaba la Casa Común, la creación, la naturaleza, el medio ambiente. Llamémosle como le llamemos, en el fondo, hablamos de lo mismo.

Lo que ocurre es que el concepto casa común permite ilustrar de un modo sencillo y muy directo el problema para abordarlo mejor. Si reducimos el planeta Tierra a una gran casa con amplios jardines, rodeada de bosques, tierra fértil, un río…, y a todos sus habitantes a una gran familia que habita esa casa, es muy fácil dibujar lo que hemos hecho y seguimos haciendo con nuestro mundo.

En esa gran casa hay sitio y recursos para todos los miembros de esa familia. Y si se repartieran con justicia, todos podrán vivir bien. Pero la realidad dista mucho de esa deseable situación.

En esa casa, algunos miembros de la familia se han quedado con las mejores estancias. Han dejado a otros rincones confortables, para que no se rebelen, pero solo eso. Y a otros muchos les han dejado viviendo a la intemperie, mejor dicho malviviendo. Además todo lo que producen los campos de la casa es consumido directamente por los primeros, que dejan los restos y a menudo nada a los últimos, los descartados, diría el Papa.

También sucede que, como los privilegiados cada día quieren más y más, fuerzan las cosechas, esquilman los ríos, talan los bosques que rodean la casa para aprovechar la madera, remueven y rompen la tierra para sus juegos y divertimentos, arrojan sus basuras lejos de sus habitaciones lujosas y sus terrazas…

Podríamos seguir con esta analogía que resulta, cuanto menos curiosa. Pero demos un paso más. Esta casa no es propiedad de ninguno de los miembros de esta familia. Alguien se la ha regalado con la condición de que la cuiden y todos sean en ella felices. Todos. ¿Qué estamos haciendo con ese regalo? ¿Qué podremos decirle al dueño cuando nos pida cuenta de lo que hemos hecho con su regalo?

Desde esta perspectiva es muy fácil ver por qué el papa Francisco vincula tan estrechamente el cuidado de la naturaleza con la justicia social. No son dos cuestiones paralelas, sino las dos caras de la misma moneda. No se puede cuidar de la casa sin cuidar de quienes la habitan, y viceversa.

Y hay un asunto más. Explotar la casa y sus recursos, sus campos, sus bosques, su río, en favor de unos pocos acabará haciéndola toda inhabitable. “No hay mañana si destruimos el medio ambiente que nos sostiene”, dice en su autobiografía.

Siempre he sido un enamorado de la naturaleza. Desde que tengo uso de razón. Recuerdo entre las brumas de la infancia, días azules en el monte, el olor del campo tras la tormenta, el sonido del río, de la lluvia en las hojas, el silencio de una cumbre solitaria, el cielo nocturno cuajado de estrellas…, y la sensación de sentirme siempre en ella protegido y libre.

Por eso, cuando aquel arzobispo argentino fue elegido Papa y eligió el nombre de Francisco, por san Francisco de Asís, me sentí enseguida muy cerca de él. Y el paso de los años ha ido acercándome más y más. Su preocupación por la Casa Común es la mía. Y es real, tangible. No es un sentimiento romántico. Me duelen cada día y en carne propia, desde los que tiran el bote por la ventanilla del coche, o rompen senderos y laderas con sus bicis, pasando por los temidos incendios forestales, hasta las aberraciones de multinacionales y políticos que esquilman la tierra en favor de unos pocos, o que preparan y hacen la guerra como lo más natural del mundo.

Es en su encíclica Laudato Si’, publicada en Roma, el 24 de mayo de 2015, tercer año de su pontificado, día de Pentecostés, donde expresa su forma de ver el cómo y el por qué hemos de cuidar la Casa Común.

Acabo compartiendo textualmente uno de los últimos puntos de la encíclica, el 243. Porque como también dice “que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza”. Y este punto está henchido de esperanza.

"Al final nos encontraremos cara a cara frente a la infinita belleza de Dios (cf. 1 Co 13,12) y podremos leer con feliz admiración el misterio del universo, que participará con nosotros de la plenitud sin fin. Sí, estamos viajando hacia el sábado de la eternidad, hacia la nueva Jerusalén, hacia la casa común del cielo. Jesús nos dice: « Yo hago nuevas todas las cosas » (Ap 21,5). La vida eterna será un asombro compartido, donde cada criatura, luminosamente transformada, ocupará su lugar y tendrá algo para aportar a los pobres definitivamente liberados".


miércoles, 28 de mayo de 2025

Emaús, de Ernestina de Champourcín.


Comparto esta tarde un hermoso poema de Ernestina de Champourcín. Es esta una poetisa de la Generación del 27 poco conocida, probablemente por el hecho de ser mujer. Procedente de una familia aristocrática afincada en Vitoria, recibió una educación culta y refinada en un ambiente católico.

Casada en noviembre de 1936 con Juan José Domenchina, también poeta y secretario personal de Manuel Azaña, siguió el camino del exilio, Valencia, Barcelona, Toulouse y París, para acabar en Méjico donde murió su esposo. De regreso a España, en 1972, siguió escribiendo hasta su muerte, en Madrid, en 1999.

El poema, con algunas variaciones, ha sido integrado como himno en la liturgia de las horas, en el rezo de vísperas. Desde que lo descubrí, hace ya mucho tiempo, es uno de mis preferidos.

Sencillo, como toda su poesía, profundo a la vez, trasmite paz, serenidad. Parece escrito para ser leído con las últimas luces del día, al filo de la noche, en soledad o buena compañía.

Se titula Emaús.

 

Porque es tarde, Dios mío,

porque anochece ya,

y se nubla el camino;

porque temo perder

las huellas que he seguido,

no me dejes tan sola

y quédate conmigo.

 

Porque he sido rebelde

y he buscado el peligro,

y escudriñé curiosa

las cumbres y el abismo,

perdóname, Señor,

y quédate conmigo.

 

Porque ardo en sed de Ti

y en hambre de tu trigo,

ven, siéntate a mi mesa,

bendice el pan y el vino.

¡Qué aprisa cae la tarde...!

¡Quédate al fin conmigo!

 

A continuación la adaptación a la liturgia de las horas.

 

Porque anochece ya,

porque es tarde, Dios mío,

porque temo perder

las huellas del camino,

no me dejes tan solo

y quédate conmigo.

 

Porque he sido rebelde

y he buscado el peligro,

y escudriñé curioso

las cumbres y el abismo,

perdóname, Señor,

y quédate conmigo.

 

Porque ardo en sed de ti

y en hambre de tu trigo,

ven, siéntate a mi mesa,

bendice el pan y el vino.

¡Qué aprisa cae la tarde!

¡Quédate al fin conmigo! Amén

domingo, 25 de mayo de 2025

Empieza el verano.

Se despide el mes de mayo y la primavera meteorológica con una semanita estival. Las temperaturas serán las protagonistas, pasando las mínimas de los a los 15 a los 18, y las máximas de los 27 hasta los 30, 31  o incluso más, el fin de semana. Subida pues, paulatina y contundente.

El cielo estará despejado y el viento entrará de levante todos los días, lo que junto a las temperaturas, creará un ambiente pesadote y bascoso a mediodía y primeras horas de la tarde. Sin embargo, a la caída del sol, por la noche y de buena mañana se estará muy bien.

En resumen, el verano meteorológico empieza siendo verano puro y duro. Desde el principio, sin concesiones. Si acaso, las noches aún serán soportables y hasta agradables.

Empieza la estación del año que menos me gusta, y a la que más miedo tengo. Veremos qué pasa este año.


viernes, 23 de mayo de 2025

Actualización fin de semana del 24-25 de mayo de 2025.

Muy poco hay que decir de este fin de semana. Sol, temperaturas en ascenso, 26-28 y 13-14, y viento del sureste y este flojo. Ambiente, en resumen, casi estival.

Respecto a las tormentas de esta semana, que en algunos momentos parecía que iban a ser importantes, aquí se han quedado en un miserable chubasquillo de dos litros. Menos da una piedra, dicen.

El problema es que ya enfilamos el verano y, al menos por aquí, debería haber llovido mucho más esta primavera.


martes, 20 de mayo de 2025

El pecado de la indiferencia.


 

Esta entrada la tenía escrita ya hace tiempo, pero no me decidía a publicarla. Leer el libro del papa Francisco me ha decidido a hacerlo. Por eso la comparto como la quinta entrada inspirada en él.

 Pienso que hace tiempo, la libertad de expresión en España está seriamente mermada por la presión de lo políticamente correcto y de la ideología oficial del régimen actual.

Leyendo su autobiografía, que recomiendo una vez más muy vivamente, me he sentido interpelado muchas veces; como si me preguntara y ¿tú qué piensas? y ¿tú qué haces?

Dice textualmente en el capítulo que titula caminando por valles oscuros:

“El lenguaje del horror, de la vejación, de la miseria, de la decadencia, de los valles más oscuros en los cuales el camino de los hombres y de las mujeres se hunde, se alimenta casi siempre de las mismas palabras, aún con más frecuencia de lo tácito, porque la indiferencia ni siquiera necesita voz: yo no tengo nada que ver, no es mi problema, mira hacia otro lado…”

Y dice también, poniendo como ejemplo las leyes raciales de Mussolini y de los campos de concentración nazis:

“Fue la indiferencia cobarde de muchos lo que permitió entonces que se consumara la masacre de al menos quince millones de personas”.

Creo que más clarito no se puede hablar. Habla de la indiferencia como la causa del crecimiento del mal. Lidera una minoría, pero lo que lo hace fuerte es la indiferencia de la mayoría.

Lo que ocurre es que esto no es agua pasada. Sigue presente en todo el mundo, aquí también. En nuestro país se están promulgando leyes que van directamente contra los Derechos Humanos y nuestra Constitución. Y lo vivimos con absoluta normalidad. Con indiferencia, indiferencia provocada por el miedo a que te etiqueten como contrario al “progreso”, y a que eso te genere problemas de algún tipo, o por la creencia de que a mí no me va a afectar nunca.

Y me digo, no va conmigo, es cosa de los políticos, son asuntos muy complicados, pasa en otra Comunidad Autónoma…

 Pero cuidado, el mal, cuando le dejas crecer, se hace inmensamente poderoso, se va extendiendo, y de un modo u otro, acaba afectándonos a todos. Porque da lo mismo que el enemigo a batir sea lo judío y los judíos, o lo español y el castellano, o lo catalán y el catalán, por poner un ejemplo; y hay otros muchos. Pero siempre empieza igual, nosotros y los otros. Los otros son amenaza. Se les excluye, se les desprecia, se les prohíbe hasta la palabra… Y de ahí en adelante.

La estructura del pensamiento subyacente a estas actitudes que cristalizan en leyes aberrantes, y las actuaciones derivadas de él, son las mismas en todos los casos. Alemania, Italia, España, antes o ahora; sólo cambia la dimensión de las consecuencias, al menos de momento. En otras palabras, no hay una diferencia cualitativa sino cuantitativa entre las diferentes situaciones.

Pienso que esto es muy, muy grave. Y que la indiferencia de la mayoría le da oxígeno, y así se hace más y más grave. Y lo pagaremos caro, todos.

En su libro, el papa Francisco insiste mucho en esto de la indiferencia, planteándola incluso como pecado de omisión. Y sí, lo es. No hago lo que sé que debería hacer, no digo lo que sé que debería decir. Y me instalo en una actitud que deja el campo libre al mal en cualquiera de sus formas.

Por esto me ha decidido a publicar esta entrada.

domingo, 18 de mayo de 2025

Primer golpe de verano.

Esta semana nos va a “regalar” un golpe de verano nada más empezar. Menos mal que será breve. Lunes y martes las máximas se acercarán e incluso pueden superar los 30 grados a la sombra, al sol ni te cuento. Las mínimas serán de 14-15 toda la semana. El resto de días la cosa se irá normalizando, llegando incluso a una máxima de tan solo 21-22 el viernes.

El viento entrará de este o sureste todos los días excepto mañana que será de poniente y se dejará sentir, como siempre hace. Y el cielo, despejado hasta el jueves en el que puede hasta llover, según dicen los pronósticos ahora.

En resumen, verano para empezar y de nuevo primavera para continuar, con su chubasquillo y todo. Veremos si se cumple. El calor no faltará a la cita. Lo demás, a saber.


viernes, 16 de mayo de 2025

Actualización fin de semana del 17-18 de mayo de 2024.

Tras una semana mareadilla, un fin de semana tranquilo, que además anuncia el verano. Así serán estos dos días. Sol, viento de levante flojo pero que se notará, y temperaturas mínimas entre 14-15 y máximas entre 26-27 o incluso algo más.

¿Nubes? Pues alguna el sábado y pocas o ninguna el domingo. Y de lluvia nada de nada, ¡claro!

Lo dicho, tranquilidad meteorológica.


jueves, 15 de mayo de 2025

¡Bonita primavera la de este año!

A diferencia de la primavera pasada, en la que a causa de la tremenda sequía el campo estaba mustio y triste, este año es una fiesta. No me resisto a compartir dieciocho fotos hechas un día de estos por nuestros caminos, cerquita de casa.

La reina es la amapola, que con su rojo rotundo atrae las miradas; pero junto a ella, otras muchas flores, con el verde, un verde nuevo y limpio, como telón de fondo, acaban creando auténticos jardines naturales de una impresionante belleza.





















lunes, 12 de mayo de 2025

Francisco. Esperanza. La autobiografía.


En esta cuarta entrada sobre el papa Francisco voy a hablar de su autobiografía, la primera que escribe un papa. Estaba leyéndola, ya hace algún tiempo, y disfrutando con ella de tal modo que ralentizaba la lectura para que no se acabara demasiado pronto. El domingo de Pascua leí el penúltimo capítulo, y apunto estuve de leer el último, pero decidí dejarlo para el lunes por la noche, en el que estaría en el Pirineo. No podía imaginar que lo acabaría con él ya en la Casa del Padre.

Es un libro que recomiendo muy encarecidamente; es como un resumen, no solo de su vida, sino de todos sus escritos, encíclicas, cartas pastorales, discursos, y también de sus actos, siempre llenos de Evangelio. De un Evangelio libre del lastre que más 2000 años de historia le han ido echando encima. Libre como fue Jesús. Libre como ha sido él, en la medida de sus posibilidades.

En el libro, muy ameno de leer, Francisco nos ha ido narrando su vida iluminada por su experiencia personal de fe. Los acontecimientos son contemplados a la luz del Evangelio. Y aunque hay capítulos muy duros, y no pocos, siempre brilla la esperanza.

Ha tenido para mí este libro un gran impacto. Desde el primer momento supe que no me iba a dejar indiferente, que de algún modo marcaría un antes y un después no solo en mi fe, sino en otros muchos aspectos de mi vida. Y así ha sido.

Pero no acababa de darle forma a la experiencia, de ponerle nombre, por decirlo de alguna forma. ¿Qué ha pasado en mí leyendo al papa Francisco? Porque aunque he leído sus encíclicas y otros documentos suyos, al ver todo ello ensamblado en su propia vida, ha cobrado un significado diferente; ha sido como el testimonio personal, íntimo, de un hermano en la fe, ¡y qué hermano!

El sábado pasado, por la noche, cenando con unos amigos, compartíamos nuestra alegría por lo que ha sido para la Iglesia y para nosotros el papa Francisco, y por lo poco que de momento vemos y sabemos del papa León XIV. Les contaba yo ese impacto que el libro ha tenido en mí. Les decía que me ha quitado muchos miedos, que me ha reavivado la esperanza, que me ha dado alegría, pero no la alegría de la evasión, de la ignorancia de la realidad, sino otra muy diferente…

Y hablando de esto, uno de ellos, más bien una, mirándome y sonriendo me dijo, Pentecostés. Eso es, ¡claro!, esa ha sido la experiencia, esa la palabra que andaba buscando. Pentecostés, ese viento recio que entra en la habitación cerrada y lo limpia todo, lo ilumina todo, lo cambia todo. La presencia viva de Jesús resucitado.

Y que nos hace vivir de otra forma, que nos da ánimos para, pese a nuestras debilidades, nuestras dudas, nuestras limitaciones, nuestras miserias, encontrarle un sentido a la vida, porque nos regala la esperanza de que “hemos nacido para vivir para siempre” y de que “los días mejores están por venir”, según sus propias palabras.

Y todo eso gracias a la infinita misericordia de Dios que a lo largo del libro va dejando de ser una palabra manida y clerical para convertirse en la piedra angular sobre la que sostiene la esperanza.

De verdad que es este libro un grandísimo regalo del papa Francisco, que ha sido a su vez un regalo de Dios para la Iglesia y para el mundo.

domingo, 11 de mayo de 2025

Primavera mediterránea.

La próxima semana sigue con la tónica de un tiempo primaveral, por lo tanto variable y difícil de predecir. De hecho poco se puede aventurar pues cada uno de los partes que consulto dice una cosa.

Las temperaturas oscilarán, según días, entre los 11 y 16 de mínima y los 21 y 27 de máxima. Como veréis amplia oscilación. El viento, siempre flojo pero presente, sobre todo será de origen marítimo, excepto el jueves en que entraría poniente. El cielo con nubes y claros, más cubierto el jueves y despejado el viernes.

Y la lluvia es un enigma de momento. Hay partes que hablan de tres días consecutivos de lluvias, martes, miércoles y jueves. Otros solo dan alguna llovizna el jueves, y quizá ni eso.

Con este panorama, saber qué tiempo hará esta semana es ciencia ficción. Hay que seguir los partes día a día y aun así, porque ayer, por ejemplo, la previsión era de tormenta importante con más de 20 litros por metro cuadrado y apenas mojó el suelo. Sin embargo, en la Serranía o la Calderona y Espadán volvió a llover y a granizar con ganas.

Así es la primavera mediterránea.


viernes, 9 de mayo de 2025

¿Qué puedo decir de León XIV?


¿Qué puedo decir de León XIV? Todo lo que pienso se resume en una palabra, y es justamente la palabra que da título a la autobiografía del papa Francisco, esperanza.

El que sea agustino, san Agustín es un santo a tener muy en cuenta; norteamericano de nacimiento, conoce bien el pesar y sentir de la gente de aquel país; misionero en Perú, en una diócesis muy alejada de la capital, durante muchos años; “joven” para ser Papa, tiene mi edad, (yo no soy Papa) dos meses más para ser exactos; nació el día del Cristo de 1955; colaborador estrecho del papa Francisco, que lo nombró cardenal hace menos de dos años; buen conocedor de los entresijos de la curia vaticana…

Y más aspectos que se me quedan en el tintero y que me gustan. Además sus primeras palabras dejaron muy clara su honda preocupación por la paz, una paz desarmada y “desarmante”, según sus propias palabras, siguiendo así al papa Francisco, al que citó con agradecimiento y respeto.

Y el nombre. Nada más escucharlo me vino a la mente la encíclica Rerum Novarum, que estableció la doctrina social de la Iglesia en una época convulsa, en la que al capitalismo salvaje y desatado se le enfrentaba el comunismo y el socialismo, a menudo violentamente. Y fue el papa León XIII quien la promulgó, defendiendo la justicia social y los derechos y la dignidad de los trabajadores.

No es este nombre casualidad, y significa algo, como significó el nombre de Francisco. La Iglesia sigue mirando pues a los descartados, a las periferias, al sur, a los que sufren, estén donde estén. Es toda una declaración de intenciones.

Decían del papa Francisco que había iniciado procesos, pues era bien consciente de que el tiempo no le daría para terminarlos, si es que algún día habían de terminar. Creo que los cardenales lo han tenido muy claro, y pronto. León XIV es quien puede liderar, en un mundo cada vez más incierto y difícil, la continuación de estos procesos. Ahora hay que darle tiempo.

Por todo esto, y más, viendo y escuchando ayer por la tarde a León XIV, sentí esperanza.

¡Que Dios le bendiga!

Actualización fin de semana del 10-11 de mayo de 2025.

Primaveral está siendo la primavera. Tras unos días de que va a llover y luego no llueve, ayer se descargó con ganas. En los pluviómetros de casa recogí 59 litros, mucho más que el registro oficial; así son estas tormentas, en un punto llueve mucho, al lado mismo menos, y cerca nada.

Este fin de semana se presenta con dos caras. Un sábado inestable, con mucha nube, lloviznas y riesgo de tormentas por la tarde noche, y un domingo más soleado y tranquilo.

El viento, flojo, de levante mañana y de poniente el domingo, lo que hará subir las temperaturas hasta los 25. El sábado rondarán los 21. Las mínimas oscilarán entre los 13 y los 15.

En resumen, primavera total. Agua de mayo, pan para todo el año. Así sea. Amén.


miércoles, 7 de mayo de 2025

Cierra Venta Gaeta.


 

La verdad sea dicha, me encanta hacer montaña, sea alta, media o baja. Y llevo haciéndola casi toda la vida, casi desde niño. Pero también es verdad, lo hablaba esto hace nada con un amigo, que siempre me ha gustado también el complemento del bar o el restaurante al volver a la civilización.

Son las dos caras de la misma moneda. Un buen día de montaña tiene dos cimas, la cumbre propiamente dicha y el bar o restaurante donde se celebra lo hecho o se proyecta lo por hacer.

Ir de bares “a tomar algo” sin haber hecho nada, me aburre soberanamente. Acabar un día de montaña, o una travesía de varios días sin una buena comida o cena, es árido, no tiene gracia.

¿Y a qué viene esto ahora? Pues a una infausta noticia de la que me enteré ayer. Uno de los baretos, también restaurante, donde he redondeado bonitos días de montaña desde hace muchos años, toda mi vida, ha cerrado. Y aunque pone temporalmente, temo que no vaya a ser así.

Hablo de Venta Gaeta, aldea donde estaba el bar restaurante, situada al sur de la sierra Martés y al norte de la Muela de Albeitar. Un paraje precioso desde donde salen increíbles excursiones y ascensiones.

Lo hacían muy, muy bien. Comida excelente, atención adecuada y precio ajustado. Durante 60 años, mis padres ya iban con sus amigos de Llombay, han regalado a muchísima gente momentos muy gratos, inolvidables; senderistas, montañeros, ciclistas, moteros y gentes que iban a comer y punto, animaban la pequeña aldea que ahora estará silenciosa y… triste.

Es el paso del tiempo que, inexorable, lo va cambiando todo. No es el primer bar restaurante que pierdo. El Subordán, en Hecho, aún lo echo de menos, o el Era Puma, de Viella, tal y como era antes, o el hotel Bielsa, cuando aún era familiar y no de una cadena hotelera de esas sin alma, por ejemplo.

También esto me ha hecho pensar, una vez más, en lo muy agradecidos que hemos de estar a toda esa gente que desde la hostelería nos alegran la vida, nos la hacen más llevadera; que con su trabajo nos regalan momentos de celebración, de encuentro, de proyectos, de desahogo, momentos que quedan en la memoria como hitos que van jalonando la vida.

En fin, ojalá de verdad sea un cierre temporal y podamos volver a disfrutar de Venta Gaeta. Que Jose y Luis Iranzo, gocen de la jubilación, bien merecida, si esta es la causa del cierre, y que encuentren quien continúe su magnífica labor en aquel precioso rincón de Valencia.


domingo, 4 de mayo de 2025

Y recé al papa Francisco.

 

Estaba el lunes pasado en el monte, por la mañana. Había trazado una bonita ruta al pico Tejo, desde Siete Aguas, nombre este, tejo, que recuerda lo que antaño fueron aquellos parajes, antes de los grandes incendios.

Recibí dos llamadas, una desde Ribarroja y otra desde Galicia, casi seguidas, diciéndome que se había ido la luz, y que algo pasaba. Mosqueado seguí andando rumbo al pico, pero como la preocupación iba en aumento llamé yo para recabar más información, y las noticias me helaron la sangre. Mientras me decían que el apagón no solo afectaba a la península Ibérica sino a Italia, Alemania e Inglaterra; la comunicación se cortó con un sonido que se me antojó siniestro.

No ya preocupado, sino asustado, y mucho, regresé al coche del que aún me separaba una hora y media. Sin nadie con quien compartir ese rato que se me hizo eterno, el miedo y la angustia fueron creciendo en mi interior. Lo pasé mal.

¿Cómo no pensarlo? Podía ser el primer acto de la maldita III Guerra Mundial de la que todo el mundo habla ya como de algo inevitable, de un modo tan natural como el beber cuando tengo sed.

Las noticias que escuché en la radio del coche me tranquilizaron. Parecía algo técnico, y el alcance no excedía a la península. Y como estaba solo en casa, y sin luz, decidí seguir en el monte hasta el atardecer.

Entonces pensé, andando por la zona 0 de la precipitación de la DANA, cuya huella es allí muy visible, en el absurdo radical del mundo en el que vivimos. En nuestra incoherencia, en nuestra indefensión respecto a nosotros mismos, en lo que podría ser y no es… En que los millones que gastamos en armarnos hasta los dientes, y cada vez más, podíamos gastarlos en defendernos de los desastres naturales, en educación, en sanidad, en medio ambiente, en cultura, en hacer de este mundo un lugar donde todo ser humano pueda ser feliz, que esa y no otra es la voluntad de Dios.

Y pensé en el papa Francisco, y en su lucha tenaz contra la guerra, contra todas las guerras. En sus escritos, en sus acciones, en sus viajes, una constante han sido sus palabras para la paz, su grito angustioso contra la guerra.

Dice en su autobiografía, “soy lo bastante viejo para haber visto con mis propios ojos que la guerra siempre es un callejón sin salida”. Y dice también, “La guerra no es solo el teatro de las mentiras: puesto que la mentira siempre la precede y la acompaña, y puesto que la verdad es su principal víctima, la guerra es en sí misma una mentira”.

Su preocupación por la paz ha marcado sus doce años de pontificado, y mucho le han hecho sufrir los golpes a la paz que ha tenido que soportar. Cuenta que en un tercio de las naciones del mundo hay guerra, bien abierta, bien oculta, y más o menos mediática, pero guerra con todas sus consecuencias. Y eso es una blasfemia y un sacrilegio. Es el mal, sin paliativos, el mal. La antítesis de Dios.

Pero en medio de esta realidad no renuncia a la esperanza. Nos insta a sembrar paz desde nuestro entorno más próximo hasta donde nuestra presencia en el mundo nos deje llegar. Sembrar paz. La simiente es la justicia y el perdón.

Y entonces me di cuenta de que, de alguna manera, en esa hora y media, caminando solo, asustado, hacia el coche que tenía en Siete Aguas, fue la primera vez que le recé al papa Francisco.

Primavera pura y dura.

Una semana muy parecida a la pasada en lo que a la previsión se refiere.

En lo referente a las temperaturas, seguiremos mañana con poniente moderado y máximas de 26, que bajarán a 22 con entrada de noroeste, menos fuerte, el martes. A partir de ahí, vientos de este y sureste flojos el resto de días, que mantendrán los termómetros entre 13-14 y 21-22. Y el cielo con más nubes que sol.

¿Llover? Pues estamos igual que la semana pasada. A fecha de hoy parece que podría llover, no grandes cantidades, mañana por la tarde, y miércoles y jueves, e incluso algo el viernes. Pero ya veis lo que ha pasado, ni un día ha llovido aquí, y cerca, poco. De un modo muy local sí lo ha hecho, y con fuerza, incluso con granizo, pero lejos de nosotros.

En fin, primavera pura y dura, locuela ella e imprevisible, como las locuelas y los locuelos, imprevisibles. Y ahí lo dejo.


viernes, 2 de mayo de 2025

Actualización fin de semana del 3-4 de mayo de 2025.

Este fin de semana se presenta sobre todo cálido. Una fuerte subida de las temperaturas nos dejará mínimas de 15 y 17 grados y máximas de 26 y 27. El viento será del sureste el sábado y de poniente el domingo que soplará fuerte, como casi siempre. Cielos bastante despejados.

Y como veréis, de la lluvia que debía haber caído esta semana, ni rastro. Parece que el tiempo vuelve a las andadas. Previsiones que no se cumplen o se cumplen a la baja. Y eso no es bueno. Debe seguir lloviendo, con moderación, pero lloviendo de vez en cuando. Algunos partes sí dan alguna tormentilla entre el sábado y el domingo, de noche, pero no lo veo muy claro. ¡Ojalá!

No olvidemos que gran parte de la lluvia que hemos tenido en el otoño y el invierno ha caído de mala manera, y eso solo hace daño, para poco sirve. Y donde no ha caído de mala manera no ha llovido tanto.