Podíamos
empezar en esta segunda entrada de la sección filosofía por lo que bien podría
ser la pregunta de las preguntas. ¿Qué soy yo? ¿Qué es el ser humano? La
pregunta que encierra en sí todas las demás que podamos hacernos. La pregunta
que nos abre las puertas de la filosofía convirtiéndonos en filósofos si nos la
hacemos y nos lanzamos a la aventura de buscar la respuesta.
Os
propongo ver cómo Kant, uno de los grandes filósofos de la historia, se hace
esta pregunta. Se la hace formulando a su vez otras tres preguntas.
La
primera es ¿qué podemos saber? ¿Cuáles son los límites de nuestro conocimiento?
¿Cómo distinguir lo verdadero de lo falso? El ansia por saber y conocer ha
permitido al ser humano llegar a donde hemos llegado. ¿Pero a dónde hemos
llegado? El avance tecnológico y científico sigue abriendo nuevas horizontes y
descubriendo inmensas áreas oscuras a las que nuestro conocimiento aún no
llega.
La
segunda es ¿qué debemos hacer? ¿Cuál es y cuál debe ser el criterio de nuestra
conducta? ¿Dónde está la frontera entre el bien y el mal? ¿Soy libre en mis
decisiones? ¿Existe realmente la libertad? ¿Distingo bien entre el deber y el
apetecer? Mi conducta diaria ¿qué
criterios sigue? La vida política y social del mundo en el que vivo ¿se
adecua a criterios éticos? ¿Qué criterios éticos son éstos?
La
tercera nos dice ¿qué nos cabe esperar? Esta pregunta nos lanza de lleno al
misterio del sentido del universo. ¿Hay algo o alguien más allá del tiempo y
del espacio? ¿Tiene sentido el sentimiento religioso? Y la historia, ¿tiene un
destino? No se vive igual esperando un final que dé sentido al pasado que uno
abocado a la nada.
La
respuesta que demos a estas preguntas nos ayudará a encarar la gran pregunta,
¿qué es el ser humano? ¿Qué es el hombre? (Aquí sería ridículo decir la mujer,
aunque hay quien lo haría) Antigua pregunta que ya en la Biblia se formula en
un salmo (salmo VIII) de la misma manera ¿Qué es el hombre para que te acuerdes
de él, el ser humano para darle poder?
Kant,
que se hace también la antigua pregunta, nos regala esta reflexión para buscar
una respuesta. Hagámonosla nosotros también y veamos a dónde nos conduce la
búsqueda de la respuesta. Yo me la he hecho muchas veces, y sigo buscando
respuestas.
Para
profundizar en todo esto os propongo lo siguiente:
-Leed
la biografía de Kant.
-Leed
el salmo VIII.
-Entrad
en google y teclead “las cuatro preguntas de Kant”, y navegad sin miedo a los
piratas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario