FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 1 de junio de 2024

Guerra y paz.


 

Me da escalofríos ver con qué naturalidad y cotidianeidad los medios de comunicación nos hablan, día sí, día también, de la al parecer inevitable tercera guerra mundial. Es como si nos estuvieran preparando para que cuando llegue no nos pille de sorpresa.

Rearme, milis de nuevo obligatorias, maniobras, declaraciones cruzadas, reclutamientos a la vista… Tambores de guerra.

Creo que falta rigor y seriedad y sobra sensacionalismo en una historia que, si bien puede acabar en una tragedia colectiva inimaginable, debe estar orientada a que tal tragedia no ocurra y no a una insensata aceptación de lo inevitable, porque sí es evitable.

La guerra es la negación frontal y rotunda, sin paliativos, de la vida; la negación de la dignidad del ser humano y de su libertad. Esté más o menos justificada, llegar ahí, a matarnos unos a otros, es la prueba de que en el fondo, la vida de todos y cada uno de nosotros no tiene en verdad el valor que creemos que tiene, que necesitamos creer que tiene para poder dormir tranquilos.

Y es cierto. Y da miedo, mucho miedo pensarlo.

En una sociedad secularizada, sin Dios alguno, la inviolabilidad de la vida de las personas es simplemente fruto de un acuerdo, de una convención, y está recogida en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Y como todo acuerdo, es revocable y tiene su letra pequeña. Eso explica la lógica de la guerra. Los acuerdos pueden no ser vinculantes en según que circunstancias.

Desde una perspectiva religiosa la vida es sagrada porque es un don de la divinidad del que no somos dueños, ni de la nuestra ni de la de los demás. Y eso no lo podemos tocar, aunque a lo largo de la historia, por erróneas interpretaciones, se hayan cometido y se cometan, bárbaros crímenes en nombre de Dios. Otra explicación de la lógica de la guerra. La interpretación de la supuesta voluntad de Dios.

Y cuando se juntan ambas lógicas…

Pero también existe la lógica de la paz.

A día de hoy, el papa Francisco y líderes de otras religiones, claman constantemente por la paz, junto a líderes políticos y millones de personas. Porque sea por convención o por una autoridad trascendente, la vida, nuestras vidas, son inviolables y sagradas.

Y en esas estamos. La Declaración Universal de derechos humanos dice:

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Artículo 3.

La Biblia dice:

No matarás. Quinto mandamiento.

Y esta es la lógica de la paz. Un acuerdo entre todos los humanos refrendado por una trascendencia que desde la religión llamamos Dios, y que en cristiano tiene el rostro de Cristo que nos dijo con su vida, con su muerte y con su resurrección que ese Dios es amor.

Que Dios está en las antípodas de la guerra.


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