Aunque
me estoy tomando unas vacaciones “blogueras”, intentaré seguir con las
cuestiones del tiempo. Y hoy, viernes, lamentablemente tengo que hablar de un
fin de semana desagradable y peligroso.
Como
no podía ser menos, el responsable será el viento de poniente, indeseable y
odioso en verano, no tanto porque nos moleste más o menos, sino por el
gravísimo peligro que supone para nuestros montes.
Hacia
la tarde del sábado el viento girará de levante a poniente, al principio suave,
pero el domingo cogerá fuerza y subirá la temperatura hasta los 39 o 40
graditos; “¡Ahí es na!”.
El
cielo tendrá nubes de esas de paso que, como mucho, nos recuerdan que en otras
tierras han dejado agua y han refrescado, mientras aquí nos resecamos y
achicharramos.
Mala
marcha para empezar el mes de julio.
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