Así
estaba el cielo esta mañana en Valencia.
Al
verlo he recordado estas palabras.
Yo,
Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva…
Y oí
una voz potente que decía desde el trono: Esta es la morada de Dios con los
hombres; él habitará con ellos y ellos serán su pueblo; Dios en persona estará
con ellos y será su Dios.
El
enjugará lágrimas de sus ojos, ya no habrá muerte ni luto ni llanto ni dolor,
pues lo de antes ha pasado.
Ap.21.
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