Lo
comparto por curiosidad, por cabreante curiosidad. Desde que empezó este largo
episodio de lluvias aquí han caído tan solo nueve litros miserables. Hoy que
parecía ser el día de la lluvia en serio, alerta naranja y todo, mirad lo que
pasa. Lo de siempre, al norte, al sur, al este y al oeste las precipitaciones
son importantes y continuadas, pero aquí hoy, casi a las ocho de la tarde,
llevamos recogidos tres litros que sumados a los nueve nos dan tan solo doce
litritos.
Si
miráis el mapa veréis esa especie de paraguas que no deja entrar nada que valga
la pena. Todo gira alrededor de una misteriosa zona cero. Es descorazonador,
porque los montes de aquí necesitan también mucha agua. Y no viene. Ni en
situaciones como esta. Y no es la primera vez que pasa.
Aún
queda esperanza de poder recoger al menos treinta o cuarenta litros, que no
siendo mucho, ya sería algo. Veremos. La esperanza es lo último que se pierde.
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