FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

martes, 12 de noviembre de 2024

Muere el fraile agredido en Santo Espíritu.


 

Falleció ayer Juan Antonio, el fraile franciscano agredido por un individuo el sábado por la mañana en el Monasterio de Santo Espíritu. Ante este absurdo no sé qué decir, no sé qué escribir, pero quiero hacerlo constar en el blog de alguna forma, y creo que compartir esta oración tan franciscana puede ser la mejor forma de hacerlo.

               

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!

Que allí donde haya odio, ponga yo amor;

donde haya ofensa, ponga yo perdón;

donde haya discordia, ponga yo unión;

donde haya error, ponga yo verdad;

donde haya duda, ponga yo fe;

donde haya desesperación, ponga yo esperanza;

donde haya tinieblas, ponga yo luz;

donde haya tristeza, ponga yo alegría.

 

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto

ser consolado como consolar;

ser comprendido, como comprender;

ser amado, como amar.

 

Porque dando es como se recibe;

olvidando, como se encuentra;

perdonando, como se es perdonado;

muriendo, como se resucita a la vida eterna.

 

       Que Dios acoja en su seno a este hombre con ese abrazo final al que todos estamos llamados.

Descanse en paz.

domingo, 10 de noviembre de 2024

Atención a la nueva DANA.


 

Da miedo decir que otra DANA se acerca esta semana con posibilidad de lluvias muy importantes en toda la vertiente mediterránea, pero es así.

Empezaremos con un lunes plácido y soleado. El martes las nubes irán ganando terreno con posibles primeras lluvias débiles. El miércoles podrá llover con más fuerza y, como ya he dicho, jueves y viernes serán los días con más precipitación.

Hará más frío. Las temperaturas tocarán fondo el miércoles, con máxima de 14-15 y mínima de 9-10 para volver a recuperarse hasta situarse entre los 19-20 y 11-12 como serán mañana y pasado. El viento será del noroeste y norte, flojo, para rolar a noreste el jueves y viernes, pasando a oeste y noroeste el fin de semana.

Así pues, en resumen, el peligro empezará el miércoles tarde y se prolongará hasta el viernes, siendo la noche del jueves al viernes la más preocupante en este momento.

Pero todo esto puede cambiar, pues ya sabemos lo difícil que es predecir con exactitud dónde y cuándo pueden hacer más daño este tipo de perturbaciones, por eso es importante estar muy atento a los partes y alertas y ser más que prudente.

Esperemos que tanto técnicos (meteorólogos y demás) como autoridades estén bien atentos a la evolución de esta nueva borrasca, y las alertas y alarmas lleguen a tiempo.

Y por cierto, no estaría de más que si nos llega a los móviles una alarma de peligro inminente, idea ésta muy buena, tocaran a rebato las campanas de las iglesias como antaño se hacía. Eso funcionaría porque alertaría a la gente, lo entenderían muy bien las personas mayores y complementaría perfectamente la función de alertarnos del móvil. Estoy seguro que en muchos de los pueblos afectados, un toque a rebato de las campanas, a tiempo, habría salvado vidas.

Esperemos no tener que llegar ahí esta vez, pero por si acaso, lanzo la idea.

El mal se hace fuerte.


 

En medio de la desolación que nos envuelve por tanto dolor y tanta desesperación tan próximos, cayó ayer como un mazazo la noticia del brutal y absurdo ataque a la comunidad franciscana de Santo Espíritu del Monte, en Gilet.

La paz de ese entrañable rincón de la sierra Calderona quedó rota por un demente que malhirió a siete frailes dejando a uno de ellos debatiéndose en estos momentos entre la vida y la muerte.

¡Cuántas veces he escuchado sus campanas, en mis correrías por las montañas que rodean el monasterio! Siempre me han trasmitido una profunda sensación de paz. ¡Cuántas veces he contemplado desde lo alto el bonito y viejo edificio, con sus cipreses, sus paredes blancas, su campanario, su huerto…! Es uno de mis rincones preferidos de la sierra. Desde el monte de la cruz que se eleva altivo frente a él, sentado sobre sus losas de rodeno, he pasado largos ratos de contemplación, meditación o grata y sosegada conversación.

Y es que el mal existe, y adopta mil formas diferentes para hacernos daño, para robarnos la paz, la alegría, la esperanza, incluso el sentido de la vida. Para hacer que brote en nosotros la ira, la tristeza, la desesperanza, para abocarnos al vacío y el sinsentido de la existencia. Y surge ese por qué. Y ese hasta cuándo. Y ese ahora qué. Y ese miedo al futuro que angustia y paraliza.

Desde el demente de Santo Espíritu, hasta la devastadora inundación, pasando por la irresponsabilidad y la torpeza de unos en la prevención y gestión posterior, y el rastrero aprovechamiento político del desastre de otros, veo al mal hacerse fuerte en esta querida tierra mía.

Tiempos duros, tiempos muy duros nos está tocando vivir. Solo nos queda, y ya es mucho, hacer el bien a nuestro alrededor en la medida que podamos, hablar solo si es para curar y consolar, y rezar, aunque nuestra oración sea el silencio, o ese grito de Jesús en la cruz, que tanta, tantísima gente puede gritar estos días desde lo más hondo de su corazón, "¡Padre, por qué me has abandonado!"

sábado, 9 de noviembre de 2024

El cielo que teníamos sobre Ribarroja.

Voy a compartir las fotos que hice ayer por la mañana al cielo que teníamos sobre Ribarroja. Ayer ya compartí una. Era muy bonito. Son muy parecidas, pues están hechas en poco tiempo porque estos fenómenos atmosféricos a menudo son tan hermosos como fugaces, y si te descuidas se han disipado. Como tantas cosas…













viernes, 8 de noviembre de 2024

Actualización fin de semana del 9-10 de noviembre de 2024.


Ni de hoy para mañana se ponen de acuerdo los partes que consulto. Por un lado está quien dice que sol y pocas nubes tanto sábado como domingo, y sin lluvia. Por otro, que sol y bastantes  nubes con llovizna el sábado tarde y más lluvia el domingo, casi todo el día. Y también quien da dos días radiantes, de mucho sol y hasta calor, sobre todo el sábado. Tampoco en cuanto al viento; unos lo dan de oeste noroeste flojo, con calmas, y otros de levante.

En lo único que coinciden todos es que el domingo será más fresco que el sábado, un par de grados, porque mañana las máximas pueden llegar a los 23-24 y las mínimas quedarse en 13-14.

Con este panorama estoy igual que el domingo pasado. No sé qué tiempo hará este fin de semana. Puestos a decir algo, pienso que serán dos días más bien de sol, con vientos flojos variables con calmas, y sin lluvia o muy poca.

Desde luego, algo muy raro está pasando con el clima.

Es la esperanza.

Así estaba el cielo esta mañana en Valencia.



Al verlo he recordado estas palabras.

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva…

Y oí una voz potente que decía desde el trono: Esta es la morada de Dios con los hombres; él habitará con ellos y ellos serán su pueblo; Dios en persona estará con ellos y será su Dios.

El enjugará lágrimas de sus ojos, ya no habrá muerte ni luto ni llanto ni dolor, pues lo de antes ha pasado.

Ap.21.


martes, 5 de noviembre de 2024

Conocerla y respetarla.

Cuando se cumple una semana de la catástrofe quiero compartir uno de los pensamientos que desde el principio me ha ido rondando y que poco a poco va cristalizando en un convencimiento que ya tenía, pero que ha cobrado con todo esto mucha más fuerza todavía.

Hemos dado la espalda a la naturaleza. Excepto los pocos, cada vez menos, que viven directamente de ella, el resto, la mayoría, tan solo la utilizan como lugar para divertirse y poco más.

Lo que ocurre es que ningunear, incluso ignorar, la base sobre la que construimos nuestra existencia es sencillamente suicida. Porque la última palabra la tiene siempre ella, no nosotros.

El macizo montañoso sobre el que se centró la DANA lo conozco muy bien. Lo he recorrido muchas veces en todas direcciones y en todas las estaciones. Son montañas altas, entre 1000 y 1300 metros, con impresionantes paredes, surcadas por profundos barrancos y una flora y fauna muy ricas. Entre ellas, amplios altiplanos donde se ha cultivado la tierra durante siglos.

La sierra de Chiva, la de Santa María, el pico Ropé, el Hierbas, Cinco Pinos, la sierra de Utiel, el pico Atalaya, El pico Tejo..., son nombres muy familiares y queridos para mí.

Es una tierra muy hermosa en la que el fuego ha dejado su huella a lo largo de los años, convirtiendo en parte lo que antaño fueron inmensos bosques en matorral. Choca mucho saber que la hoy llamada sierra de Chiva, en los mapas antiguos se llamaba sierra de los Bosques, y que el pico Tejo, próximo a Requena, debe su nombre al bosque de tejos que le arropaba, del que quedan tan solo unos pocos ejemplares.

Si sobre este macizo se sitúa, como se situó, una gran tormenta alimentada por fortísimos vientos de levante, lo lógico es que se produzca una precipitación demencial. Y toda esa agua va a buscar el mar por los tres sitios por donde puede ir. Hacia el Magro, por los barrancos de la sierra de Utiel. Al Turia por la fosa tectónica de Chera, por los ríos Reatillo y Sot. A la albufera por el barranco del Poyo y otros menores.

Pienso que si en vez de matorral tuviéramos los bosques de antaño, mucha de esa agua se habría quedado en la tierra. Si los barrancos estuvieran limpios, no solo de cañas sino de todo tipo de escombros y basura, el agua discurriría por ellos sin obstáculos. Si dejáramos vía libre a los cauces naturales de ríos y barrancos, las avenidas serían tan solo un espectáculo. Si entendiéramos que conocer y cuidar nuestro entorno natural nos hace más completos como personas y que puede salvar vidas, otro gallo cantaría.

Muchas veces he dicho en el blog que hemos convertido la naturaleza en un polideportivo, en un parque de atracciones. Grave error. La naturaleza es un ser vivo del que nosotros, como seres vivos, formamos parte, queramos o no, lo sepamos o no. Ella, no nosotros, nos da la vida y nos da la muerte. Nos lo da todo y nos puede quitar todo. Por eso hemos de cambiar nuestra forma de relacionarnos con ella.

Conocerla y respetarla agradeciendo sus dones y aprendiendo a defendernos de sus golpes que siempre nos recordarán que es más fuerte que nosotros. Nos va la vida en ello.









lunes, 4 de noviembre de 2024

Todo lo demás nos sobra.


 

Cuando estos días nos vemos por la calle y nos preguntamos ¿Qué tal? ¿Cómo estamos?, contestamos bien, pero es un bien pequeño, triste, que parece fuera de sitio, quizá lo esté, que reclama una justificación que no encontramos.

Y es que no estamos bien. La tragedia es demasiado grande, la devastación inabarcable, el dolor demoledor. Y eso que los que podemos contestar con ese bien opaco hemos tenido suerte, porque muchos, muchísimos no pueden decirlo ni podrán decirlo durante muchos años, quizá ya nunca.

La sociedad valenciana está herida, muy herida, rota. Rota de dolor, rota de indignación, rota de rabia. Y necesitamos ayuda, consuelo y paz. Es la justicia que necesitamos ahora. La otra vendrá luego.

Y esa ayuda y ese consuelo nos ha venido de la gente no solo de aquí, sino de otras muchas partes de España y de fuera de España. La solidaridad abrumadora estremece; es la luz en medio de la tiniebla.

¿Y la paz? También la necesitamos, y peligra. Porque como siempre, y desde el primer momento, hay quien se aprovecha del horror para saquear comercios y hogares. Y hay quien, desde sus obsesiones ideológicas, busca sacar provecho político de lo que está sucediendo. Son peores que saqueadores, porque el daño que provocan tiene mayores consecuencias. Determinados políticos, medios de comunicación, grupos radicales, crispan a la gente, juzgando y sentenciando desde sus manías y prejuicios (que llaman ideología), buscando linchamientos inmediatos.

Esta gente nos está haciendo mucho daño. Y hemos de pararles los pies de la única forma posible, ignorándolos.

Cierto que la naturaleza ha sido brutal. Pero ni la prevención ni la gestión del desastre se ha hecho bien. Nadie lo ha hecho bien, y estoy seguro que más de uno lo intentaría, pero sus esfuerzos se perderían en un mar de protocolos, informaciones cruzadas y decisiones equivocadas.

Primero seguir ayudando, consolando, preservando la paz que también nos quieren quitar. Luego, tiempo habrá, deberá analizarse lo sucedido. La parte técnica y la política. Y tomar medidas. Atreverse a iniciar obras que pueden no inaugurar los de tu cuerda, con inversiones que no se ven, que no dan votos. Establecer protocolos ágiles, eficaces. Poner en los centros de decisión gente que no tema perder su puesto por decretar una alerta roja y que luego no pase nada.

Y después la otra justicia, la de los tribunales. Y que sea una justicia de verdad independiente del poder político.

Pero esa no es la justicia que ahora necesita el pueblo valenciano, la necesita, pero no ahora. Ahora, la otra. Es justo que nos ayuden, que nos consuelen, que no nos arrebaten la paz que necesitamos para reconstruirnos. Eso es lo justo ahora.

Llorar a los muertos, consolar como mejor podamos a quienes les conocían y querían. Reconstruir hogares y negocios, calles y plazas. Que todos puedan dormir y comer; volver a trabajar y al colegio. Reabrir carreteras y puentes, el tren y el metro. Brindar un futuro a tantos que se han quedado sin nada.

Sí, eso es lo justo ahora.

Todo lo demás nos sobra.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Semana impredecible.



Después de tres días en alerta amarilla por lluvias y tormentas, de viernes a hoy, por fin es verdad. Llueve. Y no es que ahora precisamente desee que llueva, más bien al contrario, es que me parece que esos errores constantes de predicción, y sé que es muy difícil predecir el tiempo en el Mediterráneo, están haciendo mucho daño. Es la historia de Pedro y el lobo. Al fin vino el lobo y nadie se lo creyó.

Tan difícil que esta próxima semana cada parte de los que consulto dice una cosa respecto a la lluvia. Unos dicen que mañana por la mañana ya no lloverá, y se acabó. Otros dan aún lluvia mañana, escasa, y vuelve a llover del jueves en adelante, el jueves con ganas.

En lo referente a las temperaturas están más de acuerdo; mínimas entre 13 y 15 grados y máximas entre 20 y 23. En cuanto al viento tampoco se ponen muy de acuerdo. Unos dan predominio del oeste y noroeste con algún día de levante y otros, algún día de oeste y noroeste con levante y calmas.

Con este panorama, ¿qué puedo decir? Que no sé qué tiempo va a hacer esta próxima semana. Si aventuro algo puede pasar lo de estos tres días pasados que anunciaban grises y con lluvias y tormentas, alerta incluida, y solo ha sido así hoy.

De momento llueve otra vez donde no debería hacerlo.



sábado, 2 de noviembre de 2024

Un encuentro feliz que nunca acabe.


 

Una de los sentimientos que muchos tenemos estos días es el de la impotencia ante el dolor de tanta gente. ¿Qué hacer, cómo hacerlo? Esto levanta una tremenda marea de solidaridad en la que quisiéramos participar de alguna forma. Tiempo habrá, desde luego, para hacerlo. Pero hay algo que, al menos los creyentes, sí podemos hacer, y seguir haciéndolo, como a buen seguro hicimos ya al conocer lo que ocurría. Es rezar.

Comparto el himno de la oración de vísperas de hoy por si a alguien le sirve.


Tú, Señor, que asumiste la existencia,

la lucha y el dolor que el hombre vive,

no dejes sin la luz de tu presencia

la noche de la muerte que lo aflige.

 

Te rebajaste, Cristo, hasta la muerte,

y una muerte de cruz, por amor nuestro;

así te exaltó el Padre, al acogerte,

sobre todo poder de tierra y cielo.

 

Para ascender después gloriosamente,

bajaste sepultado a los abismos;

fue el amor del Señor omnipotente

más fuerte que la muerte y que su sino.

 

Primicia de los muertos, tu victoria

es la fe y la esperanza del creyente,

el secreto final de nuestra historia,

abierta a nueva vida para siempre.

 

Cuando la noche llegue y sea el día

de pasar de este mundo a nuestro Padre,

concédenos la paz y la alegría

de un encuentro feliz que nunca acabe. Amén.

Al meu país la pluja no sap ploure.


 

Subió a face-book una buena amiga la letra de una antigua canción del cantautor Raimon, que parece escrita para estos tristes y angustiosos días que vivimos. Nos recuerda que no es nada nuevo lo que ha sucedido, aunque en esta ocasión la devastación ha superado todo lo imaginable.

Algunos la recordaréis.

Al meu país la pluja no sap ploure

O plou poc o plou massa

Si plou poc és la sequera

Si plou massa és la catàstrofe

Qui portarà la pluja a escola?

Qui li dirà com s’ha de ploure?

Al meu país la pluja no sap ploure.

 

En mi país la lluvia no sabe llover

O llueve poco o llueve demasiado

Si llueve poco es la sequía

Si llueve demasiado es la catástrofe

¿Quién llevara la lluvia a la escuela?

¿Quién le dirá cómo ha de llover?

En mi país la lluvia no sabe llover.

viernes, 1 de noviembre de 2024

Actualización fin de semana del 2-3 de noviembre de 2024.



Fin de semana nuboso, gris, tristón, acorde con la situación que estamos viviendo.

En principio el sábado como más lloviznará y el domingo puede haber alguna tormenta, pero no de la magnitud de las pasadas. Las temperaturas mínimas entre 15 y 16 grados y las máximas alrededor de 21. Y el viento, de levante flojo.

Esto es lo que se ve ahora; no obstante no las tengo todas conmigo porque la DANA continúa muy cerca de nosotros y puede darnos alguna sorpresa.

Hay que seguir muy atento a los partes, las alertas y los radares meteorológicos.


Sentimos la necesidad de ayudar.


 

Quien más y quien menos siente la necesidad de ayudar como sea. Estamos viendo en la tele riadas de gente dirigiéndose a pie a los barrios afectados en Valencia con escobas, pozales, agua, comida, ropa… Es lo más hermoso, lo más bello, lo más grande de la condición humana.

Pero en estos momentos tan duros, en que lo emocional nos impulsa a la acción, hemos de amarrarnos también a la razón, que una cosa no quita la otra. Ambas se complementan y permiten entonces una acción eficaz.

Las autoridades siguen pidiendo que no nos acerquemos en coche a las zonas afectadas. Hemos de dejar actuar a la Guardia Civil, la Policía nacional y local, la UME, el Ejército y Protección Civil. Ellos saben qué hacer y cómo, y están coordinados.

Nosotros hemos de estar atentos para acudir cuando se nos necesite. Cada uno como pueda, con lo que pueda. Desde donativos económicos, hasta llevando a los puntos de recogida, ropa, agua, alimentos, pasando por ir a quitar barro cuando nos digan que podemos hacerlo y dónde podemos hacerlo.

Ayuntamientos, parroquias, entidades privadas están creando estos puntos de recogida y abriendo listas de voluntarios para cuando podamos intervenir.

Esto va para muy largo. Cuando pasen estos tres días de fiesta, quien pueda vaya volviendo a la normalidad y los medios de comunicación vayan “olvidando” lo sucedido, la tragedia continuará muy viva durante mucho tiempo. Y habrá que seguir ahí, aunque la tele ya no sea un continuo recordatorio del horror que estamos viviendo, porque habrá una larga y durísima tarea por delante.

Y algo más podemos hacer, al menos los creyentes. Gritarle a Dios lo que Jesús le gritó en la cruz, Padre por qué me has abandonado. Padre, por qué nos has abandonado, por qué les has abandonado. Y llorar si nos hace falta. Y ponernos en sus manos sin entender el porqué de tanto dolor, de tanta destrucción y de tanta muerte.