Esta
vez sí. Parece que la próxima será una semana tranquila, de verano normalito.
Las máximas rondando los 30, las mínimas por arriba de 20, pero no mucho;
aunque el lunes aún apretará el calor. Y el viento soplará de levante con
algunas oscilaciones.
Lluvias
no se ven por ninguna parte; quizá alguna llovizna. Y los cielos, los típicos
de verano con viento del mar, pesadotes y feúchos, pero en cualquier caso más
deseables que los azules del poniente que tan peligroso es y tanto daño hace.
Y ojito con quejarse de la humedad que, aunque molesta, permite sobrellevar estos calores. Imaginad lo que hubiera sido esta ola de calor con poniente. No quiero ni pensarlo. O sea que a no ser que uno sea egocéntrico, antropocéntrico y egoistón de narices, y le importe un bledo la naturaleza, debe estar agradecido al ambiente “pringoso” de estos días, por muy agobiante que resulte.
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