FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 6 de abril de 2024

El camino interior.


Soy un amante de los caminos. He andado muchos a lo largo de mi vida, miles y miles de kilómetros. Con frío y con calor, con nieve, lluvia, tormenta, niebla o un sol radiante. Con luz y sin ella, o con esa claridad tan especial del lubricán. Solo o con Isabel, con amigos, compañeros, alumnos. Cargado como una burra o ligero de equipaje. Con hambre, con sed, o felizmente satisfecho tras una buena, y a menudo inesperada comida, en algún pueblecito perdido por esos mundos de Dios.

He aprendido mucho caminando, sobre todo que lo importante no es llegar, sino gozar cada momento desde el principio. No ya desde el primer paso, sino desde que he empezado a pensar y a preparar el camino, normalmente con mis mapas.

Yo ando lo cargado que mi espalda me permite para disfrutar de la máxima autonomía posible. Y disfruto con la contemplación de la naturaleza o el arte, el esfuerzo físico y mental, el encuentro con uno mismo en soledad, o con los que me acompañan cuando no voy solo, o con un pastor, o un campesino,  o un forestal, u otro caminante.

A menudo acaba juntándose todo esto dándole al camino unas dimensiones que no te esperabas, acabando en más de una ocasión, en una profunda experiencia religiosa. 

Esto es lo que les ha sucedido durante ya nueve años a los alumnos de bachiller del colegio donde he trabajado toda la vida. Acaban de salir a Sarria a hacer el Camino de Santiago durante cinco días.

Ojalá disfruten de cada momento desde el principio, porque la llegada a la plaza del Obradoiro no es más que la culminación, el broche de oro. Lo importante se habrá ido haciendo a lo largo de los días. Y ojalá descubran que el camino realmente importante es el interior de cada uno, el que vayan viviendo jornada tras jornada. El tiempo que haga, el peso de la mochila, los kilómetros recorridos, las comidas y los albergues, incluso el hermoso paisaje gallego no son más que circunstancia. La esencia del Camino de Santiago, como la de cualquier otro camino, está en la huella que va dejando en lo más profundo de cada caminante, en su corazón.

Y de lo que rebosa el corazón habla la boca. Por eso, de entre las muchas anécdotas que Isabel me ha contado a lo largo de estos nueve años hay una que me conmovió especialmente. Había un chaval que tenía serios problemas en los pies. Llegó a Santiago, arropado por los compañeros, él solo sabe lo que sufriría, y tras la misa en la catedral estalló en un llanto incontenible. Le preguntaron por qué lloraba. Habló, "porque nunca me he sentido tan querido". Y la respuesta fue un regalo de Dios para todos.

Sí, de lo que rebosa el corazón habla la boca. Aquello era la culminación de ese camino interior que deseo recorran todos este décimo Camino de Santiago.

¡Buen Camino!

¡Que Dios os bendiga!


64 litros en 207 días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario