¡Feliz Navidad!
Recuerdo también los ecos secretos del silencio; la transparencia helada del vacío cristalino. Ese mundo se recoge en mí, más presente que el real, más vivo que la vida misma. Y me llena. Y me rodea. Y me protege.
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.
martes, 24 de diciembre de 2024
¡¡¡Feliz Navidad!!!
lunes, 23 de diciembre de 2024
Sean bienvenidas las muestras de gratitud.
Cada vez que paso por el puente militar
sobre el Turia y veo lo que era y lo que es, no puedo evitar un
estremecimiento. Ese fatídico 29 de octubre, hacia las ocho de la tarde, aún
fuimos a ver cómo bajaba el río. El nivel ya era muy alto dejando poco espacio bajo
los arcos del puente viejo. Además se veía subir por momentos. Nos fuimos
preocupados y asombrados por la magnitud de la riada, pero sin imaginar todavía
las devastadoras consecuencias que estaba teniendo ya unos pocos kilómetros al
sur.
Sí, era agradable el paraje. En verano
se llenaba de gente que venía a bañarse y a pasar el día. La vista del pueblo
desde allí era muy bonita. En el largo camino que desde Villamarchante llegaba
hasta Valencia, era este uno de los puntos más emblemáticos.
Nos quedamos sin puente lo que fue un
verdadero problema para mucha gente, no comparable desde luego al que otras
muchas personas han sufrido y siguen sufriendo. También nos quedamos sin
paisaje, sin ese amable paraje a la sombra del puente viejo.
Y eso tardará en volver. Pero el puente
vino pronto gracias a unos Reyes Magos que se adelantaron al 6 de enero; la UME
y el ejército de tierra, trabajando noche y día, reabrieron el tan necesario
camino al norte. Y siguen en la faena, porque aún hay mucho que hacer.
Estas Navidades las van a pasar aquí.
Seamos acogedores y agradecidos con toda esta gente que habiendo querido estar
con nosotros desde el primer momento, se han entregado en cuerpo y alma para
ayudarnos a superar un golpe de la naturaleza tan brutal.
Sean pues bienvenidas todas las muestras
de aprecio y gratitud que desde particulares e instituciones brindemos a toda
esta gente que tanto bien nos está haciendo.
A todos ellos nuestro más profundo
agradecimiento y el deseo de que gocen de unas muy felices fiestas. Y de que sus
vidas, orientadas al servicio a los demás, alcancen la plenitud a la que nos
llama el verdadero sentido de la Navidad.
domingo, 22 de diciembre de 2024
Otra semana tranquila.
Iniciaremos
mañana una semanita muy tranquila. Temperaturas mínimas rondando los 6 o 7
grados, y máximas entre 16 y 17 con tendencia a bajar algo hacia el sábado o
domingo.
El
cielo, básicamente despejado, y el viento del oeste flojo excepto mañana, día en
que molestará algo.
¿Y las
lluvias o nieves? Aquí nada de nada. La cosa vuelve a pintar mal. Tras dos años
de una brutal sequía que llevó a montes y campos al límite, unas lluvias
brutales nos hicieron mucho daño y poco bien, pues cuando llueve así la tierra
aprovecha el agua muy poco. Y ahora parece que volvemos a las andadas,
ponientes, poniente y ponientes.
Sí,
pinta mal.
Gracias por el concierto.
Solo
unas palabras para agradecer el concierto que en el auditorio nos ofreció ayer nuestra
banda de música. Hacía varios años que no podíamos asistir y fue una gozada
hacerlo. Además, el hecho de que directivos y músicos de la banda da Paiporta
estuvieran también con nosotros, le dio a todo un más profundo sentido de la
Navidad, pero de la Navidad de verdad.
Porque
se habla mucho del espíritu de la Navidad y cuando ves a qué se refiere
demasiada gente cuando habla de ello, te encuentras con nada, porque casi
siempre es como agua que se va entre las manos.
Ayer
no, ayer no pasó eso. El minuto de silencio al comienzo, la colaboración con
aquella banda tan brutalmente golpeada por la DANA y el largo y sentido aplauso
del auditorio entero en pie a los músicos de Paiporta, al acabar el concierto,
hablan alto y claro del auténtico sentido que estos días tienen.
Muchas
gracias pues a todos por estos regalos que nos dais que no se pagan con dinero.
¡Feliz
Navidad!
martes, 17 de diciembre de 2024
Me encontré con huevo del diablo.
Es una
seta que encuentro de vez en cuando porque sale en cualquier época del año
siempre y cuando haya llovido y las temperaturas no sean excesivas ni por calor
ni por frío. Hace unos días en las Rodanas, por ejemplo.
Llama
mucho la atención, pues destaca con su rojo intenso en el paisaje verde, ocre y
gris de nuestros montes. Cuando es joven, sin embargo, pasa desapercibida
porque es como un huevo blancuzco entre la pinocha, los romeros, los tomillos,
las aliagas… Entonces es comestible y tiene un sabor parecido al del rábano;
dicen, yo no la he probado.
Pero
es cuando ya ha madurado cuando impresiona verla. Entonces no solo se ve muy
bien y de lejos, sino que huele mal, muy mal, también de lejos, lo que atrae a
los insectos, en especial a las moscas.
Cuando
me encuentro con ella, su “aroma” no impide que la contemple y la fotografíe
sin prisa porque es realmente muy curiosa. Además es rara. Hay quien pese a
andar por los montes con frecuencia no la ha visto nunca. Hemos de tener suerte
o muchas horas de caminar con los ojos abiertos a lo que nos rodea.
Por su
aspecto no son de extrañar los nombres que tiene. Rejas o huevo del diablo y
coz de bruja son los más frecuentes y sugerentes. Su nombre científico es
Clathrus ruber. Se dice además que es un mal augurio encontrarse con ella, por
lo que hay gente que la pisotea para exorcizar posibles males.
En
fin, si la veis algún día, mejor dejarla donde está. Hacerle fotos,
contemplarla y permitir que haga su papel en el ecosistema donde vive es lo
civilizado. Y alegraos porque no es fácil encontrarla.
lunes, 16 de diciembre de 2024
Encuentro con un cazador.
Me dio
pena un encuentro que tuvimos un amigo y yo hace unos días en el monte. Íbamos
por un sendero entre campos y colinas cubiertas de pinos, muchos muertos por la
sequía, cuando nos cruzamos con un cazador.
Los 65
ya los había cumplido seguro. Llevaba su perro, la canana con cartuchos a la
cintura y la escopeta al hombro. La ropa, discreta, no de camuflaje.
Tras
un amable saludo por ambas partes nos aclaró que iba solo, apresurándose a
decirnos que no nos preocupáramos, que él solo disparaba cuando tenía la
seguridad de que no había nadie a quien pudiera alcanzar.
Cuando
veía u oía caminantes, ciclistas o motos, esperaba a que se fueran. Vengo a
disfrutar del monte, no a causar ningún disgusto ni desgracia. Está bonito
¿verdad? Lástima tanto pino muerto, decía.
Pronto
me di cuenta de que estaba disculpándose desde el primer momento; se disculpaba
de estar cazando en los montes de su pueblo, como habría hecho toda su vida,
como habrían hecho su padre y su abuelo y su bisabuelo.
Nosotros
redoblamos la amabilidad intentando darle a entender que nada de malo veíamos
en lo que estaba haciendo. Pero el siguió con sus disculpas que coronó, cuando
ya nos íbamos, diciendo mientras se señalaba la canana, veis, aún están todos,
y todos volverán a casa.
Sí, me
dio pena y rabia. Porque da pena y rabia comprobar cómo el totalitarismo
ideológico, de momento solo ideológico, que lleva años infectando la sociedad,
la estupidez de lo políticamente correcto, está arrasándolo todo sin que nos
demos cuenta, excluyendo lo que a los ideólogos oficiales del régimen les
parece que hay que excluir según sus criterios y sus valores, cuanto menos
discutibles.
Y la
caza está en su punto de mira, cuando es una actividad que convenientemente
regulada, como está, no solo no es negativa, sino que es necesaria para
mantener el equilibrio ecológico de nuestros montes. Y no hace ningún daño.
Hacen
mucho más daño las motos por los montes y las ramblas, o los ciclistas en los
senderos, que los cazadores que, además cuidan el monte como nadie, porque les
gusta y porque un monte limpio y con buenos accesos les permite desarrollar su
afición.
Pero
no. Las motos haciendo ruido y rompiendo el suelo, o las bicis reventando los
senderos, no solo no se disculpan, sino que se creen con el derecho de hacerlo,
incluso en zonas protegidas a las que tienen expresamente prohibido, acceder.
Y este
pobre hombre, no sabía cómo justificar ante unos desconocidos su paseíto por el
monte, con la escopeta al hombro y la esperanza de llevarse un conejo o una
perdiz a casa.
¡Qué
pena y cuánta imbecilidad e incoherencia!
domingo, 15 de diciembre de 2024
Sol y dos días de calor.
Será
esta, si no cambian las cosas, una semana de sol, vientos secos y temperaturas con
una sorpresa. Me explico, el miércoles alcanzarán los 20 grados de máxima con
una mínima de 6, pero el jueves llegarán a los 22 o 23 con mínima de 11.
Y esto
será lo llamativo de esta semana. Algo impropio en vísperas de Navidad. Los
demás días serán más normales, con mínimas entre 4 y 6 grados y máximas de 15 o
16.
En cuanto
al viento hay división de opiniones. Unos dicen que será flojo o muy flojo
todos los días y otros dan el jueves viento fuerte, pero solo el jueves.
Siempre del oeste o noroeste. Y de lluvia, nada de nada.
Así
pues solo el viento podría hacer incómoda esta semana, pero aun así sería de
corta duración. Ahora eso sí, con este baile raro de temperaturas será fácil
resfriarse.
viernes, 13 de diciembre de 2024
Actualización fin de semana del 14-15 de diciembre de 2024.
Por
fin todo quedó en nada. Una ligera llovizna el miércoles y se acabó. Mejor así,
tal y como están las cosas.
Este
fin de semana no trae nada de especial. Mínimas de 4 o 5 y máximas de 16 o 17
ambos días. La única diferencia será que el sábado tendremos algunas nubes y el
domingo el cielo estará despejado. Y el viento también igual, del oeste
noroeste, flojo o muy flojo, tanto mañana como pasado.
En
resumen, un bonito fin de semana de invierno mediterráneo.
jueves, 12 de diciembre de 2024
La magia de la Navidad.
Llega
la Navidad y junto a ella parece ser que la magia. Por todas partes aparecen
juntas de un modo tan cargante y abusivo que me resulta indigesto de puro hueco
y ridículo.
Quien
esté encantado con la magia de la Navidad que no siga leyendo.
La
pregunta que cabe hacerse es qué diablos será eso de la magia de la Navidad,
porque esta fiesta de origen cristiano tiene bien poco que ver con la magia.
Hoy en día tampoco con lo que sucedió en Palestina hace unos dos mil años
largos; habrá quien ni lo sabe.
Porque
yo creo que la susodicha magia de la Navidad es primero que todo un descomunal
incremento del consumo. En segundo lugar, unos días de intensificación de la
vida social y familiar tanto para bien como para mal. También una mirada anual
a la tradición, cada vez menos nuestra y más importada. Y cómo no, un tiempo de
evadirse de lo cotidiano cada uno como pueda, si puede; viajes, fiestas y
demás.
Esa es
toda la magia de la Navidad. Eso sí, todo debidamente almibarado y con altas
dosis de ñoñez.
Si
vamos al diccionario de la RAE nos lo aclara un poco más. Magia también
significa encanto o atractivo de algo o alguien. Así pues podemos decir que el
atractivo de la Navidad es lo que antes he comentado, el consumo disparatado, recuerdo
de tradiciones, encuentros familiares y sociales, o la posibilidad de alguna
fiesta o viaje, por ejemplo.
Sí,
puede estar bien. Nada tiene que ver con el nacimiento de Jesús, pero puede
estar bien; pero no para todos. Lo que ocurre es que siempre he pensado que no
todo el mundo puede gozar de esa magia, de ese atractivo, porque también creo
que es un tiempo en el que las heridas que la vida nos infringe duelen más,
cualquier herida.
Y este
año, precisamente este año, cada vez que oigo esas dos palabritas juntas pienso
en toda esa gente cuyas recientes y dolorosas heridas no encontrarán alivio
alguno en esa magia. Porque las bombillas y los espumillones no iluminan.
Porque esa magia es, después de todo, cartón piedra. Es una magia sin alma, sin
raíces. No cura.
Quizá
el verdadero sentido de la Navidad, pueda aliviar más, iluminar más. Habría que
reencontrarlo y compartirlo, porque hay gente, mucha gente, que lo necesita
para seguir viviendo.
domingo, 8 de diciembre de 2024
Muy atentos al tiempo esta semana.
Iniciamos
una semana a seguir muy de cerca. Puede desde no llover hasta volver a sufrir
lluvias muy importantes, lo que sería un gran problema para las zonas afectadas
por la reciente DANA. Ayer por la noche hablaban de lloviznas, esta mañana de
lluvias muy fuertes y nevadas tierra adentro, esta tarde vuelven a hablar de
lloviznas. En cualquier caso parece ser que el día crítico será el jueves.
Lo que
sí es seguro, y todos coinciden, es en el frío. Las temperaturas oscilarán
entre los 3-4 de mínima y 15-16 de máxima, según días. El cielo con bastantes
nubes, más abundantes entre miércoles y viernes, pero con sol a ratos, y el
viento flojo excepto mañana que aún molestará aunque no tanto como hoy.
Lo que
tampoco está claro es de donde entrará, porque de él depende el que llueva o
no. Si persiste el poniente o noroeste lloverá poco o nada, si gira a levante
puede llover mucho. Y aún no saben de dónde soplará, por eso tampoco si lloverá
o no.
Esto
es lo que tenemos por delante. Muy mediterráneo, de difícil predicción. Bolsas
de aire muy frío danzando de un modo errático sobre un mar más calentito de lo
debido.
Mucha
atención pues al tiempo esta semana.
viernes, 6 de diciembre de 2024
Actualización fin de semana del 7-8 de diciembre de 2024.
Tras una
semana tranquila que aun así nos dejó tres litritos de agua, y a la espera de
la próxima que puede ser complicada e incluso peligrosa, tenemos por delante
dos días bien diferentes.
Un
sábado con viento flojo o moderado de poniente y temperaturas exageradamente
altas para ser diciembre, 24 o 25 grados de máxima, y un domingo con viento más
fuerte y un desplome serio de las temperaturas que no pasarán de los 16, bajando
las mínimas hasta los 7 grados.
Además,
la combinación de temperatura y viento hará que la sensación térmica del sábado
a mediodía sea de 19 y la del domingo tan solo de 7. En cuanto a las mínimas,
al amanecer, mañana será de 9 grados y el domingo de 1.
Ambos
días el cielo estará despejado con nubes de paso pero sin precipitaciones.
En
resumen, primavera e invierno muy juntitos. Mañana un día muy agradable aunque
el viento puede molestar algo, pasado un día para meterse en casa aunque brille
el sol.
miércoles, 4 de diciembre de 2024
L´aigua i el poble.
Cuando
los acontecimientos nos sobrepasan, como sucedió el 29 de octubre, cada uno les
hace frente como puede. Un buen amigo mío, aparte de ayudar, escribió.
Sí,
escribió. Es un artista, pero no son las palabras con lo que trabaja, pero el
arte es el arte, y creo que de un modo misterioso todo arte, por el hecho de
serlo tiene algo así como un denominador común. Quizá el ser la obra más
acabada y hermosa del ser humano en su búsqueda de la belleza y del sentido de
la existencia.
Nos lo leyeron, él y su esposa, en una cena. Y ahora, con su permiso, lo comparto en el blog. Es una conversación entre el agua y el pueblo. Lo titula L´aigua i el poble.
Jo soc la veu del poble.
Jo soc la veu de
l'aigua.
Jo parle el que els meus veïns callen.
Jo cante contenta
cançons que reguen la terra.
Jo alce la veu per aquells que l'aigua ens ha arrancat.
Jo baixe des del cel
i córrec per rius i rambles.
Jo cride al mon de ràbia perquè m'ofegue, perquè no puc més,
ja no puc més.
Jo vaig ara pel mig
dels pobles, per les seues places i carrers, per les cases també.
Jo estic viu, ja no tinc res. No més queda fang i encara
done gràcies, el meu veí ja no està.
Jo vull veure-ho tot
i no em deixen eixir del meu lloc, el que em porta cap la mar.
Jo no pare de tirar ma casa per la finestra, tot el que
tenia està ara al carrer, en una muntanya de records plens de fang.
Jo me'n vaig ... com
no em voleu me'n vaig cap a la mar tenyida del color del camp.
Jo em quede plorant i sense ganes ni de respirar. No plore
per ma casa, ni per el veí que ja no està, plore de ràbia per aquells que no
ens han sabut cuidar.
Jo tornaré de la mar
al cel, i del cel de nou les terres a regar.
Jo soc la veu del poble que estima l'aigua mansa que va cap
a la mar.
Jo soc la veu de
l'aigua que clara, vaig per a baix.
Jo soc la veu del poble que l'ànima, aigua dolça, m'has
trencat.
Jo soc la veu de
l'aigua que pel mig dels pobles he passat.
José Ángel Moreno
Riba-roja, novembre 2024
lunes, 2 de diciembre de 2024
Simplificación y manipulación.
Siempre,
cuando pasa algo malo, del calibre que sea, tendemos a simplificar, porque
simplificando es mucho más fácil manipular la realidad y de este modo encontrar la cabeza de turco de turno, siempre
necesaria para calmar los ánimos y pensar que hemos hecho justicia, y lo que es
peor, creer que esa justicia ha servido para algo. La DANA está siendo
un buen ejemplo de esto que digo, bueno y triste.
Una
catástrofe como la ocurrida no tiene una única causa. Casi nada la tiene, pero
una barbaridad como esta, menos.
Voy a
intentar explicar, según mi forma de ver las cosas, las causas que desencadenaron
los acontecimientos del 29 de octubre, acontecimientos que nunca olvidaremos y
que pesarán en la historia de Valencia durante muchos, muchos, muchísimos años.
Primera
causa. Una situación meteorológica absolutamente excepcional de las que se dan
pocas veces en un siglo, pero que inevitablemente se dan. Tal y como está ahora
el territorio sobre el que se produjeron las inundaciones ningún gobierno
hubiera podido alcanzar el objetivo de cero víctimas o reducir sustanciosamente
los daños materiales.
Segunda
causa. Las montañas deforestadas. La sierra de Chiva, donde nace el barranco
del Poyo, antaño se llamaba la sierra de los Bosques. Sucesivos incendios los
arrasaron. Sin árboles, las lluvias arrastran la tierra quedando la roca al
desnudo. Y la roca escupe el agua. Una precipitación sobre un bosque es
parcialmente absorbida por los árboles, y el agua que les sobra llega más tarde
y más lentamente a los barrancos.
Tercera
causa. La construcción de zonas residenciales, polígonos industriales y vías de
comunicación en zonas inundables sin las infraestructuras necesarias para
defenderse de las posibles inundaciones. Estas zonas eran antiguamente
agrícolas y su población mucho menor que la actual.
Cuarta
causa. Equipos técnicos con falta de formación o medios y/o con servidumbres
políticas que fueron incapaces de prever lo que sucedía y alertar a tiempo. En
estas circunstancias los políticos actúan según informan los técnicos. Son ellos
los primeros responsables de detectar e informar con celeridad y claridad.
Quinta
causa. Una ciudadanía cansada de errores en las previsiones meteorológicas y
que, por decirlo claro, ya no se cree nada cuando hablan del tiempo. Y más en esta zona del Mediterráneo donde el tiempo es especialmente difícil de
predecir. Aunque hubieran avisado con más contundencia y premura, el cuento de
Pedro y el lobo hubiera seguido estando presente en mucha gente.
Sexta
causa. Un desconocimiento generalizado del territorio. El vivir de espaldas a
la naturaleza, se paga. Que no llueva en el pueblo no significa que no se pueda
desbordar el barranco que lo cruza. Hubo dos zonas cero, la de la precipitación
y la de la inundación. Ante la naturaleza desatada una sociedad que sea
consciente de ella y la conozca puede defenderse mejor. La mentalidad urbanita,
presente incluso en muchos pueblos, nos hace más vulnerables.
Séptima
causa. Un sistema de alertas farragoso y complejo que hace muy lenta la
trasmisión y verificación de la información que debe pasar de los técnicos a
los políticos. Este fue también uno de los grandes problemas de aquel día. Creo
que quedó demostrado que el sistema es del todo ineficaz.
Octava
causa. Para mí las más terrible y demoledora. Unos políticos que anteponen sus
intereses partidistas al bienestar de los ciudadanos. Si en Madrid y Valencia
el gobierno hubiera sido del mismo partido, otro gallo hubiera cantado y
estaría cantando. Y esto es tan grave que causa una profunda herida muy difícil
de curar, y que a la larga genera enfrentamiento social, desprestigia las
instituciones y pudre las raíces de la democracia y del estado de derecho.
No. No
es cuestión de buscar cabezas de turco. Es cuestión de que analicen técnicos y
políticos, por encima de partidismos, todas las causas de la catástrofe, y de que busquen soluciones
para cada una de ellas en la medida de lo posible. Porque no todo será posible.
Hay cosas ya mal hechas que no se pueden revertir, y otras que no están en
nuestras manos, porque la naturaleza siempre tendrá la última palabra y cuando
desate sus fuerzas, aun haciéndolo muy bien nosotros, nos hará sufrir.
Estas situaciones son muy complejas, nada es simple. Por eso, lo que me parece inadmisible es que después de tanta devastación y
tanto dolor se reduzca todo para “los de derechas” a que quien lo ha hecho muy
mal es Sánchez y el Gobierno central, y para “los de izquierdas” Mazón y el
Gobierno autonómico. Y que ahí se queden.
Desolador.
domingo, 1 de diciembre de 2024
Semana muy tranquila.
Semana
muy tranquila. Serían estas las tres palabras que la describen. Temperaturas
ente 10-12 y 20-22 grados, vientos de componente oeste muy flojos o calmas, y
cielos despejados o con pocas nubes.
Tan
solo existe la posibilidad de alguna llovizna o lluvia débil el miércoles, pero
como no cambien muchos las cosas sería algo anecdótico.
En
resumen, una situación anómala para ser ya diciembre, pues los días parecerán
más de primavera que de un invierno recién estrenado, pues hoy empieza el
meteorológico.