FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Justicia sin misericordia.


 

Dice la biblia, la misericordia se ríe del juicio (St.2,13). Es esta una alentadora y esperanzadora afirmación. Que la misericordia sea más fuerte que la justicia nos da aliento y esperanza. Pero esta vez no ha sido así, la naturaleza no ha sido así. Se ha quedado en la justicia, y una justicia sin misericordia.

Titulaba la entrada en la que avanzaba el tiempo de esta semana justicia meteorológica. Y sí, ha habido justicia. Tras meses y meses de una implacable sequía que estaba llevando al monte y al campo a una situación insostenible, que vaciaba embalses, secaba acuíferos, fuentes y arroyos, llueve, y llueve tierra adentro, donde debe llover, porque lo que cae en la costa poco hace, pronto se va al mar.

Sí, durante muchos meses llovía en todas partes, y mucho, menos por aquí. Era decepcionante y desesperante. Por fin ha llovido. El monte, los campos, los embalses, los acuíferos, las fuentes lo agradecerán. Árboles, plantas y animales revivirán tras mucho tiempo de tan solo sobrevivir. Era lo justo. Que lloviera también aquí.

Pero ha sido justicia sin misericordia.

El precio ha sido altísimo, excesivo, inasumible. A este precio no. La catástrofe es inmensa. Las pérdidas materiales brutales, la incidencia en la vida de miles y miles de personas ahora y durante largo tiempo, tremenda; y lo peor, las vidas que se ha llevado el agua, lo más doloroso, lo que no tiene reparación posible.

Se hablaba, y con razón, que la sequía era tan grave que un gran temporal de levante haría menos daño que el daño que la falta de agua estaba haciendo. Pero este ha sido demasiado; comparable al del 57 que provocó la gran riada de Valencia y que hubiera vuelto a provocar lo mismo si no fuera por el Plan Sur (algo bueno hicieron entonces también, ¿no?), o al temporal del 82, el de la pantanada de Tous.

Sí, ha habido justicia pero sin misericordia.

¡Y qué triste es la justicia sin misericordia!, que injusta en el fondo. Pero a la naturaleza no podemos pedirle otra cosa; es tan bella como brutal, tan magnífica como insensible. Nos da la vida y nos da la muerte.

Se acabó la sequía. Ya llevamos 429 litros este año; nos acercamos a la media.

Justicia sin misericordia.

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