Triste
y oscura era la actualización del fin de semana que escribí el viernes. Ayer no
se cumplió del todo pero hoy… De hoy mejor no hablar.
Mañana
tendremos un respiro, pues aunque haga calor, el viento entrará del mar, ¡bien!
Pero de martes a jueves parece ser que será poniente, y fuerte, para rolar a
noroeste el viernes, y a noreste y levante a partir del sábado.
Las
temperaturas se mantendrán altas, no tanto como hoy, hasta el viernes en que
iniciarán un claro descenso, oscilando entre los 19-20 de mínima y 28-29 de
máxima. Y el cielo, con nubes de paso más o menos abundantes según días.
¿Y la
lluvia? Ay, la lluvia, la bendita y necesaria lluvia. El viernes pasado no se
veía por ninguna parte; hoy parece ser que puede lloviznar algo la madrugada
entre lunes y martes y, ahora viene la luz al final del túnel; podría llegar un
temporal de levante el sábado que se prolongaría varios días.
Pero
esto queda tan lejos, y nos hemos llevado tantas y tan rotundas decepciones que
no quiero hacerme ninguna ilusión. De momento, mañana se podrá soportar, de
martes a jueves será muy desagradable y muy peligroso. Y a partir del viernes
brilla apenas una chispita de esperanza.
No
obstante la situación está muy cambiante y hay gran diferencia entre unos
modelos y otros, así que de todo lo que he dicho puede no ser verdad casi nada,
tanto para bien como para mal.
235 litros en 390 días.
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