Un mes después
de que los ríos del Pirineo central nos recordaran quién, en último término,
tiene la sartén por el mango, el valle de Arán estaba de lleno volcado en
recuperar la normalidad.
Desde Baqueira
hasta la frontera un espectacular despliegue de máquinas, camiones y
trabajadores se afanaban por limpiar y reconstruir, borrando así en la medida
de lo posible, la huella de la naturaleza desatada.
Todo va
volviendo a su sitio. En quince días que hemos estado se ha notado. La mayoría
de infraestructuras están casi como estaban o mejor, y el impacto estético va
borrándose poco a poco, pero la ribera del río ya nunca será igual. El Garona,
en el valle de Arán, se ha creado a sí mismo un nuevo paisaje. Es la naturaleza
viva y poderosa.
Aunque las
fotos impacten, hay que decir que sí se puede ir al valle de Arán, como al de
Benasque, a pasar el verano. Están trabajando mucho y duro para que así sea.
Mientras las montañas, aún en primavera, desde su altura, parecen contemplar
con cierto desdén el afán de los hombres por devolver las cosas a su sitio
después del zarpazo.
Y es que, este
verano, el Pirineo está como nunca lo había visto, ¡soberbio! Porque, como un
hombre del valle de 87 años nos decía, nunca había visto nevar tanto como este
invierno, ni llover como esta primavera, “ i el juliol amb tempestes tots els
dies, ¡qué anem a fer! “.
Sí, qué le
vamos a hacer. Somos lo que somos. Hombres. Ni más ni menos. ¡Tan pequeñitos y
tan vulnerables después de todo!
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A la entrada de la Artiga de Lin este puente estaba sobre el río. |
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En Artíes, el Garona se llevó la carretera de acceso al camping y parte de esta casa entre otras muchas cosas... |
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Los semáforos regulan la circulación por la carretera del valle con tramos de paso alternativo. |
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Montones de escombros se apilan en espera de ser retirados. Los camiones trabajan sin descanso para hacerlo. |
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Algunos vehículos aún permanecen donde les pilló la inundación como testigos del desastre. |
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En Viella,la unión del Nere y el Garona estuvo apunto de montar un desastre mayor del que veis. |
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Nuestro "querido" puente del campìng Artigané desde el "rinconcito" que ya no existe. El camping sigue funcionando. |
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El camping Prado Verde, pequeño y muy agradable, uno de los más afectados. Las cabañas resistieron en su sitio. |
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La piscina del camping Verneda, uno de los primeros en reabrir . Al lado mismo se sigue trabajando. |
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A la entrada de Bossost, el río alcanzó una extraordinaria anchura arrasándolo todo a su paso. |
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Justo a la salida de Viella hacia la frontera, las máquinas amontonan fango y escombros. |
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El santuario del Mig Arán, próximo al río fue totalmente inundado.
NOTA:
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