FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

viernes, 29 de noviembre de 2024

Actualización fin de semana del 30 de noviembre-1 de diciembre de 2024.


 

Fin de semana muy tranquilo. Dos días calcados. Cielos despejados el sábado y casi despejados el domingo. Temperaturas entre 10-11 y 18-19 grados y viento en calma o muy flojo del noroeste.

Y poco más podemos decir a la espera de que venga el frío o regresen las lluvias que de momento no se ven, aunque casi con seguridad el frío vendrá antes que las lluvias.

jueves, 28 de noviembre de 2024

Dijo, no son bienvenidos.


 
Puente militar sobre el Turia, en Ribarroja.

No consigo quitarme de la cabeza las palabras que dirigió a unos militares una individua de cuyo nombre no quiero acordarme, alcaldesa de una importante ciudad española, y digo española con todas las de la ley; nunca mejor dicho.

Era como una feria de profesiones a algo así. Los diversos estands ofrecían información a jóvenes y adolescentes para orientarles en ese momento de sus vidas en el que tienen que tomar importantes decisiones faltándoles a menudo información y madurez para tomarlas. Loable y útil iniciativa.

Pues bien, la susodicha señora les dijo a los militares en cuyo estand informaban de las múltiples salidas profesionales que el ejército ofrecía, que no eran bienvenidos allí. Recuerdo la escena. Ella diciéndoselo con una cínica sonrisa de superioridad. Ellos manteniendo el tipo ante el desplante con medida discreción. Los periodistas no perdiéndose detalle para informarnos después cada uno según la servidumbre política del medio en el que trabajan.

Y no me quito de la cabeza aquella escena porque veo día tras día la impresionante labor que está haciendo el ejército en Valencia desde que le dejaron intervenir, intervención que atrasaron los sucios juegos políticos que se desencadenaron desde el primer momento de la catástrofe.

Rescatar gente, buscar desaparecidos, construir puentes, abrir carreteras, limpiar calles, y un sinfín más de tareas que solo ellos con sus medios y su organización pueden hacer con la máxima eficacia. Fueron una pieza clave en los momentos más duros y lo están siendo en la reconstrucción.

Claro que sueño con un mundo donde no hicieran falta los ejércitos, ningún ejército, pero entonces tendríamos que inventar algo muy parecido. Mientras tanto nos hacen falta; a la vista está.

Nos hacen falta, por lo menos, para defendernos de los golpes brutales que la naturaleza nos da de vez en cuando y ayudar a reconstruirnos después de ellos. O los que podemos darnos nosotros mismos. Y para defendernos también, y esto es triste, de posibles agresiones de países dirigidos por mala gente.

¡Ojalá que esto último no tengan que hacerlo nunca! ¡Ojalá! Pero el mundo no es el país de las maravillas de Alicia. Y actuar como si lo fuera es simplemente estúpido, señora alcaldesa.

Por tierra, mar y aire los vemos cada día trabajando para que Valencia pueda volver a ser lo que era. Helicópteros, camiones, excavadoras, palas y todo tipo de vehículos son ya habituales en nuestros pueblos y carreteras. Y esto solo debe llevarnos al reconocimiento y la gratitud. Además, quizá el ver esto, a más de uno le haga reflexionar sobre la idea que tenía de nuestro ejército.

Pienso, y acabo ya, si aquella señora hubiera tenido el cuajo de decirles que no son bienvenidos en el caso de que esta catástrofe se hubiera dado en la ciudad de la que ella era alcaldesa.


domingo, 24 de noviembre de 2024

Semana muy cómoda y tranquila.


Semana muy cómoda, más primaveral que otoñal. Las temperaturas serán suaves, frescas de noche y por la mañana, y tibias a mediodía, oscilando entre los 10 grados y los 20, palmo arriba palmo abajo en ambos casos. El cielo, más bien despejado o con pocas nubes, excepto mañana que estará más nuboso a primeras horas. El viento, de componente oeste pero muy flojo o encalmado.

Y poco más podemos decir de una semana muy tranquila en lo meteorológico a la espera de un descenso claro de las temperaturas que aún no se vislumbra en el horizonte.

sábado, 23 de noviembre de 2024

Cuando el cielo se viste de gala.


Muchas veces la naturaleza nos ofrece momentos únicos, de una absoluta belleza que, por poca sensibilidad que uno tenga, hacen que aunque sea fugazmente dediques unos segundos a la contemplación.

Pero si tienes la fortuna de que en esos momentos te encuentras en la soledad y el silencio de la montaña, la experiencia resulta ya abrumadora. Y eso es lo que me ocurrió el jueves pasado por la tarde.

Salí un rato después de comer a que me diera el aire. Esperaba que el día, ventoso y nuboso, se despidiera de un modo espectacular y no me equivoqué. Pero la realidad superó ampliamente mis expectativas.






















Actualización fin de semana del 23-24 de noviembre de 2024.

 


Pues no ha sido tan antipática como parecía que sería. El poniente solo ha molestado el jueves y hoy por la mañana, y poco más, por eso la sensación de frío no ha sido la esperada. De hecho sigue sin hacer frío. Y así va a seguir el fin de semana.

Dos días cómodos. Temperaturas entre 10-11 y 20-21 grados. El viento no sé de donde soplará porque cada modelo dice una cosa, pero en cualquier caso será flojo. Y el cielo, con más o menos nubes según momentos del día.

martes, 19 de noviembre de 2024

Ribarroja con fervor te pide luz y consuelo.


 

Cuando han pasado tan solo 21 días desde aquel terrible 29 de octubre, es la tormenta política la que ahora nos azota. Poco importa lo demás que pronto pasará al olvido de casi todos los que no han sufrido directamente, de un modo u otro, las consecuencias de la catástrofe.

De verdad que me resulta insufrible, por repugnante y deleznable, esta otra tormenta que también arrasa, quitándonos la esperanza en un futuro donde la justicia y la libertad sean las bases de la paz y del progreso. Donde la honestidad y la verdad sean lo cotidiano.

Y mientras soportamos esa lluvia de mentiras, zancadillas, insultos, descalificaciones, chantajes, manipulaciones y demás basura, las víctimas, ayudadas por voluntarios, el ejército, trabajadores, empresas y políticos honestos, que los hay, tratan de reconstruir sus vidas como pueden y hasta donde pueden, porque hay cosas que nunca se reconstruyen…

La imagen de hace unos días, de dos senadores, uno del PP y otro del PSOE abrazándose, es lo que esta sociedad herida necesita ahora, y no el espectáculo triste y doloroso que los medios de comunicación, fieles cada uno a su amo y señor hasta la vergüenza, nos sirven cada día.

Me indigna y me entristece. Por eso me vinieron a la mente estas palabras de los gozos del Cristo de los afligidos.

Míranos con tierno amor,

Cristo mío, Rey del Cielo.

Ribarroja con fervor

te pide luz y consuelo.

Luz para que la indignación no acabe en ira. Consuelo para que la tristeza no sea al final desesperanza.

domingo, 17 de noviembre de 2024

Semana antipática.


 

Iniciamos mañana una semana bien diferente a estas últimas. Pero ¡ojo!, no será una semana cómoda y tranquila, porque a la lluvia le sucederá el poniente que irá ganando fuerza día tras día.

Sí, el poniente será el indiscutible protagonista que, unido a unas temperaturas otoñales, dará una clara sensación de frío. Las máximas oscilarán entre 20 y 23 y las mínimas entre 10 y 14, según días. Hacia el jueves o viernes coinciden los modelos en que se le unirán a la fuerza del viento unas mínimas de 11 o 12 grados y unas máximas de 20.

Por ejemplo, el jueves la sensación térmica a mediodía será de 14 grados y el viernes por la mañana, a las 8, de 9 graditos tan solo. Ambiente pues muy antipático.

El cielo con pocas nubes o despejado y sin posibilidad alguna de lluvias. El ambiente será seco, y se irá secando además progresivamente. Bueno para unas cosas y malo para otras.

Esto es lo que se ve hoy, y lo previsible es que se cumpla bastante pues coinciden casi todos los partes y modelos que consulto, aunque en otoño cualquier sorpresa es posible.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Actualización fin de semana del 16-17 de noviembre de 2024.

 

Tras la tempestad, la calma. Así se presenta el fin de semana. Aunque en lo referente al viento hay división de opiniones, unos dicen que será de levante y otros de poniente, eso sí flojo, en todo lo demás coinciden.

Cielo cada vez menos nuboso y temperaturas entre 12-13 y 20-21. El domingo, al estar más despejado las mínimas serán más bajas y las máximas algo más altas. Y de lluvia, nada de nada.

Y por cierto, ha llovido de modo demencial en muchos sitios, pero aquí, en el casco urbano de Ribarroja, ha llovido como en cualquier otoño, o menos incluso que en otros muchos otoños. Aún seguimos un poco por bajo de la media que son 500, 472 a día de hoy.

Y poco más. De momento tranquilidad, que falta nos hace.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Tiempos recios nos está tocando vivir.




En más de sesenta años no había vivido los golpes que estos últimos nos han dado. La catástrofe que no puedo digerir del 29 de octubre. Sin tiempo de reacción, la segunda DANA; cuando ayer volvieron a confinarnos, no pude menos que acordarme de los largos y angustiosos días de la pandemia.

Y sobre estos desastres naturales, la otra tormenta, la tormenta política no por previsible menos dolorosa. Los tambores de guerra sonando día tras día. Lunáticos dirigiendo los países más poderosos del mundo, y otros no tan poderosos. Son tiempos recios los que nos está tocando vivir, diría santa Teresa de Jesús.

Pero tras la noche llega el amanecer. Necesitamos la esperanza. Por eso, comparto este texto de laudes de hoy.

Los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Rm 8,18-21.


martes, 12 de noviembre de 2024

Muere el fraile agredido en Santo Espíritu.


 

Falleció ayer Juan Antonio, el fraile franciscano agredido por un individuo el sábado por la mañana en el Monasterio de Santo Espíritu. Ante este absurdo no sé qué decir, no sé qué escribir, pero quiero hacerlo constar en el blog de alguna forma, y creo que compartir esta oración tan franciscana puede ser la mejor forma de hacerlo.

               

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!

Que allí donde haya odio, ponga yo amor;

donde haya ofensa, ponga yo perdón;

donde haya discordia, ponga yo unión;

donde haya error, ponga yo verdad;

donde haya duda, ponga yo fe;

donde haya desesperación, ponga yo esperanza;

donde haya tinieblas, ponga yo luz;

donde haya tristeza, ponga yo alegría.

 

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto

ser consolado como consolar;

ser comprendido, como comprender;

ser amado, como amar.

 

Porque dando es como se recibe;

olvidando, como se encuentra;

perdonando, como se es perdonado;

muriendo, como se resucita a la vida eterna.

 

       Que Dios acoja en su seno a este hombre con ese abrazo final al que todos estamos llamados.

Descanse en paz.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Atención a la nueva DANA.


 

Da miedo decir que otra DANA se acerca esta semana con posibilidad de lluvias muy importantes en toda la vertiente mediterránea, pero es así.

Empezaremos con un lunes plácido y soleado. El martes las nubes irán ganando terreno con posibles primeras lluvias débiles. El miércoles podrá llover con más fuerza y, como ya he dicho, jueves y viernes serán los días con más precipitación.

Hará más frío. Las temperaturas tocarán fondo el miércoles, con máxima de 14-15 y mínima de 9-10 para volver a recuperarse hasta situarse entre los 19-20 y 11-12 como serán mañana y pasado. El viento será del noroeste y norte, flojo, para rolar a noreste el jueves y viernes, pasando a oeste y noroeste el fin de semana.

Así pues, en resumen, el peligro empezará el miércoles tarde y se prolongará hasta el viernes, siendo la noche del jueves al viernes la más preocupante en este momento.

Pero todo esto puede cambiar, pues ya sabemos lo difícil que es predecir con exactitud dónde y cuándo pueden hacer más daño este tipo de perturbaciones, por eso es importante estar muy atento a los partes y alertas y ser más que prudente.

Esperemos que tanto técnicos (meteorólogos y demás) como autoridades estén bien atentos a la evolución de esta nueva borrasca, y las alertas y alarmas lleguen a tiempo.

Y por cierto, no estaría de más que si nos llega a los móviles una alarma de peligro inminente, idea ésta muy buena, tocaran a rebato las campanas de las iglesias como antaño se hacía. Eso funcionaría porque alertaría a la gente, lo entenderían muy bien las personas mayores y complementaría perfectamente la función de alertarnos del móvil. Estoy seguro que en muchos de los pueblos afectados, un toque a rebato de las campanas, a tiempo, habría salvado vidas.

Esperemos no tener que llegar ahí esta vez, pero por si acaso, lanzo la idea.

El mal se hace fuerte.


 

En medio de la desolación que nos envuelve por tanto dolor y tanta desesperación tan próximos, cayó ayer como un mazazo la noticia del brutal y absurdo ataque a la comunidad franciscana de Santo Espíritu del Monte, en Gilet.

La paz de ese entrañable rincón de la sierra Calderona quedó rota por un demente que malhirió a siete frailes dejando a uno de ellos debatiéndose en estos momentos entre la vida y la muerte.

¡Cuántas veces he escuchado sus campanas, en mis correrías por las montañas que rodean el monasterio! Siempre me han trasmitido una profunda sensación de paz. ¡Cuántas veces he contemplado desde lo alto el bonito y viejo edificio, con sus cipreses, sus paredes blancas, su campanario, su huerto…! Es uno de mis rincones preferidos de la sierra. Desde el monte de la cruz que se eleva altivo frente a él, sentado sobre sus losas de rodeno, he pasado largos ratos de contemplación, meditación o grata y sosegada conversación.

Y es que el mal existe, y adopta mil formas diferentes para hacernos daño, para robarnos la paz, la alegría, la esperanza, incluso el sentido de la vida. Para hacer que brote en nosotros la ira, la tristeza, la desesperanza, para abocarnos al vacío y el sinsentido de la existencia. Y surge ese por qué. Y ese hasta cuándo. Y ese ahora qué. Y ese miedo al futuro que angustia y paraliza.

Desde el demente de Santo Espíritu, hasta la devastadora inundación, pasando por la irresponsabilidad y la torpeza de unos en la prevención y gestión posterior, y el rastrero aprovechamiento político del desastre de otros, veo al mal hacerse fuerte en esta querida tierra mía.

Tiempos duros, tiempos muy duros nos está tocando vivir. Solo nos queda, y ya es mucho, hacer el bien a nuestro alrededor en la medida que podamos, hablar solo si es para curar y consolar, y rezar, aunque nuestra oración sea el silencio, o ese grito de Jesús en la cruz, que tanta, tantísima gente puede gritar estos días desde lo más hondo de su corazón, "¡Padre, por qué me has abandonado!"

sábado, 9 de noviembre de 2024

El cielo que teníamos sobre Ribarroja.

Voy a compartir las fotos que hice ayer por la mañana al cielo que teníamos sobre Ribarroja. Ayer ya compartí una. Era muy bonito. Son muy parecidas, pues están hechas en poco tiempo porque estos fenómenos atmosféricos a menudo son tan hermosos como fugaces, y si te descuidas se han disipado. Como tantas cosas…













viernes, 8 de noviembre de 2024

Actualización fin de semana del 9-10 de noviembre de 2024.


Ni de hoy para mañana se ponen de acuerdo los partes que consulto. Por un lado está quien dice que sol y pocas nubes tanto sábado como domingo, y sin lluvia. Por otro, que sol y bastantes  nubes con llovizna el sábado tarde y más lluvia el domingo, casi todo el día. Y también quien da dos días radiantes, de mucho sol y hasta calor, sobre todo el sábado. Tampoco en cuanto al viento; unos lo dan de oeste noroeste flojo, con calmas, y otros de levante.

En lo único que coinciden todos es que el domingo será más fresco que el sábado, un par de grados, porque mañana las máximas pueden llegar a los 23-24 y las mínimas quedarse en 13-14.

Con este panorama estoy igual que el domingo pasado. No sé qué tiempo hará este fin de semana. Puestos a decir algo, pienso que serán dos días más bien de sol, con vientos flojos variables con calmas, y sin lluvia o muy poca.

Desde luego, algo muy raro está pasando con el clima.

Es la esperanza.

Así estaba el cielo esta mañana en Valencia.



Al verlo he recordado estas palabras.

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva…

Y oí una voz potente que decía desde el trono: Esta es la morada de Dios con los hombres; él habitará con ellos y ellos serán su pueblo; Dios en persona estará con ellos y será su Dios.

El enjugará lágrimas de sus ojos, ya no habrá muerte ni luto ni llanto ni dolor, pues lo de antes ha pasado.

Ap.21.


martes, 5 de noviembre de 2024

Conocerla y respetarla.

Cuando se cumple una semana de la catástrofe quiero compartir uno de los pensamientos que desde el principio me ha ido rondando y que poco a poco va cristalizando en un convencimiento que ya tenía, pero que ha cobrado con todo esto mucha más fuerza todavía.

Hemos dado la espalda a la naturaleza. Excepto los pocos, cada vez menos, que viven directamente de ella, el resto, la mayoría, tan solo la utilizan como lugar para divertirse y poco más.

Lo que ocurre es que ningunear, incluso ignorar, la base sobre la que construimos nuestra existencia es sencillamente suicida. Porque la última palabra la tiene siempre ella, no nosotros.

El macizo montañoso sobre el que se centró la DANA lo conozco muy bien. Lo he recorrido muchas veces en todas direcciones y en todas las estaciones. Son montañas altas, entre 1000 y 1300 metros, con impresionantes paredes, surcadas por profundos barrancos y una flora y fauna muy ricas. Entre ellas, amplios altiplanos donde se ha cultivado la tierra durante siglos.

La sierra de Chiva, la de Santa María, el pico Ropé, el Hierbas, Cinco Pinos, la sierra de Utiel, el pico Atalaya, El pico Tejo..., son nombres muy familiares y queridos para mí.

Es una tierra muy hermosa en la que el fuego ha dejado su huella a lo largo de los años, convirtiendo en parte lo que antaño fueron inmensos bosques en matorral. Choca mucho saber que la hoy llamada sierra de Chiva, en los mapas antiguos se llamaba sierra de los Bosques, y que el pico Tejo, próximo a Requena, debe su nombre al bosque de tejos que le arropaba, del que quedan tan solo unos pocos ejemplares.

Si sobre este macizo se sitúa, como se situó, una gran tormenta alimentada por fortísimos vientos de levante, lo lógico es que se produzca una precipitación demencial. Y toda esa agua va a buscar el mar por los tres sitios por donde puede ir. Hacia el Magro, por los barrancos de la sierra de Utiel. Al Turia por la fosa tectónica de Chera, por los ríos Reatillo y Sot. A la albufera por el barranco del Poyo y otros menores.

Pienso que si en vez de matorral tuviéramos los bosques de antaño, mucha de esa agua se habría quedado en la tierra. Si los barrancos estuvieran limpios, no solo de cañas sino de todo tipo de escombros y basura, el agua discurriría por ellos sin obstáculos. Si dejáramos vía libre a los cauces naturales de ríos y barrancos, las avenidas serían tan solo un espectáculo. Si entendiéramos que conocer y cuidar nuestro entorno natural nos hace más completos como personas y que puede salvar vidas, otro gallo cantaría.

Muchas veces he dicho en el blog que hemos convertido la naturaleza en un polideportivo, en un parque de atracciones. Grave error. La naturaleza es un ser vivo del que nosotros, como seres vivos, formamos parte, queramos o no, lo sepamos o no. Ella, no nosotros, nos da la vida y nos da la muerte. Nos lo da todo y nos puede quitar todo. Por eso hemos de cambiar nuestra forma de relacionarnos con ella.

Conocerla y respetarla agradeciendo sus dones y aprendiendo a defendernos de sus golpes que siempre nos recordarán que es más fuerte que nosotros. Nos va la vida en ello.









lunes, 4 de noviembre de 2024

Todo lo demás nos sobra.


 

Cuando estos días nos vemos por la calle y nos preguntamos ¿Qué tal? ¿Cómo estamos?, contestamos bien, pero es un bien pequeño, triste, que parece fuera de sitio, quizá lo esté, que reclama una justificación que no encontramos.

Y es que no estamos bien. La tragedia es demasiado grande, la devastación inabarcable, el dolor demoledor. Y eso que los que podemos contestar con ese bien opaco hemos tenido suerte, porque muchos, muchísimos no pueden decirlo ni podrán decirlo durante muchos años, quizá ya nunca.

La sociedad valenciana está herida, muy herida, rota. Rota de dolor, rota de indignación, rota de rabia. Y necesitamos ayuda, consuelo y paz. Es la justicia que necesitamos ahora. La otra vendrá luego.

Y esa ayuda y ese consuelo nos ha venido de la gente no solo de aquí, sino de otras muchas partes de España y de fuera de España. La solidaridad abrumadora estremece; es la luz en medio de la tiniebla.

¿Y la paz? También la necesitamos, y peligra. Porque como siempre, y desde el primer momento, hay quien se aprovecha del horror para saquear comercios y hogares. Y hay quien, desde sus obsesiones ideológicas, busca sacar provecho político de lo que está sucediendo. Son peores que saqueadores, porque el daño que provocan tiene mayores consecuencias. Determinados políticos, medios de comunicación, grupos radicales, crispan a la gente, juzgando y sentenciando desde sus manías y prejuicios (que llaman ideología), buscando linchamientos inmediatos.

Esta gente nos está haciendo mucho daño. Y hemos de pararles los pies de la única forma posible, ignorándolos.

Cierto que la naturaleza ha sido brutal. Pero ni la prevención ni la gestión del desastre se ha hecho bien. Nadie lo ha hecho bien, y estoy seguro que más de uno lo intentaría, pero sus esfuerzos se perderían en un mar de protocolos, informaciones cruzadas y decisiones equivocadas.

Primero seguir ayudando, consolando, preservando la paz que también nos quieren quitar. Luego, tiempo habrá, deberá analizarse lo sucedido. La parte técnica y la política. Y tomar medidas. Atreverse a iniciar obras que pueden no inaugurar los de tu cuerda, con inversiones que no se ven, que no dan votos. Establecer protocolos ágiles, eficaces. Poner en los centros de decisión gente que no tema perder su puesto por decretar una alerta roja y que luego no pase nada.

Y después la otra justicia, la de los tribunales. Y que sea una justicia de verdad independiente del poder político.

Pero esa no es la justicia que ahora necesita el pueblo valenciano, la necesita, pero no ahora. Ahora, la otra. Es justo que nos ayuden, que nos consuelen, que no nos arrebaten la paz que necesitamos para reconstruirnos. Eso es lo justo ahora.

Llorar a los muertos, consolar como mejor podamos a quienes les conocían y querían. Reconstruir hogares y negocios, calles y plazas. Que todos puedan dormir y comer; volver a trabajar y al colegio. Reabrir carreteras y puentes, el tren y el metro. Brindar un futuro a tantos que se han quedado sin nada.

Sí, eso es lo justo ahora.

Todo lo demás nos sobra.