Hoy
nos deja el poniente que, aunque menos de lo esperado, nos ha acompañado esta
semana. El sábado y domingo volverán los vientos de origen marítimo y las
temperaturas serán más frescas, entre 15 y 23 grados.
Esto
es un alivio, aunque el alivio verdadero sería que lloviese, pero no está
claro. Hay división de opiniones y eso es mala señal porque, si aun diciendo
todos que lloverá, aquí pasamos la mano por la pared, cuando cada uno dice una
cosa…
Hay
partes que hablan de un domingo gris, lluvioso y con chubascos y tormentas
importantes. En el otro extremo dicen que no lloverá nada, a lo sumo alguna
ligera llovizna. Entre ambos extremos hay para todos los gustos.
La
conclusión es que nadie sabe si lloverá o no, ni cuánto. Y también hay que
decir que llueva lo que llueva, para gran parte de nuestra cubierta vegetal ya
es tarde. Muchos árboles y millones de plantas ya están secas, muertas. Pinos,
algarrobos, alcornoques, romeros, tomillos, palmitos, albaidas, madroños,
espartos, adelfas… Y la carga de combustible en el monte sigue creciendo
desmesuradamente.
Pero
pese a todo esto, y como más vale tarde que nunca, ojalá llueva en serio,
aunque a más de uno le fastidie.
75 litros en 248 días.
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