Actualización fin de semana del 1-2 de marzo de 2025.

Semana muy interesante para acabar febrero y el invierno meteorológico. En principio la palabra que la resume es lluvia, y a eso no estamos aquí muy acostumbrados, porque una semana de lluvias “civilizadas” es toda una bendición, como es una maldición cuando toda esa agua y más, cae en unas horas.

Hace años que no vivimos esa bendición de llover bien día tras día, sin hacer daño, empapando la tierra, limpiando el monte, los pueblos, las ciudades, el aire…

Y eso parece que es lo que puede pasar.

Para empezar, el fin de semana ya será gris y lluvioso. No está claro si lloverá poco o mucho, y menos dónde, pero parece ser que a casi todos nos tocará algo.

El viento del noreste más o menos fuerte nos acompañará los dos días y las temperaturas oscilarán entre 9 y 13, o sea frescas. El ambiente resultará bastante invernal.

¿Será el aperitivo de un buen y largo temporal de levante como los de antes? Habrá que verlo. Estas situaciones en el Mediterráneo, en el golfo de Valencia y cerca ya del equinoccio de primavera son muy difíciles de predecir.

¡Atentos a los partes! 

Papelitos y cascaritas.

 

Se trata, creo yo, de pensar un poco en los demás. De dejar las cosas como a mí me gustaría encontrarlas. Estoy hablando, ahora que cada vez se oye más la palabra basuraleza, de la basura en los montes.

Pero no de los vertidos de escombros y demás, ni de los envases, latas y botellas que jalonan nuestros caminos rurales. Eso es cosa de cerdos, puros y duros, de gorrinos, de guarros, de humanoides porcinos. Los que hacen eso no suelen ir de excursión.

Hablo de dos tipos muy concretos de basura que suelen tirar, incomprensiblemente, cierto tipo de excursionistas que aún no tienen claro cómo comportarse en la montaña. Los pañueñitos blancos, los “klines” a lo largo de los senderos, y las cáscaras de naranjas, de pistachos, de pipas etc. que hay en cimas o lugares de descanso..

Tanto una cosa como la otra son biodegradables, cierto, pero también son desagradables de ver. Con los pañuelitos, tras usarlos podemos hacer dos cosas. O esconderlos para que se degraden “en la intimidad”, o mejor aún, bajárselos en una bolsita de plástico cogida para tal propósito.

Y lo de las cascaritas de pistacho, de pipas, o las cortezas de naranja, lo mismo. Métetelas en una bolsita y llévatelas. ¡No seas guarro! A veces alguien me ha dicho, si eso se deshace, se lo comen los bichos es biodegradable… Sí, pero yo no tengo por qué verlo cuando llego a la cima o al lugar de descanso donde antes has descansado tú.

Nos falta aún mucha educación, mucha sensibilidad, mucha capacidad de ponernos en lugar del otro, empatía le llaman. A no ser que uno realmente sea un cerdo, por muy excursionista que sea, y como tal se sienta a gusto entre la basura.

En fin, de todo hay en la viña del Señor.

Cinco lamentaciones.

 

Lamento que la lengua cuyo objetivo es comunicarnos, impida la comunicación, nos divida y nos enfrente. ¡Qué pena!

Lamento la manipulación como medio para alcanzar cualquier objetivo, por legítimo que le parezca a quien manipula. ¡Qué rabia!

Lamento que se anteponga la ideología a un análisis sereno y objetivo de la realidad. ¡Qué peligro!

Lamento el miedo de demasiada gente a la libertad de…, “los otros”. ¡Qué vergüenza!

Lamento, en fin, ver lo que estoy viendo y escuchar lo que estoy escuchando. ¡Qué tristeza!

 

Lamente que la llengua l'objectiu de la qual és comunicar-nos, impedisca la comunicació, ens dividisca i ens enfronte. Quina llàstima!

Lamente la manipulació com a mitjà per a aconseguir qualsevol objectiu, per legítim que li semble a qui manipula. Quina ràbia!

Lamente que s'antepose la ideologia a una anàlisi serena i objectiva de la realitat. Quin perill!

Lamente la por de massa gent a la llibertat de…, “els altres”. Quina vergonya!

Lamente, en fi, veure el que estic veient i escoltar el que estic escoltant. Quina tristesa!

Tiempo variable y de difícil previsión.

No veo nada claro qué tiempo va a hacer esta semana. Puede pasar lo de este sábado y domingo. Ni las lluvias de ayer fueron lloviznas, cayeron siete litros, ni el día de hoy ha sido de sol radiante; y eso que era la previsión del viernes.

En líneas generales no se espera nada especialmente significativo, excepto el calor inusual de mañana y pasado en que el termómetro superará ampliamente los 20 grados a mediodía, aunque las mínimas serán de 10 o menos. Buenos días para resfriarse. El resto de la semana las máximas estarán entre 18-19 y las mínimas entre 8-9; más normales.

El viento soplará de poniente o noroeste girando al sureste o levante a partir del viernes. No se espera que sea fuerte; quizá el martes moleste un poco. El cielo, según el viento, cubierto martes y jueves y despejado o casi despejado los demás días.

Y respecto a la lluvia, como casi siempre división de opiniones. Hay modelos que dan lluvias algún que otro día, y otros que nada de nada. En cualquier caso no serían importantes.

Esto es lo que hoy se ve, pero una vez más no tengo nada claro que esto que he dicho hoy tenga algo que ver con lo que pase. Veremos.

Actualización fin de semana del 22-23 de febrero de 2025.

Este fin de semana tendrá dos partes bien diferentes. El sábado, gris con posibilidad de alguna llovizna por la tarde. El domingo, cielo despejado y sol radiante. El viento, del oeste noroeste flojo, y las temperaturas máximas de 18 grados ambos días, y la mínima de 10, un poco más fresca el domingo.

Como veréis, de las lluvias que empezaron anunciando para el martes y miércoles y que se fueron atrasando paulatinamente hasta el fin de semana, no ha quedado más que una ligera posibilidad de lloviznas el sábado por la tarde noche.

Parece que volvemos a las andadas. Calor impropio de febrero, lluvias que parece que vienen pero se disipan, y el recuerdo próximo y doloroso de un temporal en el que llovió de un modo demencial y devastador.

El clima, en el Mediterráneo se rompe.

Si me quieres, quiéreme entera...

 

La escritora cubana, Dulce María Loynaz, premio Cervantes 1992  entre otros, escribe este breve poema de amor que comparto hoy porque es para mí un día adecuado para hacerlo. Se titula quiéreme entera, y dice así.

 

Si me quieres, quiéreme entera,

no por zonas de luz o sombra…

Si me quieres, quiéreme negra

y blanca, y gris, verde, y rubia,

y morena…

Quiéreme día,

quiéreme noche…

¡Y madrugada en la ventana abierta!…

 

Si me quieres, no me recortes:

¡Quiéreme toda… ¡ O no me quieras.

 

            Eso le dice ella a él. Y él podía responder, sí, te quiero toda, entera, siempre. Totalmente, y más aún, esencialmente, para decirle en palabras de Pedro Salinas,

…Y cuando me preguntes

quién es el que te llama,

el que te quiere suya,

enterraré los nombres,

los rótulos, la historia.

Iré rompiendo todo

lo que encima me echaron

desde antes de nacer.

Y vuelto ya al anónimo

eterno del desnudo,

de la piedra, del mundo,

te diré:

«Yo te quiero, soy yo».

Receta. Torta de san Dalmacio con canela y clavo.

 

Es una variante de la torta de san Dalmacio. Más rápida de hacer y tan buena como la otra. Ved los ingredientes.

Un vaso mediano de leche.

Dos vasos medianos de harina.

Un vaso mediano de aceite.

Medio bote de canela en polvo.

Una cucharadita de clavo en polvo.

Pimienta negra en polvo, a gusto del consumidor.

Un vasito pequeño de azúcar.

            El proceso es el mismo, pero sin calentar el aceite con anís y limón. Por eso digo que es más fácil aún.

Mezclamos todo en un bol, removemos bien, sin prisa, dejamos caer la mezcla en una bandeja con papel de horno y ayudamos a la masa a que se extienda uniformemente. Luego la espolvoreamos con azúcar.

A continuación la introducimos en el horno, a 200 grados, sin precalentar, y algo menos de una hora, aunque si está una hora no pasa nada, más crujiente. Al sacarla puede quedar exceso de aceite en la bandeja, por lo que con cuidado se pone sobre papel de cocina y se deja enfriar.

Entonces adquirirá su textura compacta que hace que la cortemos con las manos mejor que con un cuchillo.

Y ya está. 

Semana de vientos del mar.

Iniciamos mañana una semana que apuntaba a ser lluviosa pero de momento no parece que vaya a ser así. Día tras día los supuestos días de lluvia se han ido atrasando. Primero se esperaba que lloviera martes y miércoles, luego miércoles y jueves, después jueves y viernes, ahora sábado y domingo…

Esto indica lo movidita que está la atmósfera y lo difícil que es predecir su comportamiento.

Lo que no ha cambiado tanto es la previsión de temperaturas que serán suaves, oscilando entre los 9-11 de las mínimas y los 16-18 de las máximas. Con el viento pasa los mismo, flojo con predominio del levante o del noreste con alguna visita breve del poniente.

El sol nos acompañará todos los días pero haciendo esfuerzos por dejarse ver entre las nubes, lo que a veces logrará y a veces no.

Esto es lo que se ve hoy, pero como ya he dicho la cosa esta movida y puede haber sorpresas porque aún estamos en invierno, aunque no lo parezca.

¡Feliz Día de San Valentín!

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

1 Cor. 13 4-7.

Actualización fin de semana del 15-16 de febrero de 2025.

Fin de semana plácido y de temperaturas suaves. El domingo más nuboso que el sábado pero viendo siempre el sol. También será algo más cálido, alcanzando los 20 de máxima y no bajando de 9 de mínima. Y el viento flojo, primero del este y luego del oeste.

Bien está, contando que el miércoles nos regaló una bonita tormenta que nos dejó 18 litros muy bien venidos. 

Ya no estaba.

 

¿Recordáis la reciente entrada del 8 de febrero en la que hablaba del belén de la sierra y decía que me alegraba ver que casi un mes y medio después de Navidad aún estuviera allí? Pues bien, he ido hoy y ya no estaba. El huequecito entre las piedras estaba relleno de otras piedras y de las figuras ni rastro.

Y aunque lo esperaba, nunca duran mucho, me ha dado pena, rabia y miedo.

Pena por la gente que año tras año hace la excursión hasta allí y con cariño monta discretamente su belencito en la montaña, a sabiendas de que no durará demasiado.

Rabia porque me indigna y cabrea la gente que se cree con autoridad para imponer su ideología a base de eliminar, borrar, romper todo aquello que según ellos atenta contra vete tú a saber qué, pero que ellos le llaman libertad.

Miedo porque esa gente está en la misma línea de aquellos que un día empezaron a quemar iglesias y matar curas. La diferencia entre unos y otros es cuantitativa, no cualitativa.

Estos pequeños detalles son la muestra de que el tan cacareado progreso no es tal. Una sociedad incapaz de curar sus propias heridas pese al paso de los años; o peor aún, que se aprovecha en aras de un supuesto progreso de esas heridas manteniéndolas bien vivas, nunca podrá progresar. Vivirá en una especie de eterno retorno.

Sí, pena, rabia y miedo.

Tontos o cínicos.

Si le meto, bien metido, el dedo en el ojo a alguien para preguntarle un rato después ¿qué te pasa en el ojo? y me responde de muy malas maneras tendrá toda la razón del mundo, porque hay que ser muy tonto o extremadamente cínico para hacer algo así. ¿Verdad?

Pues eso mismo es lo que he pensado cuando he leído a sesudos señores de la Universidad quejándose del nivel tan bajo con el que les llegan los alumnos. Y cada vez más.

Vamos a ver, señores míos, ¿quién tiene la responsabilidad de la debacle del sistema educativo, sino la Universidad en ponzoñosa alianza con los políticos? ¿Y ustedes se quejan? Si son tan responsables como los políticos. De verdad que se merecen que les contestemos de mala manera.

¿Quién determina hacer experimentos pedagógicos año tras año con todos los alumnos, desde infantil hasta BAC? ¿Quién decide los continuos cambios tanto de forma como de fondo en el sistema educativo sin valorar siquiera si el invento anterior ha servido para algo? ¿Quién se dedica a cambiar casi cada curso la terminología y la burocracia para que lo que se ha hecho en un curso no valga para el siguiente? ¿De dónde salen las "inspiraciones" psicológicas y pedagógicas, ocurrencias de gurús, que acaban convirtiéndose en leyes inútiles o devastadoras?

El hecho de que haya habido ocho leyes de educación en la democracia prueba lo que estoy diciendo.

Y no me digan ustedes que eso es cosa solo de los políticos. Sí, de los políticos y de la Universidad que es la coartada que tienen para, en nombre de la pedagogía y la psicología, imponer una ideología a costa del futuro de la sociedad. Y aceptan ustedes, la Universidad, ser esa coartada por motivos en los que no quiero entrar ahora.

¿Tontos o cínicos? Es la pregunta que dejo abierta. Yo tengo mi respuesta.

Un poco de todo.

Empezamos una semana que va a tener un poco de todo, pero en pequeñas dosis. Sol, nubes, viento, lluvia, frío, casi calor… Más primaveral que invernal.

Las temperaturas máximas se moverán entre los 16 y los 19, y las mínimas entre los 6 y los 8. Mañanas frías, pero calorcete al sol a medio día. El cielo nuboso o muy nuboso con tendencia a poco nuboso hacia el final de semana. El viento flojo, del noroeste u oeste excepto el miércoles que entraría del sureste.

Y este día, el miércoles, cuando gire el viento y entre del mar, es cuando puede llover, no mucho, pero lo suficiente para recoger algún que otro litrito. Bienvenida es la lluvia mansa en invierno.

Esto es lo que se ve hoy por la tarde, pero a saber, porque esta misma mañana las previsiones eran diferentes. También recuerda esto a la primavera.

Aún estaba el belén.

 

No es que me haya confundido de fecha, no. Es que me alegró encontrarme con este belén situado en un alto de la sierra Calderona, no muy lejos de aquí. Y voy a explicar por qué.

Es costumbre, y no solo por estas tierras, poner un nacimiento por Navidad, en cimas y otros lugares de la montaña. Este no está propiamente en una cima, sino en un hito situado en un lugar excepcional por la impresionante vista que desde allí se disfruta.

Pues bien, el asunto es que no suelen durar mucho. Más pronto que tarde o los hacen desaparecer o rompen las figuras de mala manera; incluso he visto un belén con las figuras decapitadas y “algo” en vez del niño.

Por esto digo que me alegró encontrarlo intacto casi mes y medio después de Navidad, aunque sé que no aguantará todo el año. Pues o los vándalos sin principios, o los “progres” que siguen empeñados en liberarnos del “opio del pueblo”, ya se encargarán de eliminar tan “ominoso” símbolo de tan bello lugar.

La incultura sin ideología o con ella, sigue causando estragos en nuestra sociedad. Y la solución pasa por la educación, pero lamentablemente, desde hace muchos años,  ya se están encargando de reventarla. Y les está yendo muy bien.

Al noreste destaca la Mola de Segart.

Más hacia el este el pico del Águila, situado sobre Santo Espíritu.

Hito en el que está situado el belén. Al fondo, Valencia.

El puerto destaca con sus grúas.

Y los barcos, haciendo cola para entrar en el puerto, se ven grandes pese a la distancia.

Actualización fin de semana del 8-9 de febrero de 2025.

Incluso para este fin de semana cada parte dice una cosa. Yo me quedo con el que más suele acertar, que tiene su sede en Suiza, por cierto. Dice que serán dos días soleados con algunas nubes, con máximas de 17-18 grados  ambos días, y mínimas de 7-8 mañana y unos grados menos el domingo.

El viento sería de poniente el sábado para luego girar a levante el resto del fin de semana. Curiosamente en esto del viento es donde más dispares son las predicciones.

O sea que ese “rebombori” que han montado los periódicos de que vuelven las lluvias y las nieves a la Comunidad, que si la bestia del este, la llegada de días gélidos etc. etc.… Todo, ciencia ficción, una vez más. Y suma y sigue.

Luego viene de verdad el lobo y se come a Pedro…, cosa que por otro lado no nos vendría nada mal.

Ese mocho es mi amigo.

 

La historia va de mochos. Sí, de esos artilugios que usamos para lavar el suelo sin doblar el espinazo y arrodillarnos trapo en mano. Antes se hacía así; recuerdo a mi madre lavando de esta forma el suelo de casa y de cómo se enfadaba cuando pisábamos lo recién lavado. Así acabó con las rodillas hechas polvo. El primer mocho que entró en casa fue recibido con cierta reticencia, ¿limpiará igual?, pero pronto entró a formar “parte de la familia”.

Pero no es de este recuerdo de la infancia de lo que voy a hablar, sino de un anuncio que he visto estos días de una empresa de productos de limpieza, muy conocida, que nos presenta un mocho con su cubo mucho más moderno, cómodo y eficaz que los que usamos hasta ahora.

Hasta ahí bien.

Pero resulta que el citado anuncio me dio mucha pena. Si pretendían llamar la atención lo han conseguido, al menos conmigo, de lo contrario no estaría yo ahora escribiendo sobre mochos.

No sé si lo habréis visto, pero acaba de un modo ciertamente triste. Y muy bien hecho. Aparece el mocho con su cubo andando solo, por la calle, cabizbajo, moviéndose como se movería alguien a quien después de prestar servicio durante años se le echa por viejo, por caduco, por ya inútil.

Es el anuncio de un mocho, pero yo he visto en ese triste mocho mucho más que un mocho. He visto a mucha gente, algunos conocidos, otros muchos que no conoceré nunca pero sé que están, que existen aunque su existencia se vaya diluyendo. Incluso en algunos aspectos de mi vida me he sentido identificado con él.

Y he concluido que ese mocho es amigo mío. Me cae bien. ¡Quién me iba a decir a mí que me sentiría identificado con semejante artilugio! Ahora bien, lo que nunca haré será comprar ese mocho moderno, rompedor, empoderado. No, seguiré con el mío, con esos en los que la fuerza la haces tú para escurrirlo en el cubo.

¡Qué cosas! Hablando de mochos. Me hago viejo.

Tranquilidad invernal.

Mucho se está hablando estos días sobre las posibles lluvias y nevadas en el Mediterráneo este mes de febrero, pero esta semana nada tiene que ver con esas suposiciones, porque será una semana tranquila de invierno, no como la pasada desagradablemente ventosa, incluso con cuatro litritos de lluvia cuando solo esperábamos lloviznas.

Serán los días muy parecidos, oscilando las temperaturas entre los 3-4 de mínima y los 16-17 de máxima. El viento, del noroeste todos los días pero flojo, y el cielo despejado o con alguna que otra nubecilla de adorno. Lluvias no se esperan.

De cara al fin de semana la cosa podría empezar a cambiar algo si de verdad los que dicen que por estas tierras tendremos un febrero movidito tienen razón.

De momento, tranquilidad invernal.