Aún estaba el belén.

 

No es que me haya confundido de fecha, no. Es que me alegró encontrarme con este belén situado en un alto de la sierra Calderona, no muy lejos de aquí. Y voy a explicar por qué.

Es costumbre, y no solo por estas tierras, poner un nacimiento por Navidad, en cimas y otros lugares de la montaña. Este no está propiamente en una cima, sino en un hito situado en un lugar excepcional por la impresionante vista que desde allí se disfruta.

Pues bien, el asunto es que no suelen durar mucho. Más pronto que tarde o los hacen desaparecer o rompen las figuras de mala manera; incluso he visto un belén con las figuras decapitadas y “algo” en vez del niño.

Por esto digo que me alegró encontrarlo intacto casi mes y medio después de Navidad, aunque sé que no aguantará todo el año. Pues o los vándalos sin principios, o los “progres” que siguen empeñados en liberarnos del “opio del pueblo”, ya se encargarán de eliminar tan “ominoso” símbolo de tan bello lugar.

La incultura sin ideología o con ella, sigue causando estragos en nuestra sociedad. Y la solución pasa por la educación, pero lamentablemente, desde hace muchos años,  ya se están encargando de reventarla. Y les está yendo muy bien.

Al noreste destaca la Mola de Segart.

Más hacia el este el pico del Águila, situado sobre Santo Espíritu.

Hito en el que está situado el belén. Al fondo, Valencia.

El puerto destaca con sus grúas.

Y los barcos, haciendo cola para entrar en el puerto, se ven grandes pese a la distancia.